jueves, 3 de febrero de 2011

Archibald MacLeish: Poemas.

Archibald MacLeish                                                                                      





















 
Otoño inmortal



Recito este poema con voz grave y monótona
en alabanza del otoño, del lejano y sinuoso otoño,
alabo sus campos sin flores, alabo sus nubes, sus altas
                                                   / ramas silenciosas
donde el viento arranca sonidos, músicas sombrías.

Alabo el otoño, ésta es la estación del hombre,
ahora el extraño sol no se entromete en nuestra tierra
no vigoriza el verde, ni deshiela el suelo escarchado
y el invierno todavía no habrá de agobiar con su silencio
                                                           /las ramas del pino.

En el otoño compartimos los días con los negros cuervos,
el extendido mundo del año susurrante se ha marchado
hay más espacio para vivir el una vez secreto amanecer
y la tarde llega con la luz del día y la oscuridad camina
                                                                            /indefensa.

Entre el bravo y turbulento arder de las hojas
y  el invierno que cubre con su pesada nieve
                                            /nuestros corazones
estamos solos y no hallarás a las aves nocturnas.
La luna las estrellas giran alrededor de nuestra casa.

Ésta es la estación humana en el aire estéril,
las palabras pueden transportar el aliento y el sonido se arrastra
                                                                / y continúa resonando,
oímos los gritos de un hombre muerto
desde un otoño que se ha ido hace mucho tiempo.

Te llamo y mi súplica se extiende mucho más allá de este aire amargo.


El fin del mundo

Inesperadamente, mientras Vasserot
el prestidigitador sin brazos encendía
un fósforo entre los dedos del pie,
y Ralph el león, al redoble de los tambores,
ocupaba sus colmillos en el cuello de madame Sossman
y Teeny estaba a punto de toser
al ritmo de un vals meciendo a Jocko del pulgar:
inesperadamente, el techo de la carpa se voló.
Y allí, allí en lo alto, allí, colgado
sobre miles de rostros blancos, sobre miles de ojos
deslumbrados, allí en la oscuridad sin estrellas,
suspendido, revoloteando, allí, cruzando
con vastas alas el cielo anulado,
allí en la negrura repentina, el paño mortuorio
de nada, nada, nada en absoluto.

 (versiones Esteban Moore)



Archibald MacLeish (Glencoe, Illinois, 1892-Boston, MA, 1982) Poeta, dramaturgo, y ensayista. Obtuvo en tres ocasiones el premio Pulitzer, entre otros premios. Autor del poema largo Conquistador.