domingo, 10 de mayo de 2015

Festival de Poesía de Medellín: Carta abierta de los artistas e intelectuales a la Mesa de La Habana





Aunque la datación no es precisamente una especialidad nuestra, los que aquí firmamos, en su totalidad,  estamos convencidos de que la guerra actual no está en su año 51: es un poco más adulta: algunos de entre nosotros argumentan que tiene 67; otros,  que 114; los últimos, quizás más pesimistas (ellos aseguran que realistas) que 523. En todo caso, la datación de los 50 años escamotea los verdaderos datos de la injusticia.
Y, también en todo caso, los que aquí firmamos, en su totalidad, creemos que, sea cual sea la edad de esta guerra, ella es inaceptable. Y lo es sobre todo porque es la hija de injusticias aún más inaceptables.
Tampoco somos especialistas en estadística, pero las cifras, aun las oficiales, son desgarradoras. Y ya no se trata de si son, o no, inaceptables: puesto que existen. Según ACNUR (dato optimista), Colombia tiene 5.185.406 de personas en situación de desplazamiento. Triste escalafón: vamos de segundos, después de Siria. Y 200.000 muertos, según los reportes. No se escribe fácil. Ni es fácil aceptarlo. 
El 78% de las tierras en Colombia está en manos del 13% de la población, y el 80% de los campesinos poseen menos de una UAF (cosas de los técnicos: Unidad Agrícola Familiar), y sin embargo esos campesinos pobres producen el 70% de nuestros alimentos: o sea que un vientre inflamado de niño reposa al fondo del plato de nuestra sopa. Es inaceptable.
¿Acabar la guerra? Claro. Confiamos en ello, y haremos de nuestra parte todo lo posible para que el proceso no se rompa. Pero acabarla no se hace con la firma de un acuerdo. No más balas ni más bombas, claro, pero sobre todo, no más injusticia. Es a partir de la firma del acuerdo que empezaremos a construir la Paz.
Llevamos ya dos años y medio en busca del Acuerdo: no es mucho si consideramos que estamos tratando de acabar con la fuerza inercial de 67 años de dominio de la muerte, el crimen y la injusticia. Pero el plural “llevamos” quizás es optimista.  En efecto, en La Habana han hablado el gobierno y la insurgencia de las FARC; han hablado las víctimas; y las Fuerzas Armadas; y el sector agrario; y los banqueros, sin necesidad de ir hasta La Habana; y las transnacionales; y la ONU y UNASUR y el ALBA. Y la prensa. Y los amigos de la muerte. Y etcétera.
Faltan los niños de la Guajira y del Chocó, que andan sin aliento. Y los poetas y los artistas. Va siendo hora de que éstos últimos lo hagan, incluso por esos niños, que andan sin aliento.
Y ya empezaron a hacerlo: en 2003, ya el Festival Internacional de Poesía de Medellín realizó la I Cumbre Mundial de Poesía por la Paz de Colombia, que no fue suficientemente escuchada. En este mes de abril (en una iniciativa que saludamos pero que terminó por ser una iniciativa del Estado), se llevó a cabo la Cumbre Mundial de Artistas por la Paz.
Y en el mes de julio, el Festival Internacional de Poesía de Medellín, que llega a su versión número 25, realizará la II Cumbre Mundial de Poesía por la Paz y la Reconciliación de Colombia, que también saludamos, pero a la que quisiéramos llegar con este avance: que la Mesa de Negociaciones los haya escuchado.
Esta carta abierta es una petición formal a los negociadores en La Habana para que una delegación de poetas y artistas hable y opine y presente propuestas concretas y realizables para la concreción de una paz estable y duradera, y esa paz no será ni estable ni duradera  sin las ideas y las tareas de los artistas y los intelectuales.
Si, como creemos, en los poetas, los artistas e intelectuales vive la conciencia crítica de una nación, esa nación será inviable si no los escucha.
Y la muerte no tendrá señorío.
(Enviar firmas de apoyo a Festivaldepoesiademedellin@gmail.com)
Firman:
Juan Manuel Roca, poeta, Premio Casa de América de Poesía (Colombia).
Fernando Rendón, poeta, director del Festival Internacional de Poesía de Medellín -Premio Nobel Alternativo 2006- (Colombia).
Jotamario Arbeláez, poeta y periodista cultural, Premio Víctor Valera Mora (Colombia).
Gabriel Jaime Franco, poeta, coordinador general del Festival Internacional de Poesía de Medellín (Colombia).
Laura Restrepo, escritora, Premio Alfaguara (Colombia).
Vicky Hernández, actriz (Colombia).
Juan Diego Mejía, escritor, Director de la Feria del Libro de Medellín (Colombia).
Darío Jaramillo Agudelo, poeta (Colombia).
Jairo Guzmán, poeta, Director de la Escuela de Poesía de Medellín (Colombia).
Horacio Benavides, poeta, Premio Nacional de Poesía (Colombia).
Rómulo Bustos, poeta, Premio Nacional de Poesía (Colombia).
Omar García Ramírez, poeta, Premio Nacional de Poesía (Colombia).
Sergio de Zubiría Samper. Filósofo y Profesor Universitario (Colombia).
Selnich Vivas Hurtado, poeta, Premio Nacional de Poesía (Colombia).
Patricia Ariza, dramaturga, poeta, cofundadora del Teatro La Candelaria, Premio Prince Claus (Colombia).
Gloria Chvatal, pintora (Colombia).
Luis Eduardo Rendón, poeta (Colombia).
Juan Carlos Moyano, dramaturgo, director y actor de teatro (Colombia).
Diego Arango Ruiz; pintor y antropólogo (Colombia).
Javier Naranjo, poeta (Colombia).
Álvaro Marín, poeta (Colombia).
Jairo Osorio, escritor, coordinador editorial de la Universidad Autónoma Latinoamericana (Colombia).
Juan Diego Tamayo, poeta y profesor universitario (Colombia).
Myriam Montoya, poeta (Colombia).
Fernando Herrera, poeta (Colombia).
Ronald Cano, poeta, Premio de Poesía Ciudad de Medellín (Colombia).
Carlos Satizábal, teatrista y poeta (Colombia).
Angye Gaona, poeta (Colombia).
Jorge Torres Medina, poeta (Colombia).
Tarcisio Valencia, poeta, profesor universitario (Colombia).
Felipe Agudelo Tenorio, poeta (Colombia).
Fabio Jurado, poeta, coordinador de la Colección Viernes de Poesía (Colombia).
Bibiana Bernal, escritora y editora (Colombia).
Lindantonella Solano, Nación Wayuu, poeta (Colombia).
Iván Graciano Morelo, poeta (Colombia).
Daniel Rocha, director de teatro, dramaturgo (Colombia).
Ángela García, poeta (Colombia).
Fernando Linero, poeta (Colombia).
Claudia Trujillo, poeta (Colombia).
Edwin Rendón, poeta y profesor de literatura (Colombia).
Felipe Orozco, arquitecto y escritor (Colombia).
Álvaro Miranda, poeta (Colombia).
Víctor Rojas, escritor (Colombia).
Vito Apüshana, Nación Wayuu, poeta (Colombia).
Jesús Gómez, poeta (Colombia).
Fernando Vargas Valencia, poeta (Colombia).
Omar Ortiz, poeta (Colombia).
Rafael Patiño, poeta, traductor (Colombia).
Antonio Mora Vélez, poeta y narrador (Colombia).
Pedro Arturo Estrada, poeta (Colombia).
Fadir Delgado, poeta (Colombia).
José Libardo Porras Vallejo, poeta (Colombia).
Gustavo Tatis Guerra, poeta, periodista (Colombia).
Luisa Aguilar, poeta (Colombia).
Jorge Eliecer Ordóñez, poeta (Colombia).
Hugo Jamioy, Nación Camëntsá, poeta(Colombia).
Manibinigdiginya, Nación Gunadule, poeta (Colombia).
Víctor Raúl Jaramillo, poeta (Colombia).
Jorge Iván Grisales, poeta (Colombia).
Antonieta Villamil, poeta (Colombia).
Alberto Salcedo Ramos, periodista y escritor (Colombia).
Tatiana Mejía, poeta (Colombia).
Rafael Quiroz, pintor (Colombia).
Cristina Domenech, poeta, Argentina.
Edwin Madrid, poeta, Ecuador, Premio Casa de América.
Alvaro Inostroza Bidart, poeta, crítico de cine, Chile.
Luz Ivonne Pinto, educadora y tallerista, examinadora internacional (España)
Esteban Moore, poeta, traductor, cronista urbano (Argentina)