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lunes, 27 de julio de 2015

Humberto Díaz Casanueva: Los veredictos



Humberto Díaz Casanueva






































                                                          Pero en sombría caverna
                                                      sangra tranquila una humanidad muda
                                                      y construye con duros metales
                                                      la cabeza redentora”
                                                                           Trakl


a veces no obstante digo
en mi mano relampaguea un pan

habiendo observado el triste
milagro

metidas en el agua fangosa
tumbas de transfigurados seres
brotan
qué brotan?

grotescas llamas enlutadas

se oyen crujidos del más sagrado
silencio

hay avideces en mujeres
extáticas
hay augurios de una apariencia
de hombre
hombre diario seguido por su
espectro

en mí resuena un piano
de cuatro pezuñas derramadas
es horrible mi estado remoto

mi corazón está triste
triste

he rescatado un tembloroso
insecto
metido en una gota de miel
he meditado en ello

yo no digo sino  lo incierto
de lo que en mí se manifiesta
yo rumio un rayo que me mantiene
vivo

pero escuchen
mis oídos están llenos de campanas
vesperales

siento la fruición de formas
terrenas
que expande mi desvarío
vibran facciones un poco
 embotadas

viene la rigidez de la cera

el hombre diluye en hipos
murmullos
roces

alguien ha muerto
muerto

la mano crispada sobre un
 puñal de alabastro
una niña
castañetea los dientes

TAL VEZ UN MUERTO SEA UN
HOMBRE DESMESURADO
UN FAKIR

pero los tiempos son otros
hay manadas de muertos
pastando en el
vientre
los abismales andan por la calle

me acusan de referirlo todo
a  la purificación de la tiniebla

me acusan de ser presuntuoso
extrañado por lo inmanente

cierto
hay una distinción profética
en lo que percibo diariamente
no sabemos enlazar todas las
señales

yo digo
pero tal vez no digo digo
la presencia me ha desamparado
yo clavo mi vuelo
en un espejo d e s c a r n a d o   y
sepulto

me causa una angustia tan grande
mi obstinación en vivir
mirando de reojo
lo chamuscado

yergo la cabeza ungida

estoy expuesto
en lo mágico absoluto

la nada es una magnitud dentro de
lo existente
la no-nada ha mordido a veces mi
nada



(Fragmento- de Los Veredictos, 1981).

Humberto Díaz Casanueva (Santiago, Chile, 1906-1992).

Lucio Madariaga: Poemas



Lucio Madariaga
























el manto

el peor sonido del mundo

bombazos de tierra
negra húmeda muerta
golpean madera y tierra bronce

contra esa omnipotencia
                    la última imagen
no puede la imagen del mundo

genealogía de la mar

una pelota blanca tejía enlace de aire y arena
verano de 1999 en la Costa Azul oriental
entre el hotel abandonado y el canal que venía del clú
era la primera vez que jugaba al fútbol con mi padre
hombre de aguas dulces nadador de mar con técnica de horizonte
ducho con el pie en el estribo nulo en la pelota
esa mañana de playa vacía él invitó jugar a pasarla
y me puse en plan de técnico y de bromista
se la tiraba fuerte y de cuando en cuando caía
sobre su pelo gris ondulado una lluvia de arena fina
de reflejos todavía andaba bien nunca lo dejé ciego
parecía no darse cuenta de la intención
el pequeño picado poco a poco se diluía hasta que
cansado del gaste mi padre retó a cruzar la ruta
se venía el desafío al billar disciplina en la que había sido mi maestro
en ese mismo lugar de paredes empachadas de adornos marítimos
donde parroquianos y peones de la estancia del fondo tomaban caña
el pulpero era un flaco bigotudo oriundo de Minas
ambos en cuero pedí una coca él extrañamente una cerveza
comenzó lo imborrable
anotábamos las carambolas en un tablero de fichitas circulares de madera
hasta que terminábamos las líneas y como en una máquina de escribir
las volvíamos al inicio
los parroquianos gritaban al son del espectáculo genealógico
Brujita Blanca rondaba el paño
felicidad para siempre
dos en juego, una sensación

baraiba es mi celo

 
veo al jacarandá en medio de la plaza raleada
por moscas hambrientas
en la arena las ratas festejan ausencia
y la estatua está presa
extraña meadas colores letras

pasó una chica envuelta en voces
huelen voces penetran
ahora no hay nadie
sólo la vergüenza

me siento atado a este banco de la plaza
frescura es el viento en su cauce fantasmal
el viento pediatra del río

la expresión es un chamán degenerado

jugar no es parte del problema

baraiba

después

tierra

en tu cara el aire puso la sangre
del aguará guazú

viste natural la muerte
de la cacería
y te fuiste a jugar

poco te importó la sangre

una mirada estratégica

 YAGUARETÉ

si no he logrado el tiempo justo
qué voy a hacer
para conocer al yaguareté
qué será de lo que venga por verse
si no pudimos
si no verán mi infancia
los que vengan
a ver qué
digamos
a ver
otra cosa

pasto mojado

quién interpreta los músculos
cuál de esos engendros mueve los hilos
preguntabas mientras tus manos se enroscaban
como si esperaras el tren

quise verte a través de la tela
no parecías de este barrio
había algo demasiado brillante
el algodón olía a quema
se dilataban mis pupilas

qué esa intensidad qué
es viento fuerte que gana un rincón

dame la mano te dije vamos al borde
detrás un hueco
              adelante un abismo
los pies raspaban la tierra

era de mañana en Baraiba

jugamos a vaciar el tanque australiano
nos suspendimos en el pasto mojado


cerramos los ojos

una gota

cuidate talento de tanto ingenio
de todas las cosas graciosas
en el límite de lo ínfimo
le dijo dios a san pedro
a punto estaba de explotar
el sol

estalla la patria comprendida

san pedro el coimero vaga desierto
intenta encontrar un consumidor
entre las partículas suspendidas
en el vacío
desespera porque no hay fila
¿vacío?
para saciar su impunidad


la sed ahora se aloja en los ositos de agua
sin agua
irrompibles no tienen fe en el lenguaje
los días continuarán sin conceptos
¿los días?

dios ha muerto
el cosmos metió la cola

EL HORIZONTE ES FICCIÓN

en la meseta donde se acurrucan
los meridianos 74 y 25
hay un oso polar que me espera
en la cueva de hielo negro

no lo conozco no sé por qué llama
es intenso el goce su soledad
residente en la tierra lejana
atrapa especies con los ojos

quiero creer en el gesto suave
la sabiduría de frío y ausencia

qué es la desconfianza
sino el temor a ejercitar la trama
eso que intenta frenar el alud
no se pueden borrar las huellas
algo se congela en el rastro

es diáfano el dispositivo
cuando resbala la ficción

el oso es una bestia
que araña las llamas y juega
con el fuego entre las uñas

espiral f.

“la dominación de las mujeres no ha sido, ni es solamente producto de la subordinación a los hombres colonizadores, sino también a los hombres colonizados”
Claudia Korol

un soplo es una vertiente abierta al mundo
una bailarina decapitada
que exhala con la fuerza de las venas mientras
construye escenas
para el gozo del morbo

la cabeza seca con los pelos sedosos
rebota contra las vías abandonadas
y conjura fantasmas
que beben al vuelo
hazañas de la desgracia

la fiesta sigue y la gente escupe sangre,
sin ojos sin carajo,
nadie persigue, los muertos bailan
y la noche se persigna ante la realidad de la danza

k397

¿en qué pensás cuando te desordenás por dentro?,
preguntó por WhatsApp después de un te quiero
tuve que salir al balcón para ensayar la respuesta
respirar, regar los jazmines, oler las flores y la tierra húmeda,
sentir la vibración de los colectivos en la baranda. Era como
un subwoofer disonante, no lograba amalgamarse
con la Fantasía para piano K397 de Mozart
que huía
desde el interior del departamento
  
caminar en círculos, observar, carpir la tierra
de tres macetones fue el siguiente paso:
una siembra se acercaba en la primavera precoz
buscaba las palabras
  
ella es sinuosa y transparente
nunca habíamos experimentado una primavera juntos
en los años que llevábamos de conocernos siempre algo se rompía
cuando todo comenzaba a ser más exuberante a nuestro alrededor
nos nublábamos, dos fuerzas internas desparejas
que no podían encontrarse
hasta ese momento, una y otra vez, la estación de las flores nos conducía
en una procesión hacia un choque calmo, desequilibrante

y el silencio

esta vez algo pulsaba diferente
se sentía un despliegue
un encuentro
una tentativa de romper la repetición

jugué un rato con mi gata, nos corrimos como solemos hacer
y me sentí preparado para responder:

en mí cuando estoy en paz en un lugar hermoso, eso me calma, escribí

al fin de cuentas es todo lo que había sucedido desde que lanzó la pregunta
pero en esta primavera yo no estaba desordenado,

pensaba en abrazarla

y viajar

 
fuera de empatía

voy a cruzar el puente apenas zurcido
hay una bandera a cuadros a la espera
de alguienes con sed
dudo de la aventura

en la meta reparten botellas vacías
y bajo del puente
el barro es una fiesta de gusanos

son carnadas a salvo que comparten abandono
buscaban esa paz
               esa húmeda comodidad
cuando saltaron clavado perfecto
e hicieron suyas las palabras
más repetidas

antes de cruzar el puente hay un bosque dunícula
allí un pájaro de sal me dijo:

la huella de arena es una trampa del tiempo

ahora que estoy llegando a las botellas
recuerdo pájaro

elijo volver a conquistarme en las dunas
entre espinas
y los bichos más despiadados
de mi corazón

aguja sobre el pajar

somos especie del tiempo
una migración
de futuro



Lucio Madariaga. Nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el 15 de agosto de 1985. Estudió la carrera de Sociología en la Universidad de Buenos Aires, que dejó inconclusa. Recibido de la carrera de Periodismo General en TEA (Taller Escuela Agencia). Trabaja en el Fondo Nacional de las Artes. Escribe colaboraciones para publicaciones nacionales y del exterior, y ha trabajado en radio y televisión. En 2014 fue uno de los ganadores del Concurso Binacional ArBol (Argentina-Bolivia) organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación de Argentina y por el Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba del Estado Plurinacional de Bolivia. En el mismo año seleccionó y prologó el libro “El hueco de un relámpago” de la poeta Élida Manselli, editado por El Suri Porfiado. En 2015 compiló y prologó el libro de ensayos, crónicas periodísticas y ponencias “No soy ni la sombra de un crítico” del poeta Francisco Madariaga, que pubicará Ediciones Espacio Hudson. En 2015 publicará su primer libro de poemas titulado “Materia Oscura” en la editorial La Pulga Renga de Rosario. Se encuentra trabajando en “BARAIBA”, su segundo libros de poemas.





































Hilda Guerra: Poemas


Hilda Guerra



























Niñito Cautivo (del libro Sabés cómo siento a Buenos Aires
                                               (Torres Agüero Editor)
Llegará un día
niñito cautivo hoy hombre
que sobreviviste al martirio de tu madre
que te espantarás al escuchar la voz
de la que llamaste madre.
Sentirás náuseas al ver la cuna de oro robada
y los ojos del que llamaste padre.

El amor con que te concibieron te iluminará
y la verdad será tu compañera.

Llegará un día niñito cautivo
en que los relojes del mundo marcarán la misma hora
los mercenarios se arrodillarán
los torturadores tendrán sed
los desintegradores de átomos detendrán su paso
y los jerarcas multinacionales sabrán del odio de un hijo.

Llegará ese día
del cielo lloverán glicinas
tendrás sueños perfumados con tu madre
el Quijote jugará a la mancha con vos
y los cuervos que te tienen cautivo
se comeran las alas
y cavarán su propia fosa.

Ese día llegará


Nortland   (del libro Sabés cómo siento a Buenos Aires (Torres Agüero Editor)

                         si los pueblos no tuvieran memoria qué sería de los pueblos,
                         fui a trabajar al Uruguay ese fatídico fin de semana.
 No aguantaba   más la tensión aquí. Ojalá nunca   hubiese traído este poema.

Nortland
un nombre más un barco más
un país más en el consenso
en la rama caída y arrastrada colonialista.

Un nombre más y uno menos
en la página siniestra de intereses imperialistas.

Lo vi imponente
          arrogante
en un puerto dividido del nuestro
para dependencia y pobreza
para diezmar una geografía inmejorable.

Dividido sí
en el pasado
por los británicos.

Nortland
puerto de los orientales
en un sábado con frío en los huesos
traía nuestros soldados prisioneros.

Una lágrima quedó detenida a trescientos
metros escasos
mientras un guardia impotente me dijo:
no puedo dejarla pasar y estoy con ustedes.

Nortland
un nombre más
1051 almas con un mar de injusticia y frustración
                                                              adentro
se acercó lenta
                           firmemente
a un país sin razón de ser separado del nuestro
penetrado a malsalva por el otro imperio corrupto
nombre cambiable de máscaras
américa del norte.

Nortland
un nombre más en  la historia de la ignominia
en un 12 de junio precedido de otros peores
y un dolor demasiado profundo para llorarlo.


Del libro Las Palabras (Torres Agüero Editor)



 cada vocablo encierra espíritus
proyecta años luz
todo lo puede
moviendo y cambiando
pasa por espacios ya revertidos
procesa causas
vivifica caracteres y alfabetos
efectos épocas países
funciones de la vida
cantares  dinámicos

es una presencia gótica inagotable

   Del libro Las Palabras (Torres Agüero Editor)

                       el amor de las palabras
                   no tiene urgencias
                   es un lento coloquio de milenios
                 
                   va detrás de soles infinitos
                   de cristales de cuarzo tamizando estrellas
                   las caligrafías son prismas
                   vuelan encima de llamas





del libro Mate de Tango (Corregidor)

                            a Evaristo Carriego

Cómo pudo colarse la luz en tu poesía,
en la frente alta de Mamboretá
en la miseria con costura.
Inmortalizaste los supremos fracasos
de las muchachitas que mostraban
la liga de costado.
Le diste un socio de picardía
a su paso desarticulado.

Cuántas vemos a diario
vestidas con la ilusión de un mañana.
Vos: le regalás un bombín
con un mago de sueños.

Siempre me pregunté
cómo era posible la luz en tu poesía
esa que enceguece a quienes no quieren verla.
Con sus cadencias de humo y arrabal
Su mística de gorriones, su canto lúgubre
y magnolias que perfuman quejas.

Cómo encontraste mariposas de luz
en las tinieblas de tu respiración.
Abriste compuertas para vecinos
que atraviesan una esperanza cortita
mientras un ángel en la alcantarilla
respira el polvo que disolviste
en esencias de eternidad
para el canto de los violines.

Hilda Guerra

Poeta de la Orquesta Nacional de Música ArgentinaJuan de Dios Filiberto”(5 años hasta el 2000)con dirección de los mestros Osvaldo Piro, Marta Luna, Lito Valle, Oscar De Elía, Osvaldo Requena, etc. Invitada por las Orquestas de los maestros Pascual Mamone. Lucho Repetto, Jorge Dragone, etc. ensayista, cuentista y novelista, periodista, música. Intérprete de sus propios poemas en el país y extranjero. Recibió entre otros: Premio Casa de las Américas, Faja de honor de la Sade, Fundación Dupuytren, Mención especial de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, Magisterio del Río de la Plata. Universidad de Belgrano. Se la ha calificado como indagadora de raíces y reencarnación femenina del Adán Buenosayres de Leopoldo Marechal. Alguno de sus libros son: La Rosa Negra (Catálogos) novela que abarca el período 55-82. El título corresponde al operativo toma de radios por los comandos civiles del  55. Hay desaparecidos y generaciones perdidas. Durante toda la narración y como una forma de recuperar la identidad está presente el 2x4. Las Palabras poemas (Torres Agüero) es un homenaje permanente al Verbo. Su primer novela En la fuente de los bailarines, está dedicada a los bailarines del Teatro Colón, que murieron trágicamente el 10-X-71. Es autora de nueve libros para chicos. Coordinadora de talleres literarios, en universidades y centros culturales de todo el país, con el objeto de crear multiplicadores. Su libro 2x4 TANGO, contiene reportajes -entre otros- a Julián Plaza, Homero Expósito y Osvaldo Pugliese.
Los poemas de Mate de Tango (Corregidor) son la continuación del poemario Sabés cómo siento a Buenos Aires (Torres Agüero Editor)
Informes del Sur (Boedo)“El padre en las letras de tango”. “Sin tiza ni pizarrón” –novela. 




sábado, 11 de julio de 2015

José Coronel Urtecho: Entre el ‘Pues’ y el ‘Vos’



José Coronel Urtecho



















Pequeña Oda a Tío Coyote


¡Salud a tío Coyote,
el animal Quijote!

Porque era inofensivo, lejos de la manada,
perro de soledad, fiel al secreto
inquieto
de su vida engañada
sufrió el palo, la burla y la patada.

Fue el más humilde peregrino
en los caminos de los cuentos de camino.

Como amaba las frutas sazonas,
las sandías, los melones, las anonas,
no conoció huerta con puerta,
infranqueable alacena
ni propiedad ajena,
y husmeando el buen olor de las cocinas
cayó en la trampa que le tendieron las vecinas
de todas  las aldeas mezquinas
y se quedó enredado en las concejas
urdidas por  las viejas
campesinas.

Y así  lo engendró la leyenda
como el Quijote de la merienda.

Pero su historia es dulce y meritoria.
Y el animal diente-quebrado,
culo-quemado,
se ahogó en una laguna
buceando el queso de la luna.

Y allí comienza su gloria
donde su pena termina.

También así murió
Li-Tai-Pó,
poeta de China.


Soneto a María Kautz en sus 80 Años


Nada ha cambiado de verdad en vos,
nunca dejás lo de hoy para otro día,
la que fuiste ayer sos todavía,
siempre sos la que sos y como sos.

Tu vida ha sido vida para dos,
para mí y para vos, María mía,
y viviendo los dos en compañía
los años pasan sin decir ni adiós.

Hemos pasado ya los ochenta años
– ¡tantos que casi perdemos la  cuenta! –
yo con ochentidós, vos con ochenta.

Años de engaños y de desengaños,
de penas y alegrías y secretos,
llenos de hijos y nietos y bisnietos.


Jose Coronel Urtecho (Granada, Nicaragua, 1906—Los Chiles, Costa Rica, 1994). Poeta, cronista y traductor. Integró la vanguardia nicaragüense y es uno de los renovadores de la poesía latinoamericana.
Cintio Vitier supo dar la nota clara al decir: “Un vanguardismo de raíz católica no es más sorprendente que un proyecto  conservador de  consecuencias revolucionarias: estas paradojas, su dialéctica interna, constituyen el argumento de la vida poética de José Coronel Urtecho.” El autor de ‘Paneles de infierno’ y ‘Conversación con Carlos’, este último dedicado a Carlos Fonseca Amador fundador del F.S.L.N.


jueves, 9 de julio de 2015

Andrea Cabel: la eternidad de una esquirla. -una obra sin telón-



Andrea Cabel








Para Brenda Teruya, mi constelación favorita,
mi destino, mi sonrisa más profunda.









(la historia está sucediendo, el lugar somos nosotros. no hay un narrador que hile el desencuentro, solo un golpe al no encontrar nuestros brazos)

b. dice: si pudiera dejar en la pared que circunda tu cama,
un maullido roto
la huella de las plantas, de mis pies,
si pudiera una vez más, hundirme en tus zapatos y besarlos como lo haría con el agua, si no existiese la palabra perdón sino los siete corazones que cargas y la faz de la melancolía

a. dice: (piensa en BATman)
entonces los mandiles flotarían en el aire como lo hace la luna
y vería en tus ojos los reflejos de la perfección:
rasgados por el sol
gigantescos como el sol.   

b. dice: la luna es un paisaje de vainilla, deslumbra el tiempo de las cortezas y me prometes sin escudos, con el brazo izquierdo, anegada e interminable, un jardín de puertas, de escaleras como ciénagas. insistes. mi cuerpo murmura cielos y mares

(última necesidad de dos: una caja fuerte para guardar nuestra piel desnuda, para que no se pierdan nuestros números.  última canción de fuego)

ahora juntas los puntos de tu herida, no sabes coser,
gravemente tus piernas se levantan
veo tus huesos porque los puntos no existen, no sabes coser,
y ambas, desde tu médula hasta la mía
dejando huellas en casa, en mi único refugio,
palpamos la rutina de los días, cocinar: solamente tomates, cebolla rota en varias partes, un pollo luminoso mil veces muerto, o quizás pescado cogido de raíz; camas y ojeras por el rostro de las clases donde solo existe la palabra destino y se repite como detenida y triste, detenida, percibiendo el barro en su contorno, you are my favorite word of art  /  you are my favorite word of art

a. dice: tu boca descifra mis santos,
y las velas que pensaste que eran amarillas, eran solo de noche.
el alfabeto, tu casa que se come las señales, las luces



- silencio -



el sonido rompe las ventanas, y tu voz
climas desbordados, el hueco en un cuadro como en una balsa,
los remos pesan y el viento abrasa llegando a una palabra
al invisible manto de estampas.

b. dice: el paisaje de tus manos son el principio de toda superficie. y las caracolas de la orilla, de improviso hacen el nombre de un grito.

a. dice: las promesas son realidades: la envidia asentada en los párpados de los que se atan los pies para acariciar un rostro alargado por la pena,
por la inútil fragilidad de las ruinas heridas de hielo.
y los umbrales,
encantamientos llenos de fragilidad.

a. dice: no recubras el origen de la quietud,
eternamente esquirla, muda de ojos espléndidos ojos
vuelve como el caudal de tus manos
déjame tus lunares en la boca…

b. dice: vuelve, absorbe mi respiración, dime que sangro a disposición de tu boca, escúchame,

soy infeliz. apenas soporto la niebla, el carácter irritable de alguna luna llena.

atroz,
es atroz
un corazón aterrado que no quiere abandonar la tierra
que retiene la angustia y escapa en un taxi
en otro
que pinta un lazo rojo, dos
y una muñeca bajo las buganvillas.
el amor,
es atroz amarte.

a. dice: no tenemos brazos de lluvia,
sentimos el vacío en la noche cuando no estamos
y el amor no es un modo de callar la mentira de las olas cuando llegan,
mansas y llenas de centro.

(las despedidas son recuerdos mutuos: las cavidades que albergan el frío, lo fragmentario de la soledad, esto contundente que grita un espacio. a. y b. sujetos desentrañando un lugar)

diga lo que diga tu madre,
veríamos que la ropa son los disfraces
sentiríamos que el animal que ha muerto mil veces para ser comido,
somos las dos,
dispersas en territorios de ojos y tardes

b. dice: porque basta un minuto
porque basta que escapes y escape
porque siempre hay lados opuestos
porque tu pelo oscuro extravía al resto de gente
y yo que soy torpe,
me levanto desde que intento acostar mi cuerpo
y te recuerdo hecha de nudos diminutos
de pequeñas cavidades hundidas que acaricias contándoles historias,
adorando cualquiera sea su dolor y sed.
les hablas de las lindes del mar
de las criaturas que pueblan el fuego
luego tú y yo hablamos del infierno y no importan los botones,
los cierres

a.dice: no importa cuánta puerta cerrada o ventana abierta,
b.dice: no importa esa reja que me deja sin flores
tu sombra que se ríe y tu risa que
y tu risa
que
desaparece
y aparece
como la brisa,  en todas partes.



Andrea Cabel (Lima, 1982) Poeta. Ha publicado  Las falsas actitudes del agua (2006) y Latitud de fuego (2011).