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jueves, 17 de septiembre de 2015

José Javier Sánchez: Selección Poética





José Javier Sánchez

















 


Fragmentos para una memoria
(2007)



UNA ABUELA ES UNA CASA

                                     a la memoria de Isola Linares de Sánchez, Mi abuela

Yo también tuve una casa como las que obsequia el poeta Luis Alberto
Pero jamás un padre como el Inmigrante de Gerbasi
Mi Infancia transcurrió junto a mi abuela
Quien llevaba consigo una inmensa biblioteca adherida a la memoria.
Mi casa era un jardín encerrado en ruinas marginales de techos de zinc repletos de goteras...
Mi abuela trajo al mundo diez lumbreras
Que en el transcurso de la vida se le fueron convirtiendo
en cosas inferiores a mecheros de kerosene,
de los que he visto en algunos caseríos de Lara.
En esa casa el sol se llamaba mi abuela.
Lo más hermoso de mi casa era el jardín, el altar de los santos y su cuarto,
los cuales edificó a fuerza de ilusiones.
Ella me dio a probar el algarrobo
Y me enseñó a desenterrar lombrices y misterios de la tierra;
Me presentó al Ángel de la guarda
Y aprendí a amar a las mujeres a través de María,
A convertir cristianos con el agua bendita,
Y a luego en un novenario expulsarlos de tierra.
Con ella construí pesebres
Y lloré por más de cinco años la muerte de Cristo.
Ella me enseñó que el marxismo
Era el cristianismo sin Jesús y sus apóstoles.
Mi abuela era mi casa. Mi casa era mi abuela.
Cuando ella murió, supe también que ella era el hogar;
el techo, el piso, las paredes, las ventanas y hasta las mismas cuerdas
donde yo colgaba mi espíritu cuando era derrotado
Y con su brisa me secaba los dolores
Y me reanimaba con la gran oración de sus abrazos
En mi casa  Con mi abuela.


LAS NENAS DE MI BARRIO 

Las nenas de mi barrio caminan por las calles de mi barrio como si lo hicieran por grandes pasarelas de Roma o de New York.
Yo las he visto exhibir sus mejores trapos a un grupo de intelectuales de la grama que las observan en la gran subasta del deseo.
Las nenas de mi barrio dejaron el liceo para mostrar sus atributos en una gran avenida donde con perfume barato se entregaron al acto de intercambiar su humanidad por cuarenta billetes de a cien.
Las nenas de mi barrio fumaron marihuana para así adornar su gran paraíso marginal con alucinaciones mucho más marginales pero que las hacían diferentes.
Las nenas de mi barrio se morían por darse una vuelta en una moto y más de una entregó su inocencia por sentir el placer de la brisa soplándole el cabello
Las nenas de mi barrio como dice Miguel James hicieron el amor con nenes de mi barrio que tenían pistolas y tenían  navaja o que robaban bicicletas y motos y luego por mi calle las mostraban
Las nenas de mi barrio nunca aceptaron bailar conmigo en una fiesta porque yo no tenía una navaja, porque no me drogaba y por que a veces rezaba con las viejas.
Pero a mi me gustaban mucho las nenas de mi barrio y yo me conformaba haciéndole  el amor a las madres de las nenas de mi barrio y en su olor a cigarrillo recordaba el olor a flores de las nenas de mi barrio y al lamer sus sudores a remojo y  tabaco imaginaba que besaba a las nenas de mi barrio
Porque las nenas de mi barrio a veces se dejaban mirar
y más de una vez cuando las ví sentada en una acera alucinando aun por causa de un buen hongo y tuve chance de despojarla de su ropa y de besar sus mamas y escalar a los picos caídos de sus pechos e internarme en la selva de su pubis y enjuagarme en  sus chorros vaginales
Yo las dejé tranquilas
Porque las nenas de mi barrio son nenas de mi barrio así como mi hermana y así como mi prima y como lo fue mi madre y lo fueron mis tías que cuando adolescentes no fueron la excepción y a lo mejor también subieron a una moto para darse una vuelta.


SÁBADO EN EL BARRIO

                                     a la comunidad del barrio Las Torres

 
El mundo abre mis ojos con la rumba
Las calles de mi barrio son escena
Algunos salen tempranito a hacer mercado
Otros llegan del bonche olorosos a fiesta
Sale el sol y llegan los colores
Las calles son barridas por las queridas viejas
que borran con su escoba las huellas de la noche
colillas de cigarro, fragmentos de botellas,
chapas multicolores pero la esencia queda
Las cornetas de un viejo 3 en 1
Sobresalen por una antigua ventana
y de una casa sale agua jabonosa
que perfuma el viejo callejón
Llegan los ancianos cargados de esperanza
con carretillas repletas de cajas de cerveza
que animaran la tarde y encenderán la noche
en un festival que cada instante empieza
Las señoras
descienden la loma en sus carrozas de dos ruedas
llevadas por sus príncipes van hacia los mercados, las licorerías, los bazares
para llenar los ranchos de esperanza
Los abuelos preparan las verduras
Y los jóvenes acomodan la mesa para los dominóes
La cancha está repleta de todos los niñitos que apuestan la esperanza ante un balón y un aro
Ha llegado el gran combo a pasar un verano
En las grandes barriadas así como en new york.
El viejo Ricardo saca sus congas para el porche,
y el pana cocolía afina sus timbales
seguro que habrá rumba otro día comienza
dicen que Pabloco y Sanoja llegarán un poco tarde
pero para la rumba y la vida siempre será  temprano
también para otra pieza
para cambiar el disco
variar las melodias
ligaremos los tragos
todos haremos coro
a Héctor y a Maelo
llenaremos la sala de las hermanas compota
para iniciar otra fiesta
de nuevo se los juro
bailaré hasta el cansancio.
Es sábado en el barrio.
El barrio está de fiesta.


CUANDO VENGAS A BUSCARME ESTA NOCHE

hallarás las gavetas vacías y los ganchos desnudos mostrando su esqueleto
me llevaré tu foto para que tu ausencia no entretenga mi nueva vida
mudaré mis camisas a la casa de mi madre
De seguro florecerá naftalina en sus bordados
Mis discos te los dejo
y la computadora
Por suerte aún existen los cuadernos.
Los Libros que han sido nuestros
resguárdalos
Pero deja de buscarme entre líneas
no me hallarás.
no te Buscaré.
Un trago de licor barato
me hará engullir este momento
Y un bosque de flores silvestres
demarcará nuestra nueva distancia.


PERO LLEGÓ LA LUZ

                                     a los alcohólicos que tomaron las plazas por asalto

 
Alguna vez creí en los acantilados
me sentí eternamente satisfecho por mis odres
fuí pederasta, paria, ateo, 
soñé con la belleza del gamelote
Amé los charcos
los orinales y la lástima
Rogué a dios que se apiadaran de mí los transeúntes
que sintieran pena
que yo no era nada
despotriqué de dios y sus imágenes
defequé sobre los testimonios calvinistas
vi en Jesús a otro más de la plaza de harapientos
Renegué de mis padres y sentí pena por mis abuelos
vi en el suicidio un boleto hacia el futuro
Adoré a las prostitutas en silencio
Mis ídolos fueron los alcohólicos de la vieja cantina
Coleccioné las miserias de mis amigos en sucias servilletas
Soñé con niñas lindas de cabellos claros, rizados y de mentes huecas
Estudiar era lo más estúpido del mundo
hacerse un título un capricho burgués
Ser intelectual era como ser medio marico
Escribir poesía un acto feminista
Un cuchillo oxidado era el poder
Una nueve milímetros el imperialismo
Consumir bazuco la etiqueta social
Pero llegó la luz
El entendimiento
El saber
Y  avancé con lápiz y papel  a redescubrirme
con una camisa vieja pero limpia
con un Blue Jean desgastado y con filos
con el rostro enjabonado y enjuagado por el jabón azul y el agua
Me levanté para demostrarle al mundo
que no seré mas nunca su carne de cañón
Y aquí voy a escribir esas verdades
y a vomitarme en la moral neocolonial
que me acusa de pobre por vivir en el barrio
de hombre peligroso por ser extrovertido
de sucio y de curtido por lavar mi franela cada semana
Que se atreve a etiquetarme de mísero porque a veces mis zapatos agujeran su suela para besar el piso de esta tierra de dios, de mí, de todos



Código Postal 1010
(2010)



BALADA DE LOS GATOS

                                  a mi mamá, Carmen “La Niña” Sánchez

Sobre los techos de zinc de la barriada
Gatos callejeros y amparados
Erigen bulevares a luz de luna

Madrugada
que los une entre maullidos
llantos neonatos e infinitas batallas
bajo estrellas calidas que hacen techo a sus notas.

Es un goce perpetuo.

Amantes tolerados per se, perfectos
Beben un tragó de rocío
se embriagan con prestancia
se hacen el amor
en medio de conversas ebrias que se elevan desde la calle

Abajo
En una esquina un puñal se apodera del mendrugo
y en las escalinatas se fuma la pipa de paz de los sesenta
Cualquiera ofrece tres rones, dos serenatas y un domino
festín de las cervezas
sobre un hule envejecido
por gritos
por piedras
por trampas
por afrentas.
Lenguaje nocturno…

Con las primeras horas del Alba
Alguien marchará a otras latitudes
Reinventará la ciudad desde sus sueños
Atrapados por Directv y su Disneylandia

una respuesta acertada al llanto de sus padres

Comprará un nuevo champú, un jabón de tocador,
Un carro del año.
Con dieta de arroz y pasta vermicelli

Pero esta calle no cede
no envejece entre serenatas  y muchachos
Que hablan mil dialectos
Aunque una sola lengua

Alguien se quedará
Podrá graduarse de químico o abogado
O tal vez se haga músico o lo hagan obrero
Fundando un castillo sobre las ruinas

Se seguirán haciendo novenarios, verbenas
Morirá algún varón asesinado, otros de viejo

Un niño no nacerá y se erigirá un panteón en el container
La muerte tocara algunas puertas
Pero seguiremos siendo felices

Nos embriagaremos después de los juegos de softball y bolas criollas
Felices aunque se pierda por nocaut
Vendrán elecciones, pestes, deslaves
Pero no la tristeza entre nosotros.
Siempre felices.
Una sonrisa emergerá de cualquier sombra como el yin yang.

Si algún día esta de vuelta Abajo
por nostalgia o derrota
la calle no le negará el albergue

Por humilde o arrogante que haya sido

Ella siempre espera
al igual que los gatos
Que deambulan entrada la noche por sus bulevares.
Allá en las alturas
Sobre los techos


AYER MI PADRE TOCÓ A MI PUERTA

Mi padre se había perdido en los tiempos y al abrirle la puerta
no reconocí su rostro
Pude percibir el olor de mi madre que aún guardaba en su camisa
Pero no era de confiar
Siempre lo dibujé parecido a mi padrastro
Ojos claros, impecable
Pero era más rechoncho y joven
La alegría se le había quedado en los caminos
Un bronceado de callejones y madrugadas adornaba su esencia
Noté sus desordenes
Y me entendí mejor

Mi padre traía puesto un gabán ocre curtido por los días
Y sacó de sus bolsillos dos piedras, una chapa y un papel doblado que me pidió que abriera cuando se marchara
Y no se qué quiso decir con eso

Solo se marchan los que alguna vez han estado
Y era primera vez que lo veía
Mi padre no expresaba ni rabia ni alegría en la mirada
Parecía estar oculto tras las frutas y botellas de cualquier bodegón ingenuo

El era la nada, el olvido, lo huidizo
Y yo no tenía tiempo de atraparlo en un sueño
En una sonrisa

Mi padre me pidió un cigarrillo
Y le ofrecí una cajetilla, fósforos y un boleto de autobús

No quise acompañarlo
No tenia que despedirme de lo que nunca estuvo

Mi padre se fue caminando por sus laberintos
No nos abrazamos, no sonreímos
No teníamos nada que recordar

Yo cerré la puerta y me serví un trago de cualquier Wisky Ingles
En un sorbo calmé mi angustia.
Observaba un cuadro de payasos ebrios que adornaba mi sala
Mientras él desaparecía nuevamente a mis espaldas


SALVE A LA CIUDAD

Madre Ciudad que estas en la calle
En la casa en el tráfico en el alba
nunca duermes desandando los días
Te adorna el río te abriga la montaña
eres montaña, río, asfalto,
palacio público y casa pintada al borde de los cerros
Esencia y deseo de fiesta
cabellera mojada sobre espalda de fémina
cuerpos triturándose en el subterráneo
silencio de rascacielos

Ciudad Madre Matriarca
Tus hijos apostamos a ti
Para ser cada uno
mejor persona o delincuente
ratero o ladrón de cuello blanco
médico o espiritista
Prostituta o meretriz
Para concebir la caridad o ser solidario
y enamorarnos mil veces

Ciudad te cargo incrustada en el pecho
nunca me abandonas
Viajas conmigo al llano a los andes y a la patagonia
para evocar nostalgias
para sabernos constituidos en amalgamas
de Ávila, sabana grande, copa de vino
salsa vieja, arepas y cerveza
Ciudad que me permites
Convertirte en pueblito y metrópolis
en mercado de hortalizas y súper mall
con concierto de ópera y parranda de niño
con sancocho y langosta
con franela roja, verde y gris

Ciudad
Caracas mi ciudad
de edificios intoxicados y borrachos vagando por autopistas
de recitales en medio de balas
de velorios de cruz
de libros lloviendo en bulevares
de plazas ebrias
de bellas desandando universidades hospitales iglesias
de vírgenes en burdeles en ranchos en tiendas de ropa y en quebradas
de mujeres hermosas

Dios me bendiga hombre
por tanta belleza caraqueña

Dios te bendiga bella
y borre la vanidad y el machismo
que tu nuestra ciudad sigas siendo montaña y río
Montaña firme río en cauce
así como en mi pecho.
ciudad me habitas
mi ciudad mi caracas



Hasta que el recuerdo lo permita
(2009)


XXII

La chatarra se convierte en jardín y en parque de infantes
Sus puertas y ventanas  permiten internarnos
En la imaginación ilimitada de nuestras carencias

XXIII

El árbol de mangos nos da la bendición de habitarlo
Y se permite ofrecernos sus frutos prematuros
Para enriquecer los recuerdos póstumos de estas tardes soleadas

XXIV

La lluvia llega en mayo y con ella las fiestas
los baños callejeros y la primavera de los araguaneyes
que alegres se balancean a nuestro paso

XXV

Tras las ventanas
Podemos observar los rostros más hermosos de esas niñas
que rezan el rosario con la abuela
y nos visualizan como los héroes que amarán en su adolescencia


Ciudad a la deriva
(Inédito)

SI LA CIUDAD ENTONCES

Si la ciudad no cabe más en cada casa u oficina
si termina sacándote del cuarto
si ha invadido esa vida normal que todos llevan

Si la ciudad se trasnocha entre semanas y se queda cantando serenatas hasta entrada la tarde del domingo

si exalta los amores
si consuela a los tristes

si hace de la lluvia un símbolo de este tiempo
donde provoca danzar a canto y grito
y desnudarse en las avenidas
y amarse en los mercados
y recitar a los malditos en las catedrales

si la ciudad permite rendirle tributo a los muertos
y  leer poesía atravesándola en el subterráneo
o ver la metáfora desde el metrocable

si aún esta ciudad le da tregua a los amantes y esperanza a los viudos
y sexo ardiente a los jóvenes que salen corriendo de las universidades a los hoteles a las residencias o a casa de las tías

Si es posible evocar algunas tradiciones de siglos pasados
con la feligresía de los pueblos
que corren en la lluvia en las flores de papel y en las velitas
en el cuero africano en el cacao y en cada una de las yerbas

Si es posible que esta ciudad combine la amoxicilina con el jengibre y la miel
que valga la pena un malojillo
un trago de aguardiente o un habano

Si se puede visitar los bares chinos
almorzar paella en La Candelaria
asistir todas las madrugadas a cualquier calle del hambre
a los cines en función de medianoche
y bailar una salsa cualquier lunes

Si esta ciudad da tregua para que se busquen padre e hijo
se beban un café y hablen del amor de los divorcios
del crack o la política
de sueños imposibles
del aborto o el cáncer

Si esta ciudad permite
que una franela roja no sea solo una franela roja o sea una franela roja según el caso

Entonces debe ser verdad que no estamos tan eternamente jodidos
Que no somos tan tristes / que no se acaba el mundo
que esta ciudad aún vive en cada poro en cada ilusión en cada rabia


BURDEL DEL CINE BROADWAY

Ciento veinte escaleras nos llevan a la gloria
no estoy subiendo al barrio asciendo al centro del placer
por poquísimas monedas
estas niñas te dan quince minutos de alegría de agonía de canto de lágrimas

un lunar postizo y un buen rímel
un olor a cloro y a rubor
y ese jabón barato
que te lava la gloria

En cinco minutos no serás ni el pasado para ellas
solo presente y porvenir
así todos los días canten la misma canción sobre el mismo acetato
no hay mas allá de lo acordado
no se besa en la boca
no se chupa la teta
no se abraza
giran como tornados para derrotar tu hambre en dos segundos
y si eres masoquista vuelves
si eres tonto vuelves
si estás solo vuelves

Ellas no decenderán de su reino
así un príncipe azul las encierre en un rancho o una pensión por varios meses
Ellas no se van no vuelven
se quedan en la única altura que les toca
donde nadie las toca.


EPOCA DE LLUVIAS

Conozco un río que recorre tus márgenes
viene cargado de troncos, de flores
y de animales vivos que nadan hacia el mar pensándote

Yo lo navego en mis soledades
miro la ventana que se asoma desde tu casa
desde mi bongo tallado en aguacate
y acompañado por loros que deambulan el Parque del Este por las tardes
espero que aparezcas para inundar tus entrañas con mi lluvia

Veo pasar un perro nadando entre sus aguas, lleva en su hocico tu tobo de playa

casas enteras navegan repletas de gritos
un trasatlántico me invita a abordarlo
pero no le tengo fe en estos dias
ni a titanics, ni a neveras, ni al chasis de los carros
que atropellan las orillas con su furia

No existe mayor naufragio
que esta angustia que nace en tu ventana
que se hace lluvia y lo desborda todo

La música barroca de un joropo tuyero
aún canta en la vitrola que navega la quebrada
un arpa emerge del fango
aún se escuchan sus acordes
su intérprete se ha quedado en el fondo tejiendo arpegios que suavicen la roca

desde otras ventanas un grupo de niños aspira pescar perlas
otros hacen carreras de barcos de periódicos
que navegan más rápidos que los titulares

Si la lluvia lo arrasa todo no existirán tardes contigo

eres un deseo permanente
Y mi canoa siempre tendrá un espacio para ti

como así
como este cuerpo humedecido
por las aguas que fluyen cuando te pienso
como esta quebrada que rompe los embaules en días de lluvia
y me hace pasear por mi caracas
como se puede pasear por Lisboa, por Pars o Venecia

Aguas de este río que recorre tus margenes
en donde te imagino
donde viajo por mundos a través de esta ciudad de estas lluvias de estos cauces
de esa ventana por donde no te dignas a aparecer.


Mar de llano
(Inédito)


TRIBUTO A EL TECHO DE LA BALLENA

De las profundidades de esta tierra
que acumula sus aguas
época de sequía
una ballena rompe su techo
surgen letras desnudas
que tejen amores en un poema
bestias que sonríen decapitadas
difuntos que vuelven de la muerte a hablar del mediodía
con tonadas andinas
sin máscaras

Memoria Portátil del Libro de Héroes
el Ojo D'Jesús la grabó en su daguerrotipo

Desde el tanatorio o la sala de juegos
fluye la mar de las entrañas

todo la tierra es un océano

En la intemperie el agua es menos densa
en las profundidades mas opaca
clarol de verdes ocres
reverberando algas silvestres

cuando la tiranía fingió dormir su siesta
y despierta se soñó
asesinando gacelas
arponeando delfines
desollando alcaravanes
ella se multiplicó como los sueños

todos los ballenatos cantaron
su grito como fino licor servido en copa de hueso
y la tiranía se vio intimidada
y quiso ahogarles en alcohol
pero el universo de sus mares es extenso
y no pactan no entregan
no olvidan

su canto evoluciona

y nuevos tonos se hicieron a la mar
no hay vicio posible que detenga su vuelo
aún no es tiempo de embarrancar
ni de morir varada
en cualquier triste orilla

Todos los Ballenatos
se hacen a la mar cada segundo
y lo que fue aridez recibe su humedad
y lo que fue silencio entona su canción
y lo que estuvo detenido
se mueve en las corrientes
y se abre a nuevos mundos.

JOSE JAVIER SÁNCHEZ (Caracas, Venezuela,1970) Poeta, docente y promotor de lectura. Fundador de la Red de Escritores de Venezuela, de la Red de Escritores por el Alba y de la Red Nacional de Promotores de Lectura. Coordinó el Proyecto Nacional de Promoción de Lectura “Leer es Entender”. Ha coordinado las jornadas “Hacia el Festival Mundial de Poesía”. Sus poemas han sido traducidos al árabe y al portugués. Forma parte de las antologías: Amanecimos de Bala; El corazón de Venezuela; 70 poetas en solidaridad con Iraq, el Líbano y Palestina (2006), Festival Mundial de Poesía,  27F y Antología (bilingüe árabe-venezolana) de la joven poesía venezolana. Ha publicado Fragmentos para una memoria (2007), Una mirada por la décima urbana. Antología de decimistas urbanos (2008)  Hasta que el recuerdo lo permita (2009) y Codigo Postal 1010 (2010) Sus poemas han sido publicados en diversas revistas venezolanas así como también  en Siria, Colombia y México. Ha participado en ferias internacionales del libro Cuba, Colombia y Chile. Participó en el Festival Internacional de Poesía de Bogotá 2011. y en el Festival Internacional de poesía de Medellín 2012. Actualmente prepara la publicación de Antología de poetas caraqueñas. Forma parte de la mesa técnica del Festival Mundial de Poesía de Venezuela. Coordinó la oficina de atención al escritor de la Fundación Editorial el Perro y la Rana. Coordinó la Agencia Literaria Venezolana del Cenal y fue Gerente de Promoción y Mercadeo en Monte Ávila Editores.  Actualmente participa en el equipo de formación de la Editorial Biblioteca Ayacucho. En el año 2013 publico Antología de literatura infantil venezolana, que lo hizo acreedor del Premio nacional del Libro 2014. Mención libro de literatura infantil.


Néstor Tellechea: Diluvio





Néstor Tellechea















 

                      “La poesía sopla donde quiere”.
                                               Murilo Méndes

hay una garra
nada misteriosa
que se llama
ambición
codicia
egoísmo
indiferencia

que cambia
de nombre y de uñas
para seguir corriendo y corriendo

y ríos de palabras
fuertes
altas
vaciadas
violentadas
lejos de su fondo

y los otros
o nosotros

sin orillas
sin poder nadar

con la sangre abierta en todo el mundo
para nadie

pobres mojados



Néstor Tellechea (Quilmes, Buenos Aires, 1962) Poeta. Ha publicado:“Poemas”, (1995, libro artesanal); “El Emperador de la Oscuridad ”(1997,plaqueta); “La Brisa” (1998, plaqueta);“Las incorporaciones del ya"( 2001,plaqueta); “La luz y la rima”( 2001, plaqueta); “Hospital versus hospital”,  (2001,plaqueta); “Olga” ( 2004, plaqueta); “Montale, esquina Ungaretti”(2005, edición postal); “Cerca. Lejos” (2005, plaqueta (diseño e impresión: Hilda Paz); “Pasaje Molinari”(2006  edición postal); "Balance"( 2009, edición postal) y"Cuatro Momentos", 2012.

Carlos Bègue: poemas





Carlos Bègue

























 



TRENO

Madres cuyos críos la muerte ausenta
herida el alma por el bien perdido
ataúdes de cristal mecen en vela
así  botan gusanos al olvido.

Consuela la promesa de otra vida
leve alivio para tan honda pena
remontadas en gloria las cenizas
pascua de la carne,  dicha duradera.

Cuando alto truene el  toque de trompetas
anuncio de la vida para siempre
júbilo advendrá hubo llanto
entre coros de alabanza sostenidos.

Sellado a tiempo de Adán en el destierro
está el día en que al mundo amanecemos
y el postremo también de cada uno
bajo guarda de querubes en los cielos.

Es ritual que antes caigan los marchitos
parabién si anduvieron sin falsía;
dolor esa mortaja prematura
segada vida tierna en un suspiro.

SOLANO

(11-V-1974)
In memoriam
Carlos Mujica

Blanca piel la del pastor
más oscuro su rebaño
nunca olvida este cantor
cuánto luto en aquel año.

Los villeros lo rodeaban
siempre daba sin pedir,
desde afuera  recelaban
jamás hartos de mentir.

En Solano rezó misa
ante lobos emboscados,
miran fijo, llevan prisa,
bajo el saco van calzados.

“Pulso firme y puntería
quiero el fiambre despachado”,
cantó el Brujo en su guarida
entre cuernos sofocado.

Tanta sangre en la vereda
¡qué prenda de sus lealtades!
 No revoleó la moneda
ni se brindó por mitades.

A Dios, por orden sagrado,
con los votos su atadura,
a los pobres, tan velados,
por cumplir las escrituras.

Un mismo amor sin medida
ni apego a la propia vida,
un sufrimiento vicario
de aquel grito en el Calvario.

Va tendido, en agonía,
¡Abran cancha! ¡Al hospital!
Falta otra felonía
en la empresa criminal.

La patota carroñera
que el quirófano copaba
obtuvo sin mucha espera
la certeza que buscaba.

Ya se llevan el cajón
en cortejo funerario.
Diz le sangra el corazón
a Cristo en el sagrario.

Con la palma del martirio
junto al Padre desde el cielo
hoy su imagen con un cirio
da la paz y trae consuelo.

ENCUENTRO

En su finca de Palermo
Rosas avanza al tranco
por la avenida de lapachos
                vestida de niebla.
Visita a Urquiza;  de sopetón, nomás,
le ojea las pilchas de milico;
ese pingo no es de su tropilla, don Justo.
De Caseros ni mus
tampoco le enrostra su retobo
la traición es asunto de fechas
nada de bellaco, alacrán
             o Supremo Pajuerano.
Manso como conejo
los suyos son dichos de estanciero
¿Sabe, vecino? Donde cantan gallos
no pían las gallinas
y hay paz en los corrales.
Hoy por hoy, usted y yo, el Restaurador
ordenaríamos en campaña
y ¡al carajo! los yuyos brujos
con sus lenguaraces y sus mañas.
De guapo a guapo
¿no somos como culo y calzón
para tirar parejo con la hacienda?
Desde el río sube una brisa fresca
viene clareando
lo anuncia la diana del zorzal.

CANCIÓN

Los jacarandaes, los jacarandaes
traen alegría, alejan los pesares
sus flores lilas inspiran los cantares
bálsamo del alma, luz de mis andares.

Si el tiempo se te acaba
o te lastran los rencores
encuentra un banco en la plaza
y mira fijo esas flores.

No arrastres nunca las culpas
es una causa perdida
aunque con llagas ocultas
saca adelante tu vida.

En este mundo de sombras dolientes
unos tienen nivel y otros plomada,
sólo el pez muerto sigue la corriente
mejor ser gorrión que águila enjaulada.

NOCTURNO PORTEÑO

¿Qué tiene la noche que no tenga el día?
Para las palabras cierta tregua
(aunque ellas duermen con un ojo abierto)
                     manos furtivas
reacias al cepillo y al jabón
las soban hasta la última letra
en cualquier frente o paredón a tiro
revistiéndolas de oprobio, ¡pobrecitas!
algunos jeroglíficos murales…
¡Alerta! Torvos durmientes han despertado:
el ejército de los 12 monos
dizque entró en operaciones
es chamuyo posta en las ranchadas del suburbio.
Tiembla en el aire la sospecha
ratas en patota corren la maratón de las cloacas,
libres de miasmas los divanes
¡ay! cuánta angustia, Tata Freud, seca de consuelo.
Con el seso achicharrado
entre rondas de birra y paco
pálidas siluetas se fuman la vida.
Insidioso, previo a su emboscada,
¿qué perverso apaña una flor por cortesía?
Pelagatos por mayor apolillan al sereno,
sin catrera; los más conspicuos
se encogen sobre cartones, el bagayo cerca,
trofeos de rebusque trufados por la mishiadura.
Nadie oye la pisada de los días
chingados desde fetos
ninguno espera el pan de mañana
ninguno recuerda preguntas de inocente
¿alguna vez lo fueron?
¿hubo mondas tetas maternando?
¿cuna? ¿pañales? ¿caricias? ¿delantal blanco?

Con aire de malón
el reviente ha invadido la ciudad de los bemoles
donde nunca cesa el derroche ni la usura
donde nada vale nada
y malviven las ovejas perdidas,
en breve calvas de lana
si tarda el rescate del pastor benigno.
“Está linda Buenos Aires”. ¡Minga!
¿Y qué de la puerca vida? La desquiciada.
Cacodelphia, capital del tango,
sal en las llagas de cien barrios,
los de siempre empuñan la sartén por el mango.
¿Hay excluidos? Debajo de la alfombra los barremos
¡y adelante la milonga!
Disculpen, che, el desdén de mirar hacia otro lado
pero ciega tanta mugre, tanto andrajo.
Ceño fruncido y otro tanto su trasero
“lo que duele es aceptar la realidad”,
rumia el señor del peluquín negro
gestor de chanchullos con el dólar
ayer rufián de poca monta entre putas destetado.
A pasos del bulín de los espejos,
su casita de muñecas tantas veces desvestidas,
el colchón sobre la ochava
donde atorran dos fulanos más sus perros
mano a mano con la pulgas
dispara en él presagios nebulosos
¿O no será inquina atragantada, caballero?
Arduo es vislumbrar el rostro oculto
de quien su divino origen sermoneara
tras la jeta del cusifai roñoso
o de aqueste linya flojito de mollera.
Dejá de pensar en vos primero
“la desdicha del pobre es tu ventura”
ya lo dijo Francisco, el de Quevedo,
“si socorres su afán y pena dura”.
¿O te alivia el cuore, limosnero,
embocarles un güesito de costado?



Carlos Bègue (Buenos Aires, Argentina, 1935). Narrador y poeta. Ha publicado Oscuro tesoro de la muerte (cuentos, Premio  Municipal de Literatura de la ciudad de Buenos Aires, 1984), El paseo del Centauro (cuentos, 1983), Buitre de pesares la memoria (novela, fue finalista en 1999 del  XVII Premio Herralde, Premio Osvaldo Soriano, Mar del Plata, 2001 y Primer Premio del Fondo Nacional de la Artes, 2003). En poesía es autor de Los Cardales (1986). Le decían cabezón  (cuentos, obtuvo una mención en el premio Casa de las América (Cuba, 1987) y en Uruguay el primer premio del concurso Cuentos de Inmigrantes.