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jueves, 29 de abril de 2021

Roberto Mascaró: JAICÚS CRIOLLOS

 


Roberto Mascaró














  
                                                                Sangre que es mi único escritorio,
                                                                Única casa a nivel del horizonte

                                                                                              Francisco Madariaga
                                                                                                     (País garza real)  






Con los bisontes
no hay ninguna prisa:
son slow motion.

*


Los elefantes:
ellos han superado
el temido estrés.

*


Primero escribir, 
después pensar; ideas
que vuelan libres.

*


Armas nucleares
hoy: millón de Hiroshimas.
No es metáfora.

*

Uno es un genio
con un poco de suerte.
Los otros sobran.

*


Trillada senda:
el viaje se hace corto,
y placentero.

*


La despistada
con un tweet saludó:
alondra al alba.

*


Tan sólo encontrar
una panadería,
dulce Managua

*


Te miro,veo,
no pagaré derechos
por esa imagen.

*

(de BONSÁI, 2021)  

Roberto Mascaró (Peñarol, Montevideo, Uruguay, 1948). Poeta y traductor. Ha publicado: estacionario (1983); Chatarra/ Campos (1984); Asombros de la Nieve (1984); Fält (Campos) (poemas en versión sueca de Hans Bergqvist, Fripress, Estocolmo, 1986); Mar, escobas (1987),  Cruz del Sur (1987); Gueto (1991); Campo Abierto-Öppet fält (1998); Campo de Fuego (2000); Montevideo cruel – tangos (2003), Un río de pájaros (Colombia, 2004); Asombros de la nieve, antología (Caracas, 2005), Viendo caer la lluvia de una ventana azul (Tegucigalpa, 2012), Nómade Apátrida (Catapulta, Bogotá, 2012). Ha publicado más de treinta volúmenes de traducciones, entre ellas obras de  Tomas Tranströmer, August Strindberg,  Öyvind Fahlström, Ulf Eriksson, Tomas Ekström, Jan Erik Vold, Edith Södergran, Henry Parland. Su poesía ha sido traducida al sueco.











viernes, 16 de abril de 2021

Darío Canton: “Atado al árbol de la escritura”

 


Darío Canton
















4. Vocálica

Cuando el A.R.A. San Juan
por lo que sea
mutó en E.R.A. San Juan
los familiares
deudos ya
mostraron
su I.R.A. San Juan
–nada de ora pro nobis–
herida que supura
ante la figura
sine cura
del Presidente
de la N(eg)ación


6. Recomendación

Para que la unión
de los amados
sea perfecta
rosca que se enrosca
y hermética se cierra,
se debe introducir la llave
suavemente
en la cerradura
tras haberla vuelto
con caricias y mimos

cerrablanda


15.

¿Cómo enfrentar
el desamor
cerebrarlo?


19.

¿Qué tienen en común
el ta-te-ti y el alelí?
Las vocales
porque en consonantes
gana el primero 3 a 2

¿Qué tienen en común
el huerto y el  muerto?
La tierra


31. Contradicciones de nochinsomne

Morir en primavera
cuando todo renace
lograr que baje
la presión del ojo
cuando deja de ver

Ser experto
en elecciones
y faltar
el día en que se vota


33. La vida

Llega un momento
en que todos los tangos
se me mezclan
se vuelven uno
no los distingo

Sólo una cadencia
que no me abandona


36. De gustibus

Le gustaba
Béla Bartók
pero un día
dejó de gustarle

Gustaba de mí
pero un día
dejó de gustarme


47.

Atados al árbol de la escritura
quienes se atreven
a probar suerte
como en la lotería
o las máquinas tragamonedas
en ocasiones
logran comienzos como
“Canta, oh diosa
la ira del Pelida Aquiles”
“Aquí me pongo a cantar
al compás de la vigüela”
o finales que siguen resonando
“Polvo serán mas polvo enamorado”


54. Paradoja

Vivir preguntándose
por cómo será
la muerte de uno
saber que la respuesta
la tendrán otros


58. Comparación

–¿Hay algo
más hermoso
que coger con alguien amado?
–Sí:
volver a


[Darío Canton, Atado al árbol de la escritura. 62 poemas (2018-2020) más un poema descartado, con epílogos de Osvaldo Aguirre y Matías Feito, Bs. As., Hernández, 2020]

Darío Canton (1928), Profesor en Filosofía (UBA, 1952); M.A. in Sociology (University of California, Berkeley, 1963); Profesor Honorario de la UBA (2013). Es autor de los siguientes libros de poesía: La saga del peronismo (1964), Corrupción de la naranja (1968), Poamorio (1969), La mesa (1972, reeditado en 2019 por Zindo&Gafuri), Poemas familiares (1975), Abecedario médico Canton (1977), y del suplemento unipersonal Asemal. Tentempié de poesía (1975-1979). También, de un magno proyecto autobiográfico, de más de 4000 páginas, llevado adelante durante años y ahora concluido: De la misma llama, en nueve tomos (ocho volúmenes), publicados entre 2000 y 2017: La historia de Asemal y sus lectores, Berkeley (1960-1963), Los años en el Di Tella (1963-1971), De plomo y poesía (1972-1979), Nue-Car-Bue (1928-1960), Malvinas y después (1980-1989), La yapa. Primera parte (1990-2006), La yapa. Segunda parte (2007-2016).
En sociología publicó: El Parlamento Argentino en épocas de cambio: 1890, 1916 y 1946 (1966), Materiales para el estudio de la Sociología Política en la Argentina (1968), La política de los militares argentinos: 1900-1971 (1971), con José Luis Moreno Pequeño censo de 1927 (1971), Gardel, ¿a quién le cantás? (1972), Elecciones y partidos políticos en la Argentina 1910-1966 (1973), El pueblo legislador. Las elecciones de 1983 (1996), con Jorge R. Jorrat Elecciones en la ciudad (tres tomos; 1864-2007) (2007), y con Luis Acosta y Jorge R. Jorrat Una hipótesis rechazada. El rol de los migrantes internos según Gino Germani en los orígenes del peronismo (2013).
La página web del autor: www.dariocanton.com


lunes, 12 de abril de 2021

Oscar Hermes Villordo: Poemas

 

Oscar Hermes Villordo















BUENOS AIRE DUERME

No pises fuerte.
Que la baldosa 
floja no suene.
Que la hoja seca
no ruede.
Que no hagan ruido
los papeles.
Que no despierte.
Cuando en la sombra
las estatuas
velan y crecen,
la mira el río
con sus peces.
Que no despierte.
Suéñala cuando llueve.
Ahora duerme.


EN HUANCAYO, PERÚ

En Huancayo, Perú, hay una casa.
Y en la casa hay un hombre.
No sé las señas ni sé el nombre
de la casa y el hombre.
Apenas visto, apenas entrevista,
les diré lo que pasa.
En Huancayo, Perú, perdónenme que insista.
Me dijeron, y es cierto,
que en la casa, un viejo restaurant,
cuando se queda el comedor desierto,
los niños de Huancayo comen pan.
Todos los niños pobres, los que tienen
hambre y ensayan ya, como un mendigo
hecho de muchas manos,
el gesto del castigo
de ser la humanidad de donde vienen,
de estar entre los hombres, sus hermanos.
Los he visto parados en la calle
ante la puerta misericordiosa.
Para que el hambre no los halle,
se ocultan en la sombra,
se hacen guiños.
Brilla la oscuridad como una rosa.
El hombre dice: "Entra, si puedes".
Y el hambre no se asombra.
El hambre hermoso de los niños
por la maldad de ustedes.
Entonces entran, comen.
Saltan entre las ollas con el salto
del pajarito en el asfalto,
del pajarito solo en la ciudad.
Los que se asomen,
verán la cara de la caridad.
Yo no he visto otra cara.
No sé las señas ni sé el nombre
de la casa y el hombre.
Tampoco el hombre preguntaba
si el hambre es mucho o poco.
Les digo esto para
que dejen sus corteses modos:
el hambre de los niños es la maldad de todos.
Si quieren más, yo estaba ahí, miraba.
Me comía mis lágrimas, la parte que me toca.


COMO EL AGUA SIN FORMA  

Como el agua sin forma, como el agua desnuda, 
de rodillas caída —inmortal y secreta—, 
así el alma en la tierra, el alma del poeta, 
ante la realidad que es terrible y es muda.
En su lengua los muertos miran la luz del día 
y hay alguno que vuelve de la nada, hay alguno, 
porque todos los hombres en su lengua son uno, 
y no hay tiempo, ni edades, y una es la melodía.
La luz sin sombra canta, la luz del Paraíso, 
y adora la belleza, que termina en horror...
Pero es su canto sólo la sombra del amor 
que cae sobre el mundo, para el que Dios lo hizo.
Entonces, como el agua, como el agua caída, 
va buscando su forma, y es el cuerpo su vaso. 
Pero nada comprende su mirada, y acaso, 
es sólo un resplandor que contempla la vida.


HISTORIA (Fragmentos)

2

Los árboles colmados de sol en la mañana,
la claridad del agua de la fuente en la fuente,
la mejilla del niño con rubor de manzana
y el asfalto en la luz, el asfalto crujiente,
lucen con la alegría de la paloma en vuelo,
de la paloma en vuelo que remonta lo alto
por guirnalda de amor, por guirnalda del cielo
del árbol, de la fuente, del niño y el asfalto.

3

El mendigo camina — ¡Oh, qué noche de frío!
Lo asalta por la acera un gorrión matinal.
Y mira sorprendido sus manos con rocío,
la forma de su cuerpo mojado en el umbral.
  El mendigo camina. Pasea sus harapos
por la ciudad henchida, rosa de luz y ruidos.
Como la nube oscura tiende al cielo sus trapos,
él pasea los suyos entre muros y nidos.

7

Aquí, desde la cama blanca del hospital,
vería la ventana y los árboles... tal vez
un pájaro cantase... porque todo está igual:
sus zapatos, su libro para leer después,
y hay pájaros que cantan... Tal vez la muerte
iría diciéndole palabras, y era el contorno lucio
de las nubes en él, ¡no esta penumbra fría
con su friso deshecho de nubes de humo sucio!

8

Dentro del colectivo tiemblan las ventanillas.
La vida es esto, dicen: buenos y malos ratos.
Oigo en silencio y miro, sobre mis dos rodillas,
el paquete en que van tu libro y tus zapatos.


LOS PARAÍSOS

El alto cielo azul tiene una nube alta.
Los paraísos tienen el ansia de ser nube.
La frescura del verde de sus hojas me asalta:
lloro en mi corazón por lo que nunca tuve.
¿Hay un prado de verdes y azules eternos
donde tiembla una forma de infinita blancura?
El pomo de la nube siembra capullos tiernos.
Los paraísos tienden sus ramas a la altura.


 
OSCAR HERMES VILLORDO, Poeta, narrador y periodista (Machagai,  Chaco, 1928-Buenos Aires, 1994).  Ejerció el periodismo y la crítica literaria en los diarios La Prensa y La Nación de Buenos Aires y en La Gaceta de Tucumán. Fue autor de varios libros. En Poesía publicó: Poemas de la calle (1953), Teníamos la luz (1962), y El bazar (1966). En Narrativa publicó: Consultorio sentimental (1971), la trilogía homoerótica La brasa en la mano (1983), La otra mejilla (1986) y El ahijado (1990); en ensayo  publicó: Genio y figura de Adolfo Bioy Casares (1983) y una biografía de Manuel Mujica Láinez, Manucho (1991). Integró la comisión directiva de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores). Fue conferencista, y en tal carácter visitó algunos países latinoamericanos, y Grecia, donde fue especialmente invitado. Fue premiado con la Faja de Honor de la SADE (Sociedad Argentina de Autores), la Pluma de Plata del Pen Club Internacional, el Premio Municipal de Literatura y una beca Fullbright. Residía en la Capital Federal. 
 


viernes, 2 de abril de 2021

Robert Frost: 3 poemas

 

Robert Frost (1874-1963)





















Entrá

Al acercarme al abismo del bosque,
— ¡Oigan! — el canto de un zorzal,
Pero si afuera caía la tarde,
Adentro estaba oscuro.

Demasiado oscuro en el bosque para un ave,
Para hallar, en un juego de alas,
Un mejor lugar para pasar la noche,
Y sin embargo podía seguir cantando.

La última luz del sol,
Que había muerto en el oeste,
Aún vivía para una última canción
En el pecho del zorzal.

Lejos, desde una oscuridad de columnas,
La canción del zorzal voló —
Casi como una llamada para entrar
En la oscuridad y el lamento.
Pero no, estaba yo afuera por las estrellas;
No habría entrado,
Ni siquiera aunque me lo hubiesen pedido;
Y nadie lo había hecho.

Miedo a la tormenta

Cuando el viento trabaja contra nosotros en lo oscuro,
Y apedrean de nieve
La ventana de la habitación baja por el este,
Y susurra con una especie de ladrido cansado,
La bestia
—“¡Fuera de acá, fuera de acá!” —
No siente ningún forcejeo interior que la empuje a salir,
¡Ah, no!
Cuento nuestra fuerza,
Dos y un niño,
Aquellos de nosotros aún despiertos y forzados a notar
Cómo el frío hace temblar cuando el fuego finalmente muere,
Cómo se amontona la nieve,
Atrio y camino indistinguibles,
Incluso cuando el confortable granero crece a la distancia,
Y mi pecho alberga una duda:
Si estará nosotros resurgir con el día
Y salir salvos sin ayuda.

Un arroyo en la ciudad

La casa firme permanece, aunque negada a encuadrarse
En la nueva calle de la ciudad que debe vestir un número.
¿Pero qué hay del arroyo
Que mantuvo a la casa como atrapada en un codo?
Yo pregunto como alguien que conoció el arroyo, su fuerza
Y su impulso, que mojó la extensión de un dedo
Hasta salpicarse los nudillos, que descartó
Una flor para probar el lugar donde se cruzan sus corrientes.
La hierba de la pradera puede taparse con cemento,
Privarla de crecer bajo el pavimento de un pueblo;
Los manzanos, a las llamas del hogar de piedra.
¿Sigue sirviendo a un arroyo el agua del bosque?
¿Cómo deshacerse de una fuerza inmortal
Que ya no es requerida? ¿Frenarlo en su origen
Y vaciar en él cargamentos de ceniza? El arroyo fue tirado
Bajo piedra a una profunda celda de cloacas
Para continuar la vida y el flujo en fétida oscuridad —
Y todo esto sin haber hecho nada
Excepto olvidarse de andar con miedo, quizá.
Nadie sabrá, excepto los mapas viejos,
Que por el arroyo el agua corría. Pero me pregunto
Si de su eterna estadía bajo tierra
Los pensamientos no se habrán levantado
Para impedirle a la nueva ciudad el trabajo y el sueño.

Extraído de: Robert Frost, Complete Poems of Robert Frost, Holt, Rinehart and Winston, 1964. Versión de Guillermo Romero von Zeschau y Adrián Bollini.
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Robert Frost (San Francisco, 26 de marzo de 1874 - Boston, 29 de enero de 1963), uno de los poetas estadounidenses más notables del siglo XX. Vivió brevemente en Inglaterra, donde publicó dos de sus obras capitales, A Boy's Will (1913) North of Boston (1914). Poco después regresó a Estados Unidos y se dedicó por completo a la escritura y la enseñanza. Se le concedieron prestigiosos premios como el Pulitzer de Poesía en cuatro ocasiones y obtuvo el máximo reconocimiento público en los últimos años de su vida al ser condecorado como poeta laureado. Su poesía es célebre por reflejar con profundidad la atmósfera rural norteamericana donde el hombre está obligado a convivir con un severo mundo de árboles, nieves, ríos y tragedias personales.
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Guillermo Romero von Zeschau (Corrientes, 1989), poeta y traductor. Ha publicado los volúmenes de poesía Portátil (2013) y Mascotas y vegetales (2015). Entre sus traducciones publicadas están Poesía 1910-1920 (2015) de Gottfried Benn y Hugh Selwyn Mauberley (2016) de Ezra Pound, esta última en colaboración con Adrián Bollini.

Adrián Bollini (Bragado, Buenos Aires, 1988). Poeta y traductor. Publicó por Alción editora (Córdoba) los libros de poesía Escritos de Dédalo, Sísifo y Pandora (2009) y Ascética de Heuzek (2015).
 

Miguel Ángel Real: Poemas

 

Miguel Ángel Real










POEMA PARA NO RECOBRAR EL TIEMPO

                                                                              Para Esteban Moore

El silencio tiene la virtud de apuntillar la luz.
Como un arte de cetrería, es mezcla
de técnica, de paciencia en el adiestramiento
y de algo innato, tembloroso, que no se pierde nunca
por muchos atardeceres que las bocas aclamen.
El silencio, que es casi lo mismo
que esos sonidos de vida
-cuanto más latentes, más inaudibles-
que inundan las casas
y plantean enigmas a la textura de los tímpanos.

Echo de menos el traqueteo de trenes que no terminan,
el cansancio del aire que se enhebra en el pelo
imponiéndole un ritmo más llevadero a la carótida.
El impulso del viaje merece el riesgo del no-regreso,
un valor que aniquilamos con la conciencia de ovillo
que se inculca y se infiltra lentamente desde niños
para evitar encuentros con vértices que son espejismos
y estertores de venenos que nadie concibe.

Se me olvida alejarme, y bajo una pretensión de halcón
en mi osadía de plumas congeladas vuelvo a la pitanza
que sostiene el puño familiar y el fieltro del guante:
cuero, vuelo detenido, boca que no sabe, sílaba hueca.

Los paisajes resuenan si son amplios de tiempo:
los días se merecen más respeto de cambio, un abigarrado
mármol que se modela si se quiere y que habla,
un rastro de buril que fue movimiento y potencia,
plan de cambio, transformación sin ciencia.

Los paisajes son hoy tan solamente un concepto
y adormilado en el deseo de un silencio impuesto 
pierdo la razón de querer ser un cazador de nuevo.



CON LA INTENCIÓN DE VOLVER

                                                              Para Jesús Cárdenas, en Carmona.


El blanco es ficción, ganas
de saber huir en el temporal
hacia calles de una luz que se concibe
desde la tramoya de siempre,
la del cansancio que aleja 
los días y es metamorfosis,
no esperanza sino una forma
de confiar en la suerte que
se adhiere a los dioses renegados.
Pensar blanco
entre acantilados como caídas en promesa,
pensar blanco
y poder volver sin intrigas ni
comentarios que perdieron su zócalo,
pasear blanco y ser cierto
para contradecir augurios de ahogos
y palabras de mostaza que forman
el artesonado triste y carcomido
de las torres sin sombra.




Miguel Ángel Real (Valladolid, España, 1965) Poeta, traductor y licenciado en filología. Es catedrático de español en el Lycée de Cornouaille de Quimper (Bretaña). Integra el equipo de redacción de CRÁTERA como Delegado de la revista en Francia.  Algunos de sus poemas en español han sido publicados en las revistas La Galla Ciencia, EL Coloquio de los Perros, Fábula y Saigón (España) en Letralia (Venezuela, incluyendo una participación en “Papeles de la pandemia”, antología digital) Santa Rabia (Perú) y en las publicaciones mexicanas Marabunta, El Humo y La Piraña, así como en la antología de poesía breve “Gotas y hachazos” de la editorial PÁRAMO (España, diciembre de 2017) y en las revistas francesas “Le Capital des Mots”, “Festival Permanent des mots” “Lichen”, “La terrasse”, “Revue Méninge”, “Touroum Bouroum”, “Météor” y “Recours au poème” poseen algunos de mis poemas en francés, originales o traducidos del español. Ha publicado los poemarios “Zoologías” (Editorial en Huida, Sevilla), en marzo de 2019 y Como dados redondos / Comme un dé rond (Editions Sémaphore, Francia), noviembre de 2019, edición bilingüe). Como traductor de poesía contemporánea en francés y español, ha traducido a más de cien autores en diversas revistas en Francia, España y América (Passage d’encres, Le Capital des Mots, Mange Monde, Recours au Poème, La Galla Ciencia, Crátera, El Coloquio de los Perros, Low-Fi Ardentia (Puerto Rico) o La Piraña (México). En esta última revista es director de las secciones “Le Piranha transocéanique” y “Ventana francesa”.
Traducciones publicadas :
- “Fauves” (Editorial Corps Puce, Francia), poemas del autor ecuatoriano RAMIRO OVIEDO (Trabajo conjunto con Marceau Vasseur, diciembre de 2017)
- “Erratiques”, poemas de ANGÈLE CASANOVA, fotos de PHILIPPE MARTIN. Edición bilingüe. Editorial Pourquoi Viens-Tu Si Tard, Francia, octubre de 2018
- “Les travaux de la nuit”, de PAUL SANDA. Edición bilingüe. Editorial Alcyone, Francia (diciembre de 2018)
 



Carlos Bègue: DE COPLA EN COPLA



Carlos Bègue  












    




Duro oficio el de vivir,

y cuando por fin se aprende

en la escuela del sufrir,

la Pelada nos sorprende.


Gasto inútil todo ardid

fabulado por la mente

para atrasar el partir

y transido mantenerse


en este mundo feliz

donde ordeñan los gerentes.

¿Vencido? Feo desliz

¡carajo!, a pagar con creces.


                                                        ####


Viernes Santo a mediodía

cae un fulano con hambre

a un fondín de Olavarría

en busca de buena carne.


El patrón de aquel boliche

tenía en la lista pescado

por ser cristiano apegado

al ritual de un día triste.


Miró torcido al cuitado,

marchó nomás una entraña

y con el primer bocado

ahí mismo estiró la pata.


Quien no frecuente los templos

y huye del agua bendita

tome nota de este ejemplo

y enmiende pronto su vida.

                                                          ####

A salvo están las vaquitas

nada falta en los galpones,

¡malaya! la suerte esquiva

si otros se comen garrones.


Cruz diablo a las caridades,

es asunto de chambones.

El ánimo tranquiliza

sentarse sobre millones.


Suponer que así es la vida

menuda sarta de errores,

antes bien es una fija

el futuro en los fogones.


Quien toda ayuda mezquina

y siempre niega favores, 

es más pobre que letrina

con puerta sin pasadores.


                                                         ####                                                                           



Amar a quienes nos aman

no tiene mérito alguno.

La cosa se pone brava, 

y es espinosa de suyo,

amar con la misma vara

sin dudarlo ni un minuto

al que nos odia con saña

hasta volverse perjuro.

Si estas cimas alcanzas, 

lejos de mundos oscuros

el odio que tanto daña

nunca influirá en contra tuyo.



                                                          ####



Cien cosas pretendo hacer

y otras cien tengo pendientes.

Si todas me dan placer

¿por qué la holganza me vence?


Trabajar hasta matarse

pareciera repelente.

Cada día al despertarme

de mi astenia soy consciente.


Cuando al fin gano la calle

me confundo entre la gente

a pescar aquel detalle

que al candidato revele.



El premio de mis afanes

está ligado a la suerte.

Entre tantos caminantes

¿Cuál me persuade que acierte?


Aquel turista elegante

de andar pausado, sonriente,

con la cartera colgante

será víctima imprudente.


Caben sorpresas puntuales

y lo tengo muy presente

cuando de corbata y traje

me alcé con botín luciente.


Al amparo de un garaje

corrí con premura el cierre

y rascando a fondo ¡diantre!

de gato enganché un sorete.



                                                           ####   



Me voy quedando sin cuerda,

corre el frío en mi espinazo.

No temo al hoyo en la tierra,

temo al seguro colapso

de nuestro hermoso planeta.

¿Querrán acaso salvarlo

los que aún ni pisan el barro?

Hoy nadie nos da certezas

sobre si están sentenciados

a derretirse en cadena

los glaciares siempre helados

y aquellas nieves eternas,

imán para aventurados.

Veo los bosques que vuelan,

aire y mar contaminados,

¿será el fin de las ballenas

con los pájaros sumados?

Los papeles se les queman

a quienes, empero, debieran

tener un mejor cuidado

de esta casa que da pena.

A imagen de Dios creados,

lejos de la paz fraterna,

¿por qué abonamos el caos?


                                                            ####



Los peldaños de la vida

son penosos de subir, 

una cuota de alegría

te impedirá sucumbir.


Quien se sueñe en una isla

deje las rías fluir,

vendrán ballenas amigas

sin ánimo alguno de huir.




Podrás montarlas sin pizca

de miedo a golpes sufrir.

Ya con el sol a la vista

la calle de habrá de aturdir.


De nuevo la orden maldita

tu jornada ha de tundir.

¡Ala! de prisa, de prisa,

hay peldaños por subir. 



                                                           ####



Amistades de lo lindo

tuve añares a mi vera,

fueron años de buen vino

y de fuego en la churrasquera.

Mi caserón entre pinos

todo el año era una fiesta,

sin protestas de vecinos

ni de noche ni a la siesta.

Todos tenían por sabido

que jugar a la paleta

requería un simple aviso

con el frontón a la espera.

Hoy los naipes son distintos

mis amigos se me niegan

al verme abajo y fundido.

Todo el mundo hace leña

del árbol si está caído.

Mas por no tenerlo en cuenta

lució fatal este olvido.

Para que amistad mantengas

las copas en el altillo.

Ya vacía la bodega

a las ratas da refugio,

la parrilla cenicienta

ni por asomo la miro.

Pienso qué gente de mierda,

cuántos tipos malparidos 

me rodeaban en las buenas.

¿Adónde habrán huido,

zorros de meada artera?

Mi vida sigo tranquilo

a base de verdura fresca,

galleta criolla de a kilo

y algunos guisquis berretas.