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domingo, 26 de mayo de 2024
sábado, 25 de mayo de 2024
Esteban Moore: 25 de mayo; Pastelitos criollos
Celebro los pastelitos criollos
aquellos de las fechas patrias de la niñez en la plaza
Fiestas de pueblo chico -Festejos al aire libre
Celebro los pastelitos criollos
aquellos que nos aguardaban luego de haber izado la bandera
y entonado el himno nacional
Celebro los pastelitos criollos
su crocante hojaldre -abierta en flor la delicada fritura
rellenita de sustancioso dulce de membrillo o de batata
Celebro los pastelitos criollos
todavía tibios en la mesa de la cocina
cubiertos de almíbar y decorados con grana celeste y blanca
Celebro los pastelitos criollos
sabrosos en toda ocasión y momento,
incluso los recién salidos del aceite burbujeante
que nos harán recordar aquel decir popular:
“Pastelitos calientes que queman los dientes”. Esteban Moore (Buenos Aires en 1952). Poeta, ensayista y traductor. Autor de una decena de libros de poesía y varios volúmenes de poesía en traducción del inglés al castellano de distintos autores contemporáneos en lengua inglesa. En tanto como Cronista Urbano es coautor de títulos referidos al acervo patrimonial de la ciudad de Buenos Aires. Es miembro del consejo editorial de la revista Prometeo (Festival Internacional de Poesía de Medellín) y de la revista Poesía (Universidad de Carabobo, Valencia, Venezuela) y Colabora con revistas y diarios del exterior y sus ensayos han sido reunidos en libro.
Ha obtenido becas en categoría Letras en 1993 y 2016 del Fondo Nacional de las artes y su obra ha recibido diversas distinciones entre ellas: Premio poesía Fondo Nacional de las ARTES, Mención Premio Municipal de Poesía, Orden Alejo Zuloaga, otorgada por la Universidad de Carabobo, Valencia Venezuela. En 2007 el Fondo Metropolitano de las Artes y las Ciencias le otorgó una ayuda económica para la edición de su libro El avión negro y otros poemas.
En 1994 fue jurado del Premio de poesía Eisteddfod (Comunidad Galesa, Chubut) y en 2000 integró el Jurado de Crítica que otorga anualmente el Premio Fundación El Libro. Ha participado en diversas Ferias del Libro.
En poesía ha publicado: La noche en llamas (Buenos Aires,1982); Providencia terrenal (Buenos Aires,1983); Con Bogey en Casablanca (Buenos Aires, 1987); Poemas 1982-1987 (Buenos Aires,1988); Tiempos que van (Plus Ultra, Buenos Aires,1994); Instantáneas de fin de siglo (Graffiti, Montevideo, Uruguay, 1999, mención Honorífica Premio Municipal de Buenos Aires); Partes Mínimas (Editorial Martín, Mar del Plata, Argentina, 1999); Partes Mínimas y otros poemas (Buenos Aires, 2003, segundo premio de poesía, Fondo Nacional de las Artes); Antología poética (Buenos Aires, 2004, Colección Poetas Argentinos Contemporáneos, Fondo Nacional de las Artes), Partes Mínimas -uno/dos- (Alción, Córdoba, Argentina, 2006); El avión negro y otros poemas (Buenos Aires, 2007, Fondo Metropolitano de las Artes y las Ciencias), Veinte años no son nada (Alción, Córdoba, Argentina, 2010), Pruebas al canto (Textos de cartón, Córdoba, Argentina, 2012), Poemas -1982-2007- (Alción, Córdoba, Argentina, 2015).
Ha realizado la traducción de diversos autores de lengua inglesa: Lawrence Ferlinghetti, América desierta y otros poemas, Colección de Obras Representativas de la UNESCO (Ediciones Graffiti/Unesco, Montevideo Uruguay, 1996); James Laughlin, Los poemas de amor, (Mar del Plata, Argentina, 2001); Craig Czury, Tecnología Norteamericana y otros poemas (Buenos Aires, 2003); Charles Bukowsky, Una de las más ardientes y otros poemas (México,2004); Lawrence Ferlinghetti, Los Blues de la procreación y otros poemas ( Córdoba, Argentina, 2005); Sam Hamill, Ojos bien abiertos y otros poemas, (Valencia Venezuela, 2006); Jack Kerouac, Buda y otros poemas (Córdoba, Argentina,2008); John F. Deane, Lejano país y otros poemas (Córdoba, Argentina, 2011); Sam Hamill, Un canto Pisano (Córdoba, Argentina, 2011); Allen Ginsberg, Aullido y otros poemas (Córdoba, Argentina, 2012); Charles Bukowsky, Una de las más ardientes y otros poemas (Córdoba, Argentina, 2012), Raymond Carver, Vos no sabés qué es el amor y otros poemas (Córdoba, Argentina, 2015).
Asimismo tradujo a Joy Harjo, C.K. Stead, Liv Lundberg, Patricia Jabbeh Wesley y Chirag Bandel para la edición del XVII Festival de Poesía de Medellín (2007); Freedom TV Nyamubaya, Nguyen Bao Chan, Bassem Al Meraiby , Joe Woods y Gulrokhsar Safi; XVIII Festival de Poesía de Medellín ( 2008) y a Fatinah Quandil; Lenrie Peters; Fadhil Al Azzawi, XIX Festival de Poesía de Medellín ( 2009); Anne Waldman, Caroline Bird, Quamruzzaman, XX Festival de Poesía de Medellín, 2010.
En su condición de cronista urbano ha dado a conocer: Librerías de valor patrimonial de Buenos Aires, (Dirección de Patrimonio, Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, diciembre 2003) y Pizzerías de Valor Patrimonial de Buenos Aires, (Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, Junio 2006); ambos volúmenes realizados junto al artista plástico Horacio Spinetto.
En ensayo publicó: Primer Catálogo de Revistas Culturales de la Argentina (Ediciones Revista Cultura, auspiciado por la Secretaría de Cultura de la Nación y la Federación de Revistas Iberoamericanas, Buenos Aires, enero 2001) y ha dado a conocer en revistas y diarios textos sobre la obra de Alberto Girri, H.A. Murena, Horacio Salas, Lawrence Ferlinghetti, Allen Ginsberg y la poesía argentina contemporánea, reunidos en Versiones y apropiaciones (2012).
Ha colaborado con el ensayo ‘De la ranchería a la ciudad moderna’ en Argentina 1810-2010: Bicentenario, Secretaría de Cultura, Presidencia de la Nación, Buenos Aires, 2010.
Ha participado los festivales de poesía: Internacional de Montevideo, Uruguay (1993); Internacional de Medellín, Colombia (1995, 2005, 2010); Rosario, Argentina (1994); Encuentro de Escrituras del Mercosur, Asunción, Paraguay (2002) Festival de Cali, Colombia (2005); Encuentro de Escrituras, Maldonado, Uruguay (2006, 2007, 2008, 2009, 2011,2012,2013, 2014), Semana de las letras y la lectura (Rosario, Argentina, 2007), Encuentro Internacional de Poesía de Valencia, Venezuela (2006, 2012); V Semana Poética Universidad de Dickinson, Carlisle, Pennsylvannia, EEUU (2007), Festival de Bogotá, Colombia (2011); Festival Internacional de Córdoba (2012); Festival Internacional de Buenos Aires (2012), Festival Internacional de Lima (Lima, 2013) y Festival Internacional de Venezuela (Caracas,2015).
Asimismo fue invitado en 1990 a la escuela de poesía The Jack Kerouac School of Disembodied Poetics, fundada por Allen Ginsberg, donde inició un proyecto de traducción y en 1994, a la Schüle fur Dichtung in Wien , Viena Austria, donde expuso sobre poesía y traducción.
En 2005 y 2010 dictó en la Escuela de Poesía de Medellín seminarios sobre las poéticas de los Beats.
Fue invitado en 1990 a la escuela de poesía The Jack Kerouac School of Disembodied Poetics, fundada por Allen Ginsberg, donde inició un proyecto de traducción y en 1994, a la Schüle fur Dichtung in Wien , Viena Austria, donde expuso sobre poesía y traducción.
En 2005 y 2010 dictó en la Escuela de Poesía de Medellín seminarios sobre las poéticas de los Beats.
Colabora con publicaciones del país y del extranjero. Su obra ha sido parcialmente traducida al inglés, italiano, francés, alemán, lituano, portugués y albanés e incluida en diversas antologías.
martes, 21 de mayo de 2024
Ignacio Oliden: Poemas
LAS ALONDRAS
Las alondras sobrevuelan viejos ríos
cerrados por la niebla
deletrean el oro oscuro de un corazón
diferente al corazón de cualquier otro
Hay alondras que sobrevuelan viejos ríos
en el pecho
y hacen
que bulla un tallo en la garganta
UN SALUDO
Va en la carreta el joven Hughes?
El que anduvo por los puentes de San Francisco
y en los mercados de Toluca?
El que vio a los jóvenes amarse
en la rivera del Harlem,
y a una paloma muerta en el Ebro,
y entre citadins
habló sus versos a la música?
Dígale que hizo buenas coblas,
que comemos del mismo pan,
dígale de parte mía
De-dop!
Be-bop!
Skee-daddle-de-do
que lo saluda Peire
MONTPARNASSE
Cuatro o cinco personas vinieron a verte
Dejan el ticket de metro bajo una piedra
Las hormigas suben
y bajan de tu tumba
Recuerdo esa entrada de diario, o carta tuya,
en que contabas
cómo un policía amenazaba con dar
un tiro en la cabeza
a una mujer que saltaba al Sena
si no renunciaba a suicidarse
Te partías de la risa
ATENAS
Roja ciudad nocturna, en caminatas oblicuas
se encuentran los amigos en las plazas
Ahora mismo bajo este cielo
y sobre estas calles se están reconociendo
los amantes y conversan oscuramente
Corazón, yo tengo mis constelaciones
Inclínate hacia ellas y no
te embriagues vanamente
Mira a las personas asustadas por bocinas
que no era para ellas
Mira como atrapo entre las piedras
a las algas coloridas
Los vasos de cerveza son pulseras de oro
No te ablandes cuando empiece a verme más solo
y dame las palabras útiles
Las martillaremos juntos
Qué me importan los amantes que se reconocen
esta noche
Que nuestros poemas cuelguen como la acrópolis y la luna
IGNACIO OLIDEN (Buenos Aires, 1997) es poeta, traductor, y crítico literario. Co-dirige la revista La Piccioletta Barca (Cambridge, Inglaterra), y es miembro del Comité Editorial de la revista y sello Buenos Aires Poetry. También ejerce la crítica literaria en el Suplemento de Cultura del Diario Perfil. Ha editado y traducido la antología Poetas del Renacimiento de Harlem (2023). Sus poemas han aparecido en revistas y periódicos de diversos países, y han sido traducidos al inglés, griego, e italiano. Algunos de ellos fueron compilados en Mester de Juglaría (2024).
domingo, 19 de mayo de 2024
Raúl Henao: EL SURREALISMO, AFINIDADES ELECTIVAS
He dicho en ocasiones anteriores que mi relación con el surrealismo fue siempre del orden de las afinidades electivas. En lo personal, yo no me he autocalificado nunca de surrealista y no creo serlo del modo comúnmente aceptado, porque la vía de creación de mi poesía no ha sido de manera exclusiva la escritura automática, el dictado mediúmnico o el desorden de los sentidos rimbaudiano… Sino la búsqueda del conocimiento por el amor o del amor por el conocimiento… Y la iluminación o despertar repentino que nos sobreviene, cuando se vive día tras día la realidad tragicómica de la vida cotidiana.
A mediados de la década del sesenta tuve la oportunidad de conocer - a través de las traducciones que hizo el poeta español Agustín Bartra para la editorial mexicana Joaquín Mortíz- la obra en prosa poética de Andre Breton : Los Vasos Comunicantes, Nadja, El Amor loco, que releo con cierta periodicidad sin que pierda para mi nada de su encanto o magia inicial…Y que sumada a la emblemática Antología de la Poesía Surrealista de Lengua Francesa, recopilación del poeta argentino Aldo Pellegrini, constituyen mi primera incursión en el surrealismo: una presencia o aventura del espíritu, como en su momento. lo señaló Maurice Blanchot -y no una escuela o corriente literaria y artística del período de entreguerras- donde el pensamiento académico ha pretendido encasillarlo, entre otros movimientos vanguardistas de comienzos del siglo veinte, para minimizarlo, claro está.
Vienen luego las coincidencias y los encuentros al azar o de orden irracional que me sobrevienen a partir de la publicación de mi primer libro, Combate del Carnaval y la Cuaresma ( título tomado de una pintura de Brughel el Viejo) cuando al enviarle un ejemplar al poeta trashumante chileno Alberto Baeza Flores, radicado por entonces en la Republica Dominicana, este me comenta a vuelta de correo, que encuentra en el humor y la imaginería de mi poesía, una afinidad con la del movimiento surrealista de comienzos del pasado siglo, sugiriéndome a renglón seguido, el envío de mi libro al escritor y poeta rumano Stefan Baciu, profesor de la Universidad de Hawaii en Honolulu y autor de una sustancial Antología de la Poesía Surrealista Latinoamericana (dos ediciones en Mèxico y Chile. )… Envío que procedí a realizar, manteniendo desde ese momento, una correspondencia de más de veinte años con el profesor rumano, hasta su muerte ocurrida a comienzos de 1993, en cuyo entreacto, por intercesión suya, pude conocer y cartearme con poetas de la importancia de Enrique Gámez Correa (fundador de Mandrágora, movimiento poético surrealista chileno, o Ludwig Zeller, quizás, el último de los grandes poetas surrealistas de ese mismo país, fallecido apenas hace cuatro años… Eso entre otros poetas iberoamericanos relacionado de manera directa o indirecta con el movimiento de André Breton.
Por esos años buscaba escapar del ambiente parroquial y chovinista de la Medellín de los años 60 y 70… Ciudad con la que he venido librando desde entonces una relación de amor-odio ininterrumpida… Y a mitad de esa primera década, consigo escapar a los EE UU. Viaje que me permitió conocer -en la compañía de un mexicano nòmade que conociera por casualidad en el Greenwich Village newyorkino- la mayor parte de las ciudades en la ruta que va de New York a San Francisco, ciudades donde se respiraba por aquellos años el aire saludable de esa mìtica contracultura norteamericana que consiguiera parar la guerra de Vietnam. Para regresarme pasado un año largo a Colombia, por las dificultades que tuve para cambiar la visa de turista a una de residente… Pero más adelante, el año 1974, por intercesión de unos amigos poetas, fui invitado a realizar una lectura de mi poesía en la Universidad de Los Andes de Mérida, Venezuela y concluido dicho evento en el país vecino, en lugar de volverme a Medellín, viajé a Caracas, la capital venezolana, que por aquellos años revestía para mí un interés cultural mayor al de la misma Bogotá, y estando allí, permanecí varios meses… regresando a ella en repetidas oportunidades a lo largo de las últimas décadas del siglo pasado.
Me había carteado con anterioridad -enviándole igualmente mi primer libro- con el poeta y crítico de arte Juan Calzadilla, uno de los fundadores del movimiento vanguardista El Techo de la Ballena -muy influido por el arte y la poesía surrealista- y tuve entonces la ocasión de conocerlo personalmente. A Calzadilla me unió desde esos años una estrecha amistad que me facilitó el acceso al medio cultural del hermano país que por entonces contaba con poetas e intelectuales de la dimensión e importancia de Vicente Gerbasi, Juan Liscano, Juan Sánchez Peláez, Rafael Cadenas, Ramón Palomares, Eugenio Montejo, Denzil Romero, Elisio Jiménez Sierra, Carlos Contramaestre, Ludovico Silva, José Balza, Ednodio Quintero y otros más, a quienes llegué a conocer y frecuentar con regularidad.
Pero como el tema de presente texto es el de mis afinidades electivas surrealistas, resulta de obligado interés mencionar, entre los escritores de esta tendencia que la amistad con Calzadilla me permitió conocer- al poeta Juan Antonio Vasco del grupo surrealista argentino de Aldo Pellegrini, Vasco había vivido en Venezuela y pertenecido al Techo de la Ballena, pero cuando Calzadilla, me facilitó su contacto postal vibrante y sostenido por varios años, había regresado a Buenos Aires donde se hallaba reducido a la inmovilidad, afectado por una esclerosis múltiple maligna que en poco tiempo acabó con su vida…
Y al pintor inglès Philip West, perteneciente al grupo surrealista TransformaCtion de Londres… West hablaba un castellano muy completo, quizás porque estaba casado con una atractiva española de Zaragoza, ciudad en la que residió una larga temporada, viniendo a parar finalmente a Venezuela. Calzadilla me lo presentó una tarde caraqueña y desde ese instante nos unió una amistad estrecha y fraternal. El año 1981 le aceptaría una invitación a pasar algunas semanas en su apartamento de la Avenida Urdaneta… en cuya biblioteca personal pude iniciarme en muchos de los secretos del arte y la pintura surrealista. Era un artista y poeta nato, aparte de un ser humano excepcional… que moriría de manera temprana, a mitad de la década del 90, en la misma ciudad española, a la que había regresado y donde se había casado por segunda vez.
Estos encuentros propiciados a todas luces por la magia y el azar objetivo surrealista, tienen su culminación el año 1984 cuando viviendo en Ciudad México tuve la oportunidad de conocer al poeta y futuro Premio Nobel, Octavio Paz, al que me acerque, en el entreacto de una lectura de sus poemas, realizada en la librería de Orso Arreola, hijo del autor del Confabulario Personal, con el pretexto de entrevistarlo para la prensa colombiana, consiguiendo que el ya famoso escritor mexicano me invitara a su apartamento del Paseo de la Reforma. Paz, no accedería a realizar la entrevista que le había propuesto inicialmente, pero yo conservé el recuerdo de aquella charla memorable en su residencia para luego pasarla por escrito… y ya de regreso en Colombia, publicarla en los periódicos y magazines más importantes del país. Incluyéndola, en el índice de mi libro LA DOBLE ESTRELLA: EL SURREALISMO EN IBEROAMERICA. (El Oso Hormiguero Editor. Medellín. 1986)… Donde pueden encontrarla actualmente los lectores interesados en conocer a fondo al poeta mexicano.
Una amistad temprana con Fernando Rendón, “director general” -como a él le gusta que lo llamen- del Festival Internacional de Poesía de Medellín, me llevaría a participar por cinco oportunidades en ese evento cultural organizado a comienzos de la década del ochenta luego de un recital poético exitoso en el Cerro Nutibara de la ciudad. Yo no soy partidario ni adicto a este tipo de celebraciones o encuentros masivos, donde el poeta se confunde a menudo con un actor teatral o un político electorero, pero la precaria situación económica que suele acompañar la vocación poética cuando se ejerce a la intemperie, fuera del marco académico, publicitario o periodístico, nos lleva a pactar con los gestores culturales (casi siempre poetas menores o políticos disfrazados de poetas) coordinadores de estos espectáculos a menudo circenses y faranduleros. En el caso particular del festival poético de Medellín, la cercanía amistosa, repito, a su director, me permitió insinuarle en algún momento que invitara a dos de los más importantes poetas surrealistas brasileños contemporáneos, Sergio de F. Lima y Claudio Willer, pintor-poeta el primero y ambos destacados ensayistas, poseedores de una vasta erudición como ya no se acostumbra en el medio hispanoamericano actual.
A Claudio Willer -murió recientemente- lo entrevisté por encargo de la dirección del festival, pero la entrevista inexplicablemente nunca se editó ni publicó, incidentes por los que pasé a menudo mientras fui cercano a los organizadores de ese festival, modelo de otros espectáculos, parecidos en el resto de América Latina… que siempre se cuidaron de ponerme en entredicho y al margen de sus intereses político económicos.
En el contexto de dicho festival también vale la pena mencionar la presencia de Jean Clarece Lambert. Destacado crítico de arte, ensayista, poeta y antólogo francés, si no estrictamente surrealista, si muy cercano al movimiento bretoniano; al que ya conocía con anterioridad a su viaje a Medellín, porque tuve el privilegio de contarlo entre los traductores de mi poesía para varias publicaciones surrealistas, como la Tortue-Lievre, publicación canadiense…Y al que también entrevisté, obteniendo el mismo resultado negativo que conseguí en mis anteriores reportajes poéticos realizados para este Festival.
Si Stefan Baciu y Juan Calzadilla –aparte de mis lecturas tempranas de los poetas surrealistas franceses- constituyeron mi “iniciación” en el movimiento surrealista, no puedo dejar de mencionar a dos escritores contemporáneos que han gravitado de manera privilegiada en mi vida personal: me refiero al escritor canario Miguel Pérez Corrales, director de la página virtual surrealismo internacional, un poeta, fotógrafo y ensayista brillante, de erudición enciclopédica, que desde su residencia en Tenerife, es el guardafaros actual de todas las actividades artísticas y literarias relacionadas con la “aventura de la poesía, la libertad y el amor”. Miguel ha publicado una veintena de libros, Caleidoscopio Surrealista (La Página Ediciones. Madrid. 2011) Surrealismo: El Oro del Tiempo (Dos ediciones. La Página Ediciones. Madrid. 2011 y 2014) y Fábulas y Mares (La Página Ediciones. Madrid 2013) -que reúne todos sus libros de poesía y prosa poética publicados hasta el momento presente- se destacan por lo monumental de la edición y lo vasto de la información allí reunida, constituyéndose en lectura obligada para todos aquellos que quieran adentrarse en los últimos avatares del surrealismo internacional moderno.
El otro es el poeta holandés o neerlandés Laurens Vancrevel que desde el portal de su su revista Brumes Blondes (Alkmaar, 20000-2008) ha mostrado siempre un vivo interés en la poesía surrealista escrita en Latinoamérica y al que debo, en lo personal, la traducción parcial al holandés de mi libro Sol Negro / Zwarte Zon (Bloemendaal, 2011 ). No conozco lamentablemente ninguna versión al español de la poesía de Vancrevel, lo que me impide valorarlo como lo amerita, pero lo poco que se conoce en español de su puño y letra pone en evidencia, su vasta cultura y esa mirada siempre transparente o edénica, apartada de todo dogmatismo político, filosófico o religioso, lo que caracteriza por otra parte, a los escritores surrealistas de finales del siglo pasado y comienzos del presente.
Una mención obligada merecen dos importantes figuras de la actualidad surrealista, cercanos a mi estos últimos años, y a quienes debo la publicación bilingüe (español / francés) de mi poesía erótico-amorosa, titulada de manera irónica Poemas de Amor Rosa ( Editions Sonámbula, 2011) me refiero al pintor y editor mexicano Enrique Lechuga quien desde Quebec, Canadá, país en el que se encuentra residenciado desde varios años atrás, ha venido organizando exposiciones y eventos en torno al surrealismo, animando la escena internacional con las publicaciones sonámbula de su propiedad intelectual.
Y un poeta cubano de impronta surrealista en la línea inaugurada en el país caribeño por el pintor Jorge Camacho y el poeta José Álvarez Baragaño, prolongándose más adelante en el exilio europeo y norteamericano ( Miami ) con Josè Antonio Arcocha, Vicente Mejìa y Carlos M. Luis, me refiero al poeta Fernando Palenzuela, de edad avanzada en la actualidad, al que le gusta considerarse el único poeta surrealista de su país insular, donde esta corriente, contraria al realismo socialista y al estalinismo político, nunca tuvo arraigo en el pasado ni, era de suponer, en la actualidad cultural cubana.
Yo he dedicado en mi libro La Doble Estrellas algunas líneas consagradas a comentar la importancia de Fernando Palenzuela y los poetas del Alacrán Azul, que constituyen de cierta manea la contraparte del grupo Orígenes de José Lezama Lima y Cintio Vitier, de impronta barroca, Aunque Julio Cortázar, en La Vuelta al Día en Ochenta Mundos, libro donde destaca la presencia hispanoamericana del autor de Paradiso y Oppiano Licario, advierte en su factura poética una pincelada surrealista…Algo que luego sirve de pretexto a cierta crítica literaria para hablarnos de un “barroco surrealista” o de un “surrealismo barroco”, híbrido quimérico, que no se si pueda llegar a concebirse en algún momento como corriente literaria, o siquiera como figura retórica.
Pero ya me he alargado en exceso trayendo a colación a todos estos poetas que no solo constituyen mis afinidades personales, sino que desde diferentes países continúan animando la escena moderna. Yo he sido siempre un poeta independiente y solitario, ajeno a grupos o movimientos literarios …sin embargo, a lo largo de los años no he podido evitar gravitar en torno a esta aventura poética que conjuga en una sola vivencia la libertad y el amor, para desvelarnos por último, el pasaje a ese punto del espíritu donde “la vida y la muerte, lo real y lo imaginario, el pasado y el futuro, lo comunicable y lo incomunicable, lo alto y lo bajo, dejan de ser vistos como contradicciones”, al decir del Segundo Manifiesto del Surrealismo… Aunando poesía y mística, la letra y el espíritu.
Medellín. Marzo de 2024.
jueves, 16 de mayo de 2024
miércoles, 15 de mayo de 2024
RAÚL HENAO: POEMAS EN PROSA
LA REPETICIÓN
Nada tan melancólicos como los viejos barrios del centro de la ciudad, donde al mediodía suelen pasear fantasmas más elusivos y sombríos que aquellos que se pasean a la medianoche.
En esos vecindarios desdibujados por el tiempo, no queda asomo de la risa de los niños y escuchamos, en cambio, el eco de nuestros pasos, rondando los lugares visitados en el pasado... Como si en ellos se nos hubiera perdido algo indefinible que nunca hemos vuelto a encontrar.
Si nuestra identidad personal la define la imagen de nosotros mismos que reflejan las vitrinas callejeras, se explica que, volviéndoles la espalda, queramos caminar hacia ninguna parte y sin rostro alguno…A falta de tener el valor de romper el cristal de un puñetazo o una pedrada.
EL MAZO DE CARTAS
Tener como destino los caprichos de la fortuna, con el As de la locura al lado derecho y un irresoluto rey de copas al izquierdo y luego intentar franquear ese círculo vicioso que separa los celos del amor…que es como navegar a vela en un mar borrascoso, o permanecer, semana a semana, en sus aguas quietas sin viento a popa o a proa que nos acerque a la orilla.
En fin, en el mazo de cartas, la solución a la trama de la propia vida parece tenerla no las tres hilanderas, sino el ermitaño de la lámpara o el mismo diablo hermafrodita que en el pasado nos acompañara en los lances del amor y el desamor. Mientras pasamos las noches en blanco en el cuarto de un hotel suburbano, esperando el amanecer que no llega o siempre nos llega tarde.
LA COMEDIA
Hay entreactos en la penumbra de aquella comedia teatral en la que fuimos Fausto o Don Juan, donde al bajar el telón nos queda solo la certeza de que debemos abandonar la escena representada sin que el conocimiento o el amor nos otorguen finalmente la gracia de recobrar la juventud perdida años atrás.
Y es al encenderse las luces del pasillo que a pesar del desaliento y la desilusión debemos formular nuestro tercer deseo, y escapar del edificio ruinoso del drama personal a la intemperie de las calles citadinas…Donde en las tardes parece escucharse todavía el eco de los pasos y las voces de la multitud, pero en las noches se pasea la luna y en las mañanas el sol.
LA LLAVE OCULTA
“El árbol de la ciencia no es el árbol de la vida”.
(Gerald de Nerval)
Este atardecer soleado de agosto, he conseguido abandonar el paisaje citadino, para adentrarme en un parque suburbano del pasado, donde reencuentro siempre el rostro que llevaba de niño, a pesar de que mi aspecto y apariencia actuales sean las de un hombre viejo.
Sus pasajes y calzadas estaban franqueados a lado y lado de árboles frondosos. En uno de sus costados, se levantaba una iglesia blanca de cúpulas doradas y en el costado opuesto un teatro de barrio donde, ya adolescente, vi las primeras películas del cine mexicano y me enamoré de los pechos de alguna actriz del momento.
Bajando por una de sus calles laterales se llegaba a la casa de la abuela, hada o bruja de la infancia, donde siempre me persiguió el aroma del lirio y los rosales que florecían en el jardín interior, al que inexplicablemente nunca tuve acceso, sino a través del ojo de una cerradura en cuya tapa se encontraba sobrepuesto un escarabajo egipcio.
Había que hallar la llave de la puerta, que a pesar de estar a la vista de los habitantes de la casa e incluso de las visitas inesperadas, nunca fue lo suficiente real o tangible para que yo, en particular, recordara el sitio donde la escondía la abuela, como pasa cada noche con los sueños que no conseguimos recordar al despertar en la mañana.
A la memoria del pintor inglés Philip West.
CERRANDO EL CÍRCULO
“La noche por doquier, esto me satisface y casi expreso mi satisfacción
estirando los brazos como si bostezara” (Braulio Arenas)
¡Amores de invierno efímeros como la flor del cacto o frágiles como la semilla del diente de león! Pero lo vasto de la comarca alrededor, señala que debemos reanudar el camino, al modo que se enhebra el hilo en el ojo de la aguja, ya que no nos retuvo en su cubil el canto de las sirenas o los encantos de la Circe lugareña.
Aunque no contemos con el sello de aprobación del guardafronteras, debemos sortear esos muros aledaños y adentrarnos en el país vecino, donde cosecharemos quizás el grano que antes no pudimos separar de la paja de nuestros actos descuidados o negligentes.
Pasaron los años de andanza juvenil, pero debemos mantener la espalda enhiesta, como si la suerte nos hubiera favorecido y no mirar atrás, ni siquiera para celebrar los obstáculos que hemos allanado y excedido.
Para bien o mal hay que cerrar el círculo alrededor, un círculo que ha sido también el blanco de nuestras flechas. El horizonte se levanta delante como la gradería de un coliseo o teatro al aire libre, y aunque no escuchemos los aplausos a la comedia representada, no nos reprochemos lo incautos que fuimos o la insuficiencia de nuestra sabiduría mundana.
Para Darío Restrepo Soto.
LOS COJONES
A primera hora de la mañana, me visita una mujer de silueta desleída que me parece haber conocido en un sueño anterior cuando todavía me resultaba fácil separar el sueño de la vigilia, porque ahora, ya no estaba seguro de haber despertado. En fin. La mujer me aseguraba que nos habían presentado en la inauguración de una exposición de pintura surrealista que mostraba en sus paredes todas las formas posibles de acoplarse a una pareja humana o animal, y recordé al respecto, aquel acoplamiento monstruoso de Maldoror -un ser humano- con la hembra de un tiburón, descrito por el Conde de Lautréamont, aquel escritor uruguayo afrancesado, que repugna, al igual que seduce, a los lectores de la más diversa catadura o condición… Pero en la visita matinal atrás mencionada, faltaba todo ingrediente erótico oral o genital, que había sido sustituido por una escala musical indefinida, arrastrada desde una habitación contigua. Me incorpore del lecho y fui a llamar a mi vecino con el propósito de que apagara o le bajara el volumen a su equipo de música del cual provenían seguramente esas notas descoloridas como el agua que corre en una alcantarilla. Pero no respondió a los fuertes golpes que propiné en su puerta. Opté entonces por bajar en el ascensor y dejar la queja por escrito en la portería del edificio. Saqué un grueso marcador rojo y retoqué cuidadosamente los caracteres latinos de mi escritura como se retoca una estatua de mármol. Me preguntaba por el comentario de prensa que publicaría al día siguiente aquel poeta anacrónico e inquisitorial que venía escandalizando con sus crónicas mediáticas la localidad literaria de mi país y que veía como algo anómalo o amoral toda referencia a la antigüedad clásica en un escritor de impronta contemporánea, cuando era sabido que él mismo se complacía mostrando en público a sus lectores sus grandes cojones, copiados de algún museo romano o florentino.
(La Llave Oculta. Todogràficas. Medellìn. 2020)
Raúl Henao (Cali, 1944) Poeta y ensayista. Ha vivido en EE.UU. Venezuela y México. Escribe, básicamente, en revistas y catálogos de exposiciones, que a través del mundo moderno mantienen vigente el ideario poético y libertario del surrealismo como Transformaction (Devon, Inglaterra, 1977-78) Dunganon Again (Suecia, 1984) Ojo de Aguijón ( Paris,1987) Arsenal / Surrealist Subversion (Chicago, USA. 1989) Het Gerucht ( Alkmaar Holanda 1990) Droomschaar (Amsterdam,1990-92) Phases (Paris, 1952-2001) Surrealismo Siglo 21 (Tenerife, España,2006) La tortue-liévre ( Montréal, Québec,1997-2008) Brumes Blondes (Amsterdam, 2005-10) O Reverso do Olhar (Coimbra, Portugal, 2008) Iluminaciones Descontínuas / Surrealismo actual (Lagoa, Portugal, 2009) El Umbral Secreto (Santiago de Chile, 2009 ) Hydrolith / Surrealist Research & Investigations (Berkeley, USA. 2010). Ha publicado: Combate del Carnaval y la Cuaresma (Editorial Gamma, Medellín, 1973); La Parte del León (Ed. Monte Ávila, Venezuela, 1978); El Bebedor Nocturno (Ed. Instituto de Cultura y Bellas Artes, Cúcuta, Colombia, 1978); El Dado Virgen (Ed. Fundarte, Caracas, Venezuela, 1980); Sol Negro (Dos ediciones en Ed. Unicornio, Medellín, 1985 y en la Colección de Poesía de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2006) ); El Partido del Diablo (Poesía y Crítica (Ed. Lealón, Medellín, 1989); El Virrey de los Espejos (El Oso Hormiguero, Editor, Medellín, 1996); La Vida a la Carta / Life a la Carte (Ed. Festival Internacional de Poesía en Medellín, 1998). La Belleza del Diablo (Madrid, España, 1999) La Doble estrella: El Surrealismo en Iberoamerérica / Notas y Entrevistas Poéticas (Dos ediciones en Editorial Endymión. Medellín 2008 y en El oso hormiguero editor, 2010) La Belleza del Diablo (Editorial La Bella Cristalera, Madrid, España, 1999); La Verdad en el Vino (Edición del Instituto Caro y Cuervo, “Homenaje” del Festival Internacional de Poesía de Bogotá, 2012) Selected Haiku/ Haikus Selectos (Medellín, 2010) Poemas de Amor-Rosa (Antología bilingüe, francés & español. Ediciones Sonámbula, Canadá 2012) Una Alberca en la luna (El Oso Hormiguero Editor. Medellin. 2014) La Llave Oculta (Poemas en prosa. Todogràficas. Medellìn. 2020) Mors Osculi /1980-2012. AP Editores. Medellin. 2021) La Reinvenciòn del Amor / Poemas Erotico-Amorosos. (AP Editores. Medellin. 2021)