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jueves, 1 de diciembre de 2011

Uberto Stabile: Poemas.

Uberto Stabile



















Exigencias de la edad

Dicen que lo último que se pierde es la esperanza,
pero si ya has perdido el sentido del humor,
¿de qué te sirve la esperanza?
Te doblo la edad
duermo la mitad de horas que tu
fumo tres veces más
gano cada día la paciencia que tu pierdes a diario,
y aún piensas que somos almas gemelas.
Después del amor siempre llega el sueño
y mientras tu roncas yo devoro cigarrillos,
tu ansiedad tiene un límite
la mía un final.
Cuando pierdas el sueño
descubrirás que el amor es siempre
otra cosa,
lo que para ti es un mito
para mi es sólo una leyenda.
Es la edad la que no perdona
no admite créditos, devoluciones ni transferencias,
podemos compartir una vida
pero de la muerte nos tendremos que reír a solas.   
           

Vidas rebeldes

                                “Ningún camino de flores conduce a la gloria”
Jean de la Fontaine

Cuando era más joven pensaba que ser libre era ser libre
algo así como no tener obligaciones ni compromisos,
nada por lo que vivir, nada por lo que morir
rebelde sin causas conocidas.
Años más tarde descubrí que alguien
tenía que tirar la basura todas las noche,
porque la vida y la casa empezaban a oler mal,
como huele uno cuando crítica todo cuanto no es.
Años más tarde descubrí entre la basura que tiraba
el dulce aroma de mi propio hogar
tu ropa sucia, mis fotografías
los juguetes viejos de los niños
y esa llave que nunca supe lo que abría,
pero ya había perdido la casa
y tuve que reconstruir la esperanza
mucho más lejos de dónde estaba calculado.
Ahora, cuando cada noche salgo a la calle con mi bolsa de basura
y aprovecho el paseo para encender ese cigarrillo que despierta
los perros del vecindario
y los veo en sus casitas encendidas consumir la vida,
me doy cuenta que en la oscuridad
era más fácil ser libre.      


Dice Gillespie

Dice Gillespie que la muerte no es lo peor
que no es el dolor la mejor escuela
ni el hambre nos convierte en héroes.
Dice Gillespie
que nos son más fuertes quienes más pueden
que lo son quienes más resisten
quienes de la derrota levantan victorias.
Dice Gillespie
que lo más peligroso no es el peligro
que lo más peligroso es la seguridad
con la que eludimos diariamente el peligro.
Dice Gillespie
que no es un hombre acabado
que es un hombre que está acabando
que nunca el final sustituye al fin,
porque en realidad,
dice Gillespie
que le dijo Parker
que le contó Cortazar
que en lugar de hacer el amor
ya va siendo hora
de que el amor nos haga. 


Paisa

oye paisa tu compra algo mi
reló, gafa, goro
bueno, bonito, barato paisa
tu compra algo mi…

pero es que no te enteras…
no quiero nada de ti moreno
ya todo lo tengo,
tus bosques, tus minas, tus piedras
preciosas, tus negras
toda tu piel y sal
y los leones enjaulados
y los bancos de peces,
hasta el color púrpura de áfrica
-el cuerno de la abundancia –
lo tengo yo…

pero oye paisa yo amigo tuyo
yo sólo busca trabajo en españa
sólo compra algo mi
yo hambre, yo no casa
yo amigo paisa, mucho amigo

no negro, tu no amigo mío,
esta no es tu tierra
yo tengo ahora el tiempo
y el fondo monetario internacional
y todas, todas las malditas
organizaciones no gubernamentales
para lavarme la cara y el culo
y venderte como siempre
lo que antes ya era tuyo

oye paisa pero yo siempre bueno con tú
yo gusta barsa y pallea
y mucho toro en sevilla
yo sólo hambre paisa
mucha hambre…

eres tonto negro,
tu nunca amigo mío,
tu hambre me da de comer
tu sed llena mis piscinas
tu mujer calienta mi cama
tus heridas de bala las fabrico yo
yo soy tu virus del sida negro
yo soy el blanco
de todas tus pesadillas.

no paisa no
yo siempre amigo tuyo
yo cuida bien tu familia
yo sólo tener la vida,
mucho querer y amor
y sonrisas
que paisa ya no tiene,
sólo eso paisa, la vida.


Los Impostores

El olvido es la madrugada donde el miedo les hace fuertes
son como amantes inexpertos despidiéndose una y otra vez
sin terminar de pronunciar nunca el definitivo adiós.
Los impostores conocen todas las entradas y salidas de los sueños
todos los rodeos que hay que dar para llegar antes a ninguna parte.
Los impostores se suceden uno tras otro
confundidos entre la niebla y el amor ciego
son el ir y venir de una misma cosa
el plazo de una deuda que no se paga.
Ellos trazan las fronteras de países imaginarios
y juegan a conquistarlos desafiando al miedo.
Son audaces ante la adversidad
y pálidos bajo el fuego.
Ellos siempre andan pisándose los talones
en su loca carrera por no ser advertidos.
Frente a la verdad son invisibles
mudos frente al silencio.
Los impostores nunca tienen el mismo rostro
ni usan palabras que los delaten,
emboscados en sus viejas gabardinas
los impostores pasean al acecho bajo la lluvia.
Dicen venir de lejos
pero son siempre del mismo lugar
sus huellas no perduran
sus manos frías cambian de color
cuando alguien las estrecha.
Los impostores habitan el amor
como se habita una casa vacía,
mienten para sobrevivir
y viven con la incertidumbre atada al cuello.
Los impostores nos engañan con su certeza transparente
nos conducen sin tregua ni descanso
al lugar de siempre.
Los impostores somos nosotros
cuando cerramos los ojos
frente al amor que duele.


En todas partes cuecen patrias

Nací en Valencia
de padre italiano y madre gata
he sido charnego en Barcelona
polaco en La Mancha
y churro en mi ciudad,
me llamaron spagnoleto en Italia
y en la escuela macarroni,
en Andalucía soy “el que habla fino”,
gallego en Cuba y en México gachupín,
en Berlín me tomaron por turco
y en Brasil me hablaban en inglés,
a los rifeños les parezco muy claro
y demasiado moreno a la policía de Miami.
He vivido en dos países, siete ciudades y quince casas
de las que sólo conservo sonrisas
y algunas fotos apulgaradas de amigos y familiares.
Siempre vengo de lejos
y lejos voy
con otra lengua, con otra luz
y la patria en los zapatos
para vergüenza de mis invasores.


El beneficio de la duda

No sé si la poesía deba buscar la verdad o la belleza
no creo siquiera en el deber de la poesía
ni creo que la verdad sea finalmente algo hermoso
incluso esto también es verdad.
Ignoro cuántos muertos entran
en una sola raya de coca
en un litro de gasolina
en un cristal tallado
en un telediario
no sé cuantas tumbas sin nombre caben en un desierto
seguro que muchas más que cruces en la calles de Juárez.
No encuentro belleza en las palabras
ni hallo fe en las plegarias
por ello me sigo preguntando
cuántos muertos caben en una oración
en una bandera
en un discurso a la nación
en un olvido.




Uberto Stabile (Valencia, España, 1959) Poeta, ensayista, gestor cultural. En poesía ha publicado: En torno a un mar  (1980); Distrito marítimo   (1981);  El estado de las cosas (1982); Hermosas escenas de la noche  (1984); Haikú Romano (1985);  El pianista del Metropol (1985);  De Kategorías (1988); Rendez vous (1991);Las edades del alcohol (1995); Perverso (1997);  Los días contados (2000);  Empire Eleison (2000); Cien días de mayo (México 2006); Maldita sea la poesía (2007);   So mais uma vez (Portugal 2007);  La línea de fuego (2008);Habitación desnuda (2008);  Tatuaje (México 2009).
Su obra ha sido distinguida con los premios: Ciudad de Cheste (1983), Villa de Alaquas (1985), Valencia de Literatura, (1987) y el premio Internacional de Poesía Surcos (1997) Su poesía traducida a diversos idiomas se encuentra recogida en numerosas antologías nacionales e internacionales. Colaborador en diversos medios gráficos, es  autor del “Diccionario literario de Huelva”, de la “Guía de recursos literarios de la provincia de Huelva”, del libro de artículos “Entre candilejas y barricadas” y del libro y documental “Tan lejos de Dios; poesía mexicana en la frontera norte”