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miércoles, 29 de agosto de 2012

Gisela Galimi: Para que nada cambie.





Gisela Galimi















 


Ornamentos

Leer las manos,
no en  letras que escriben
ni en la línea gitana
sino en los ornamentos.

En la izquierda la alianza
redonda como una promesa

En la diestra un anillo
de plata diez esferas,
hermosas en lo imperfectas
de su grito metálico.

Y las uñas
rojas a veces,
generalmente blancas
cortas, limpias.


Gatopardismo personal

He mudado,
me di vuelta como una media.

Como quien parte los huevos
y dispersa el harina
sin saber si hará una torta
o ensuciará solo la mesada.

Yo que temía cambiar
hasta  un neumático,
he rotado mi norte y mi sur
para sobrevivir.

Y, vuelta la calma,
retorné  hecha otra,
con el pelo suelto
y una piel nueva.

Cambiar todo, para que nada cambie.


Irak

Si entrara a tu casa
y llamara a tu padre, tirano,
a tu madre, esclava,
a tu dios, falso,
a tu fe, blasfemia,
tendrías razón
en sonreír
cuando lograras matarme.


Gisela Galimi (Lobos, Pcia. de Buenos Aires, 1968) Poeta y docente. En poesía ha publicado: Claroscuro y Colorado (2005 y Para que Nada Cambie (2012).  Participó en los recitales Primavera en Libertad (1987) y Federico García por Bulerías (2010-2011), un espectáculo donde sus poemarios inéditos Rosas robadas y Poemas Flamenquitos conversan con la poesía de García Lorca. Su obra ha sido parcialmente traducida al persa y el ruso.
Asimismo  es  coautora de  Documentos de Comunicación Institucional ( 2007) y de Protagonistas de la Cultura de Buenos Aires y Espectáculos del Bicentenario 1810-2010 ( 2012, auspiciado por el  Fondo Metropolitano de las Artes de la Ciudad de Buenos Aires) .