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miércoles, 10 de septiembre de 2014

Gregory Corso: 2 Poemas


Gregory Corso





















El café Sacré-Coeur

Las aguerridas muchachas en el café Sacré-Coeur
golpean sus copas de vino sobre la mesa
gritando Danton triunfó habiendo negado la libertad
mientras  el camarero exige el triunfo de Murat sobre todo lo que triunfa.
Los bombardeados argelinos se miran unos a otros los dientes en llamas.
El Sacré-Coeur  un café que mete miedo.
Los propietarios son como los propietarios en Les Misérables.
Siempre haciéndome sentir como Jean Valjean cuando voy allí.
Gracias a Dios no poseo una bolsa de plata ni un certificado de libertad
                                                                                       /condicional que mostrar.
Pero es  por eso que voy allí un ex convicto que no tiene donde vivir
sentado en un rincón de madera comiendo pan negro
esperando a la pequeña Cosette —del tamaño de la eternidad.
Esperar allí que  la seguiré cuando salga  internándonos en la noche
que yo pueda acarrear sus baldes de agua
comprarle una inmensa gloriosa muñeca
y llevarla muy lejos
que ella me ame
que yo cargue  sobre mis hombros a su amante a través del alcantarillado
que yo viejo y gris muera en la mesa durante su fiesta de casamiento.
Ah pero hay mesas de plástico en el café Sacré-Coeur.
Las aguerridas muchachas  son todas empleadas  del correo.
Los propietarios no tienen ninguna Cosette sino un hijo grande y gordo
que se sienta  sumergiendo sus medialunas en el café con leche.
Y los argelinos
ellos no van al café Sacré-Coeur.


Como no morir

Si estoy rodeado de personas
y siento que me voy a morir
me excuso
diciéndoles “¡Me tengo que ir!”
“¿Ir adónde?” quieren saber
No les contesto
simplemente salgo de allí
me alejo de ellos
porque de alguna manera
ellas presienten que algo no está bien
y nunca saben qué hacer
las asusta lo repentino
Qué horrible
sólo estar sentado ahí
y ellas preguntándome:
“¿Estás bien?”
“¿Podemos darte algo?”
“¿Querés recostarte?”
¡Sí dioses!  ¡personas!
¡¿quién quiere morir rodeado de personas?!
Particularmente cuando ellas no pueden hacer una mierda
Al cine—al cine
allí es donde me dirijo apurado
cuando siento que voy a morir
Hasta ahora esto ha funcionado

(versiones-Valeria Malrossa-Esteban Moore)

Gregory Corso. (1930-2001) Nació en Nueva York, ciudad en la cual durante su juventud conoció el reformatorio y la cárcel. En 1956 se traslada a la Costa Oeste donde participa de las actividades culturales de la zona de la bahía de San Francisco, transformándose en una de las figuras legendarias de la emergente Generación Beat. William Burroughs ha expresado que Gregory Corso tiene un don excepcional, posee una voz, una voz que remite sus ecos a través de la precariedad de un incierto futuro.
Desde 1961 alternó su residencia en Nueva York con estadías en Europa donde fue escritor visitante en diversas instituciones educativas. En vida publicó entre otros títulos: The Vestal Lady on Brattle (1955), Gasoline (1958), The Happy Birthday of Death (1960), Long Live Man (1962), Elegiac Feelings American (1970), Herald of the Autochthocnic Spirit (1981) y M.I.N.D.F.I.E.L.D. (1989)