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sábado, 18 de febrero de 2017

Poesía Actual, Venezuela: Ender Rodríguez






Ender Rodríguez


















EXERCISE
Numberfour

(Lance imaginarias líneas conectoras entre preguntas y
respuestas y dele sentido estructural, si es que puede)

1. ¿Qué es un diccionario?
2. ¿Dostoievski tenía un buen paquete o era un novelista
ruso depresivo?
3. ¿Neruda hablaba checoslovaco siempre o solo a veces?
4. ¿Por qué se joden los lapiceros justo cuando haces poesía?
5. ¿Acaso los infiernos de palabras y humo son para los
fiscales de la metafísica o para el barbero iletrado?

R= Pues, porque no sabes escribir ni un fuckin verso
R= a, b, d, e, h, w y z
R= Me duele el estómago Stephen
R= Claro ese artefacto es una estupenda
fonogramicovocaliventrilucuosamaquinita
de fácil comprensión
R= Tenía la pasta pero surgió algo

CHAT
 
Mieses: Hola, el tiempo se angosta
Yo: Quiero tu crítica sobre “ex sesos y aza res” my güey
Mieses: En el nigredo de los alquimistas está la puerta
hacia la luz, el largo, inmenso pero razonado desarreglo
de los sentidos de Rimbaud
Lástima a los que se impide tocar el cieno
Yo nado feliz en esas aguas nutricias
Yo: Qué bueno eso... Escucha ahora la voz de mis oídos
Mieses: Disculpa lo apremiante de la fisiología,
me ausento del Chat
Yo: Ajá
Mieses: Estoy abriendo la segunda botella en mi sobria
ebriedad como me enseñó Ludovico
Yo: Ludovico, el q silva la palabra desde el alma de su hermoso
culo de silla d palabras
Mieses: Mientras eso, escucho blues y a Mingus y Cream
en el crossroad de Clapton, también me visitó bola de nieve,
mientras leía a Lezama
Yo: Cuídese cabrón, abrazos de agua
Mieses: Difícillll, lo más importante es mantener el desarreglo
Yo: Cambio y fuera, fuera es adentro

FIESTA TRIBAL
A Danny
3AM. Sonaban los quitiplás, los culo e puya
Percusión y golpes de aire aitaan San Juan, aitaan    Mi mujer
era el diablo puro pa’ echar candela Mamá
De todos modos, yo nunca llegaba de noche
La danza rítmica invocó así la madrugada. Ron celeste, la fiesta, rito
y San Juan sin la cabeza en los pies
A las 5, se acercó una patrulla
Yo recibí amablemente al sargento
El ruido en la ciudad era un escándalo
Con las pistolas en mi rostro y el llamado a irnos en la bocina
de los azules no hacíamos más que mirar la noche en pausa
Saqué un carnet de triste funcionario cultural y le hablé al
sargento sobre la importancia del folklore
De mi boca salían fermentados olores saturados de sejes y alcohol
No recuerdo nada más, solo que nunca volvió a amanecer

Neniña

Neniña samba un jugo de Caucaia mujer de Cuiabá danzando fuera de Embú favelas sin copoazú pistolas hormigas muertas del hormiguero hablar de recife capoeira capada tierra sangrada Irasema de cacao Helder y las llamas del infierno sin tierra JussaraDadinho Ciudad sin Dios Zé pequeño corre y nunca escaparás la ciudad de la furia ha sacado un ojo al diablo macho y una hembra estalla en Río de Janeiro Galinha espera un tabaco de hambre la chica de la samba en la cueva transexual se abre la boca con una boa repleta de hojillas hemos sido iniciados en la nada no llegaremos al elixir blanco nirvana Neniña ocre pistola boca de copoazú Samba un jugo de Caucaia mujer de Cuiabá danzando fuera de Embú

SIN NOMBRE

3 % AM. Tour ParcAstérix. Entre alrededores de Notre Dame donde barbudas cerdas-macho acicalaban deliciosas a un piojo para André Breton, llegó un obispo desnudo buscando donde morir sin reloj en mano

4:33,1 M. La axila del invernadero en una condesa sobria, dejaba olvidar con ginebra que el ornitorrinco no usaría jamás el trigo en ese palacio sin Napoleón presente en calzoncillos

-7 AM - OHm. Llegaron subastados a Puy Do Fou unos señores de nombre Renoir el ciclista y Gogh el mendigo sin religión cuya madre había vendido por dos acres el pistilo de una mujer sin hijos

2PM lñk,$. Un sable en el Sena no sabrá jamás que Platón fruncía el ceño vagamente para que ni las cerdas-macho, ni la condesa, el pistilo ni yo, fuésemos un cabello blanco de Verlaine en espera del infierno

Ender Rodríguez (San Cristóbal, Venezuela. 1972). Escritor y artista multidisciplinario. Licenciado en Educación Integral. Ha publicado: Cantos del origen (2001); El sofá de Beatrice (2006); Primavera cero (2007); Creactivo (2007); Rabo de Pez. Nuevos idiomas en la creación (2014) y Ex sesos y asa res. Borrones para textos no tan perversos (2016) entre otros tantos publicados en internet, y en físico, como coautor. Actualmente trabaja con publicaciones alternativas, audiopoesía y experimentos variados en otras plataformas de publicación digital y audiovisual de fácil acceso.




Poesía Actual, Venezuela: Néstor Mendoza




Néstor Mendoza





















DÓCIL

Tus proporciones se mantienen firmes
y sobresalen,
como una manera de decir
que aún la belleza de las formas
merece las caricias del amante.

No deberías estar quieta en esa tabla.
Incluso debajo de la piel amoratada
se logra ver un cuerpo bello.
Una cantidad indeterminada
de puños se ensañó contigo.
Quebró la longitud blanca del hueso,
en partes que no pueden armarse de nuevo,
o que yo, particularmente, no sé armar.
Pero todo ya pasó; no temas,
tu presencia se ha vuelto dócil.
Lograron apaciguar tus quejas
con el batazo rotundo en la frente.
El primer golpe vino desde atrás.
No te diste cuenta de la succión
y del desorden de manos,
de lo que se alojaba adentro
(las caricias que nunca se pidieron
y aquella viscosidad repulsiva).
La mesa metálica, plancha fría,
para extender tu figura.
Todo debe permanecer ordenado:
las manos no desparramadas
o colgando su inmovilidad.
La desesperación requiere
de un cierto orden,

incluso tu cuerpo
que ya no sabe cómo respirar.
La horizontalidad toma espacio,
y ahora tú eres superficie.
Busco un culpable:
no hallo al criminal.
Hay cuerpo sin sombra movible,
pero no mano que golpea y extrae la vida.
Tu organismo debería estar de pie.
Se supone que el cuerpo horizontal
solo es digno en el amor.

FEBRERO

Quieren ver el oleaje de sangre, y constatar, con parco
asombro,
qué hay detrás,
más atrás,
y ver si los huesos también sangran.
Quieren ver la emanación del dolor como
surtidores,
su humanidad confundida con el asfalto y todo
el humo.

Hay una pequeña urna donde pretenden acumular
el exceso del paisaje incómodo,
doloroso
(manos y piernas quietas
para siempre)
e hincar, hondo,
el acero del fusil.


FUNDACIÓN

Dios nació
de una naranja.
De sus colores,
refractados,
brotó el arcoíris.

El día no era opuesto
a la noche, ni la mujer
al hombre. Un único
grito unía la piel y
el agua.

Dios bajó de su burro
sin mirar el horizonte
que dejaba atrás;
solo bendijo la tierra
que habitarían
sus hijos.

Fue bueno con
sus creaciones:
prefirió construirse
antes, mucho antes,
prefirió
el ensayo,
la prueba original.
El primer pecado.

Trajo
estacas, cemento
y ladrillos; una bolsa
con semillas.

Dios temía ser hombre;
eligió ser un
niño que juega descalzo.

No quiso estar solo
en la llanura
de los animales,

por eso nos creó.


 LADRILLOS

Cuesta mucho terminar esa pared
tantas veces pospuesta.
Es lo suficientemente baja
para verte desde aquí,
cuerpo laborioso y distante,
cuerpo que no sé nombrar
porque existes a medias.
Un ladrillo unido a otro es
una manera de ocultarte
o acercarte sin que te des cuenta.
La cuchara de albañil que une y aleja,
amontona bloques para borrar la figura.

El cemento y la arena mezclados con tu forma,
inmovilizan piernas y brazos, te convierten
en estatua.
Este muro señala
un espacio neutral
donde cada quien puede
desnudarse:
                              para verte
no necesito echarlo abajo,
moverlo o imaginarlo en otro patio.




Néstor Mendoza. (Mariara, Venezuela, 1985). Poeta, ensayista y promotor cultural. Licenciado en Educación, mención Lengua y Literatura por la Universidad de Carabobo. Realizó estudios de posgrado en Literatura Latinoamericana. Ha publicado los libros Andamios (2012) y Pasajero (2015). En el 2011, recibió el IV Premio Nacional Universitario de Literatura «Alfredo Armas Alfonzo». Sus poemas han sido incluidos en varias antologías de poesía venezolana. Forma parte del comité de redacción de la revista Poesía y del comité organizador de la Feria Internacional del Libro de la Universidad de Carabobo (FILUC).