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viernes, 17 de julio de 2020

Lautaro Ortíz: Pianos caen



Lautaro Ortiz















1.

Sostengamos la idea. Procuremos que su línea sea recta como la obviedad de los pasos. Pensamiento por pensamiento. Se trata de escribir con la dignidad que asume un gorrión el sentido infinito de la medianera.

2.

Sostengamos al gorrión. Su figura inmóvil bajo el sol de la mañana que lo ilumina en su pianística sentimental.

3.

Un gorrión detenido a mitad de la medianera abre cada tanto sus alas como si escuchara un tronar de pianos en miniaturas.

4.

Sostengamos al piano. Dejemos salir la palabra Steinway, botones negros, camisas blancas, partituras Riccordi, incluso la íntima e innecesaria confesión: yo también tuve un piano. Todo gorrión despierta la idea de un pianista al sol. Además, los pianistas en los poemas siempre piensan en la infinitud.

5.

Separemos los anillos, las partituras y los botones negros. Esperemos a que el monólogo de la mañana se contradiga a mitad de la escritura sin tregua.

6.

Las mejores ideas se encuentran abajo del piano. De la misma manera que un gemido anida en el nervio óptico del gorrión.

7.

A esta altura del poema no hay que arrepentirse de comparar al gorrión con el piano. El poema permite confrontar espejos en miniaturas.

8.

¿Cuántos pianos observa un gorrión bajo un rayo del sol?
¿Cuántos pianistas sueñan con gorriones al tapar con las manos el sol?

9.

Un gorrión cambia el color de las ideas.

10.

Los pianos en miniatura suenan débiles por la mañana. La madera no está templada, su sonido carece de fuerza. De la misma manera que los gorriones desconocen las dimensiones de los poemas en miniatura.


11.

También la lluvia es un pensamiento en línea recta, la obviedad del agua. Sólo se puede pensar en pianos de miniatura una mañana de lluvia. El procedimiento es el mismo que comete el gorrión al hacer públicos sus pensamientos sobre los poemas destemplados.

12.

Un día de lluvia tuve una idea. Era de mañana. El sol contra la medianera leprosa. La vista fija en un gorrión detenido a mitad del muro. Le grité su nombre desde la ventana. Esperé sus gracias. Sólo las cuerdas percutidas de los pianos pueden interrumpir a la lluvia.

13.

Sostengamos la idea. Un gorrión y ahora el pensamiento de una soga infinita. Hebras de propileno retorcidas, trenzadas, la soga. Una soga como la que se usa para trasladar pianos. Sólo en los poemas se encuentran las instrucciones para atar correctamente a los pianos. Una vez vi cómo subían a uno hacia la ventana más alta de una casa. Cayeron más pianos que lluvia ese año. Sostengamos la estadística, así se fortalecen los poemas.

14.

Las ideas son como sogas infinitas que sirven para arrastrar pianos hinchados por un sol de miniatura. Sin embargo ninguna soga puede retener a un gorrión, aunque todos los pájaros sean sogas infinitas. Los pensamientos atentan contra la fuga del poema.

15.

Hay ideas casuales, pero las casualidades no llegan a ser poemas. Los poemas no alcanzan para escribir una idea ni para construir pianos. La obsesión de todo pianista es escuchar el rugido infinito de una venganza.

16.

Sostengamos al sol. La medianera al frente. El gorrión inamovible como si hubiese visto un piano Steinway en miniatura en horas de la mañana. Sostengamos la idea de una lluvia fina que cae como soga o como botones negros desprendidos de una camisa blanca al pasar las partituras Riccordi de una canción vieja. Las manos de un pianista crecen al ritmo de una canción imposible de recordar.

17.

Por último, algo convoca al pájaro, algo lo distrae. A mi lado la escritura se detiene. A través de la ventana veo al gorrión escalar su vida siguiendo el perfil acerado de la luz solar que corta la medianera. Lápiz sin punta. Hoja rayada. Partitura de una composición de carácter atonal con resignado permiso al grito.


Lautaro Ortiz (1973) escribió en poesía A esta hora y en este día (1993); y Casa de tabaco (2010 y re editado en 2011). Es autor también de los libros de historieta Les contes du suicidés junto al dibujante Lucas Nine (Warum, París, 2016); luego editado en argentina como Quiroga (Sudamericana, 2018) e Interior/Noche junto al dibujante El Tomi (Ediciones De La Flor, 2017). Como investigación periodística es autor de “Árabes. Poemas, relatos y crónicas de una colectividad en Sudamérica” (2003). Fue director de la Revista Fierro. Actualmente escribe en el Diario Página12