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martes, 7 de julio de 2020

Mariano Rolando Andrade: Rivelli en Ajaccio

Jorge Rivelli (1954-2020) Tinta Horacio Spinetto



Lo veo a Jorge Rivelli en un vagón del subte de la línea B en la estación Alem. Lo veo en la puerta de Tano Cabrón la noche de la presentación de El madrigal del diablo. Entre los dos imágenes, no más de dos años. No éramos amigos, llegué tarde en su vida y lo conocí demasiado poco. Además me volví a ir de Buenos Aires. Aún así, ese poco me bastó. El domingo acababa de llegar a Ajaccio, Córcega, cuando me enteré de su muerte. No sé si decir que me sorprendió el dolor, pero sí, así fue de intenso. Volví al lugar donde me hospedaba y me senté a escribir. Surgieron unos versos que no bastan pero que brotaron genuinamente de algún lugar que intuyo profundo.

En el ocaso ignorado de Ajaccio
muere el poeta Jorge Rivelli.
En la calle desierta y apestada del viejo Ajaccio
este domingo de junio
muere de muerte incierta el poeta Jorge Rivelli.
Nadie lo reconoce
en la plateada explanada junto al puerto.
Nadie pronuncia su nombre
en la burguesa plaza del Mariscal Foch.
Pero no por ello
es menos poeta el poeta Jorge Rivelli
ni es menor muerte su muerte.
Acaba de morir antes de la noche,
cuando las gaviotas gigantes
rapiñan voraces bolsas de basura.
Cuando el chico sentado en el umbral 
alarga el cigarrillo por puro tedio.
Cuando los barcos se mecen solos
y los capitanes en casa piensan en el mar.
Es en este momento que el poeta Jorge Rivelli
viene a morir a Ajaccio, a mi lado.

Ajaccio, 14 de junio de 2020.
Mariano Rolando Andrade Poeta y traductor.