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martes, 30 de agosto de 2022

Adhely Rivero: Frontera Invisible




Adhely Rivero
















                                                     







SANATORIO

Hacer la siesta en el Sanatorio no es extravagancia,
había tormentas en el cielo, 
fortaleza y bondad en los pacientes.

Una canción a medio dormir suena agotada.
Soñar donde otros no saben si duermen. 
Tuve ojeras del cansancio 
y miedo a la muerte del día.          
Metido en los corrales
me lavaba la cara con leche de vaca.
En el bote de la leche me frotaba los ojos con la espuma,
y del cincho tomaba el suero destilado del queso.
Pasaba el día triste.
Ya no sabía alegrarme.


SOLO

                                     “estoy solo…nací para estar solo, estoy mejor así”
                                                            William Carlos Williams. 

Lo diría, me marcó la vida,
me decían en la casa vaya solo,
hágalo usted y acostúmbrese a valerse solo.
No voltee a ver la hoja de su compañero,
es individual.
El sombrero y su caballo no se prestan.
Todo era de una bondad terrible.
Borges, decía: soy un asqueroso individualista.
¡Lo que te marca la vida
no te determina el ser!
Hay formas de batirse a duelo por la sensatez.
Un campo es la bella soledad,
la pesca es sensiblemente solitaria,
ocuparse a esperar una señal
que complique la vida del pez.
El cielo está encapotado y el sol mira
levemente como un gallo tuerto.
Y seguimos agachados a orilla del río.


DESARMADO

A la ciudad se debe entrar desarmado.
Nadie portará un doble corazón
con los ojos en el pecho.
El amor ya no es un puerto seguro.
Si vienes del campo
deja el hierro que cuelgas en la cintura,
si vienes del mar 
deja el arma blanca salitrosa en el cajón de madera,
si vienes de un pueblo
trae la memoria de tus antepasados
con sus patios de café,
los corrales de chivo y ganado.
Trae un caballo,
y un gallo para que duerma en la torre de la catedral,
y Dios nos de los buenos días.
La gente no necesita cuarteles, 
sí de allí vienes no entres a la ciudad,
todos los que portan armas son unos cobardes.


MANIZALES

En la calle del comercio se oyen pasos de caballos
cuando se unen los hombres que caminan con muletas.
Algunos llevan vendas en los muñones.
Hay una trinchera de víveres,
son quincallas ambulantes.
Sembraron minas en los campos
y el hombre inocente las tropieza.
En Manizales, los niños no quieren jugar a la guerra
para no pisar en falso en algún lugar del parque.
En el centro de la ciudad -simulando mí asombro-
los dedos no me alcanzan 
para cifrar en una cuadra los lisiados.
Conocí a un campesino que se hizo pastor de cabras,
para no abandonar sus tierras y seguir ileso,
arreaba su rebaño por delante para recorrer sus predios.
De alguna cabra madrinera
 solo pudo recoger la campana.


FRONTERA INVISIBLE

Nos fuimos al país más vecino en el mapa.
Cruzamos la frontera a caballo,
hicimos la travesía en cuatro días y descansamos
en hamacas colgadas en los montes.
Los caballos comen toda la noche 
y descansan parados.
En dos grandes ríos,
montamos los aperos en canoas
y las bestias nadaron el Apure y el Arauca,
mientras le pedía a Dios, cuidara de ellos
 y alejara algún caimán de su cauce.
El abuelo nos contaba que su padre le hablaba que,
a Ramón Nonato Pérez,
lo malogró un potro, días antes de la batalla
del Pantano de Vargas,
par de José Antonio Páez, 
el de las Queseras del medio.
Por estos hombres la línea de frontera es invisible
y vamos en el viento recorriendo el horizonte
de uno a otro corazón.


PENSANDO EN EL CIELO

Vengo a pie de la quesera.
Me tumbó el caballo,
se me fueron los buenos tiempos.
Vi el cielo azul
y venía pensando en el cielo,
qué hermosas sabanas debía tener Dios.
Adónde va uno después de tanto Llano,
animales de día y de noche.
Si me ponen a pedir un deseo
voy a pedir que me dejen en lo mío.
Allí es donde puedo estar bien.

LAS MIGRACIONES

Cuando pasaban volando las migraciones
de pájaros, decíamos:
van a donde hay comida, van a las cosechas.
Pasaba una parvada de pájaros amarillos, negros, 
debajo de ellos corría sobre la tierra una sombra oscura.
Mi madre se santiguaba.
Los espantapájaros se plantaban en la siembra
con su cara deforme y seria a proteger los granos.
Ahora los humanos están migrando
y ellos son la sombra de la decadencia
de la civilización.
Los espantapájaros están en los puentes
de las fronteras como muñecos perfumados,
con gases, precintos y peinillas para inutilizar su vuelo.
Cuando el agua migra de la mano cerrada
asemeja al hombre cuando escapa de sus captores 
por las trochas, los caminos verdes, por los ríos.


EL TRÓPICO

En esta tierra
tenemos una temporada de lluvia y calor, 
mucha plaga en los jardines.
Otra temporada de verano,
mucho polvo en los caminos.
 Esto es el trópico.
Hay un ánimo de boa y cocodrilo en el Orinoco,
el indio es un ser a la intemperie.
El sol amanece en el brillo del oro
y en la guerra.
En su lengua lo sonoro es un pájaro
que vive en el alma.
Hay un cielo de estrellas y nubes.
El nativo viaja de noche bajo las estrellas en la sabana
o viaja de día por la oscura selva. 
Solo se ocultan del hombre que viene a El Dorado.



LA PIEDRA DEL MEDIO

En el paso de Soledad vi el caudal de agua 
más grande en mi vida a mis cuarenta años.
La piedra sentada sobre la arena y los guijarros 
en el fondo del Orinoco. 
La piedra del medio del universo.
La piedra de la memoria del hombre en el sur.
Con su piedra la nutria hace malabares
a los rayos solares que entran al rio.
Me recuerda: La extracción de la piedra de la locura
del artista Javier Téllez, en los pabellones 
del Psiquiátrico de Bárbula. 
Y de aquel hombre que perdió la enjundia
y su entereza en la carretera 
que entra al llano de Arismendi,
como Dios lo trajo al mundo,
estaba amarrado por la cintura a una mata de teca.
En todos los caminos hay una piedra.
La piedra de la centella que abre en dos a un árbol.


LA HERENCIA

No te detengas a contemplar la sabana,
mueve la bestia, apura el paso.
Debes comenzar temprano el viaje. 
 Llévate un queso entero y carne seca, 
algo harás con ella
mientras te instalas en el mundo.
Deja los gallos de pelea.
Estos campos ni se van, ni se borran,
cambiarán un poco.
Cuando vuelvas tu mirada también habrá cambiado.
Tu corazón tiene paisaje, tierra y familia.
No quiero que te quedes detrás de la herencia,
aquí no crece el pensamiento.





    ADHELY RIVERO, nació en Guadarrama, Arismendi, estado Barinas, Venezuela. Está residenciado en Valencia. 
    Lic. en Lengua y Literatura por la Universidad de Carabobo. Cursó estudios en la Maestría de Literatura Venezolana en la Universidad de Carabobo. Venezuela.
    Poeta, editor. Fue jefe del Departamento de Literatura de la Dirección de Cultura de la Universidad de Carabobo. Director de la Revista Poesía. Coordinador del Encuentro Internacional Poesía de la Universidad de Carabobo. Director de las Ediciones Poesía de la Universidad de Carabobo. Coordinador de las Ediciones El Cuervo, traducciones, de la Universidad de Carabobo.
Condecoración en su Única Clase Alejo Zuloaga Egusquiza por la Universidad de Carabobo. Homenaje en la Revista Poesía No. 156.
PUBLICACIONES: 15 Poemas, 1984; En sol de sed, 1990; Los poemas deArismendi, 1996; Tierras de Gadín, 1999; Los Poemas del Viejo, 2002; AntologíaPoética, 2003; Medio Siglo, La Vida Entera, 2005; Half a Century, The Entire Life, 2009, versión al inglés de Sam Hamill y Esteban Moore.Poemas (Antología editada en Costa Rica) 2009.Compañera, 2012. Poesíe Caré, Poemas queridos, 2016, Versión al italiano de Emilio Coco, publicado en Colombia. Está representado en varias antologías nacionales y en la antología italiana La Flor de la Poesía Latinoamericana de hoy, tomo I, II, editada en Italia, 2016. La vida entera. Antología. Ediciones el Taller Blanco. 2021. Colombia.
Ha recibido los siguientes premios: Premio Nacional de Poesía Cecilio Chío Zubillaga Perera, Carora, Lara, Venezuela. Premio Nacional de Poesía Universidad Rómulo Gallegos, Venezuela. Premio Único de Poesía 40 Aniversario de la Reapertura de la Universidad de Carabobo. Premio Nacional de Poesía Universidad de Carabobo. Premio Nacional de Poesía Facultad de Ciencias de la Educación (en dos oportunidades) Universidad de Carabobo, Venezuela. Premio Beca del CELARG de Poesía, con Rafael Cadenas.
    Festival Internacional de Poesía de Medellín, Colombia, en 2007 y 2016. Festival Internacional de Poesía Al-Mutanabi en Suiza.2008. Festival Internacional de Poesía de Bogotá, Colombia. Festival Internacional de Poesía del Mundo Latino, México. Feria Internacional del Libro de Caracas, Venezuela. Festival Internacional de Poesía de Venezuela. Festival Internacional de Poesía de los Llanos colombo – venezolano, 2005, 2007, 2010.  Encuentro Internacional Poesía Universidad de Carabobo, Feria Internacional del Libro Universidad de Carabobo, Valencia, Venezuela. Bienal Internacional de Literatura “Mariano Picón Salas”, Mérida, Venezuela
   Traducido al inglés, portugués, italiano, alemán, francés y árabe.