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jueves, 14 de septiembre de 2023

ENRIQUE MUJICA ÁLVAREZ: Poemas

 

Enrique Mujica Älvarez






















I

Tarde 
al vacío 
sale un puerto 
Mi tía vieja camina recordando 
Ríe sin esperanza 
como los niños 
Mueve sus grandes ropas 
entre nosotros 
y juega a caerse 
como quien aprende a caminar 
Un día ya no sabrá 
si está muerta o aún vive 
bajará dulcemente y en silencio 
Se apagará su sombra 
azul hacia los sueños 
Mi tía vieja es feliz.

II

Emily Dickinson, dime qué viste 
más allá de aquel encierro 
de vestidos blancos. 
Por cuál rendija de luz y 
madera de olmo te vino esa 
conversión de vuelo, 
más allá del cielo sombrío 
de la casa, en la embriaguez 
última y solitaria. 
En qué momento, en qué destello 
vino en las hojas aquel licor 
no destilado, el olvido y la 
extinción desde la afiebrada 
reclusión de siempre. 
Quién eras en la sombra del cuarto, 
aferrada a una tela, a las flores 
de hilo, meditabunda y oscura, 
atareada de confiterías, 
de iglesias y penumbras, 
cargada de tanta grande literatura 
de mujer, de tanto trébol, 
de tanta abeja temblorosa 
y premonitoria. Dime qué viste 
más allá de aquel encierro 
de vestidos blancos.

III 

Por vivir otra vez, 
por volver a vivir, 
por vivir de una vez. 
Por hacerte viva de mis ansias, 
de mis desesperanzas. 
Por hacerte más viva que tú misma. 
Por quererte viva. 
Cabeza del Cisne 
del día sideral, 
de la noche sideral, 
de la constelación definitiva. 
Astro incandescente del deseo 
en muriendo 
y tejiendo 
y tejiendo. Aguantando 
contra la oscuridad total 
de la eternidad, contra el frío 
final de la eternidad, 
por hacerte viva de mis ansias, 
más viva que tú misma, 
por quererte viva. 

IV

Andamos con el uniforme de 
combate, las botas, la correa,
una cartuchera con algunos 
billetes, el peine para los cabellos
que viene a ser como una cacerina
y el ojo puesto en los blancos 
prohibidos por el enemigo.
De los viejos montes aún quedan 
mechones de árboles, parques,
verdes parajes de la guerra civil.
El cielo estrellado de la noche, 
más viejo que los parques, se abre 
desde antes de la llegada del humano
como una tregua universal.
“Denme un punto de apoyo y 
moveré el mundo”. Demasiado 
ciego, el hombre de hoy sólo 
pide un mundo para no moverse. 
Como cotejos y pajaritos 
apedreados por niños mueren los 
inocentes por parvadas en las estrechas 
pantallas de la televisión insolente.

V

La historia vino desde muy lejos, en Caín 
y en Abel, en una espada flamígera
y en una serpiente. Vino como la sed
que engendró la raíz, ese arabesco  
ciego, para que bebiera de la tierra
y agradeciera en ramas y en
follaje, en flores y en frutos
y vino alevosamente como el
ansia que se trocó en
angustia, para que bebiera
de nosotros y agradeciera en mundo.


Enrique Mujica Álvarez (Venezuela, 1945)  Profesor titular emérito de la Universidad de Carabobo. Ex-Vicerrector académico de la Universidad Rómulo Gallegos. Escritor, poeta y novelista. Su obra consta, hasta el presente, de unos veinte libros publicados entre poesía, ensayo y novela y de otros tantos inéditos. Obra galardonada en diferentes certámenes nacionales e internacionales. Postulado al Premio Nacional de Literatura de su país, en años sucesivos.

Selección de Adhely Rivero .