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viernes, 23 de julio de 2010

Paul Hoover, poemas.















Versiones, Esteban Moore.


La canción del conductor

Nunca llegaré a Danville, Ohio,
la lejana solitaria Danville.
Gato negro, luna pequeña,
en el asiento trasero, latas de cerveza.
No recuerdo las direcciones, rutas y caminos
nunca podré llegar a Danville Ohio
Sobre las planicies, a través de Indiana
allí conocí la soledad.
Gato negro, luna amarilla.
Desde una alta ventana mi padre
vigilante me observa.
Sí, que lejos estoy de California
sí y en un automóvil que es tan veloz-
invisible al alma
En la distancia veo a la muerte moviéndose lentamente
/sobre el camino.
Sé que podré acariciar sus velos
incluso mucho antes de que pueda llegar a Danville, Ohio.
Danville, tan distante y tan solitaria.


El mundo tal como es



“Todas las cosas que el creador me dijo en Alabama”
Sun Ra

Mariposa, ¡que palabra limpia!
Puede volar todo el día
y nunca se embarrará las alas.
Ella produce un sonido limpio cuando me atraviesa-
casi nada realmente.
El barro se desparrama sobre el suelo,
No puede hacer otra cosa
Quién podrá respetarlo?
Butterfly, mariposa
tan bella y quizás algo alocada
como Blanche Dubois de niña.
Incluso SCHMETTERLING
posee una cadencia verdadera a su ideal.
Palabras en mi boca
ellas se preparan para el verano
naciéndose a sí mismas
nuevamente.
No es ninguna ciencia
todo el mundo conoce sus nombres
enbankment y barranco
noises y ruidos-
Arrodillate y decí tus oraciones.
Pasa una bella mujer
y si insistís, un hombre.
Palabras de piel y hueso.
¿Donde esta mi refugio y mi trampa,
hacia dónde se dirigen cuando las pienso?
Todo el día las palabras me acechan
van, vienen, significando,
y en la tarde también.
Es el tráfico y comercio del mundo.
Pero en la noche, si sucede
es cuando me hundo en su cuerpo,
no existe palabra alguna, ni siquiera seda
para expresar mis pensamientos.
El sonido se derrama de mi boca,
Sin formas a nuestro alrededor.


No te mates

No te mates, Paul.
El mundo estará enojado sólo por un instante
y luego volverá a amarte.
Incluso su perfecta indiferencia
es amor y no amor en dosis iguales.
No contemples algún final
amarrado al capó de un automóvil
no te tragues demasiadas medialunas ni bolas de fraile.
Dejá de llorar como una avestruz
Dejá de acechar las cercas de los límites.
Dejá de golpearte las pestañas.
Todos lo saben te perdiste la gran oportunidad.
Olvidate de ello, mi niño
Todos han perdido su gran oportunidad.
¿Quien te crees que sos?
Tu vida podría ser una pintura,
El triunfo de la inercia,
las sombras fluyen en dirección equivocada,
pero el sol está en su firmamento.
No te mates con la pala
con la que te vamos a dar sepultura.
Ni siquiera mires esa arma.
Tus bebés todavía están creciendo.
No los defraudes
con el último cliché de tu vida.
Andá a jugar con la ropa puesta en las aguas del mar
si querés sin ropas, si ese es tu deseo.
Todavía existen suficientes secretos
que podemos compartir con perfectos extraños.
Vive bravíamente y muere agotado,
ambas manos en la maza.
Es cierto que recordamos poco
de aquello que dijiste o hiciste,
pero todo mejorará con el tiempo.
El vino añejo es el mejor.
La aguja hallará su hilo.


La historia de Lisboa

Estate quieto -una sombra está cantando.
Una sombra sobre una pared amarilla
canta acerca del tiempo,
y un hombre se apoya como el tiempo
sobre una pared azul.
Pero es una sombra la que canta
su corazón tendido en la distancia de la noche.
Más allá de esta habitación en el mundo,
los sonidos del mundo pasan.
Todas las vidas, todas la ciudades, plenas de sonidos.
Una mujer canta acerca de ellos.
El río y su canción
penetran el mundo.
Una sombra mueve su boca…
lírica de la distracción, una separación lírica
del mundo y el tiempo, pensamiento y mente.
Sombra sobre la pared -amarilla-
donde el hombre azul escucha.
La casa sobre la calle, oscura,
pequeña, angosta, oblicua, calle en la ciudad
pequeña como la pequeñez de las calles,
el sonido de pájaros en vuelo, el sonido del papel.
El sonido de cuchillos afilándose, veloces,
y perros que levantan sus patas, gruesas,
y la niña que deja caer su muñeca.
El hombre azul escucha al mundo haciéndose a sí mismo-
Un zapato creando distancia, click
y la nieve sobreviviendo apenas,
sobre el terreno que ha elegido, desapareciendo.
Un mundo como sombra pasa.
Pero en la habitación amarilla,
una mujer, buena moza, está cantando, finalizando,
la habitación y sus sonidos .....son oscuros.

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