Luis Fernando Chueca |
Por
años fui confundida con los santos
“bestia
maravillosa de raza divina, me decían,
capaz
de atravesar el fuego sin arder.”
Cierto
es,
combinaciones
genéticas caprichosas han querido
que
sea flama incombustible,
encendida
humedad sobre el ardor eterno de las piedras.
Sylio, stellion, salamandra,
pequeño lagarto o ave multicolor,
habitante del fuego con el que lucen
todas las estrellas.
Admirada
por los hombres
he
bebido de grandes privilegios:
los
infames no atinaban a fijarse
en
mi pelambre impura,
en
mis ojos saltones
o
en las inscripciones de mis huellas.
Pero
soy
metáfora
sutil de los infiernos,
castigo
de los dioses,
espejo
impronunciable
y
escondido,
lujuria
de Magdala.
Y
me impiden regresar a mi forma original:
mujer maravillosa
piel de seda
y hermosas redondeces.
Fui
destinada a servir a las piedras calcinantes
ya que un día desdichado
los
hombres quisieron atraparme
junto
al fuego.
Desde
entonces ven en mí
un
mensaje majestuoso de la luz
pureza
de los incandescentes eternos
la
magia, la fe o la verdad
de
los señores del eterno paraíso.
Luis Fernando Chueca (Lima, Perú, 1965)
Poeta, ensayista y docente universitario. Ha publicado, entre otros títulos: Rincones-anatomía del tormento –(1991) y
Animales de la casa (1996).