Jorge Luis Borges (1899-1986) |
¿Quién
se lo dijo todo al tango querenciero
cuya
dulzura larga con amor me detuvo
frente
a unos balconcitos de destino modesto
de
ese barrio con árboles que ni siquiera es tuyo?
Lo
cierto es que en su pena vi un corralón austero
que
vislumbré hace meses en un vago suburbio
y
entre cuyos tapiales hubo todo el poniente.
Lo
cierto es que al oírlo te quise más que nunca.
Arrimado
a la música me quedé en la vereda
frente
a la sola luna, corazón de la calle
y
entre el viento larguero que pasó arreando noche.
El
infinito tango me llevaba hacia todo.
A
las estrellas nuevas. Al azar de ser hombre.
Y
a ese claro recuerdo que buscan bien mis ojos.
(en
Caras y Caretas, Buenos Aires, 1926)
Jorge Luis Borges-Esteban Moore, (ca 1975) |