Carlos Germán Belli |
POEMA
Nuestro
amor no está en nuestros respectivos
y
castos genitales, nuestro amor
tampoco
en nuestra boca, ni en las manos:
todo
nuestro amor guárdase con palpito
bajo
la sangre pura de los ojos.
Mi
amor, tu amor esperan que la muerte
se
robe los huesos, el diente y la uña,
esperan
que en el valle solamente
tus
ojos y mis ojos queden juntos,
mirándose
ya fuera de sus órbitas,
más
bien como dos astros, como uno.
SEGRAGACION
NO. 1
(a modo de un pintor primitivo
culto)
Yo,
mamá, mis dos hermanos
y
muchos peruanitos
abrimos
un hueco hondo, hondo
donde
nos guarecemos,
porque
arriba todo tiene dueño,
todo
está cerrado con llave,
sellado
firmemente,
porque
arriba todo tiene reserva:
la
sombra del árbol, las flores,
los
frutos, el techo, las ruedas,
el
agua, los lápices,
y
optamos por hundirnos
en
el fondo de la tierra,
más
abajo que nunca,
lejos,
muy lejos de los jefes,
hoy
domingo,
lejos,
muy lejos de los dueños, entre las patas de los
animalitos,
porque arriba
hay
algunos que manejan todo,
que
escriben, que cantan, que bailan,
que
hablan hermosamente,
y
nosotros, rojos de vergüenza,
tan
sólo deseamos desparecer
en
pedacititos.
ALGUN
DIA EL AMOR
Algún
día el amor yo al fin alcanzaré,
tal
como es entre mis mayores muertos:
no
dentro de los ojos, sino fuera,
invisible,
mas perenne,
si
de fuego no, de aire.
PAPÁ,
MAMÁ
Papá,
mamá,
para
que yo, Pocho y Mario
sigamos
todo el tiempo en el linaje humano,
cuánto
luchasteis vosotros
a
pesar de los bajos salarios del Perú,
y
tras de tanto tan sólo me digo:
«venid,
muerte, para que yo abandone
este
linaje humano,
y
nunca vuelva a él,
y
de entre otros linajes escoja al fin
una faz de risco,
una faz de olmo,
una faz de búho».
¡OH
HADA CIBERNETICA! . . .
¡Oh
Hada Cibernética!, ya líbranos
con
tu eléctrico seso y casto antídoto,
de
los oficios hórridos humanos,
que
son como tizones infernales
encendidos
de tiempo inmemorial
por
el crudo secuaz de las hogueras;
amortigua,
¡oh señora!, la presteza
con
que el cierzo sañudo y tan frío
bate
las nuevas aras, en el humo enhiestas,
de
nuestro cuerpo ayer, cenizas hoy,
que
ni siquiera pizca gozó alguna,
de
los amos no ingas privativo
el
ocio del amor y la sapiencia.
OH
HADA CIBERNÉTICA
Oh
Hada Cibernética
cuándo
harás que los huesos de mis manos
se
muevan alegremente
para
escribir al fin lo que yo desee
a
la hora que me venga en gana
y
los encajes de mis órganos secretos
tengan
facciones sosegadas
en
las últimas horas de día
mientras
la sangre circule como un bálsamo a lo largo de mis cuerpo.
AMANUENSE
Ya
descuajeringándome, ya hipando
hasta
las cachas de cansado ya,
inmensos
montes todo el día alzando
de
acá para acullá de bofes voy,
fuera
cien mil palmos con mi lengua,
cayéndome
a pedazos tal mis padres,
aunque
en verdad yo por mi seso raso,
y
aun por lonjas y levas y mandones,
que
a la zaga me van dejando estable
ya
a más hasta el gollete no poder,
al
pie de mis hijuelas avergonzado,
cual
un pobre amanuense del Perú.
CARLOS
GERMÁN BELLI (Lima, 1927). Premio Nacional de Poesía en 1962, Premio de Fomento a la Cultura
(otorgado por la Sociedad Nacional de Industrias) en 1986, Premio Iberamericano
de Poesía Pablo Neruda 2006 entre otras muchas distinciones, su obra publicada
comienza en 1958 con el título Poemas; al que le sigue Dentro & fuera
(1960); Oh Hada Cibernética (1961); Por el monte abajo (1966); Sextinas y otros
poemas (1970); En alabanza al bolo alimenticio (1979) entre muchos otros
títulos que serán entregas nuevas y antologías de su obra ya publicada. Fue
candidato al premio Nobel el año 2007.