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sábado, 21 de enero de 2023

Dario Canton: La corrupción de la naranja

 


Darío Canton
















 






Si se toma una naranja
en buen estado
y se la deja
en Buenos Aires
bajo techo
el primer día del verano
a la temperatura ambiente:

-Lunes seis de enero

la naranja se endurece
se vuelve más opaca
se superficie rugosa.
En una parte la piel
si se presiona
cede algo.

-lunes veinte de enero

La zona que era dura
Está más dura:
La blanda reblandecida.
Se advierte un olor distinto.

-lunes tres de febrero

El foco de blandura
se cubre de verdín
y al costado
en un punto
la piel se debilita; una franja circular
firme aún
muestra su antiguo color.

-lunes diecisiete de febrero

Aparece otro foco
en el medio
y un tercero
mayor
en la parte
que apoya en el mármol.
Grietas
pequeñas se insinúan
como si la naranja
cayendo
hubiera golpeado
en un borde
repetidas veces.
La forma ya no es oval.

-lunes veinticuatro de febrero

Figuras que cambian
en verde y en blanco
por todo el contorno.
La piel se repliega
se torna más suave.
Oliendo de cerca
los ojos cerrados
parece perfume.

-lunes dos de marzo

La naranja
se sigue aplastando
adquiere contornos cuadrados.

-lunes nueve de marzo

El blanco y el verde armonizan
en fondo marrón;
lo quiebran
las grietas profundas.

- lunes dieciséis de marzo

Si se deja caer la naranja
de lo alto
sobre el piso
suena a hueco
rebota parcialmente.
Liviana, reseca.
El olfato
percibe los restos
del olor que tuvo
la esencia misma
lejana
ahondando

 

Darío Cantón (9 de Julio, PROVINCIA DE BUENOS AIRES, 1928) Poeta, sociologo y docente.  Estudió Filosofía la Universidad de Buenos Aires, y realizó estudios  de sociologia en la Universidad de California en Berkeley.  
Ha dado a conocer  entre otros títulos: La saga del peronismo (crónica poètica,1964), Corrupción de la naranja (1968), Poamorio (1969), La mesa (1972), Gardel ¿a quién le cantás? (1972), Poemas familiares (1975), Abecedario Médico Canton (1977), Anaquel de vasos canopos (2020), Atado al árbol de la escritura (2021),CLEA (2022).
Entre 1975 y 1979, publicó ASEMAL -Tentenpié de Poesía, folleto con su poemas que distribuyó por la vía postal. Posteriormenteentre 2000 y 2017 dio a conocer De la misma llama, un proyecto autobiografico de proporciones monumentales  nueve en ocho tomos (4000 páginas) que reune textos propios y ajenos, borradores de poemas, poemas y una variada documentación que dan cuenta de la época que le tocó en suerte vivir.


jueves, 19 de enero de 2023

Ruy Póvoas: poemas de ‘Novos dizeres’

 
 Ruy Póvoas

























PRESENTACIÓN

Que el texto mío
sea más importante
que yo.

Que mi verso
hable de usted
y no de mí.

Que mi poema
sea principio
y no, fin.

Que mi decir
grite que estamos
todos indignados.

Por eso, el mundo
se debe revolcar
ante la indiferencia.


AVISO

Los más viejos se juntaron
y mandaron a decirnos
del peligro que corremos
en este siglo celebrado,
por tanta cosa necesaria
que dejamos de hacer.
Mandaron avisos también
del peligro abismal,
del reinado de la Sombra
que llega para quedarse
en los miles de olvidados,
desheredados de la mesa,
rechazados por la madre,
olvidados por el padre,
prohibidos en la escuela
expatriados del hogar.


KARMA

Esta ciudad
me hiere,
este tiempo
me dilacera,
esta carrera
me retuerce
las entrañas.
Espasmos
de un trance
proveniente del retorno.
Y mis contornos
se estremecen,
se esfuman,
forman brumas,
me derrumban,
y yo quedo así.


CONSTATACIÓN

Con esperanza, tracé
un círculo en el rayado
de mi suelo.
Alegre, en la partida;
cauteloso, en la llegada,
Con retorno al punto inicial.
En el centro, capillas de olas,
muchos sueños. Algunas carcajadas.
Alrededor, playas lejanas,
ojos cansados, un gran nudo.
Y en la garganta, el fuego
quemando verbos
que brotan del palpitar
del corazón.
Algunas veces, duele...


CORRENTADA

El río cortando la ciudad,
la ciudad rompiendo los hombres,
los hombres todos corriendo,
en busca del frío suelo.
El piso todo asfaltado
el transeúnte asaltado,
el espíritu sobresaltado:
dolientes del corazón.
La tierra contaminada,
el río todo cremoso
la ciudad, un calabozo,
de morada devino celda
y la gente, indiferente
con cara de hombre-lobo.
Todo esto comenzó
cuando la ciudad creció
olvidada de la naturaleza
con la agonía de los hombres.


DICCIONARIO

La sabiduría me dice:
Diccionario es un depósito
idiosincrático del léxico.
¡Gente! Qué sofisticado
para anunciar lo banal.
Grueso volumen desusado
por la gran mayoría
que no quiere saber del sudado.
Y cuando se pregunta qué es,
dicen con cara de póker:
es un libro muy pesado.


FATALIDAD

Antes
libre
liberto
suelto

Después
capturado
trasladado
esclavizado

Ahora
rechazado
diverso
cotizado

Mañana
libre
liberto
finado


METALENGUAJE

¡Metalenguaje, sí!
¿Meta qué?
¿Meter el lenguaje dónde?
Es el lenguaje del lenguaje,
brasa viva, ardiente.
Rompe veredas atascadas
y llega a la superficie, trayendo
muchos pedazos de gente.


MINIMALISMO

vivir
aún
recordando
finados
sentimientos
infinitos


TEMPORAL

Líneas finas, verticales,
hilos de lúcidos cristales
se abaten sobre los vidrios
y bañan las arboledas.
Las ventanas crujen,
el verde gime.
La tierra saciada
deja el sudor escurrir.
En casa hay pan,
empleo y salario.
Y en el corazón
¿hay qué?


-De la sección final, “Diccionario del diccionario”:

Lexicología: Parte de la lingüística que estudia el vocabulario en cuanto su significado, constitución mórfica y variaciones flexionales, su clasificación formal o semántica en relación a otros vocablos de la misma lengua, o comparados con los de otra lengua, en perspectiva sincrónica o diacrónica.
Metalenguaje: Lenguaje (natural o formalizado) que sirve para describir o hablar sobre otro lenguaje, natural o artificial.
Minimalismo: Tendencia hacia la simplificación o reducción de los elementos constitutivos de algo; principio de reducción al mínimo el empleo de elementos o recursos.


* Todas las piezas pertenecen a Novos dizeres (Editus, Bahia, 2016).

** Versiones: Demian Paredes, Buenos Aires, 2022.

Ruy do Carmo Póvoas (1943) nació en Ilhéus. Licenciado en Letras y Maestrando en letras vernáculas, enseñó Lengua portuguesa durante 50 años, además de integrar grupos y revistas, entre otras actividades académicas. Poeta, cuentista y ensayista, es autor, entre otros libros –varios con reediciones– de: A Linguagem do Candomblé (1989), A fala do santo (2002), VersoREverso (2003), Da Porteira Para Fora: Mundo de Preto em Terra de Branco (2011), Matéria acidentada (2017), Oratório: santuário de antanho (2020), A sombra no espelho: o secreto arquivo de enigmas (2020), Dizeres esparsos: espaços de nós (2020) y Confessionário (2022).



viernes, 13 de enero de 2023

Pablo Thiago Rocca: Ancestría } apostillas a La bicicleta etrusca {

 

Pablo Thiago Rocca



 



 














1. la piragua

de pronto es martes
y no miércoles
ni siquiera otro martes
el tiempo es una piragua
que resbala sobre un agua dura
y nada sé nada soy nada tengo
salvo el relámpago
en que me consumo
soy un estado
entre lúcido y sonámbulo
inducido por el solo aire
y por el solo martes
eso y el agua quieta 
que se triza 
y esparce 

(Montevideo, 16/9/2021)

2. el gigante
                  para Gorki Bollar

pliega una larga túnica
tejida con ramas de mimbre
y se acomoda en la gruta
 
el verano está por descargar una
de sus torrenciales advertencias
 
cosa buena para el gigante
que piensa cómo habrá de beber
si persiste la seca
 
hace ya varias lunas que no ve pasar
a ninguno de los suyos
y en el pueblo han dejado de verlo
a él también 
que no hace tanto
era el terror del valle
 
con el paso de las lunas
se ha vuelto invisible el gigante
a los ojos etruscos
 
porque el terror está en otra parte:
al borde de un camino de espliego 
en la arcada precipitada del mar
en la espada incansable del extranjero
 
el gigante dobla la túnica con parsimonia
y provoca un estruendo que nadie escucha

esta tarde ayunará caballos y campesinos
mientras espera en sueños
el milagro triste de la lluvia

(Paysandú, 1 de noviembre 2013)
3. sueño hitita

te alcanza el sueño
en posición hitita
crecen las piedras
y el río se detiene
a la puerta de tu casa
–si me miras
todo vuelve a ser distinto–

por las mañanas 
ofrendas y libaciones
por las noches 
callas
y al cabo de cinco siglos
olvidas tus nombres
en veinte siglos recobras 
el sueño
y la posición hitita

(Salto, jueves 20 setiembre 2013)

II

exhumamos las estaciones
de uno en uno emergen 
alterados
los diciembres:

el sueño te alcanza
las manos vueltas hacia la nuca
el torso desnudo 
los labios sin palabras

pero reapareces en otoño
como premonición de otoño
desarmada y dormida te alzas
sobre la lluvia y el campo

y me hablas a los ojos
sin palabras
(Salinas, 14 de octubre 2013)

III

los animales y las gentes
trepan unos sobre otros
el águila cabalga el ciervo
el ciervo sobre el león
y la mujer amamanta un párvulo
sobre garzas
porque las flores vuelan
debo decir la verdad  
porque las piedras crecen
y los perros ladran 
y el quieto recuerdo está de pie 
sobre el mar ausente

(Salinas, 15 de agosto de 2021)

4. reflejo en El espejo etrusco *

Disco lanzado                       
             piedra de fuego
al aire de la muerte;                       
             respira 
laurel                        
             pócima de azogue
en la victoria revelado.                      
             Hundido en la madera                      
             del mar
Tu silencio de bronce                       
             mordido acaso
desecha mi retrato y mi almanaque;                        
             titubea
así violento                       
             desnudo   
tu ceguera odierna 
plegando la pátina afelpada                        
             de tus ojos ausentes
y encuentro en tu cielo festonado: 
efebos en luz del mediodía,                          
             picados por 
mohín de doncella enamorada;                          
             altura de 
frente abatida por aleve tiempo.                            
             miseria 
Tu registro cesó cuando apañaste                             
             ligero
el último destello que alumbrara                           
             el reflejo o tránsito de mi muerte
una tumba en Tarquinia                            
             apenas ayer y siempre 
clausurada. 

 
Espejo etrusco de Luis Bausero 

– Disco lanzado / al aire de la muerte; / laurel / en la victoria revelado. / Tu silencio de bronce / desecha mi retrato y mi almanaque; / así violento / tu ceguera odierna / plegando la pátina afelpada / y encuentro en tu cielo festonado: / efebos en luz del mediodía, / mohín de doncella enamorada; / frente abatida por aleve tiempo. / Tu registro cesó cuando apañaste / el último destello que alumbrara / una tumba en Tarquinia / clausurada. 

Reflejo de Thiago Rocca 

– piedra de fuego / respira / pócima de azogue / hundido en la madera del mar / mordido acaso / titubea / desnudo / de tus ojos ausentes / picados por / altura de / miseria / ligero / el reflejo o tránsito de mi muerte / apenas ayer y siempre 

5. acaso los perros

valdrá la pena el mundo
cuando ya no esté el blanco 
de los polos los osos polares 
y los pingüinos
se hayan derretido
en las redes siniestras
del estío? 
valdrá la pena el río 
que me lleva que me lleve
hacia la noche abierta 
sin la voz de los que vi
y los que amo? 
o será la hora
de enterrar los signos
guardar los dientes 
en el estuche de pino
sin pinos piñas ni piñones?
acaso los perros 
se den cuenta 
que no he sido 

(Las Flores 16/4/2022)

6. ancestría

leo un libro de 1914
y recuerdo al abuelo 
el pasado se me acerca entonces
en vasos sanguíneos 
escancia
la noche de los míos
su fulgor distante y desolado 
pero hasta las perdidas mascotas 
beben 
de mi memoria
yo no sé lo que soy
sin ellos 
sin ese relumbre opaco
desquiciada flor
de antaño
corren guaraníes y etruscos 
por mis cabellos 
el ansia del bisabuelo 
con su pompa y en su talle
estoy solo con mi gente
una muchedumbre
se agolpa en los ojos 
y veo en el futuro
como a través
de un vidrio empañado
niños extraños
que ya me olvidaron 

(Salinas 9 /3/ 2022)

( revista eXtramuros, Montevideo, 2022)

Pablo Thiago Rocca (Montevideo, 1965). Escritor, investigador y crítico de arte. Director del Museo Figari (Uruguay) desde 2010 a la fecha. Premio Nacional de Ensayo de Arte (Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay, 2004), Premio Municipal de Poesía (Montevideo, 2008) y Premio Onetti en poesía (Montevideo, 2019). 

Libros de poesía: Poemas y otras mentiras (1989), El cuerpo y su sombra (1997), Los suburbios de dios (2000), Túneles para viajar por la carne (2004), Nada (2009), La bicicleta etrusca (2014) y Los cuadernos del Dios Verde (2020). 

Ha participado en festivales de poesía en Asunción del Paraguay, Berlín, Buenos Aires, Montevideo, Rosario (Argentina) y Heidelberg (Alemania). Con Nada inicia la trilogía Las vicisitudes del fuego, que continúa con La bicicleta etrusca. Ambos libros fueron terna en el Premio Bartolomé Hidalgo en poesía (2009 y 2015).

Algunos libros y monografías de arte: Otro arte en Uruguay (Linardi & Risso, MVD, 2009), Octavio Podestá (Linardi & Risso, MVD, 2010), Wifredo Díaz Valdéz (Galería Sur, Punta del Este, 2013), Arte naïf en Uruguay (Fundación Unión, MVD, 2015), Figari: nostalgias africanas (Museo de Arte de San Pablo, Brasil, 2018), Pedro Figari: Mito y Creación (Museo Nacional de Bellas Artes, Argentina, 2019).

Textos suyos han sido traducidos al inglés, francés, portugués, italiano, sueco y alemán.

 

martes, 10 de enero de 2023

Mario Morales: El Tiempo de los Asesinos

 

Mario Morales 






















En 1571 la escuadra turca conquistó Occidente.
La Cruz fue humillada.
Las espadas curvas hundieron en el ocaso
                 /el acero recto de las Cruzadas.
Hubo música en todas las ciudades.
Música de sangre, heroísmo de tinieblas, salvajismos inéditos.
Las Bibliotecas fueron vencidas por un grito ciego. La conciencia
aniquilada por el Caos. La Furia timoneó El Universo.
Esto no fue ayer. Esto sucederá hoy.
Los dos bandos en pugna son uno solo.
La misma demencia, la misma inconciencia, la misma multitud
ávida de gloria y de sangre se arracima, se acuerva en las plazas 
                   /públicas.
Arriba, la indiferencia del cielo.
Abajo LA DISTANCIA INFINITA entre La Cruz y la tierra, 
la distancia imposible entre la palabra y los hechos.
He aquí los Asesinos. El Tiempo ya no existe.
El frío es la más alta idea matemática.
Soledad ¿comenzarás para siempre en el hielo tras un manto 
                    /de neblina?           


Mario Morales (Pehuajó, Prov. de Buenos Aires. 1936--Ciudad de Buenos Aires, 1987). Poeta y

docente. En 1973 recibió el premio Fondo Nacional de las Artes por su libro Plegarias. Es autor de: Cartas a mi sangre (1958), Variaciones concretas (1962), Plegarias o el eco de un silencio (1974), La canción de Occidente (1981), La tierra el hombre el cielo (1983) y En la edad de la palabra (1986). En 2012 se publicó La Distancia Infinita, Antología poetica 1958-1983, prologada y editada por María Julia de Ruschi.


Poemas: Jorge Castro Vega

 


Jorge Castro Vega 









 













Mientras escribo

Mi sobrina entra al escritorio
con un cenicero limpio.
Lo pongo sobre la mesa.
Me agacho a darle un beso
y desordenar su pelo.
En Bizancio, hay una mujer
increíblemente bella
que me espera después
de una batalla de final incierto.
La niña entorna la puerta
y se queda allí unos segundos
mirándome escribir. Finjo
no verla. Su mirada
me hace hermoso.

 
Far West

Me acercaba a ella
forastero derrotado por el polvo
arribando a un pueblo fantasma en el desierto.
Decía su nombre en voz baja
y acometía tareas salvajes:
falsificar un mapa de sitios invisibles
proyectando una ciudad con estandartes
caballos blancos y árboles ingleses.

Pronuncié su rostro más de lo prudente.
Razón tienen los dioses
para olvidarme a la hora del poema.


Falso testimonio

Los espacios en blanco me sirven
………………..Para indicar
Toda palabra prohibida

……………………En esta página
Por ejemplo
Separo las cinco letras de la palabra “ABRIL”
Subrayo alguna cosa relativa…los parques en otoño
Y juro haberte olvidado


………………….Para no confundirme
Únicamente leo
……………………..Los silencios

 
Odisea, canto XXV

Te mando noticias de la noche

La noche salió de mi cuaderno
Y sin que pudiera evitarlo
Se perdió en el mar

He luchado con el mar
Toda la noche


En el mismo río

El fuego es pobre
cuando se trata de complicidades
con la noche.

No hay ceniza entre las cosas
que nombro. Hebras raídas,
telar incoloro de lo que no
empecé a decir
y aquello que de escribir nunca termino.


Es tan redonda la infancia
que no cabe en ninguna palabra.

Apenas la caricia
de una vela
reflejada en el estanque: un verbo
desterrado de su idioma, caligrafía
nuestra
de gatitos ciegos.


Miserere

Era tal y tan precoz
mi conciencia sobre el punto
que podría decirse que aprendí a leer
a los solos efectos de escribir
mi biografía.

Lo supe desde siempre, desde
antes incluso de saberlo. Una vida llena
de palabras perennes y redondas, una vida entera
me esperaba con sus 33 velitas, para ser
contada con crueldad barroca.
Y poner un punto
o dos
o esos
suspensivos.

Iba a ser
extraordinariamente interesante.
Como la de todos.

Pues bien
ahora que todo ha sido consumado
permíteme olvidar, Señor. Déjame ser
ese amputado
que siente el dolor del pie que ya no tiene.

 
Fogata

Mientras arde
………………el leño recuerda
todas las cruces que fue
cuando era niño.

El fuego lo escucha.
Lo escucha y baila
………………lamiéndose a sí mismo
como un madero más.
 
Jorge Castro Vega (Montevideo, 1963). Poeta,  crítico literario y teatral.  Ha publicado Primera línea (1982), Poesía de sitio (1985), Poesía involuntaria (1987), Poesía certificada (1989), Poesía arbitraria, antología personal (1989), Con motivo de Ana (1991), Un poco de sol (1993) y Cosas que pasan (1997). Sus textos han sido incluidos en diversas muestras y antologías, entre ellas Antología plural de la poesía uruguaya del siglo XX (W. Benavides, R. Courtoisie y S. Lago; Seix Barral, 1995), Poésie uruguayenne du XXe siècle, (M. Renard, Éditions Patiño, 1998), Poesía uruguaya, antología esencial (R. Courtoisie, Visor, 2010).

 

sábado, 7 de enero de 2023

Gustavo Wojciechowsky (Maca): “me madran y me padran leguas de lenguas”

 

Gustavo Wojciechowsky (Maca)



 
 

 















“El poema que habla del poema  / en realidad no es un poema. / El que lo es es un poema que poema del poema”.

ya se ha escrito demasiado con el lápiz, ahora habría 
[que buscar nuevas formas 
: escribir con una goma por ejemplo
no es que sea negativo : no le presto oídos al resentido, no lo siento, ni tiene sentido
la mía                  es una cuestión conceptual : hay que eliminar

                                             ((en)AJENA/ACCION, 1982)

ustedes pensarán que esto es el descrédito total, la desconfianza, pero no se olviden que esto es literatura y por tanto, un poco de mentira

yo no soy siempre así, a veces disimulo   

                                             ((en)AJENA/ACCION, 1982)


cuando la inactividad me sobrepasa una mosca
dos moscas volando el aburrimiento
me vuel(v)o porfiado
tan testarudo 
que quisiera resolver la vida
de un sólo acto insecticida

el atropello
es una forma de inactividad
. . . 

estoy reventado de cabo a rabo

lo valiente es no irritarse
continuar tranquilamente con el aburrimiento

el aburrimiento es la actividad más noble de nuestro siglo

                                            ((en)AJENA/ACCION, 1982)


esta salud de saber que estamos muy enfermos
Juan Gelman 

escribo desganadamente
sin tener más remedio que esta enfermedad
–sin pedir permiso ni atención, escribo–
gratuitamente
me lleno y me vacío en una palabra

soy un cable pelado tendido al lector desprevenido

                                            ((en)AJENA/ACCION,1982)
 
 
IMPRESI(CI)ONES SOBRE EL 25 DE SEPTIEMBRE DE 1983

¿no te alegra la alegría?
abrazarte a vos mismo
en cada otro
es difícil
ya lo creo
más difícil que estar triste
compartir la muerte
algo así me decía el negro que
tenía un tractor en el pecho, citaba
el tato también triste triste

celébrote de aquí
a pie de la angustia
toda la alegría

P.D.:
Te devuelvo el saludo, Julio: “Ainda sou estudante da vida que eu quero dar”/ belchior  

                                     (Segundas Impresi(ci)ones, 1984)

LAMENTO DEL HIJO ÚNICO

alguien me tira del saco / no me deja caminar / para que no se me arruguen las solapas / mientras camino o me quedo / por ahí / y no me hace daño aunque se quejen las costuras de mi vientre / porque me está llamando / porque sabe que no volveré / porque me hace dolor tanto doler / porque es mi madre aquella modista/

yo no tengo otro saco ni ella
tiene de dónde tironear

así que me lo saco / lo dejo sobre su pollera / y salgo sin piel

                                            (Sobras completas, 1986)

ARTE POÉTICA

reluciente como una gota de sangre en medio de la vereda a las cinco de la mañana / molesta como otra de sudor en plena barba / social como toda maravilla / maravillosa como otra sociedad / sorpresiva como estornudo / desconcertante como tropezón / redundante como este poema

                                             (Sobras completas,1986)

las cosas
las palabras
se nos caen
desafiando al equilibrio
–se hacen pedazos los besos
sin registro
los rostros–
la medio que me robó el perro
el libro que extravió la mudanza
el saludos
     el sombrero
el vecino provisorio

las cosas no son
ni nuestras
muestras de existencia

                                             (Sobras completas,1986)


AFECCIONES IV

un muchachón perdido en el desierto de caravansera y sólo sabe que lo ensañarán otra vez, que todo es inútil cenizas mal tiempo.
era un cazador de zafiros, un contrabandista de palabras estupefacientes matracas dilucidatorios blancuras de marfil.

la mayor valentía es la renuncia, quiso pensar antes de sumergirse, pero ya era demasiado tarde.

rimbaud –es verdad– no murió de sida, pero yo ví su hepatitis hace poco el pánico negarse a la jeringa descubierta.
su carita era la de Rimbaud.

se picó el viento atroz y seguirá muriendo.

todo todo todo está permitido muchachotes, hasta las renuncias más imposibles como SER ser bello enamorarse dar a luz cambiar de siglo de canal de sexo escribirse las venas con la yilet.
todo puede uno dejar de ser, menos hijo.

fiero trabajo ganarse un lugarcito en el infierno

                                   M (textículos & contumacias), 1994)


LO QUE DEBE SER HECHO POR TODOS

El plagio es necesario, dijo Ducasse.

El plagio es una forma adúltera de la literatura. Una traición, un engaño, una representación, una máscara.

Existo, luego no soy otro, dijo Lautréamont.

El plagio es una forma adulta de la literatura.

                                  (M (textículos & contumacias), 1994)

solita
una niña esta parada en medio de la inmensidad de una silla
sus piernitas apenas sostienen aquel peso tiem
blan creo esas piernitas tienen la fortaleza de las columnas trajanas
de las astas de la bodoni 
               entonces porque mira hacia abajo
todo el mundo esta abajo
todo esta a
    bajo
como diciendo la frase sigue avanza avanza
por la aspereza del texto en busca de que
un salto de renglón otra frase un enter otra cosa
...
esa niña es judía puedo pensar
que es argentina puedo pensar polaca que es
mi tía o acaso una vecina o que nunca voy a conocer
a alguien que la haya conocido puedo pensar sin 
embargo ella esta paradita en mi memoria

un punto 
...
una i siempre derechita con su puntito
en la cabeza como un aro estoy tentado a decir
el respaldo de la silla sus dos alitas no
lo voy a decir juro que no
pienso
...
claro... uno mira hacia abajo cuando se le cae algo pienso 
en las manos del tipógrafo distraído
ese espacio frágil como la torpeza entre 
la tinta de sus dedos y la caja baja es un salto 
al vacio una letra dando vueltas por el aire un golpe
unos piquecitos inquietos el platillo de la batería
tan campante sonando sonando tan cam pa nnnn te pero
no se desprendió esa letra en dos el punto
el cuerpo
...
no quiero hablar de miedo ni hacer mas comentarios
cuando toda reflexión es irreflexiva el olvido 
un disparate el recuerdo como pararse en medio de que
...
ella tiene los pies metidos en unos calcetines i los calcetines
en unos botines pero en realidad no se
donde esta ella
mas allá del mundo irreal de una foto
es decir en la certeza brutal de un papel tan frágil
tan duradero como el cuerpito de una niña
...
ahora esa niña esta parada en su silla mirando insistentemente 
hacia abajo 
siempre estará en su silla
no puedo separar la niña de la silla 
           de la silla
como los indios que creían que el español a caballo
          eran una sola cosa
yo ya no puedo ver la niña sin la silla o la silla
la letra con su punto minúsculo inevitable preciso brutal 
brutalmente
        es que 
yo nunca había visto una niña así
...
lo quiero decir
lo digo 
lo digo para entenderme
para entender la brutalidad de una niña parada en una silla mirando hacia abajo     pero no logro entenderlo
no logro siquiera acercarme a ella
ella       esta ahí
seguirá insistentemente la memoria viéndola y no viéndola
si es cierto
que la madera de esa silla cuatro patas 
la pueden sostener        tanta ternura 
es difícil de sostener tanta soledad es difícil
de comprender

                                    (Tipografía, poemas&polacos, 2002)

PATRIA
(fragmento)

patria
todos firmes
mientras los bueyes arañan la tierra
el pampero la acaricia

patria
pedacito interminable de cielo / viento
viento que trafica nubes y pájaros
pájaros llenos de pájaros / todos
sin pintar / y lluvia cuando llueve /
que te garúa finito / por cada ojo / llanto prematuro
llantito
que te importa un pito

patria

libre de culpas  / pedrada en la primer vidriera
festejo clásico / macho / de puro mucho
aquí está estos son los colores del cagón
patriotera
esperá el tumulto para pegar de atrás
patria / no te llevarán por delante / pero cuidate la espalda
te darán un boleo en el culo / calculo que
matemáticamente tenés changuí / ni qué 
ocho cuartos de patria
patria / no me das la espalda / simplemente
porque no tenés / olímpico hijo de vidriero
/ patria / sos el ropero donde cada quien guarda sus traiciones
patria mía / sin mísera espalda ni respaldo
¿no será que sos un ángel? angelito angelita
mientras tuitos hacen el amor / encarás
un solitario / solita patria solito /
sin sexo pero promiscua / andrógino qué
no ni no / ¿travestido? / en bolas
todos los géneros bailan bajo el mismo sol
los generales bailan firmes / quién haiga visto
bailar a un general que arroje la primer chancleta

patria
no te nubles

¿qué vas a hacer con tu solito sol?
es el único que te queda / uno guachamente uno 
/ patria
uno son todos / podrá decir la consigna
del partido anarcontradictorio
unánime patria

patria levemente ondulada

                                  (Patria y otros poemas electorales, 2014)


todos los poemas son un poema todos los poemas
conforman el poema que va a dar a la mar que es el decir
por ejemplo “tía” y queda tía resoplando en la penumbra
sin que nadie sepa si Irma o Margara o cual de todas mis tías
me mira desde todos los poemas 
. . .

todos los poemas son incomprensibles
chapuzones en un idioma desaparecido 
¿cómo podríase comprender una botella que 
lleva adentro todos los mares 
flotando 
en medio del mensaje?
. . .

cada pequeña isla es errónea
le llegan poemas como si fueran salvaciones
frías botellas sin descorchar
y se sabe las islas no toman
. . .

nuevas interpretaciones nos llevan 
a afirmar que donde dice “poema” debe decir “otra cosa”
donde dice “isla” “pedacito de tierra” 
o “lugar donde apoyar 
los pies” o “continentarse” /  puede ser
una isla un continente
“grande” donde “pequeño”
siempre estuvo rodeada de agua la poesía 
nos deja secos

                                              (De entonces acá, 2015)

MANOS
I

Mis manos son de otro cuerpo. Recién me doy cuenta. Tienen otra piel, otra edad, son más grandes, más maduras, esas, que dicen ser mis manos. No es un tema médico (qué carajo podrán saber los médicos de unas manos que no son ni mías). A nadie se lo puedo decir. Nadie me creería. Mis manos son autónomas, unas extrañas que andan por ahí, por mujeres, teclados, tazas, teteras, llenitas de víboras como venas, y uñas que le crecen solas, sin control, sin importarte un comino mi opinión.

II

Estoy solo, completamente desnudo frente al espejo. Veo esas arañas y no hay duda, no son mías mis manos. Puedo tocar y sentir cada textura a travez de sus cinco tentáculos o patas, pero sé que no me pertenecen… tengo miedo de que me engañen., que tergiversen la información, y siento algo deformado, manipulado, lo que esas arañas de mierda quieren que yo sienta. Son unas traductoras.

III

Ahora soy una gallina desplumada que es recorrida por dos arañas digitando una terrible melodía que no logro comprender.

                                 (Esto no es un libro de poemas, 2018)

Si mal no recuerdo, Ni siquiera, empezaba así:

extrema riqueza / extrema pobreza:
poesía social

extrema dura / extrema blanda:
poesía erótica

extrema sí / extrema no:
poesía experimenta

extrema:
la poesía

                                                 (Ni siquiera, 2017)

1.

me madran y me padran leguas de lenguas

2.

a una le pica tarántula tela talada la
parentela tarantela tan tana tan tanto tan cammm
pana 
que me suena 
que me suena 
que me suena sueña 
americarse 
atrabesó tuitos los atlánticos
a bordo de su colifata maleta pazza y fané
(usté no es de por aquy)
como un surubí desnortiao a contra pelopinccio 
tras una estrella fugaz
    sur
(por aquy no es de usté)
íbame a madrar

l i n g u a

3.

en medio del costillar tengo varado un barco
naides se explica cómo fue a jeder ahí
ay si apenas era un viento que desnucaba las gaviotas

será un astillero acaso el vientre de la tana más rubia?
y mi alma una botella que alberga un barco imposible?
atarazana
mi chamuyo    ¿qué fala?
estrella falaz

cielito

                                               (LENGUA A RAZ, 2020)

por el queguay o el arapey
al hambrado el guacho
carneando
su sombra
fueguito muerto el indio
indomesticado
indigema
indi
       gente
–abolición del aborigen–

se vació el caracú

por el cuareim o el daymán
lengua púrpurea
cielito lindo
terral

chircaje
yuyo
yu
  lelé

por el tacuarí o el yí
nos sigue la luna
pasa su blanca lengua
por tuitas as noites
nos sigue la luna

se ol
vida

un toco e cielo

                                            (LENGUA A RAZ, 2020)


PURO

el potrero                      esa franja libre
campito de la magia
                                      desfachatada
atada al pie/ la doble jopeada del pollo en el área
peralta que encaja do penales uno con cada gamba/ el chino
y lo olímpico / socita revoleando la alegría como una bandera
/ qué será de la vida del pompa borges?.

                                            (Dié y uno má)



Gustavo Wojciechowsky 
Por Gerardo Ciancio

La poesía de Gustavo Wojciechowsky (Maca) ha construido y desarrollado, a lo largo de cuarenta años, un complejo proyecto estético que singulariza su producción en el concierto de la literatura uruguaya contemporánea y en el campo poético de la región y el continente. Con sus orígenes muy arraigados en la propuesta oral del poema, en la puesta en escena del texto poético, en performances donde se combinan las artes visuales y teatrales en multiplicidad de formatos, su quehacer poético fue desbordando la “página” y, en particular, la linealidad del lenguaje. Es decir, el poeta continuamente ha explorado en las posibilidades del poema más allá de la doxa (“escribo los poemas / que puedo”). Para ello, leyó bien la poesía de Baudelaire, Rimbaud, Mallarmé, las propuestas de la vanguardia histórica, de la antipoesía de Nicanor Parra, de los poetas del concretismo brasilero, de los beatniks, la de sus contemporáneos uruguayos y argentinos, por citar algunas fuentes que alinean la obra de Wojciechowsky con una genealogía de la Modernidad artística en su gestualidad de búsqueda, experimentación, exploración, ensayo y riesgo: “el poema que escribiera un día /el otro me decepciona”. 

No obstante, su producción poética da cuenta de una firma autoral muy original que no se agota en un gesto de novedad, en un embarcarse en determinada tendencia estética, en un (neo) ismo. Wojciechowsky ha cultivado, sin descuidar el cauce de la forma más “tradicional” de componer un poema, el poema oral (un sinnúmero de lecturas en vivo y varios registros discográficos lo confirman), el poema visual (práctica que, de una forma u otra, está presente en todos sus libros) y el poema tipográfico, género en el que Wojciechowsky es pionero en el ámbito latinoamericano (especialmente en sus libros Tipografía, poemas&polacos, aquí debería ir el título y Tipoemaca). Su afán de priorizar su tarea con la “materialidad” del poema, con su plano expresivo, lo ha conducido a elaborar un sostenido trabajo con el significante, tanto en el plano acústico (la poesía puesta en voz) como gráfico. 

Una reflexión intensa sobre el poema, la poesía (“lo serio / de la realidad de la poesía”), el acto de escritura (“tránsito complejo la escritura”), el sentido de ese acto, en suma, la elaboración de una poética en el propio cuerpo del texto poético, caracteriza la producción de Gustavo Wojciechowsky. Y eso ha sido una constante durante décadas de su trabajo escritural. Prefiero no hablar aquí de metapoesía, porque desde el momento en que el poeta hace de su poema una reflexión sobre el mismo, está sencillamente reconociendo el ‘lugar’ del poema, su emplazamiento en el lenguaje, en una cierta forma de concebir el lenguaje, su espacio otro de producción de sentido. O como lo expresa en el poema “Poemar”:


Gustavo Wojciechowsky (Maca)  nació en Montevideo en  1956. Poeta, ilustrador, diseñador gráfico, editor. Ha publicado: Ciudad de las bocas torcidas, editado en forma conjunta con Vidrio para cronomapas de realidades nuda de Agamenón Castrillón, Montevideo, edición de los autores, 1980
Deuda de Phatos, plaqueta de poesía, Montevideo, Ediciones de UNO, 1982(en)AJENA/ACCION, Montevideo, Ediciones de Uno, 1982
Segundas Impresi(ci)ones, Montevideo, Ediciones de UNO, 1984
Sobras completas, Montevideo, Ediciones de Uno, 1986
M (textículos & contumacias), editorial YOEA, 1994¸ edición ampliada, Yaugurú, 2021
Tipografía, poemas&polacos, Buenos Aires, Ed. Argonauta, 2002
aquí debería ir el título, caja de poesía visual, Yaugurú, 2008
Abisinia (entre otras cosas que pude haber escrito y hoy ya no recuerdo) (traducción de Witold Borcich. Yaugurú, 2009
30 (plaqueta de poesía, en colaboración con Agamenón Castrillón)Yaugurú, 2010
Trasiego, Yaugurú, 2012
En breve, plaqueta de poesía, Yaugurú, 2013; y otra edición, Trabalis, Puerto Rico, 2016
Tergiversaciones. Antología poética, Bogotá, Gamar Editores, 2013
Patria y otros poemas electorales, Montevideo, Irrupciones grupo editor, 2014
De entonces acá, Montevideo, Yaugurú, 2015
TIPOEMACA (poesía visual y tipográfica), Buenos Aires, Wolkowicz editores,  2017
Ni siquiera, Montevideo, Yaugurú, 2017
Esto no es un libro de poemas, Montevideo, Yaugurú Amordemisamores, 2018
Malversaciones (antología) , Ediciones Una Temporada en Isla Negra, Chile. 2020
LENGUA A RAZ; Montevideo, Yaugurú, 2020
Dié y uno má, Montevideo, Yaugurú, 2021.



 (Revista eXtramuros, Montevideo, 2022)

jueves, 5 de enero de 2023

Marco Antonio Campos: Poemas

 

Marco Antonio Campos
















Contradictio

El ajedrez de la muerte
se quedó en una pieza

Arrojo los naipes, trémulo, incendiado
y no dicen mi suerte

Y tuve una bestia de orgullo
que arrastró mi bestia


Se escribe

                        a Michael Rössner

Se escribe contra toda inocencia
del clavel o el lirio, contra el aire
inane del jardín, contra palabras
que hacen juegos vacíos, contra una estética
de vals vienés o parnasianas nubes.
Se escribe abriéndose las venas
hasta que el grito calla, con llanto ácido
que nace de pronto pues imposible
nos era contenerlo, con luz dura
como rabia azul, quemado el rostro,
destrozada el alma, desde una rama
frágil al borde del precipicio,       
……………………Se escribe.

La muchacha y el Danubio

Como rama al romperse en el invierno blanco,
corazón lloró a la estrella; triste era el olmo,
y hace muchos años; cuánta fuerza y fiereza
en la adolescencia sin dirección; quién se atrevería
a decir: “Por aquí pasó el vendaval”; Dios creció
las ramas y cortó las hojas para que supiéramos
de la felicidad, si la luz pasa. ¡Ah el Danubio!
Estrella lloraba el corazón. Ella era agua
que sabía a vino; donde llegaba se oía
la luz. Era la estrella en el invierno blanco.
Era blanca y hermosa como el pueblo donde nació.
Ella me queda, me vive en mí, me llama
como un remordimiento.

Veranos griegos

Por llanuras verdes y áridas montañas bajo el sol,
Por peñas voladas volanderas robadas al amarillo cobre,
Por pueblos pescadores dispuestos con inocencia
por una mano blanca,
Por esas viejas que hilvanan a la sombra
en corredores o en terrazas de pequeñísimos
pueblos de islas pequeñísimas,
Por arenas de oro que hacen al mar
más azul y al mar más vela para las navegaciones,
Por los moradores al alba que miran el mar
desde cualquier templo o cima,
Por viñas verdinegras y por olivos de luna
bajo la verdinegra luna de mar oliva,
Por el horizonte al cárdeno o al violeta
desde el vértigo y la altura de una montaña
que medía las alturas de Cefalonia,
Por el farallón cerca de Nauplia
que sabe del adiós de las navegaciones
y del saludo de los regresos,
Por los dioses y héroes que marchan por los caminos
y a veces se disfrazan de piedra o árbol,
Por lo que quedó debajo del corazón o la piel
como iluminación interior o sonido de campanas,
Por eso, por eso digo, me pregunto, insisto:
¿Dónde, dónde hallamos más poesía, dónde,
que en los veranos griegos?




Marco Antonio Campos (Ciudad de México, 1949. Poeta, Cronista, ensayista, narrador y traductor. Ha sido profesor de Literatura en la UIA (1976-1983); lector huésped de las universidades de Salzburgo y Viena (1988-1991); profesor invitado de Brigham Young University (1991) en las universidades de Buenos Aires y La Plata (1992) y la Universidad de Jerusalén (2003); jefe de redacción de Punto de Partida; director de Literatura de la Coordinación de Difusión Cultural; director en dos épocas de Periódico de Poesía, investigador del Centro de Estudios Literarios del IIFL de la UNAM y coordinador del Programa Editorial de la Coordinación de Humanidades de la UNAM. Colaborador en distintas épocas de Confabulario (suplemento literario del diario El Universal), La Jornada Semanal (suplemento literario del diario La Jornada), La Semana de Bellas Artes, Periódico de Poesía, Proceso, Punto de Partida, Revista Universidad de México, Sábado (suplemento literario de Unomásuno) y Vuelta. Premio Diana Moreno Toscano 1972, a la promesa literaria. Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 1992 por Antología personal. Medalla Presidencial Pablo Neruda otorgada por el Gobierno de Chile en 2004. Premio Casa de América 2005 por Viernes de Jerusalén. Premio del Tren Antonio Machado 2008 por su poemario Aquellas cartas. XXXI Premio Internacional de Poesía Ciudad Melilla 2099, por su obra Díme dónde, en qué país. Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde 2010, por el conjunto de su obra poética. Premio Nacional de Letras Sinaloa 2013. Premio Lèvres Urbaines 2014, otorgado por el Festival de Poesía de Montreal, en Canadá. Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Nuevo León en 2014. Premio Anton Pan 2019, otorgado por el Festival Internacional de Poesía de Bucarest. Premio Juan José Arreola 2019, otorgado por la Fundación Cultural Puertabierta A.C. Ha traducido la obra de Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud, André Guide, Roger Munier, entre otros.

martes, 3 de enero de 2023

William Buttler Yeats: Los Líderes de la Muchedumbre

 

William Butler Yeats






















Ellos deben para sostener sus certezas acusar
de viles intenciones a todos aquellos que son diferentes;
destronar el honor establecido;  buscar y divulgar
noticias inventadas por su desbocada fantasía
y murmurarlas con aliento contenido, como si
las abundantes cloacas fueran el Helicón
o la calumnia una canción. ¿Cómo podrán ellos saber
que la verdad florece donde ha brindado su luz 
la lámpara del estudiante, y allí solamente, 
ellos que desconocen la soledad? Reunida la multitud
ya no les interesa lo que habrá de suceder.
Su música es altisonante, su esperanza 
se renueva día a día y sus amores
son abundantes; esa lámpara es la de la tumba.

Versión Edmundo Kirk

William Butler Yeats* (Dublín, 1865-Roquebrune-Cap-Martin, 1939) Poeta, dramaturgo, ensayista y traductor. Figura representativa  del renacimiento literario irlandés y uno de los promotores y defensor del teatro nacional irlandés. Fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en el año 1923.
(* Protestante y angloirlandés)
 
 





Alejandro Elissagaray: LA POÉTICA MÚLTIPLE DE ESTEBAN MOORE

 





                                                   






Con sabio criterio sostiene Joaquín Giannuzzi que la poética de Esteban Moore “es de particular e intensa significación en el  panorama lírico argentino de los ‘80”. Cabal y paradigmático exponente de esa generación, junto con Luis Benítez; María Rosa Lojo; Néstor Perlongher; Paulina Vinderman; Liliana Ponce; Victor Redondo y Daniel Chirom, entre otros, Moore ha desarrollado un discurso estético que transita un itinerario original que engloba diversas raigambres literarias.
          
        Entre la rebeldía propia del espíritu de la época y la aceptación de la tradición, elige un horizonte impregnado de sutilezas verbales y de significados que abarcan lo uno y lo otro. No resulta, por ello, una tarea sencilla clasificarlo como poeta y como hombre dueño de una cosmovisión singular. Ésta constituye una de sus riquezas cardinales. No hay contradicción alguna, sino una simbiosis de estéticas que desembocan en  un lugar preciso: el de la belleza expresiva, a veces lacónica, sarcástica e ingenua a la vez, coloquial e intelectual y para ese fin recurre a contenidos existenciales y rutinarios, algunos casi farsescos, tratando de describir a la condición humana en sus múltiples facetas.
         Recurre a lo ficcional y descriptivo, con un lirismo que metamorfosea  los textos desde un complejo corpus discursivo que enaltece lo lexical y lo semántico. Sin ser un neobjetivista, no abusa de la subjetividad, no recurre a la exaltación del yo de los románticos, pero tampoco se desprende absolutamente de él. Prefiere la hazaña  del existir, la épica humana, la aventura cotidiana con esa  oculta metafísica que nos arrastra  al suburbio, a través de alquimias mundanas donde el ego aflora como una fracción mínima y no como el protagonista principal de sus textos. La pugna entre lo subjetivo y lo objetivo  configura toda una característica de los poetas independientes de los ‘80, a la que Moore pertenece con los oropeles propios de una generación que instauró la pluralidad de voces y el conflicto respecto del lenguaje.    

         Jorge Monteleone sostiene que “ciertos modos de la poesía argentina de los años ochenta equivalen a miradas de ojos descentrados, fuera de sus órbitas y, asimismo, revelan el intento de hablar otra vez sin olvido en la lengua. Son, digamos, como los nombres escritos debajo de esas fotografías de hombres y mujeres desaparecidos, que han circulado con insistencia junto a la pirámide de Mayo como un anillo frágil de caras. Aquello que la lengua memoriza…”. 1

            Por otro lado, Jacques Derrida postula: ”Lo que trato de pensar es un idioma (y un idioma quiere decir lo propio justamente, lo que es propio)  y una firma en el idioma de la lengua que hace al mismo tiempo la experiencia de la inapropiabilidad de la lengua”. 2 

             Sin lugar a dudas la idealización de Esteban Moore por la lengua es una constante en su decir poético, dotado de extrapolaciones lexicales que fecundan una musicalidad polisémica que nos permite ahondar en un corpus de interpretaciones.

          La  peculariedad de Moore consiste en esa simbiosis original que reúne la herencia  de la beat generation con la propia de nuestra cultura. Leer a nuestro poeta implica penetrar en un vasto territorio donde conviven la insurrección ideológica y lingüística de Lawrence Ferlinghetti, Jack Kerouac o Allen Ginsberg o la de los minimalistas Raymond Carver y Charles Bukovsky con la tradición autóctona de Hidalgo Ascasubi, Carlos Guido Spano, Estanislao del Campo,Rafael Obligado, José Hernández y Domingo Faustino Sarmiento. Pero también la presencia del tango es insoslayable. Moore es un enamorado de la ciudad de Buenos Aires, de la misteriosa y laberíntica urbe, de  Carlos Gardel, los poetas del tango y por supuesto Evaristo Carriego y Jorge Luis Borges .

         El coloquialismo es uno de los rasgos más característicos de la poesía de los '60 que en rigor de verdad se dio no sólo en la Argentina, a través de la voz de César Fernández Moreno, entre otros, sino en casi toda Hispanoamérica y que recibió distintos nombres según la zona, como poesía conversacional o antipoesía de los chilenos Nicanor Parra y Enrique Lihn .Moore, ochentista, lo adopta de un modo sublime, con todo el bagaje existencial que lo caracteriza.

        La Generación Beat  tuvo como representantes a  escritores estadounidenses  de los cincuenta, con todo el fenómeno cultural que implica: el rechazo a los valores clásicos del país norteamericano, el uso de drogas, una gran libertad sexual, el abordaje de la filosofía oriental y el discurso libertario. Su estética contracultural fue absorbida por la cultura de masas y por la clase media  Las principales obras literarias de la  época son Aullido,  de Allen Ginsberg (1956), En el camino, de Jack Kerouac  (1957) y Un Coney Island de la mente, de Lawrence Ferlinghetti (1958).  
                                                                                                                                       
Esta nueva forma de ver las cosas dejó su principal influencia y legado en la posterior contracultura o movimiento hippie. La palabra beat entre la comunidad afroestadounidense tenía el significado previo de cansado, o abatido.La expresión empezó a emplearse de tal modo, que en1959 Kerouac estimó ineludible sugerir otro sentido a  beat, otorgándole su aproximación con beatitud  y beatífico.                               

  Dicho movimiento estaba atraído por la naturaleza de la conciencia orientada a la comprensión del pensamiento oriental  pensamiento oriental, prácticas de meditación, entre otros fenómenos afines. En cambio, Ginsberg sostuvo que podía implicar otro significado afín a completo,  lo umbrío del alma, o, en dirección a la concepción de Walt Whitman, apertura a la humildad.

Otro de los movimientos literarios que sedujeron a Moore fue lo que se consideró realismo sucio en Europa y  minimalismo  en Estados Unidos. Raymond Carver, la gran revelación de la década del ochenta, fue su máximo exponente. A través de la poesía  y con su tono autobiográfico, emociona, conmueve al presentar a hombres y mujeres desvalidos que llevan vidas de silenciosa desesperación. Sus poemas están dotados de un estilo áspero, elíptico, sugerente. También, dentro de esa vertiente, logró fascinarlo Charles Bukowski..

          La intensa lectura de los citados autores de habla inglesa, lengua  con la cual se empezó a conectar en plena infancia, lo llevó a  la traducción de diversos autores: Lawrence Ferlinghetti;  James Laughlin;  Craig Czury;  Charles Bukowsky; Sam Hamill; Jack Kerouac; John F. Deane;  Allen Ginsberg; Raymond Carver  y la antología de la obra poética de Gary Snyder.   

          Ha participado en  importantes festivales de poesía dentro del continente americano. Asimismo  fue invitado en 1990 a la escuela de poesía The Jack Kerouac School of Disembodied Poetics, fundada por Allen Ginsberg, donde inició un proyecto de traducción y en 1994, a la Schüle fur Dichtung in Wien , Viena, Austria, donde expuso  sobre poesía y traducción. Su obra ha sido parcialmente traducida al inglés, italiano, francés, alemán, lituano, portugués y albanés e incluida en diversas antologías.

  Mucho se ha escrito y debatido acerca de la poesía de los ochenta, con todos los riesgos que implicaba  el abordaje de los textos simultáneamente a su producción. Digamos que las tendencias bien definidas se dieron entre los años finales de la última dictadura militar y los comienzos de la restauración democrática por parte de poetas nacidos en los cincuenta o en sus alrededores: neorrománticos, neobarrocos, neoconcretos, neobjetivistas y aquellos que se inscribían en la línea social que llamaríamos representantes del setenta tardío, por un lado, y los independientes, no adscriptos a un grupo o estética en particular, por el otro, entre los cuales Moore configura una de las plumas más fulgurantes y singulares. Época  de una incontenible necesidad  de rebelarse contra la asfixia existencial del proceso autoritario de diversas maneras. Algunos, enmarcados dentro del bagaje de lecturas y estéticas que los albergaron en medio del silencio; otros, más flexibles frente a la historia cultural universal y vernáculas de diferentes afluentes formales. El debate era una constante, pero sin el clima de asidua confrontación de los sesenta.   
                                                                                  
            Jorge Aulicino aduce que el fenómeno ochentista se inscribe “dentro de un espectro que va  desde cierto misticismo del lenguaje hasta posiciones que reivindican para la poesía  una función exploratoria,  pragmática en el mejor sentido, del entorno y del propio instrumento verbal”.   3

  Además de su producción poética y como traductor no podemos dejar de resaltar la magna incursión  de Moore en el ensayo y en la crítica, que reflejan hondura intelectual y erudición. El abordaje de las cuestiones literarias y culturales en general lo posicionan en un terreno de privilegio. Ya  hablaremos de ello más adelante.   
                                                                                                             
  La poética de Moore nos lleva a un proceso de exploración, donde lo conceptual , la ficción, la expresión lírica, el coloquialismo y la épica confraternizan en un corpus de significados múltiples y distante del romanticismo. Nuestro poeta es un auténtico creador  absolutamente preocupado tanto por el contenido como por la forma. Lo estético se apodera de sus textos como un verdadero soporte de un conjunto de temas que oscilan de modo continuo entre un bagaje lexical,  ajeno al hieratismo, con un discurso que suele recurrir a la exhortación a un receptor secreto y una musicalidad que resuena con la magia  del verdadero arte de la palabra. Sin duda nos confirma  lo expuesto en uno de sus poemas:

 
              intención

    preñada la noche
    nos brinda
    para hablarnos  
    el silencio                                                                                                                                                                              

      escuchá
    por favor
    escuchá
    estamos hoy por hoy 
    rehaciendo patria
    tu rostro                                                                                                                                          

  en los pliegues
  de la mano
  solloza patria
       un país oculto

o en un pasaje de otro poema:

vos le echás 
al espiral de la duda
vigoroso candado
pero no todo es así nomá
y te interrogo
al puro estilo de un tango-canción
que seguramente ya fue escrito

        para qué estamos 
        para irnos?


  La no subjetivación del poema, no exenta de cierta metafísica, supone un rechazo a la concepción romántica. Sólo rescata el color local que adoptaron los románticos, pero sin la impronta subjetiva de éstos, el mismo que condujo con el transcurso de los años a la literatura gauchesca que tanto defiende Moore. Lo expuesto demuestra que carece de toda proximidad al objetivismo. No recurre a la exaltación del yo, pero tampoco se encuentra en las antípodas del marco subjetivo. Una lectura detenida y desprejuiciada nos permitirá visualizar una poética que tampoco le declara la guerra al purismo lírico. Es más: cierta dosis de lirismo lo acompaña siempre de modo inequívoco

CRÓNICA

en chile sarmiento arde de cuerpo entero
mientras decide las bondades de unos y otros
en santa ana do livramento con su guitarra josé hernández
entretiene en un despacho de bebidas al gauchaje triste

le nacen allí unos versos que no termina de comprender
quiroga bajo el sol de misiones  redacta una carta
ruega a martínez estrada lo asista en su soledad

lugones en un recreo del tigre
observando las mansas aguas del delta
decide escribir su último verso

y… en buenos aires borges inaugura su ceguera
recorriendo los devastados anaqueles de una biblioteca pública 

Luis Benítez traza dos períodos en la poética de Esteban Moore 4:“En los primeros poemas de Esteban Moore, La Noche en Llamas (1982); Providencia terrenal (1983) y  Con Bogey en Casablancia ( 1987), advertimos el desarrollo paulatino de aquellos elementos que conducen al poeta a establecer un puente entre su interioridad y el entorno virtualizado por su expresión poética”. Veamos en:

MI BUENOS AIRES QUERIDO

en una bella ciudad
del lejano sur del mundo
un niño
con amorosa osadía
se tiene en la hamaca
sus impulsos agitan
la desparramada ceniza de los muertos

en nuestras habitaciones
gobernadas por el cerrojo
la memoria es un muro
que no puede ser derribado

O en:

CON BOGEY EN CASABLANCA

bogey bebe en silencio
el agrio bourbon del olvido
su mirada perdida en la noche africana
oculta las profundas cicatrices del amor

desde la mesa observa al pianista
que sin emoción acaricia en el aire
con manos de brillante caoba                                                                                                                                          
 las teclas de un piano destartalado

en el fondo del salón a media luz
acompañada por una vieja guitarra
la francesita delgada y triste
sostiene el tibio mate de la espera

bogey la mira a través del humo del cigarrillo
para comentar lentamente como sólo él puede hacerlo
con la entonación propia de un reo del abasto
“muchachos… ella algún lo comprenderá…
…carlitos se nos ido para siempre”
    
       Benítez continúa abordando la poética y, al discurrir sobre lo que considera el segundo período de Moore, afirma: “En esas obras iniciales y luego también en “Tiempos que van”, de 1994; “Instantáneas de fin de siglo” y “Partes mínimas y otros poemas”, publicadas en 1999…” Acota Benítez que Moore busca  “apropiarse de los elementos necesarios para enriquecer su decir, no limitándose a aquellas construcciones provenientes de nuestra lengua, sino también pudiendo establecer un nexo de intercambio con las poéticas escritas en otros idiomas que el español”.   
        
       Esta caracterización de Benítez se constata claramente cuando Moore alude al lenguaje, como un leit motiv insoslayable del autor.  Veamos un fragmento del poema  che tartufo  oí:

a este buenos aires que vió mejores días
quieren regresar a través del mar
con el tú a flor de labios desde el mar


el vos abraza la vida
tiene su historias su decir y su tono
en estas tierras de señores muy formales
que no saben ni aceptan
     (Tiempos que Van, 1994)

       La permanente indagación del ser ciudadano desde la huella lingüística  y desde la actitud del hablante y habitante urbano contiene una matriz de indudable matriz ontológico. Moore enaltece sus textos al internarnos en universos diferente que no sólo comprenden  el coloquialismo, lo ficcional y descriptivo sino también una magna carga filosófica  y de incursión intelectual, al incorporar paradigmáticos poetas que acunaron su trayectoria  literaria. Esos macrouniversos lexicales y conceptuales configuran las entrañas de su voz, tan singular compleja y dueña  de vastas interpretaciones de connotaciones ciclópeas Nos dice en Ángeles caídos:

 Borracho de alcohol
 y desesperación
 Dylan con sus aullidos estremece la noche
 Vallejo tose en un conventillo parisino
 la noche se extiende en los hemisferios 

       (Instantáneas de Fin de Siglo, 1999)



Todo lo expuesto precedentemente nos habla, a mi juicio, de un proceso de transición a un cambio con alto voltaje lírico que se da en “Partes mínimas”, poemario  fundado en una geografía de rasgos existenciales. Una intensa experiencia en el sur de nuestro país es descripta con una voz más mesurada, más despojada  y a la vez más proclive a un vuelo sensorial a través del lenguaje,  con silencios que monologan en su interior. Así dan cuenta las dos partes en que se estructura el libro. Cada poema, en general  más lacónico, es titulado por pequeños fragmentos de otros poetas que integran el  andamiaje de sus preferencias estéticas. La musicalidad de sus versos hace estas “partes mínimas” un aluvión de máxima belleza expresiva, de puertas que nos conducen a enigmas a descifrar, a descripciones que simulan ser llanas pero que en realidad se ornamentan de magia y encantamiento formal y conceptual.  
         En el poema “La ráfaga del viento de tu lenguaje”, título extraído de Paul Celan, nuestro autor nos canta con sublime energía emotiva:

 el viento que sopla desde el desierto cristalino
 tan blando como un terso cielo –anunciara del
 universo, infinitas desconocidas geometrías /el
 más pequeño de los detalles/ los dominios de
 una agregada luminosidad

La  indagación de lo exterior, de aquello que de un modo esotérico lo definimos como objetivo, en rigor de verdad es mutado por el poeta en una inconsciente subjetivación de su oculto sentir.  El poeta, aparentemente enemistado con la herencia del romanticismo, se halla más próximo en muchos de sus textos a los cabales representantes ingleses de esa escuela literaria, tal vez a John Keats o a Percy Bye Schelley. Precisamente, ello se produce por la naturaleza de compleja poética de Esteban Moore. ¿Por qué hablamos de complejidad?   
        
         La respuesta sería la influencia de diversas tradiciones literarias. No es un escritor de un solo rostro; su valía estética reside en la polifonía. ¿Es solo un representante del coloquialismo urbano, un porteño beat, un lírico que juega con la épica, un autor que trata de escindirse de la subjetividad en aras de la objetividad, pero que en  verdad se desprende en sus versos un elevada subjetividad? 

         Su poética se encuentra diseñada por todo lo mencionado. Esteban Moore es ese enjambre de voces, la pluralidad discursiva, la combinación de lo cotidiano con lo arcano, la sutileza verbal con la sencillez que imanta al lector de un modo mayúsculo, es la influencia de lo nacional con la poesía de habla inglesa. En suma, habría que referirse a un Moore que le canta al mundo, al dolor y a las peripecias mundanas, a la aventura y a la incontenible sensibilidad, con humor, con desenfado, pero también con una dosis de solemnidad e intelectualismo fundado en su sólida erudición. 
                               
Vayamos ahora a un  fragmento de otro poema de “Partes mínimas”

 la luz que creció sobre el mar –desaparecerá del
 otro lado de las montañas –abandonandote—en
 la progresiva oscuridad –en compañía de ruidos
 que construyen bajo  el cielo – ecos murmurantes


Las  imágenes  deslumbrantes fluyen entre bahías sonoras que envuelven las descripciones demarcadas por la polisemia; lo visual adquiere un clima viciado de memorias y lo denotativo y lo connotativo confluyen con el vigor formal que navega en una poética dotada de originalidad, que destierra los lugares comunes y que invoca a un receptor sediento de belleza. Como sostenía el lingüista Roman Jacobson “la belleza es, a decir verdad, el fundamento de la cultura” 5. Moore es un asiduo viajante del vocabulario, al cual lo piensa y lo siente, lo inventa y lo reinventa, lo sumerge en la arena de lo cotidiano o en el relámpago de lo imprevisto. La naturaleza deambula personificada.  
           
          En “El avión negro”, Moore se torna más ficcional, es un narrador que poetiza con la sutileza y el designio de la palabra. Persiste el lirismo de sus construcciones y no evade los recursos expresivos para cabalgar como un jinete exacerbado y dócil a la vez, En uno de los pasajes de uno de los poemas que contiene el libro lo refleja cabalmente. Es una epístola a Marco 

  Marco amigo algún día tiene que visitarnos
  Ud. que ha recorrido el mundo:
  China, Persia, Armenia, Trevisonda
  Ha observado según relata
  el atardecer en el estrecho de Ormuz
  nunca ha caminado las calles
          / de la Reina del Plata

       Con agudeza y exactitud, Jorge Rivelli se refiere a Esteban Moore: “De sus publicaciones podría decir, los dos primeros libros tantean el terreno; tercero, cuarto y quinto, el punto más alto de la vanguardia ochentista;el sexto, el habla porteña, una vuelta de tuerca a todo lo anterior; el séptimo, el punto más alto de su obra. Siete libros que tienen en común una voz inconfundible, por más que cada tanto queme las naves o mezcle y vuelva a dar“6.  

       En “Las Promesas del Día y otros poemas”  Esteban Moore ahonda el rumbo adoptado desde sus inicios, con la madurez expresiva  otorgada por su trayectoria en el género, la osadía de jugar con los signos de puntuación como vehículos de pronunciado andamiaje estético y reflexivo, la permanente exaltación de la ciudad de Buenos Aires recostada en descripciones con aire tanguero. Moore es una suerte de poeta urbano sui generis, un porteño beat  que rastrea la idiosincrasia del ser porteño, que indaga los engranajes visibles y ocultos de la cultura ciudadana y universal, que incorpora la ficción como resorte de sus versos, con una originalidad  estilística indisimulable.   
  
      Sin embargo, del mismo modo en que planteamos las particularidades de su poesía, la dificultad de identificar al yo del texto como sujeto biográfico, en esta poética como manifestación de una objetividad lírica, hay un realismo poético con personajes ciudadanos y de otras latitudes y algunos protagonistas de la cultura que fluyen en la urbe:

Desde un viejo tocadiscos –gastados vinilos
       desgranaban las voces de Julio Trujillo
                                              y Felipe Pirella

Gardel que nunca falta a la cita
cuando se trata de acompañar a un argentino
         /en tierras lejanas
cantó Mi Buenos Aires Querido
       
La pasión ciudadana conlleva tanto el disfrute de caminar por sus calles  como el dolor y la nostalgia cuando nos hallamos lejos del país. Lo ha experimentado en sus viajes al exterior, distante de su amada Buenos Aires, fundamento de su vida y a la que supo penetrar en sus entrañas.                                                                                        

       Entre las páginas de Las promesas del día y otros poemas aflora también el universo sentimental, de matriz casi erótica, que subyuga por su magnético lirismo y sensualidad:

  En esa mesa frente al ventanal Ella una belleza
     madura en calculado meneo gira lentamente su
     cuerpo sobre la silla y desenvuelta con la distinción
     que la caracteriza cruza galana sus piernas La liviana
     aérea plasticidad con con que Ella lo hace pone en
     escena la sutileza de una gacela el contenido ímpetu
     de las panteras…

En el pasaje de otro poema de “Las promesas del día y otros poemas”, confluye la sensualidad con la descripción fulminante de una atracción salvajemente pasional. Como en la “Divina Comedia”, cita los tres estadios descriptos por Dante Alighieri, tal vez arrojándose al abismo contemplativo de otra Beatrice, esta vez pergeñada por Moore:

      Esa mujer es un infierno el purgatorio y el paraíso terrenal
      Amazona altiva irreverente doncella que soberbia pasea
      con gracia y calculada displicencia el don de su belleza
      por las calles de la ciudad

En su límpido decir poético el autor esboza un discurso que no excluye, además de los ya mencionados, los grandes temas universales como la soledad, el amor, la esencia, el amor y la posibilidad de aprehender el conocimiento y la existencia. Pero su buceo filosófico no se ajusta a especulaciones intelectuales, sino de un lenguaje coloquial sentencioso, afirmaciones, interrogantes y dudas de índole cartesiana.  
   
          Una aproximación al marco ficcional de sus poemas nos permite visualizar los mismos ejes  temáticos primordiales de su cosmovisión. La vitalidad de su voz reside en esa sutil obsesión por dar a luz los laberintos humanos y deriva en una especie de aullido contenido, a diferencia de Ginsberg, que reúne lo pensado, lo sentido y lo imaginado.    
          
           Correlativamente, el sujeto se encuentra oculto entre las descripciones y las ficciones. Moore no es romántico ni objetivista. Su realismo lírico juega con lo aparencial desdibujado. Existe  una mirada que privilegia el  marco  contextual desideologizado. Hay también un péndulo que  gira entre lo ciudadano, beat y minimalista. Oscila entre la sobriedad y el desborde lexical fulgurante. 
       También palpita su entrañable condición de hombre libre. Una libertad creativa y vivencial. La libertad es la sustancia de su producción, de su existencia. También es su espacio interno y externo. Friedrich Hölderlin aducía: “Pleno de mérito, más poéticamente habita/ el hombre sobre esta tierra”. Seguramente Esteban Moore asuma como propia esa afirmación sentenciosa del  romántico alemán. Hay una geografía que lo acompaña y lo tensiona. Esa tensión hace que cada poema configure un acto virtuoso.  
                                                                                                                          
  La cotidianeidad arroja al hombre a la alienación, pero en el  yo poético de Moore, su identificación con los principios humanísticos emergen socavando la desesperanza; de ningún modo puede pensarse que el sujeto del poeta se enardezca narrando acontecimientos apocalípticos, si bien no deja de ser consciente del caos reinante en el mundo.

       En  muchas ocasiones se vuelve didáctico y promueve un enlace  con el determinismo del lenguaje  y con las alusiones culturales. El encandilamiento y la apelación frente al vocabulario y figuras de la poesía universal. El poeta no intenta transformarse en un demiurgo de las letras, y para ello  convierte las palabras  en un instrumento para describir la totalidad humana. Unas veces, a través del laconismo y otras, de cierta extensión limitada y dotada de un decir pleno de significación.   

       Otra forma de efectuar una exégesis de Moore se vincula con lo atinente al marco conceptual. Es un poeta que no deja de cabalgar en la naturaleza del ser y en lo incognoscible  de la existencia combinado con una realidad padeciente. La existencia, aquello que Martin Heidegger llamaba dasein imprime otros elementos. El ser y el no ser de las cosas nos plantea mediante un abordaje ontológico  que el poeta jamás elude. Es más: podríamos manifestar que toda su poética radica en lo esencial de las cosas, el porvenir humano, la incertidumbre, la duda. 

         Es un auténtico explorador de Buenos Aires, un exornador de sus calles, un alquimista de los misterios urbanos. Es un poeta de profundidades que tiene una agudísima percepción del alma urbana, un metafísico del lenguaje y de la geografía, un inquisidor de la belleza. Estamos hablando de un creador incesante que hace del género una suerte de sacerdocio.       

        La exuberancia y la verdadera luz de la palabra poética configura un acto iniciático hacia la verbalización del porqué de los contenidos tratados. Su aparente sencillez discursiva nos traslada a un bosque de símbolos, un damero donde se elevan la oscuridad y la luminosidad ocultas en un coloquialismo metafísico. El cincel de su voz poética, la piedra basal de la musicalidad de sus textos se afincan en versos breves o extensos que se dirigen a una cadena de unión de la humanidad.                                       

Moore es un humanista genuino .La dinámica de sus construcciones permite conducirnos a una pluralidad de preocupaciones existenciales, que lo desgarran, que perforan su ubicación en la tierra. Hay un conjunto de alegorías que manifiestan el norte de sus fines estéticos y conceptuales, una indagación permanente.                                     

        Distante del surrealismo y del automatismo psíquico, al igual que André Breton, fundador de esa escuela literaria, coincide con el citado en que “únicamente la palabra libertad tiene el poder de exaltarme” 7 .En Moore, esa libertad navega en la isla de lo enigmático o de la incertidumbre, Habita la bahía de la imaginación, pero no está exenta de pensamientos concretos. Se sumerge, además, en las contradicciones de la realidad traumática en que nos introdujo el período comprendido entre el fin del siglo XX y estas dos décadas tormentosas del siglo XXI, con sus ecos umbrosos   que testimonian la crisis de valores.  
         En Esteban Moore pervive la reflexión sobre un planeta y, dentro de él, nuestro país, ajeno a la Verdad y a la idea del Bien como se desprende en el mito de la caverna platónica. Pero, claro, tampoco la solución parte de ideas absolutas, ya que todo, en definitiva, es relativo, lo cual no implica que nos sumerjamos en la hipocresía o en la negación de principios éticos:

AL VIENTO, EN EL VIENTO

En el viento huracanado
el polvo del universo
átomos protones neutrones negativos electrones
     --innominadas partículas
que ha su paso liberan fuerzas
           ensayando
golpes curvos -centrípetos--centrífugos
ulos gimientes -pequeños remolinos
fuerzas sin control
     /desatada arrolladora potencia

Hasta ahora abordamos exclusivamente su obra poética porque el autor que nos ocupa  ha tenido su norte literario en la poesía. Pero su labor ensayística  ha sido relevante en lo atinente a la defensa  de nuestra fecunda tradición, como en la difusión de los autores contemporáneos. Abarca su “Lectura y apropiaciones” (2012)  y  “Reunión de extraños: Borges, Buenos Aires, El café, Jack Kerouac y otras cuestiones”. Además cuenta en su haber con la colaboración en el “Primer Catálogo de Revistas Culturales de la Argentina” 8 ; en ‘De la ranchería a la ciudad moderna’ en Argentina 1810-2010 9: Bicentenario y en “Independencia e Integración e Nacional  (1816-2016) Dos siglos de búsquedas”  10 

        El tono reflexivo, alejado de ampulosidades,  conduce al Moore ensayista  a sostener con rigor y agudeza:

“Si debemos atenernos a un orden cronológico, es indudable
que los poetas y escritores de la Independencia hicieron su
aparición en nuestro panorama cultural a partir de las Invasiones
Inglesas. En noviembre de 1807, luego de la derrota de
las fuerzas británicas comandadas por el teniente general John
Whitelocke, Vicente López y Planes que en aquella ocasión,
como capitán del Regimiento de Patricios había empuñado la
espada en defensa de la ciudad, escribió El triunfo argentino,
que subtituló “Poema heroico”. En este texto (que lleva un epígrafe
del autor de La Eneida y fue dedicado a Santiago Liniers
y Bremond, gobernador y capitán general de las Provincias del
Río de la Plata), el autor celebra la gesta y valor de las tropas
porteñas y su composición:                                                      

Buenos Aires os muestra allí sus hijos:
allí está el labrador, allí el letrado,
el comerciante, el artesano, el niño,
el moreno y el pardo; aquestos solo
ese ejército forman tan lúcido.
Todo es obra, Señor, de un sacro fuego,
que del trémulo anciano al parvulillo
corriendo en torno vuestro pueblo todo
lo ha en ejército heroico convertido.
(Fragmento)”

La pasión por la palabra, su devoción por la investigación de la cultura lo ha entregado  también al ensayo. Su profundidad indagatoria de los protagonistas que él considera ineludibles. En ese marco aparece  especialmente  Jorge Luis Borges. Pero también suma a otras relevantes figuras de nuestras letras  como Alberto Girri; H.A. Murena; María Granata; Horacio Salas; Jorge Rivelli y Arturo Álvarez Sosa.      

         En el contexto de la literatura extranjera  ocupan un lugar fundamental, especialmente, Allen Ginsberg, Jack Kerouac y Lawrence Ferlinghetti. A esa lista agrega a  Gregory Corso; Declan Kiberd; Craig Czury; Sam Hamill; Charles Bukowski; Raymond Carver y Anne Waldman.                                                                                 
         El abordaje de los autores mencionados que efectúa  en sus ensayos entusiasma por su didáctica y claridad conceptual. El carácter informativo es un aspecto esencial en la medida en que bucea en el ser de la tradición literaria, que según Moore “debiera ser concebida como un prolongado proceso dialogal en el cual participan un conjunto de voces, propias y ajenas, las que a través de la lectura y la traducción, actividades que constituyen un indudable acto de interpretación y apropiación, se amalgaman en una voz posterior, adquiriendo en la fusión nuevo sentido”  11.       

          Sin duda, su producción  poética lo introduce claramente como un autor insoslayable. El juicio final que hará la historia de la literatura señalará la originalidad, la polifonía  y la trascendencia de su discurrir lírico.    
          Esta breve investigación no sólo ha pretendido inmiscuirse en los inframundos del poeta, sino también situarlo en un contexto complejo en todos los sentidos, entre los finales agónicos de la última dictadura militar y la restauración democrática iniciada por el expresidente Raúl Ricardo Alfonsín.   

       Con todos  sus resplandores y oscuridades, esa nueva instancia nos ha permitido reinsertarnos en el mundo, transitar un período de libertad, menor dogmatismo, flexibilización del análisis crítico y diversas estéticas, algunas de ellas concentradas en un grupo poético determinado y otras, la mayoría poseída por características independientes  en el nivel estético y por lo tanto ajeno a los encasillamientos.    
                     
         La obra de Moore, como ya hemos dicho, se incluye en este último tramo. La irrupción de la denominada posmodernidad aporta muchísimo a ese fenómeno de la más abierta independencia  además de la ruptura con los arbitrarios esquemas de los sesenta. Observamos en su poética  y exploraciones intelectuales una especie de síntesis entre lo  urbano y aquello que  proviene de otras latitudes. Mediante ello, el aporte que realiza  nos obliga a repensar el destino cultural y el compromiso jamás impuesto del escritor con la lengua propia y ajena, con un contexto de mutaciones constantes en lo social e histórico y una sensibilidad de carácter humanístico.      
 
 -Monteleone,Jorge: “Una mirada corroída.Sobre la poesía argentina de los años ochenta. Culturas del Río de la Plata(1973-1995). Transgresión e intercambio”.Roland Spiller(ed.), Frankfurt, Lateimamerika-Studien 36,Universitat Erlangen-Nurnberg, Vervuert Verlag, 1997.
2- Derrida, Jacques: entrevista con Evelyn Grossman. Esta entrevista fue publicada en la edición que el mensuario Europe consagró a Paul Celan (año 79, n.º 861-862/enero-febrero 2001). Traducción de Ricardo Ibarlucía  publicada en Diario de Poesía (número 58, 2001). Edición digital de Derrida en Castellano.
3- Aulicino, Jorge: “Cuáles son las preocupaciones de los jóvenes”;Buenos Aires;Diario Clarín; 1981.
4- Luis Benitez, Partes Minimas 12: dos movimientos en la poética de Estebn Moore, Hispanic Poetry Review, Vol 9.1, Texas A & M University, EEUU, 2011.
5-  Jacobson, Roman: “Lingüística y poética”;Estilo del lenguaje; Madrid; Cátedra; 1974 
6-Rivelli, Jorge:”Esteban Moore. Selección poética”; Ciudad Autónoma de Buenos Aires ;La Porteña;Colección Acento Urbano; 2019.
/- Breton, André:”Manifiesto del surrealismo”; Guadarrama; Madrid; España;1969.
8-  Moore Esteban: Ediciones Revista Cultura, auspiciado por la Secretaría de Cultura de la Nación y la Federación de Revistas  Iberoamericanas, Buenos Aires, enero 2001.
9-  Moore, Esteban: Secretaría de Cultura, Presidencia de la Nación, Buenos Aires, 2010.
10- Moore, Esteban:“Independencia e Integración e Nacional  (1816-2016) Dos siglos de búsquedas”; Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Fundación Banco Ciudad; 2016.
11-  Moore, Esteban: Lectura y apropiaciones, Alción, 2012.


Alejandro Elissagaray (Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 1954) Escritor, docente y periodista. Ha

publicado los poemarios "Poemas ígneos" (1976;" La piel de la hoguera" (1979) y "Simulacros" (2017); la novela "Koronavirus" (2021); el ensayo "Los Universos de Castelpoggi" (1997);las antologías "Luis Benítez" (2001) y "Los poetas del'80" (2002);los libros de conversaciones con escritores argentinos "Itinerarios" (Conversaciones con Luis Benítez, tomos 1 y 2, respectivamente 1995 y 1997, con ensayos preliminares de Pamela Nader); "Diálogos con Atilio Jorge Castelpoggi (2001, con ensayo epilogal de Pamela Nader);"Intramundos. Conversaciones con Elizabeth Azcona Cranwell" (2004) y en colaboración con Silvia Beatriz Amarante" Intersticios. Conversaciones con Jorge Aulicino" (2010) y "Así pasan los años. Conversaciones con Roberto Alifano" (2017).Sus textos han sido seleccionados en la edición bilingüe "Antologia de la Poesía Argentina", traducida por Emilio Coco y compilada por Silvia Beatriz Amarante. Ha dirigido la revista cultural Nueva Generación de 1995 a 1999. Ha colaborado, entre otras, en las revistas Ulises; Generación '83; La República; Nueva Sion; El Frontón; Locas;Proa; Prueba de galera; Soles; La escuela paso a paso y Reloj de agua y en los diarios La Prensa y El Tiempo (Azul) Entre otras distinciones ha obtenido el Tercer Premio de Poesía 1995 de la Fundación Inca y la Mención de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), esta última en conjunto con Silvia Beatriz Amarante.