Luis Benítez |
nadie
sabe dónde estuvimos
toda la tarde llovió
y nadie sabe dónde estuvimos
de
ahora en más
me quedaré en tu sombra
me quedaré en tu sombra
viviré el
fin de las estaciones cuando
el
insecto retorna a su estado de larva
listo
para creer que cada uno que anda
por la
calle es uno que yo conozco
pero yo
me quedaré en mi cuarto
hecho de
tu sombra
en una
habitación oscura
donde la
muerte es una desorientada mensajera
donde
entro en esa pobre tan mínima luz
sea como
eso sea
a un
árbol incendiado en ezeiza
en el
suelo ya flores
y hojas
son los días
como el
amor descuidado
por un
alma salvaje
las
llamas son pájaros que susurran en sus ramas
y
mariposas hambrientas volando cada chispa
el mundo
con ser tan grande
entero
cabe en el incendio
se
disuelve en el aire
se
convierte en lo acre del perfume
mientras
que un rostro se enciende
en lo
encendido
abre sus
ojos y nos mira
no
entrará en la noche
sin
llevarse algo de nosotros
y como en
un sacrificio antiguo
el que enciende
el fuego por la tarde
es lo que
humea al alba todavía
qué veloz
es su bala que nos atraviesa
hasta
llegar a la primera juventud y sigue
para
matar al niño que se nos parecía
fruta
de los charlatanes
sus ojos
son ventanas a la noche
un fuego que
no cesa de girar
sobre
unas caries que hacen intolerable este mundo y los demás
dan ganas
de preguntar qué tan preparado está usted
para
hacer uso pronto del evangelio la guía michelin del espíritu
en esta
tarde seca como los huesos de un perro
una
explosión sinfónica que gusta de introducirse en sus criaturas
seguramente
le brindaría una porción de la calma que tienen los ángeles
como
salida del vientre de una máquina
dispensada
por el aparato que todas las estaciones de servicio
tienen en
su patio de atrás
no fue
acaso antes fernando p. treinta y cinco
y contando
el
primero en desdibujarse hasta transformarse en esa sola moneda
que lleva
usted en su bolsillo
inclusive
cuántos
asesinatos hace que no brinda con soda
como
hacen todos los estúpidos de esta tierra
ajenos al
licor de caña y todas las otras buenas cosas
mientras
el empapelado cae y cae en láminas
decoradas
hasta el innumerable hartazgo con su cara
en esa
casa ambigua esa casa desierta sobre esa colina
que ya
sabemos
donde no
se puede pensar y ciertamente nadie debería hacerlo
también
nuestras madres pensaron en el futuro de sus maridos
un
garañón luminoso el pegaso de la oficina
que de un
día al otro transmutaría en enrique el grande
en jacobo
el magnífico (tantos son los nombres
de los
sultanes cotidianos) y allí los tiene
atentos
al televisor apagado la vacía lata
de cerveza
sostenida
por la artrosis comidos por el
impétigo
conversando
con su infancia en el salón literario del alzheimer
la suya
es una noche que no dispara
un
buen “capitán garfio” con hielo: última receta para ser feliz
dos medidas de vodka una de vermouth rojo media de jugo de
arándanos y allí vamos de cabeza al infortunio el cóctel que mejor combina con
el gusano que nos roe por dentro como un traje negro para un asesino serial
a perseguir a la chica de cabellos dorados por toda la
calesita con el cuchillo en la mano a entrar por la ventana mientras duerme la
viuda a colocar minuciosamente bombas en las cañerías de la escuela donde nos
aburrimos y
fuimos sancionados
a escupir tantas caras que ya perdimos la cuenta a decir
lo que nunca se debe decir sí sobre todo a decir lo que no se debe decir porque
eso daña más que todas las pistolas las heridas cierran las palabras no
taxidermia
tomar un
buen poema y quitarle cuidadosamente las tripas
que son
tan venenosas como las del pez globo
rellenarlo
de paja académica
peinarle
los pelos como está a la moda aunque
insistan
en irse para el otro lado
colocarlo
sobre un pedestal y aplicarle en la base
una placa
de bronce con su nombre imaginado en moderno latín
y la bestia inmóvil nunca más joderá
Luis Benítez (Buenos Aires,
1956) Poeta, narrador, ensayista y dramaturgo. Es miembro de la Academia Iberoamericana
de Poesía, Capítulo de New York y de la World Poetry Society (EE.UU.); de World Poets
(Grecia) y del Advisory Board de Poetry Press (La India). Ha recibido el
título de Compagnon de la
Poèsie de la Association La Porte des Poètes. Miembro de la Asociación de Poetas
Argentinos (APOA) y de Sociedad de Escritoras y Escritores de la República Argentina
(SEA). Ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales por su obra
literaria, entre ellos el Primer Premio Internacional de Poesía La Porte des Poètes (París,
1991); la Mención
de Honor del Concurso Municipal de Literatura (Poesía, Buenos Aires, 1991); el
Segundo Premio Bienal de la
Poesía Argentina (Buenos Aires, 1992); el Primer Premio Joven
Literatura (Poesía) de la
Fundación Amalia Lacroze de Fortabat (Buenos Aires, 1996); el
Primer Premio del Concurso Internacional de Ficción (Montevideo, 1996); el
Primo Premio Tuscolorum Di Poesia (Sicilia, Italia, 1996); el Tercer Premio
Eduardo Mallea de Narrativa (Buenos Aires, período 1995-1997); el Primer Premio
de Novela Letras de Oro (Buenos Aires, 2003); el Accesit 10éme. Concours
International de Poésie (París, 2003) y el Primer Premio Internacional para
Obra Publicada “Macedonio Palomino” (México, 2008). Sus 36 libros de poesía,
ensayo, narrativa y teatro han sido publicados en Argentina, Chile, España,
Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, México, Rumania, Suecia, Venezuela
y Uruguay. En 2011, la editorial española Publicatuslibros.com editó en e-book,
en 3 tomos, sus “Poemas Completos (1980-2006)”, con ensayo introductorio del
Prof. Luis González Platón, de la Universidad de Madrid. La descarga gratuita de
Poemas Completos puede hacerse desde: www.publicatuslibros.com
…………………………………………………………………………………………………………..…..
Los poemas publicados serán
editados en 2015 bajo el título “Nadie sabe dónde estuvimos” por Ediciones
Llanto de Mudo, de Córdoba, Argentina, y por La Caletita Editora,
de México D.F.
……………………………………………………………………………………………………………….