viernes, 29 de septiembre de 2023

Elder Silva: Poemas

 

Elder Silva














FOTOCOPIA

No hay más ruidos 
que el de lanchita con motor fuera de borda
que agita el lago,
con olas que se repiten en la orilla como una fotocopia.

La hilera de bandurrias vuelve al bosque
soñando con la luz indecisa del sol.

Mi corazón es algo parecido al paraíso
acá en Palmar.


UNA  MARIPOSA BLANCA

La mariposa vino a morir en la vereda.
En las baldosas rotas de la calle Cabrera
la mariposa blanca “plegó sus alas”
(para homenajear a los poetas del barrio)
y vino aquí a abandonar su vuelo.

En un mundo tremendo:
hoy cayó la bolsa en Irlanda
y toda Europa corre a socorrerla,
Haití se muere en cólera
y aquí en mi barrio muere una mariposa blanca.

Con alas extendidas
(justo aquí)
en la vereda por la que van los niños a  la escuela,
donde pasan los linyeras solos,
donde repasa el viento el polvo solitario
y los evangelistas tratan de abrir sus biblias
para mostrar el cielo.


OPCIÓN GORRIONES

Como advertía mi amigo Juan Carlos
en un país sin grullas
no tiene sentido salir a defender su supervivencia
entre las especies del planeta.
Ni cantar a ruiseñores, ni cornejas
ni a aquellos famosos estorninos
que han poblado otras poéticas.

Tampoco vienen cigüeñas a nuestros campanarios.

Suerte estos gorriones picoteando
migas de mi mesa en el verano.

Se toman el trabajo
de bajar de los aleros de las casa del barrio
y venir a recordarnos, una vez más,
que el amor y la poesía
también tienen patitas frágiles como escarbadientes. 


Elder Silva  (Colonia Lavalleja,1955-Montevideo, 2019). Poeta, periodista, docente y gestor cultural.
(Póstumo, Civiles Iletrados, Montevideo, 2022)

Desde 1997 hasta 2015 se desempeñó como coordinador del Centro Cultural "Florencio Sánchez" de la Villa del Cerro. Desde 2005, también trabajó como responsable del Programa Esquinas de la Cultura de la Intendencia de Montevideo. Se desempeñó como docente de la asignatura Gestión Cultural Comunitaria en la Licenciatura y Tecnicatura en Gestión Cultural del Centro Latinoamericano de Economía Humana. Su obra poética: Líneas de fuego (1982), Cuadernos agrarios (1985), Un viejo asunto con el sol (1987), Fotonovela - Canción de perdedores (1996), La cajera del Oxford y otros poemas de amor (1999), Mal de ausencias (2002), La frontera será como un tenue campo de manzanillas (España, 2005), Sachet  (2009), Bar Bukowski (2012), Agua enjabonada (2013), El reloj mide las horas donde tu boca falta  (2014), Pájaro que tiembla (2022).


jueves, 21 de septiembre de 2023

Gerardo Ciancio: Tríptico Trance

 













 

                                                                   “saca tu cuerpo viejo, viejo mío,
                                                                     saca tu cuerpo de la muerte”
                                                                     Jaime Sabines

I

Si ese aroma a pinares llegare de esta infancia si anduviese el recuerdo más cauto de puntillas como si la memoria no caducara como si la huesa silencio sin entrañas como si tendría cenizas y sentidos / salvada así la contradicción

de hallar a mi padre sin su enjutez enferma sin su osario un padre mío atesorado en el tiempo común de nosotros / Rota ya la flagrante infancia y rotos ya sus albores /  padre padre en la redundancia mejor de su regreso

Parece ser que sólo el verso regresa versura sólo a él la inmovilidad de lo hecho / una vana constatación / si los pinos y toda su fragancia / claro que sí:

allá mi padre padreando en su arboladura pinar

A este lado del muro el jueguito escandido del poema.

 

II

“La muerte es el comienzo de una guerra donde jamás otro hombre podrá ver mi esqueleto.”

Héctor Viel Temperley

¿Cuál es la infancia mejor?  ¿Do la hallares, palafrenero? ¿Aqueste mar es tu mar de marear / tu aguja? ¿Luce así el tiempo tan campante sin su niño?

Los huesitos paternales: ¿dónde fueron a heder?

¿O es sólo tuyo el pater canto al pie de la muralla, Don Jorge?

¿Debiere volver a tu villa de Paredes de Navas tras tu muro en Castilla tan castellana?

¿Funge mi padre guerrero encastillado / me obligas /?

Un tiempo el suyo sin su adarga sin su albarda sin su fasto / apenas

te concedo el ronroneo de un tango sin quebrar aprisa la madrugada

Los albores no es recordarse al gallo pues su alba labor va puerta al puerto

proa a su triste edificio de su fugaz Montevideo ya ni cruel

¿Y si suda mi padre su sudario?

 

III

Una pequeña gota de ese mar río marrón que entorna mi conciencia

muy fina a su intangibilidad porque la gota de agua escasa ya es idea

Una traza sin huella casi osada de sí  / entrada en los años desde su nacencia quebrada / Una minúscula canción engotada nocturna aún sin componer

si fuere certero una gota gárgola que suministra la muerte

Porque no fueras a creer que cualquier dribiling elude la insistencia de su porfía funesta / es decir sin temor a descubrir su desembocadura sin mayores mohines que sólo pueden empeorar las cosas

Uno puede pasársela mejor agotado en su luz reflejada mejor en términos comparativos / no creas / Que de vivir bajo la pendencia de un cabello

tu gota mi gota la gota / incluso / que vertiera mi padre (y  que aún fulge en sus ojos ya no vistos entre nuestros pinos) trocarían en espadas, Damocles. 

 

Gerardo Ciancio (Montevideo,1962). Poeta, crítico, ensayista y docente. Ha publicado los libros de ensayo La crítica literaria integral (1998); La ciudad inventada (1998); Entretextos (1999); La cultura en el periodismo y el periodismo en la cultura. De Mario Benedetti a Maldoror: miradas sobre la prensa cultural (2007, junto a Jorge Olivera); Soñar la palabra. La canción de Mario: Benedetti musicalizado (2012); las antologías Nada es igual después de la poesía: cincuenta poetas uruguayos del medio siglo (1955-2005) (2005); El amplio jardín. Poesía joven de Uruguay y Colombia (2006); y Los hijos del fuego: novísima poesía uruguaya (2010, junto a Ariel Silva); los libros de poesía Arquitrabe (2010); Cieno (2011); Haikus de Kiushu (2017);  Los ojos críos (2021) y Linaje (2021). 

jueves, 14 de septiembre de 2023

ENRIQUE MUJICA ÁLVAREZ: Poemas

 

Enrique Mujica Älvarez






















I

Tarde 
al vacío 
sale un puerto 
Mi tía vieja camina recordando 
Ríe sin esperanza 
como los niños 
Mueve sus grandes ropas 
entre nosotros 
y juega a caerse 
como quien aprende a caminar 
Un día ya no sabrá 
si está muerta o aún vive 
bajará dulcemente y en silencio 
Se apagará su sombra 
azul hacia los sueños 
Mi tía vieja es feliz.

II

Emily Dickinson, dime qué viste 
más allá de aquel encierro 
de vestidos blancos. 
Por cuál rendija de luz y 
madera de olmo te vino esa 
conversión de vuelo, 
más allá del cielo sombrío 
de la casa, en la embriaguez 
última y solitaria. 
En qué momento, en qué destello 
vino en las hojas aquel licor 
no destilado, el olvido y la 
extinción desde la afiebrada 
reclusión de siempre. 
Quién eras en la sombra del cuarto, 
aferrada a una tela, a las flores 
de hilo, meditabunda y oscura, 
atareada de confiterías, 
de iglesias y penumbras, 
cargada de tanta grande literatura 
de mujer, de tanto trébol, 
de tanta abeja temblorosa 
y premonitoria. Dime qué viste 
más allá de aquel encierro 
de vestidos blancos.

III 

Por vivir otra vez, 
por volver a vivir, 
por vivir de una vez. 
Por hacerte viva de mis ansias, 
de mis desesperanzas. 
Por hacerte más viva que tú misma. 
Por quererte viva. 
Cabeza del Cisne 
del día sideral, 
de la noche sideral, 
de la constelación definitiva. 
Astro incandescente del deseo 
en muriendo 
y tejiendo 
y tejiendo. Aguantando 
contra la oscuridad total 
de la eternidad, contra el frío 
final de la eternidad, 
por hacerte viva de mis ansias, 
más viva que tú misma, 
por quererte viva. 

IV

Andamos con el uniforme de 
combate, las botas, la correa,
una cartuchera con algunos 
billetes, el peine para los cabellos
que viene a ser como una cacerina
y el ojo puesto en los blancos 
prohibidos por el enemigo.
De los viejos montes aún quedan 
mechones de árboles, parques,
verdes parajes de la guerra civil.
El cielo estrellado de la noche, 
más viejo que los parques, se abre 
desde antes de la llegada del humano
como una tregua universal.
“Denme un punto de apoyo y 
moveré el mundo”. Demasiado 
ciego, el hombre de hoy sólo 
pide un mundo para no moverse. 
Como cotejos y pajaritos 
apedreados por niños mueren los 
inocentes por parvadas en las estrechas 
pantallas de la televisión insolente.

V

La historia vino desde muy lejos, en Caín 
y en Abel, en una espada flamígera
y en una serpiente. Vino como la sed
que engendró la raíz, ese arabesco  
ciego, para que bebiera de la tierra
y agradeciera en ramas y en
follaje, en flores y en frutos
y vino alevosamente como el
ansia que se trocó en
angustia, para que bebiera
de nosotros y agradeciera en mundo.


Enrique Mujica Álvarez (Venezuela, 1945)  Profesor titular emérito de la Universidad de Carabobo. Ex-Vicerrector académico de la Universidad Rómulo Gallegos. Escritor, poeta y novelista. Su obra consta, hasta el presente, de unos veinte libros publicados entre poesía, ensayo y novela y de otros tantos inéditos. Obra galardonada en diferentes certámenes nacionales e internacionales. Postulado al Premio Nacional de Literatura de su país, en años sucesivos.

Selección de Adhely Rivero .




























viernes, 8 de septiembre de 2023

Esteban Moore: Versiones chinas

 


Esteban Moore


 


 


















Sueños de primavera

En la primavera mientras transcurre el amanecer sueño 
en todas partes oigo atento el canto de los pájaros

¿Oh voz del viento y la lluvia en la noche
estás contando los pétalos que están cayendo? 


Meng Hao-Jan 
 (689-740)


Respuesta a un magistrado

Tarde en la vida, sólo me intereso por la comodidad-
al diablo con tus preocupaciones oficiales. 

Miráme- No hago planes para el futuro
mi único interés es regresar nuevamente a mi bosque.

Que el viento de los pinos sople en mi camisa
y que la luna de la montaña acaricie mi triste laúd.

¿Deseas saborear el éxito, saber del fracaso?
Aguas afuera un  pescador solitario canta 
                                                         no deja de cantar.


Wang Wei 
(701-761)


Sobre Tu Fu


En la cima de una montaña,
me encontré con Tu Fu 
era agosto y el sol ardía.

Su rostro cubierto por la sombra
del gran sombrero de paja
mostraba profunda tristeza.

En los años que pasaron
desde nuestro último encuentro 
había languidecido, estaba agotado.

Pobre Tu Fu, un viejo,  pensé entonces,
estará otra vez sufriendo la poesía. 


Li Po
(701-762)


Viajando en la noche
 

La hierba fina se arremolina en la ribera ventosa
el alto mástil se alza solitario en la embarcación.

Las estrellas viajan bajas a través de las anchas planicies
y la luna se balancea sobre las aguas del Yangtzé.

Qué es la fama y la condición literaria―
Los ancianos y débiles deberían retirarse.

A la deriva, flotando en la corriente, que puede hacer
la solitaria gaviota, que navega entre la tierra y el cielo.


Tu Fu
(713-770)


Anclado en el puente de los  arces

En la noche cae la helada, bajo la luz de la luna
se oye el canto de los cuervos y los faroles de los botes
que titilan a través de los arces no me dejan dormir.

A la medianoche, desde la distancia más allá de la ciudad 
las campanas del templo de Han Shan llegan a mi embarcación.

 
Chang Chi
 (768-830) 

Versiones a partir de las traducciones de J.P. Seaton, Arthur Waley, Robert Rotewall, Norman L. Smith y Sam Hamill (Estados Unidos, 1943-2018) Poeta, ensayista y traductor del griego, latín, estonio, japonés y chino. Es autor de más de quince libros de poesía, ensayos y de unos cuarenta volúmenes en traducción.

Esteban Moore, Sam Hamill, Jorge Rivelli, en Palermo Buenos Aires.
luego de una sesión trabajando la translación al castellano de estas
versiones.


 

ADHELY RIVERO: poemas

 

Adhely Rivero











I

Los padres dicen: no importa que vengas
con las manos vacías,
trae la frente en alto y el pensamiento
de que esta tierra todavía vale vivirla y crear.
Me cuesta pensar que tengo dificultad para mirar
el sol en la mañana sin gafas oscuras,
el pájaro amarillo me agota la retina
y la claridad se distancia.
Están al lado de Dios, van a cuidarme del miedo
y la ceguera. 
Cuento otro día separados.
Espero que estén bien y me remitan amor y valor.
Que nunca dejen de enviarme un relámpago
con los quiebres del camino
para cuando me toque subir al cielo.


II

El tiempo no se ahorra,
no se puede guardar para más tarde,
se consume al instante.
Si le vas a dar a beber al caballo
no esperes que sequen las aguas del río.
Me puse a pescar y no había peces.
Todos tomaron su producto 
y se fueron contentos a freírle el tiempo
a las palambras,
la suerte, es alimento que Dios nos da.
Tenemos mucha literatura sobre el tiempo
y no sabemos cuándo se madura.
No le vamos a llevar la contraria a Dios.


III

Este animal
toda la noche posó la cabeza
sobre la cerca
que al fondo tiene música.

Ayer salió de la finca
el Ruano,
estaba trabajando.
Iba en silencio,
algo lo aturde.

El caballo que bebe y come
en la sabana
está frente al bar
delgado de sueño y plaga.


IV

Tengo lejanía de nacimiento, 
he venido sumando el tiempo,
algunos días claros, otros oscuros.
Todo el que se hace padre envejece,
recuerda la cadena de descendencia
que viene de tu sangre.
Solo el hijo será joven.
De él depende el recuerdo y la memoria.
Lo único que acertaré siempre es el país,
Dios me cedió la tierra 
para que me plantara de frente al destino, 
a mi paso por el mundo.


V

Que puede estar pasando en el silencio de la soledad,
la noche y usted entre recuerdos y retazos de vida.
Así se le hacen los años a una persona juntando caminos, 
preguntándose por los que viajan y se están borrando,
no basta nombrarlos.
Conozco este plano de tierra, su gentilicio, su lenguaje
compartido con los animales que entienden 
y se alegran.
Uno se mira a un espejo y sabe que le están cobrando
la renta año tras año, lo anotan las arrugas.
Decía Padre,
ah vaina, venirme a poner viejo
ahora que me está gustando habitar bajo este cielo.


VI

Otra vez la tarde me encuentra en los tramos
espiando el paisaje iluminado
en los colores del pelo de las reses.
He visto emigrar la gente a la ciudad a trabajar. 
Siempre montaron los caballos pensando que la vida 
terminaría en el lugar que enfrió la juventud
y ablando la vejez. 
Obreros se vuelven los hijos de los peones.
Los dueños serán hijos de los terratenientes.
Tantas aristas tienen las tierras 
como caminos hacen los pasos.
El mundo podría existir mejor
si le dan al hombre la tenencia de los sueños
y los suelos del vaquero.


VII

Las palambras para fritar,
con plátanos verdes recién cortados,
a la sombra de un taque
por el paso la gaviota.
Las sardinas son para los gatos
de la parroquia.
Allí comenzó la ribazón
el agua brillaba de escamas con el sol,
parecían las monedas de plata
que tenían la cara del libertador
y sonaban bonito en el piso
para alertar a un ciego.
Los pájaros comen y vuelven al dia siguiente.
Los hombres comen y pasan la rastra
para llevarse la abundancia.
Un día amanece el rio solo
sin peces, sin canoas, sin pájaros.
Las palambras resisten la soledad.
Y el aceite tostándolas
bajo la sombra del taque.


Adhely Rivero (Venezuela. 1954) Lic. en Lengua y Literatura por la Universidad de Carabobo. Cursó estudios en la Maestría de Literatura Venezolana en la Universidad de Carabobo. Venezuela.
    Poeta, editor. Fue jefe del Departamento de Literatura de la Dirección de Cultura de la Universidad de Carabobo. Director de la revista Poesía. Coordinador del Encuentro Internacional Poesía de la Universidad de Carabobo. Director de las Ediciones Poesía de la Universidad de Carabobo. Coordinador de las Ediciones El Cuervo, traducciones, de la Universidad de Carabobo. 

PUBLICACIONES: 15 Poemas, 1984; En sol de sed, 1990; Los poemas de Arismendi, 1996; Tierras de Gadín, 1999; Los Poemas del Viejo, 2002; Antología Poética, 2003; Medio Siglo, La Vida Entera, 2005; Half a Century, The Entire Life, 2009, versión al inglés de Sam Hamill y Esteban Moore. Poemas (Antología editada en Costa Rica) 2009.Compañera, 2012. Poesíe Caré, Poemas queridos, 2016, Versión al italiano de Emilio Coco, publicado en Colombia. Está representado en varias antologías nacionales y en la antología italiana La Flor de la Poesía Latinoamericana de hoy, tomo I, II, editada en Italia, 2016. La vida entera. Antología. Ediciones el Taller Blanco. 2021. Colombia. Frontera Invisible. Editorial Sultana del lago. 2022. Gente Íngrima. Editorial Universidad del Zulia. 2023.
Ha recibido los siguientes premios: Premio Nacional de Poesía Cecilio Chío Zubillaga Perera, Carora, Lara, Venezuela. Premio Nacional de Poesía Universidad Rómulo Gallegos, Venezuela.
Premio Único de Poesía 40 Aniversario de la Reapertura de la Universidad de Carabobo. Premio Nacional de Poesía Universidad de Carabobo Premio Beca del CELARG de Poesía, con Rafael Cadenas. Traducido al inglés, portugués, italiano, alemán, griego, francés y árabe.










lunes, 4 de septiembre de 2023

CARLOS OCHOA: Poemas

 


Carlos Ochoa







 










PARÍS FLASH

Hace mucho que no se de ti
te imagino tomando un café
leyendo un libro
abrigada con una vieja chaqueta de cuero
como la de James Dean

Te pienso mientras tarareo una canción
no me preguntes porqué París
sí está tan distante de este trópico
debe ser por esa bendita costumbre
de ver la vida como una película
y los recuerdos como un flash
que entran y salen iluminados por la luna.


RASTROS

Las ausencias duelen en la costumbre de mirarnos
nada más que eso
porque lo vivido no se va a ninguna parte
no escapa de la memoria
no huye en los sueños

¿Cómo puede desvanecerse la alegría
el día en que fuimos felices?

Nada desaparece del todo
hasta el viento que mece la rama deja un rastro
un leve aroma
que marca la hora de llegada
y de partida


ESPECIAS

Guardo en la alacena
especias en frascos de vidrio de colores
los azules contienen romero seco, orégano, albahaca, tomillo
y muchas otras hojas de sabores y olores intensos
los rojos pimienta verde, negra, blanca y curry de lejanos lugares
que me hacen recordar
a Sandokán el tigre de la Malasia y a Marco Polo en la corte de Kublai Khan
los verdes son raros no recuerdo que contienen
pero cuando abro uno de ellos
el mar Caribe entero inunda mi cocina
la casa y hasta la ciudad donde vivo

Hay unos frascos amarillos que nunca abro
los heredé de un viejo cocinero venido de las islas
que preparaba el mejor Calalú que recuerde con su quimbombó babosito
son frascos que contienen historias
porque navegaron mucho en todo tipo de embarcaciones
historias tristes deben ser
por las lágrimas que les brotan en las noches
y humedecen el pescado salado
que cuelga en fila secándose de a poco.


RESTAURANTE CHINO

Tallarines con jengibre y cebollín
algas y hongos deshidratados en salsa de ajo
empanaditas de camarones al vapor
picante de mostaza, salsa de soya
y una jarra de té
son servidos
sin apenas sonreír
cortar el aire
entre un extremo y otro de la mesa.

Trato de entender
porque un sabor lleva a otro
no importa si agrio
dulce, salado, picante
ácido, simple o amargo
cortamos la memoria
con el placer o el dolor del ultimo

¿Será por eso que de este lado del mundo
toda comida que se precie termina en postre?
Nos levantamos de la mesa
jamás comprenderemos el suspenso del té negro calentando el cuerpo.


CEREMONIA DEL CAFÈ

Oler la fragancia del cafeto en la montaña
secar la semilla en un patio de ladrillos
del color de los atardeceres encendidos
tostarlo, molerlo, calentar el agua
y esperar que la alquimia oscurezca y espese

Servirlo en una vajilla hermosa
compartirlo con alegría
no existe misterio para quien devuelve amor
en una taza humeante de café.


PALOS GRANDES

Con olor a mar en mis ropas
toco el tronco recto y alto de un Mijao
en una avenida de Caracas
sus ramas protegen
a los apurados vecinos que retornan a casa

¿Con qué comparar este instante?

Espero la luna
y me gustaría ver las flores menudas del árbol
pero es demasiado alto
y mi vista no es tan buena lejos de la costa
del mar que no termina en mis ojos


HALCÓN DORADO

En el cenit de la vida
un halcón dorado vuela hacia ti
lleva en sus garras
el frío de las alturas
y las pocas gotas de lluvia del desierto

Déjalo descansar en tu lecho
alimenta sus ojos con tu desnudez
besa sus alas
nada te dará más placer
nada recordaras más hermoso en la vida

Un halcón es una alfombra mágica
que te vuela el corazón
a todos los lugares
que están cerca y lejos
de la historia secreta de los cielos.


OLAS DORADAS

Mi ciudadela del alma
no está en el pasado de ruinas gloriosas
en los versos de algún poeta
o en las alas victoriosas
de estatuas decapitadas

Viajo con las olas doradas
a los arrecifes en donde los vientos encrespan la vida
con otros dioses
que no tienen memoria de lugares ni días.


CUMBOTO

 “…Y Pasaron todos como sombras como viajeros que van en posta”
 Frontispicio del cementerio de Puerto Cabello. Venezuela

Padezco de sol
soy un animal lento a la hora de la siesta
duermo la fatiga del insomnio
que guarda la fragancia de las flores
que abren sus pétalos en la noche

Duermo el calor
y guardo el sudor
para aquellos que viven lejos del mar
todos los días de su vida

Yo soy esta costa
con mi padre y mi madre
que pasaron por la vida
como viajeros que van en posta.

 
EL TECHO DE LA BALLENA

Al borde del mar
el cuerpo es un espejismo
que no tiene espíritu de profundidad
es otro reflejo del cielo
sin límite
que se tensa como cuerda de arco
y se afloja con las mareas

En las profundidades los bordes son otros
como los sueños de las ballenas
que se despiertan en el techo
donde las olas respiran
y los barcos dejan sus estelas espumosas


 INVENTARIO

Un dormitorio
con una ventana al mar
una cama
vestida con una colcha de presagios
una lámpara china
que iluminó el amor
 Es todo lo que necesito inventariar
para no olvidarme
cuando respiré la felicidad.

Carlos Ochoa (Venezuela) 1952. Poeta, artista plastico, columnista político. Ha publicado "A Flor de agua" 1976, "Hurakane" 1986, "Apuntes de la Costa" 1999.La selección de esta muestra fue realizada por el poeta Adhely Rivero del libro inédito de pronta aparición "Alquimia del instante".