sábado, 11 de septiembre de 2010

Julio Azzimonti, poema.

Julio Azzimonti



















LEONARDO ENMARCADO


Leonardo enmarcado observa desde la ventana:
la muchedumbre en gritos
lleva una mujer atada
a la que van a quemar

la visión detiene su conciencia
la perspectiva dispara la idea
llama y dice a sus discípulos
“De todas las soberbias de este mundo
la del ignorante es la peor
no reconoce límites
porque hasta los déspotas tienen alguno”

el anagrama de su tiempo
se agota en el escarnio
de un sueño perpetuo
en blanco y negro

Leonardo espadas en los ojos
ha entrado en el deseo despiadado
de su propia totalidad inabarcable
ha entrado en su alma
para dibujarla
entró en el tembladeral de la creación
partiendo de una estética
para construir su ética

en los ojos de Leonardo
allá en lo alto
enmarcado en la ventana
la bruja desde abajo
se mira confinada en su retina

Dice a sus discípulos:
“ De todas las soberbias de este mundo
la del ignorante es la peor
porque no tiene estética”

la muchedumbre aúlla
acercándole llamas a la pira

con la piel encendida
la bruja vitrificada
en las retinas de Leonardo grita insensible
al dolor:
“Vas a inseminar la Historia pero no a la mujer”
“Contale a tus discípulos
el horror de perder la luz”
“la ignorancia es un fresco
enorme de sombras”

Leonardo la escucha y piensa contrariado:
“el horror sigue siendo
la noche con una tela en blanco”

Llama a sus discípulos:
                        “les digo que la luz
                         es sólo un párpado abierto
                         un juego de sombras que escapan
                         dejando un hueco cálido
                         cuando hay tres lámparas encendidas
                         separadas por guiones de penumbras
                         son tres  las sombras que buscan
                         escaparse de tu vida”.




la palabra dulce o despiadada
no deberá aparecer todavía
no deberá aparecer ni el gesto
ni el movimiento
sólo el fotograma espléndido
de la escena abusando de su fuerza

paredes floradas desplegando
simulacros
permanecerán erguidas
hasta un final lejano

sobre las tablas en este lugar
sin límites
los personajes salidos del papel
se miran congelados
esperando nuestra orden del alma

voy recorriendo sus perfiles
endurecidos
tocándolos con las yemas de mis ojos
temblando de presagios
              ¿qué va a ocurrir?
estos actores con panzas y hoquedades
se mueren todas las noches
para renacer

estos actores hinchados de emociones
buscarán cuando se muevan y remuevan
empujarnos  hacia adentro de la caverna
             ¿qué va a ocurrir?
pronto se juntarán en escena
ebrios de deseos
colocando máscara sobre máscara
hasta engañar nuestros sentidos inflamados


cuando se muevan en este lugar
sin límites
brotarán cuervos y magnolias de sus rostros
para emerger en onirias
y retratos interiores sepultados

cuando hablen con silbos y guturas
desgarradas
estallarán las censuras violáceas
y el antiguo sueño del hombre
dejará de ser una sombra
en las paredes de la caverna
la vieja conciencia con su guardián de granito
abrirá sus alas de buitre utilero
y se lanzará a comernos el hígado y los plexos
            ¿qué va a ocurrir?
cuando tornes al movimiento y al gesto
en esta caverna crepuscular
aparecerá el cruel fantasma de Esquilo
con su bolsa de símbolos y escarnio
acelerando el aire y las cabezas

alguien
quizás alguno de ellos
se sentará a una mesa traída del misterio
cargando de alcoholes el silencio
y comenzará el hartazgo sensorial

hay una música enredada en las cosas
cuando tantas cosas
se yerguen formando deslices claroscuros
y barreras de luz
            ¿qué va a ocurrir?
alguien alguno de ellos todos a la vez
desencadenarán un tortuoso drama sin final
sin embargo todos morirán
ahogados en palabras de almacén

serán incestuosos parricidas?
¿o brujos malolientes y fugaces
bajo su mascarada de capas y polvos?

hay un divino río torrencial
empujándonos hacia ellos
aún antes del gesto
o la palabra timbrada

hay un furioso torrente de caballos
recorriendo este agujero de carne pulsátil

hay un estremecimiento
del pecho endurecido empujándonos
hacia esa flor carnívora
untuosa y fija en el ojo estupefacto

¿qué va a ocurrir en este escenario
de sueños perpetuos?

estos actores morirán para renacernos
para agitar el demonio energético
de la tragedia y el drama
del amor o el odio eterno

van a remover capas y capas
de dolores brutales
y alegrías destellantes
hasta llegar al sólo dolor
a la solitaria alegría
al paraíso perdido en la chatarra
al núcleo en llamas
de la vida y la sustancia
cuando tornen al movimiento y al gesto
a la palabra y al signo
en esta vieja comuna teatral
actuantes y actuados
con sus rostros de polvos y carmines
estallarán como reyes
en ruedos de caricias y golpes
en rituales y juegos
en gemidos y libertades
en laberintos y adulterios
en frutos carnales
y en una ternura piadosa
destruyendo
el cristal del pensamiento
y las voces de mando
de la razón armada

cuando las luces
dirigidas al ensueño
se aferren al escenario
en esta comuna teatral
algo
quizás un espasmo de la vida
va a ocurrir



Julio Azzimonti ( Zárate, Buenos Aires, 1943). Escultor, poeta y narrador. Dirigió las   revistas literarias: El arcón, La banana magnética, El hiperpótamo y Precisiones. Integró el grupo cultural “La Jabonería de Vieytes”. Ha publicado: Acerito, novela, (1988); Lo que vendrá, nouvelle, (1995); Literatura activa y procesos comunicacionales, (2004). Obtuvo el primer premio en el concurso nacional de Cuento “Roberto J. Payró” (1978); 2º Premio y Mención Especial del Jurado por: “A juego y vida”, Fundación ARCIEN de Rosario, (1979); primer premio en el certamen internacional de cuento “Eduardo Mallea  (1981). Desde 1999 forma parte del consejo de redacción de la revista OMERO poesía.