Gustavo Adolfo Garcés |
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El día es incierto
y no deja ver muy bien
sus maneras
intenta darme algo
una palabra
un párrafo en blanco
titubea
tropieza igual que yo
casi nada me dice
se vacía sin llenarse
a tientas heredo su lección
140
Llegas al alma
por el esplendor
de lo inútil
y entonces
las palabras
se hacen ciencia
234
No sabíamos
que llegaba el viento
remolino
de hojas secas
271
Juncos
flores
agua
pájaros
la vida
no parece dura
ni las piedras
495
Nada me importuna
pareciera que el mundo
es capaz de curarse
las almas se hermosean
ahora que hemos envejecido
todos los que soy
se unen en sosiego
y reluce con el vaso
mi pobre vida atareada
veo como en un sueño
los tejados
converso en silencio
con mis muertos
523
Supimos un poco de Dios
en sus palabras
entonces
todo lo comprendíamos mejor
las montañas los valles
el círculo de la luna
ahora está inmóvil
un silencio calamitoso
nos encierra
839
De la misma familia
las rosas
las violetas
y el hecho de morir
856
Se arruina el verso
se ablanda y apoltrona
ha oído decir
que su tema
es pura tontería
pero él se obstina
en turbar las reglas
mira la mosca
quiere aprender
de su zumbido
de Hasta el fin de los números
Gustavo Adolfo Garcés. Medellín, 1957. Abogado de la Universidad de Antioquia y Magíster en Estudios Políticos de la Universidad Javeriana. Ha publicado: Libro de poemas (1987), Breves días (Premio Nacional de Poesía Colcultura, 1992), Pequeño reino (1998), Espacios en blanco (2000) y Libreta de apuntes (2006). Se desempeña como asesor de la Procuraduría Delegada para la Prevención en Materia de Derechos Humanos y Asuntos Étnicos.