Carlos Drummond de Andrade |
Llega un tiempo en que no se dice más: Dios mío.
Tiempo de absoluta depuración.
Tiempo en que no se dice más: amor mío.
Porque el amor resultó inútil.
Y los ojos no lloran.
Y las manos tejen apenas el rudo trabajo
y el corazón está seco.
En vano las mujeres golpean a la puerta, no abrirás.
Quedaste solo, la luz se apagó,
mas en la sombra tus ojos resplandecen enormes.
Eres todo certeza, ya no sabes sufrir.
Y nada esperas de tus amigos.
Poco importa que venga la vejez, ¿qué es la vejez?
Tus hombros soportan el mundo
y él no pesa más que la mano de un niño.
Las guerras, las hambres, las discusiones dentro de los edificios
prueban apenas que la vida prosigue
y no todos se libertarán aún.
Algunos, hallando bárbaro el espectáculo,
preferirían (los delicados) morir.
Llegó un tiempo en que no se anticipa morir.
Llegó un tiempo en que la vida es una orden.
La vida apenas, sin mistificación.
(De Sentimiento del mundo; 1935-1940)
Versión Wilfredo Carrizales
Carlos Drummond de Andrade (Minas Gerais, 1902- Río de Janeiro, 1987). Desde sus primeros libros la poesía de Drummond se destacó del resto y es considerado por la crítica como uno de los mayores poetas del Brasil. Ha publicado, entre otos libros de poemas. Alguna poesía (1930), Brejo das almas (1930), Sentimiento del mundo (1940), Confesiones de Minas (1944), Poemas (1951), 50 Poemas escogidos por el autor (1956), Obra completa (1964), Versiprosa (1967), Caminos de Joao Brandao (1970), Amor, amores (1974), 19 libros de poesía (1983).