Raami Saari |
Identidad
Cuando todos me abandonaron
/el hebreo permaneció a mi lado.
La gran fantasía de las palabras no cesó.
La persecución de las frases continuó.
No dejo de corretear por los lugares perdidos
/que me señala la vida:
oscilaciones en todas partes, raíces dispersas de una existencia vagabunda.
Mi único pasaporte está en mis oídos:
soy para siempre un ciudadano de la música de mi idioma.
Yo
No soy el camino
soy el viaje
desde los balcones de la muerte
hacía el muro anónimo.
No soy el verdadero mesías
ni la maldición de los falsos profetas.
Soy la necesaria palabra, el poema inconcluso.
Soy el que grita,
el que pasa por el camino lamentádose
con el sabor del almidón en la boca
frente a la densa niebla húngara.
La gran revolución
En el sendero que atraviesa el pueblo de los sueños
yacen piedras grises
Gente aburrida pasa con el viento
mira las piedras
luego opina: “rojo” o “blanco”.
El viento pulveriza todo.
Unos poemas se escriben,
se cumplen,
se olvidan.
Lo esencial sucede muy lejos de este sitio.
Tremendos vientos pasan encima nuestro.
Nosotros dormimos.
Renacimiento
En el Museo Nacional de Albania
tuve frente a mis ojos
la imagen de Karlo Serreqi,
un católico más precioso que toda Roma.
Durante el gobierno de Enver Hoxha
fue encarcelado, torturado y asesinado.
¿Cuántos años yació esa imagen
acompañada por un montón de papeles?
¿Cuántos años descansaste
yaciendo con los fantasmas?
En la gran corrida
el alma se eleva
y desciende
y vuelve a elevarse.
Traducción del hebreo Javier de la Puerta.
Rami Saari (Petaj Tikva, Israel, 1963) Poeta, traductor, y editor. Es licenciado en filología semítica y fenno-úgrica por la universidad de Helsinki y doctor en filosofía y letras de la universidad hebrea de Jerusalén. Entre 2002 y 2006 Saari trabajó como jefe de redacción de las páginas literarias sobre la poesía israelí en el sitio web de Poetry International. Ha dado a conocer siete volúmenes de poemas en hebreo y ha traducido docenas de autores de lengua albanesa, catalana, española, estonia, finlandesa, griega, húngara y portuguesa. Por su obra poética ganó en dos ocasiones el premio del Primer Ministro, en 1996 y en 2003, y por sus traducciones ganó en 2006 el premio Saul Chernikhovsky. En 2010 le fue otorgado el premio de la Academia del Idioma Hebreo por su contribución al enriquecimiento de las letras en esa lengua.