lunes, 12 de diciembre de 2011

Philip Gross: El Duque de Ninguna Parte.







Philip Gross

























Yo soy el hijo del Duque de Ninguna Parte.
Ninguna parte fue mi hogar. El primer sonido que recuerdo

fue el de máquinas serruchando vapor, el ruido sordo
y el agudo chirrido de los vagones cargados de pesados golpes

empujados con crueldad de vía en vía. Cuando me alzaron al borde de la ventana
observé la primera imagen de nuestro exilio

mientras pensaba: aquí, yo,
mirando… Allí los trenes perdiéndose en la distancia…


*

Él vivía de incognito.
Sin embargo: su secreto no corría peligro conmigo.

Yo era el heredero solitario de todas las cosas
que él nunca mencionó. Yo adiviné

de su melancólica depresión, de sus días de completo silencio
que la herencia debía ser vasta. Las propiedades perdidas

crecieron en su vastedad, semana a semana,
luego mes a mes, el se fue y se quedó.  


*

Más allá de los techos, más allá del muro del puerto
había grúas, luego el borde del mundo.

En un día claro yo podía ver las grises fragatas
treparlo y deslizarse sobre ese límite. Una noche desperté

al canto en las calles que súbitamente se empequeñeció
cuando todas las bocinas de los barcos de la flota de guerra

emitieron sus roncos sonidos, repentinamente,
anunciando su llegada al Hogar… como si tal lugar

pudiera existir, sobre el horizonte, en cualquier sitio.

(Esteban Moore H.)





Philip Gross (Cornualles, R.U., 1952) Poeta, novelista, dramaturgo y docente. Entre otras distinciones le fue otorgado el premio T.S. Eliot por el volumen de poemas The Water Table (2009).