Lawrence Ferlinghetti |
El primer y magnífico amanecer sobre la tierra
El primer llanto del hombre en la luz primigenia
La primera luciérnaga titilando en la noche
La primera canción de amor y cuarenta llantos de dolor
La primera travesía de los vikingos hacia el oeste
El primer avistamiento del Nuevo Mundo
desde el carajo del vigía de una carabela española
El primer cara pálida encontrándose con el primer norteamericano
nativo
El primer comerciante holandés en Mannahatta
El primer colono en la primera frontera
El primer Hogar Dulce Hogar tan querido
El primer tren de carretas dirigiéndose al oeste
La primera vez que Lewis y Clark vieron las aguas del
Pacífico
La primera vez
que alguien midió la profundidad del Mississippi y gritó
“Mark, Twain!”*
El primer acto de integración de Huck y Jim navegando
de noche en una balsa
La primera cabeza de búfalo en una moneda y el último
búfalo
El primer alambrado de púas y el fin de las llanuras
abiertas
El último vaquero cabalgando en la última frontera
El primer rascacielos en Norteamérica
El primer jonrón en el estadio de los yanquis
La primera salchicha con mostaza en un estadio
La última guerra para terminar con todas las guerras
El último obrero sindicalizado y el último anarquista
católico
El último sobreviviente de la brigada Abraham Lincoln
El último bohemio con su boina
El primer político hecho en casa y el primer fraude
electoral
El primer avión en estrellarse con la primera de las
torres gemelas
El nacimiento de una vasta paranoia nacional
El primer presidente en convertirse en un asesino
internacional
por cometer crímenes contra la humanidad
transformando a
Norteamérica en un estado terrorista
El oscuro amanecer del fascismo corporativo
norteamericano
La próxima a desaparecer última estación de radio que
ejerce la libertad de expresión
El próximo a desaparecer último periódico
independiente que remueve el avispero
La próxima a desaparecer última librería independiente
con criterio propio
El próximo a desaparecer último izquierdista que busca
el nirvana de Obama
El primer grandioso día de la ocupación de Wall Street
para
establecer en este continente una nueva nación!
(inédito)
Versión Esteban Moore
*Mark, Twain: Mark:
marca; Twain: dos (arc.): Marca, dos
brazas. Término que Samuel Langhorne Clemens adoptó como nom de plume.
Lawrence
Ferlinghetti (Yonkers, Nueva
York, EEUU, 1919) Poeta, narrador, traductor, ensayista y editor. Realizó
estudios de literatura en la Universidad de Carolina del Norte (Chapel Hill) y
en la Sorbona (París, Francia). Durante la Segunda Guerra Mundial, como oficial
de una unidad antisubmarina de las
fuerzas aliadas, se dedicó a entrenar en Escocia a marinos noruegos que habían
logrado huir de su país, ocupado por los nazis. Participó en la invasión de
Normandía y fue luego trasladado al Japón. Allí pudo observar personalmente el
devastado paisaje de la ciudad de Nagasaki,
sólo unas semanas después de la explosión nuclear, una experiencia que
ha dejado cicatrices profundas en su
espíritu.
En 1953 se radicó en la ciudad de San Francisco donde abrió
la ahora emblemática librería City
Lights Bookstore y dos años más tarde fundó la editorial de mismo
nombre que se constituiría en uno de los motores que impulsaron al movimiento
Beat y la literatura de vanguardia. Esta casa editorial publicó el primer libro
de Allen Ginsberg Aullido (Howl,
1956) y en 1958 lanzó su Coney
Island of the Mind (Un parque de
diversiones de la mente) que a la fecha
lleva vendidos más de un millón y medio de ejemplares.
La obra de Lawrence Ferlinghetti puede ser considerada un
extendido proceso de reescritura, en el sentido de que todo procedimiento
literario lo es si se aventura en la exploración de sus propias raíces. En este
trayecto en particular nada es desechado, su discurso se halla sembrado de
variadas referencias literarias y culturales, en muchos casos evidentes, en
otros de una profunda oscuridad, que sin embargo, refulgen en una nueva luz.