Niels Hav |
Epigrama
Te puedes pasar
la vida entera
acompañado de
palabras
sin encontrar
la justa
Igual que un
pobre pez
envuelto en un
diario húngaro:
primero, está
muerto,
segundo, no
entiende
húngaro!
© Niels Hav
- Traducido por Ricardo Labarca
Sobre su ceguera
1
¿Es más barato
ahora, me pregunto,
escribir con
tinta que cuando Borges dictaba
sus cuentos
laberínticos en Buenos Aires?
El Homero
argentino consideraba las palabras símbolos
que compartimos
con los demás. “Creo que la estética abstracta
es una ilusión
vana,” escribió en un prefacio
en el que
renunciaba a la originalidad, casi sin jactancia.
Después de
ciego tuvo contacto visual con John Milton
en El paraíso
perdido.
2
El amor es
ciego. ¡Pero pasaron cuarenta años!
Cuarenta años
con estudios, imitaciones o ataques de ira
al escapar el
tigre de sus sueños. A veces visitaba
al oculista,
siempre con desilusión: Estudió
a Joyce que debe haber amado a Nora, pero tan
ciego
nunca fue.
Alonso Quijano sólo después de
perder la razón
y creerse Don Quijote, dejó
la biblioteca
paterna; y cuarenta años después
de encontrar el
amor en Ginebra, Borges quedó ciego –
¡Tan ciego como
Beethoven sordo!
3
Trabajaba en la
oscuridad y pulía mentalmente sus frases,
hasta
centellear de pura metafísica
“Si uno es
poeta, lo es siempre y se ve todo
invadido de
poesía.” Borges se alimentaba
de su desgracia
y reemplazó el mundo visible
con sagas y
versos en inglés antiguo. Su ceguera
se volvió un
don: sólo en aquel momento se puso
al nivel de
Homero, y pudo ver
en la
profundidad del oscuro y vasto mundo
en ese instante
vertiginoso de la eternidad.
© Niels
Hav -
Traducción: Gloria Galindo
Cuando quede ciego
El amor es
ciego –
y cada día
cuando el ciego
pasa a
topetones con su bastón,
el tráfico se
detiene en menos de un segundo,
mientras
divinos ángeles suben y bajan –
y el oculista
cierra la clínica.
El amor es
ciego,
pero el sexo
inofensivo: Mi vista no tiene nada,
puedo ver todo.
Por eso mis
poemas de amor son un fracaso.
Con los ojos
cerrados susurro en el teléfono,
en la estación
está el ciego
como un santo
evangelista
tarareando bajo
la lluvia
- paralizado de
amor.
Los enamorados
se besan la punta de los dedos,
lo sé.
© Niels
Hav -
Traducción: Gloria Galindo
Muéstrame tus pechos
Cuando tengo hambre, pienso en tus pechos,
que nunca vi,
y en tu mirada rusa al pasar,
mientras pasiva e inquieta miras por el local
como una de las melancólicas hermanas de Chéjov,
tomando té mientras hablan de
viajar a Moscú.
Oh, bailemos esta noche
en un café de Moscú.
Es tan complicada la vida.
E incluso tocas el piano y vives con vista
Cuando tengo hambre, pienso en tus pechos,
que nunca vi,
y en tu mirada rusa al pasar,
mientras pasiva e inquieta miras por el local
como una de las melancólicas hermanas de Chéjov,
tomando té mientras hablan de
viajar a Moscú.
Oh, bailemos esta noche
en un café de Moscú.
Es tan complicada la vida.
E incluso tocas el piano y vives con vista
a un cementerio
donde por las tardes
el sol invernal
medita
entre las
tumbas.
Oh, bailemos esta noche
en un café de Moscú.
Oh, bailemos esta noche
en un café de Moscú.
Cuando tengo hambre, pienso en tus pechos,
tu boca rusa, la luz amarilla de tu cocina,
que tampoco vi,
y en tu pudorosa muñeca cuando cortas
el pan y comes lentamente mientras observas
el cementerio y
escuchas distraída
una sinfonía desenfrenada de Rachmaninov .
Oh, bailemos esta noche
en un café de Moscú.
Mas, él que duda pierde su tiempo: ¡quiero
una sinfonía desenfrenada de Rachmaninov .
Oh, bailemos esta noche
en un café de Moscú.
Mas, él que duda pierde su tiempo: ¡quiero
ver tus pechos!
Chéjov bebió champán
en su lecho de muerte, y Rachmaninov murió en América:
el agujero negro nos espera a todos. Ven
en su lecho de muerte, y Rachmaninov murió en América:
el agujero negro nos espera a todos. Ven
como estés,
¡vamos a Moscú!
Oh, bailemos
esta noche
en un café de Moscú.
en un café de Moscú.
© Niels
Hav - Traducción: Gloria Galindo
Confidencias
El invierno es
feroz,
por eso es
preferible a las
histéricas
puestas de sol,
de la que nadie
puede protegerse.
Como las
mujeres que el sábado por la tarde
prefieren a un
hijo de puta cruel, desgarrado por la existencia,
en lugar de un
tipo amable que escuche
sus
quejumbrosas confidencias.
Las entiendo
bien: sólo las madres
y los idiotas
pueden tolerar el lloriqueo –
como cualquier
normal,
detesto los
domingos de verano; especialmente al atardecer.
©
Niels Hav - Traducción: Gloria Galindo
Las mujeres de Copenhague
Me he vuelto a
enamorar de cinco mujeres
distintas
durante un viaje en el autobús de la ruta 40
de Njalsgade a
Osterbro. ¿Cómo va uno a controlar
su vida en esa
condiciones?
Una de ellas
llevaba un abrigo de piel;
otra, botas
rojas. Una leía el periodico; la otra, a Heidegger
y las calles estaban inundadas de lluvia.
En el bulevar
Amager subió una princesa empapada,
eufórica y
furiosa, y me cautivó totalmente.
Pero se bajó
frente a la estación de policía
y su lugar lo
tomaron dos reinas con pañoletas fulgurantes
que hablaban
con voces estridentes en pakistaní
durante el
trayecto al Hospital Municipal
mientras el
autobús bullia de poesía.
Eran hermanas e
igualmente bellas, por lo que les entregué
mi corazón a
las dos y empecé a hacer planes de una nueva vida
en una aldea
cerca de Rawalpindi, donde los niños crecen en medio del olor
a hibisco mientras
sus madres cantan canciones desgarradoras cuando
la tarde cae
sobre las llanuras pakistaníes.
¡Pero ellas no
me vieron! Y la que llevaba el abrigo de piel lloraba
con disimulo,
cubriéndose con el guante, cuando se bajó en Farimagsgade.
La que leía a
Heidegger cerró el libro de súbito y me miró fijamente
con sonrisa
burlona, como si acabase de vislumbrar a un Don Nadie
en su mismísima
insignificancia. Así se me partió el corazón por quinta vez
cuando se
levantó y se fue con las otras. ¡Qué brutal es la vida!
Seguí otras dos
paradas antes de darme por vencido.
Siempre termina
así: Uno, de pie en la acera, fumando un cigarrillo,
tenso y
levemente desdichado.
Traducido al
español por Orlando Alomá.
© Niels Hav
La visita de mi padre
Mi difunto
padre me visita,
vuelve a
sentarse en la silla que me dejó.
¡Bueno, Niels!
me dice.
Bronceado y
fuerte, su cabello brilla como charol.
Antes,
arreglaba las lápidas
con pala y
carretilla, yo le ayudaba.
Ahora él mueve
la suya.
¿Cómo te va? me
pregunta.
Le cuento todo,
mis planes
mis intentos
fallidos.
En el tablero
cuelgan varias cuentas. Tíralas,
me dice ¡ya
volverán!
Se ríe.
Por años estuve
resentido conmigo mismo,
dice, me
desvelé pensando
cómo ser un
buen hombre.
¡Es importante!
Le invito un cigarrillo,
pero ha dejado
de fumar.
Afuera el sol
le prende fuego al techo y a la chimenea.
En la calle,
los basureros gritan bulliciosos.
Mi padre se
pone de pie
los mira por la
ventana.
Tienen prisa,
dice, así debe ser.
¡Haz algo!
© Niels
Hav - Traducción: Gloria Galindo
El poema
No ataque
al poema: ¡Está arrestado!
El poema se niega a obedecer órdenes.
El poema no se da en confinamiento solitario.
El poema deambula en la intemperie,
al poema: ¡Está arrestado!
El poema se niega a obedecer órdenes.
El poema no se da en confinamiento solitario.
El poema deambula en la intemperie,
hurga en los
residuos ajenos,
lleva pistola.
lleva pistola.
El poema desconfía
de la ley y los tribunales,
mas confía
firmemente en una ética superior.
El poema
discute con azarosos transeúntes,
se mete a la
oficina ejecutiva con acusaciones infames;
no tiene ningún
respeto. Huele mal
(a mierda &
rosas)
El poema espera
gustoso la tormenta.
El poema pasa la noche en soledad
y desenfrenado éxtasis.
El poema se encuentra en los aeropuertos
a bordo de transbordadores hacinados.
El poema es en gran medida político, pero odia la política.
El poema es quisquilloso,
y abre la boca en raras ocasiones.
El poema estropea la fiesta.
El poema se saca la chaqueta
El poema pasa la noche en soledad
y desenfrenado éxtasis.
El poema se encuentra en los aeropuertos
a bordo de transbordadores hacinados.
El poema es en gran medida político, pero odia la política.
El poema es quisquilloso,
y abre la boca en raras ocasiones.
El poema estropea la fiesta.
El poema se saca la chaqueta
y sale a tu
encuentro.
El nerviosismo
es parte del poema.
© Niels
Hav -
Traducción: Gloria Galindo
En defensa de los poetas
¿Qué hacer con
los poetas?
La vida los maltrata
se ven tan lastimeros vestidos de negro
con la piel azulosa de sus borrascas interiores.
La poesía es una horrible enfermedad
los infectados deambulan quejándose
sus gritos contaminan la atmósfera como escapes
La vida los maltrata
se ven tan lastimeros vestidos de negro
con la piel azulosa de sus borrascas interiores.
La poesía es una horrible enfermedad
los infectados deambulan quejándose
sus gritos contaminan la atmósfera como escapes
de estaciones
atómicas de la mente. Es algo tan sicótico.
La poesía es un tirano
desvela por las noche y deshace matrimonios
arrastra a la gente en mitad del invierno a desoladas cabañas
donde permanecen ateridos, con sus orejeras y gruesas bufandas.
¡Imagínense qué tortura!
La poesía es una plaga
pero que la gonorrea, una abonimación terrible.
Pero consideren a los poetas, no es fácil para ellos.
Trátenlos con paciencia.
Son histéricos como si estuvieran embarazados de gemelos
crujen los dientes cuando duermen, comen tierra
La poesía es un tirano
desvela por las noche y deshace matrimonios
arrastra a la gente en mitad del invierno a desoladas cabañas
donde permanecen ateridos, con sus orejeras y gruesas bufandas.
¡Imagínense qué tortura!
La poesía es una plaga
pero que la gonorrea, una abonimación terrible.
Pero consideren a los poetas, no es fácil para ellos.
Trátenlos con paciencia.
Son histéricos como si estuvieran embarazados de gemelos
crujen los dientes cuando duermen, comen tierra
y hierba. Se
pasan horas en medio del viento ululante
atormentados por asombrosas metáforas.
Todos los días son sagrados para ellos.
Oh, por favor, apiádense de los poetas
son sordos y ciegos
ayúdenlos a cruzar las calles por donde van dando tumbos
con su invisible impedimento:
atormentados por asombrosas metáforas.
Todos los días son sagrados para ellos.
Oh, por favor, apiádense de los poetas
son sordos y ciegos
ayúdenlos a cruzar las calles por donde van dando tumbos
con su invisible impedimento:
recordando toda
suerte de cosas. De vez en cuando
uno se detiene a escuchar una sirena distante.
Sean considerados con ellos.
Los poetas son como niños locos
expulsados de su casa por toda la familia.
Rueguen por ellos;
uno se detiene a escuchar una sirena distante.
Sean considerados con ellos.
Los poetas son como niños locos
expulsados de su casa por toda la familia.
Rueguen por ellos;
han nacido
tristes
-sus madres lloraron por ellos
acudieron a médicos y abogados- hasta
-sus madres lloraron por ellos
acudieron a médicos y abogados- hasta
tuvieron que
darse por vencidas
por temor a perder la cabeza.
¡Oh, lloren por los poetas!
No tienen salvación.
Infectados de poesía como leprosos secretos
están presos en su mundo fantasioso.
por temor a perder la cabeza.
¡Oh, lloren por los poetas!
No tienen salvación.
Infectados de poesía como leprosos secretos
están presos en su mundo fantasioso.
Un asqueroso
barrió lleno de demonios
y fantasmas vengativos
Cuando un claro día de verano, de sol radiante,
vean a un pobre poeta
salir tambaleante de su edificio
pálido, como un cadáver
y desfigurado por las especulaciones
¡Acérquense a auxiliarlo!
Amárrenle los cordones de los zapatos
llévenlo hasta el parque
y ayúdenlo a sentarse en un banco al sol.
Cántenle un poquito
cómprenle un helado y háganle un cuento
para que no se sienta tan triste.
¡Está completamente arruinado por la poesía!
y fantasmas vengativos
Cuando un claro día de verano, de sol radiante,
vean a un pobre poeta
salir tambaleante de su edificio
pálido, como un cadáver
y desfigurado por las especulaciones
¡Acérquense a auxiliarlo!
Amárrenle los cordones de los zapatos
llévenlo hasta el parque
y ayúdenlo a sentarse en un banco al sol.
Cántenle un poquito
cómprenle un helado y háganle un cuento
para que no se sienta tan triste.
¡Está completamente arruinado por la poesía!
© Niels Hav. Traducido
al español por Orlando Alomá.
Mi pluma fantástica
Prefiero
escribir
con una pluma
usada encontrada en la calle
o con una de
publicidad, feliz de que promueva al electricista,
la gasolinera o
el banco.
No sólo porque
son gratuitas
sino imagino
que esos implementos de escribir
fusionarán mi
escritura con la industria
el sudor de los
obreros calificados, las oficinas
y la mística de
toda existencia.
Una vez
escribía minuciosos poemas con pluma de fuente
poesía pura
sobre la pura nada
pero ahora me
gusta que en el papel haya mierda,
lágrimas y
mocos.
¡La poesía no
es para los apocados!
Un poema deba
ser tan honesto como las cotizaciones de la bolsa
una mezcla de
realidad y fanfarronería.
¿Qué queda aún
que hiera nuestra sensibilidad?
No mucho.
Por eso no
pierdo de vista el mercado de
valores
y los
documentos importantes. La bolsa
forma parte de la realida como la poesía.
Y por eso estoy
tan contento con este bolígrafo
de un banco que
me encontré una negra noche
frente a una tienda
cerrada. Huele
vagamente a
meado de perro y escribe de maravilla.
© Niels
Hav -
Traducción: Orlando Alomá
El desafío
Despertar por
la noche con el cerebro lleno de locas
especulaciones
no es tan raro,
la mayoría se encontrará con un monstruo. Unos
la mayoría se encontrará con un monstruo. Unos
alivian con
analgésicos el dolor,
sobrevivir a la pérdida o salvarse de una depresión.
Se sienten totalmente abandonados y solos
sobrevivir a la pérdida o salvarse de una depresión.
Se sienten totalmente abandonados y solos
con los
monstruos – así es.
El diablo anda como león rugiente.
El diablo anda como león rugiente.
Otros se
conforman con la droga que hay
en el libre
mercado; el tabaco, el café, el alcohol, orgías de comida
o ascetismo. Otros consiguen desaparecer
en el trabajo o en alguna gran pasión.
Construimos pequeños imperios con la esperanza de que sirvan
o ascetismo. Otros consiguen desaparecer
en el trabajo o en alguna gran pasión.
Construimos pequeños imperios con la esperanza de que sirvan
de ancla al
espíritu sin hogar, ese día
abandonamos el
cuerpo y entramos a la eternidad.
Todos quieren
dejar su huella –como agradecimiento,
porque se nos permitió poner los pies en la Tierra y regocijarnos
de su belleza; se nos permitió amar y odiar
en el ámbito normal de un cuerpo con domicilio habitual.
porque se nos permitió poner los pies en la Tierra y regocijarnos
de su belleza; se nos permitió amar y odiar
en el ámbito normal de un cuerpo con domicilio habitual.
El desafío es
descifrar las experiencias comunes;
el horror y la miseria que nos rodea pegados
en la ropa penetrando en el cuerpo.
Observar lo que pasa y si es posible
decir las cosas como son.
el horror y la miseria que nos rodea pegados
en la ropa penetrando en el cuerpo.
Observar lo que pasa y si es posible
decir las cosas como son.
© Niels
Hav -
Traducción: Gloria Galindo
No contribuyamos al olor a miedo
¿Por qué se empujan en el autobús?
¿Por qué se empujan en el autobús?
el invierno es
aterrador
de por sí
¿Qué sabemos de la bondad
y la maldad? No contribuyamos
al olor a miedo.
La mayoría de la gente hace un esfuerzo
¿Qué sabemos de la bondad
y la maldad? No contribuyamos
al olor a miedo.
La mayoría de la gente hace un esfuerzo
por vivir,
y él que todas las mañanas decide
y él que todas las mañanas decide
levantarse,
merece respeto.
© Niels
Hav -
Traducción: Gloria Galindo
Encontrar una lagartija en la oscuridad
Ajenos a la
matanza,
dimos un paseo
por los lagos.
Hablabas de
Villalobos.
Yo observaba a
un cuervo
picotear la
mierda de un perro.
Cada uno en lo
suyo envuelto
en una coraza
de ignorancia
que protege
nuestros prejuicios.
Los holistas
creen que el aleteo de una mariposa
en el Himalaya,
afecta el clima
en la Antártica, quizás sea
cierto.
Pero allí por
donde pasan los tanques,
y gotea carne y sangre de los árboles,
no hay
consuelo.
Buscar la
verdad es como encontrar una lagartija
en la
oscuridad. Las uvas son de Sudáfrica,
el arroz de
Pakistán, los dátiles de Irán.
Apoyamos la
idea de las fronteras abiertas
para frutas y
hortalizas,
pero a
dondequiera que nos volvemos,
el culo sigue
en la espalda.
Los muertos son
enterrados en el periódico,
para que nos
sentemos impasibles
en un banco al
borde del paraíso
y soñemos con
mariposas.
© Niels
Hav -
Traducción: Gloria Galindo
Eso
Sucede que me
da eso
cuando vemos
las noticias, y hay niños en la sala,
Su grave
preocupación ante las matanzas,
el sonido del
llanto se condensa
en una gran
interrogante que se cierne
sobre mi cabeza
como un hacha
o una nube
turbia.
Apago. Trato de
borrar todo,
cambiar el
estado de ánimo. En vano.
Destrozar el
televisor no es suficiente.
La verdad del
estado del mundo se filtra
por las
paredes; los niños lo saben,
por supuesto,
es su mundo –
el único que
tengo para ellos.
Lo puedes ver
en sus ojos;
no nos
absolverán ¡Nunca!
Nuestras bromas
son ineficaces,
el cinismo nos
resta puntos.
Cada día se
acumula más
de eso.
© Niels
Hav -
Traducción: Gloria Galindo
El alma baila en la cuna
Si es verdad
que el alma
nace vieja
y durante la
vida rejuvenece,
entonces tú y
yo juntos somos
más viejos y
más jóvenes.
Una fusión así
es peligrosa.
Seamos
honestos: cada día
vivimos con el
Destino,
como la gente
que vive en un delta
recorrido por
mareas e inundaciones.
La luna le es
familiar;
nosotros
vivimos en ella.
El corazón late
libremente, el alma
baila en la
cuna.
© Niels
Hav -
Traducción: Gloria Galindo
Amor
Es una gran
palabra
¿O me
atragantó?
¿qué es amar,
al fin y al
cabo?
Muchos cambian
con el tiempo
el gran amor
por unos centavos.
Te amo, y
desconectas el enchufe.
Te amo, y me
tiras el libro
por la cabeza.
Te amo ¡Y el
mundo estalla!
Nos consolamos
en la ignorancia,
como los
elefantes.
Sin hijos no
hay felicidad,
decía Schumann.
Clara le dio siete hijos
como antídoto
contra la melancolía.
¡No fue
suficiente!
Enloqueció,
trató de suicidarse
y murió en un
sanatorio.
Ella tocaba el
piano, esto es
lo que llaman
amor.
© Niels
Hav -
Traducción: Gloria Galindo
Niels Hav (1949)- Se crió en una granja al oeste de Dinamarca,
y en la actualidad reside en Copenhague. Es uno de los poetas más importantes
en Dinamarca, y una de las voces nórdicas contemporáneas más destacadas.
Algunos de sus libros son: en inglés We are here (2006), y en danés De gifte
koner i København [Las mujeres casadas de Copenhague] (2009), y Når jeg bliver
blind [Cuando me volví ciego] (1995). Estos libros y otros han sido traducidos
al inglés, español, árabe, turco, italiano, alemán y chino. También ha sido
galardonado con varios premios, entre ellos el The Danish Arts Council.