Robert Creeley |
La flor
Pienso que
crezco en mí tensiones
como flores
en un bosque adonde
nadie va.
Cada herida es
perfecta,
se encierra a sí misma
en un pequeño
imperceptible pimpollo,
produciendo dolor.
El dolor es
una flor como esa
como esta,
como aquella,
como esta.
La lluvia
Toda la noche
el sonido había
regresado nuevamente,
y nuevamente cae
esta tranquila, agua
persistente.
¿Qué es lo que soy para mí
que debe ser recordado,
en lo que se debe
insistir
tantas veces? Es acaso
que nunca la serenidad,
incluso la dureza,
de la lluvia cayendo
habrá de tener para mí
algo distinto de esto,
algo no tan insistente—
habré de ser encerrado
en esta
incomodidad final.
Amor, si me amás,
recuéstate a mi lado.
Sé para mí, como la
lluvia,
el salirse
del cansancio, de la
vanidad, de la semi-
lujuria de la
indiferencia intencional.
Permanece mojada
con una decente
felicidad.
La ventana
La posición es
donde
la colocás, donde está,
acaso vos, por ejemplo,
ese
tanque grande allí,
plateado,
con la iglesia blanca a
su
lado, levantaste
todo eso, ¿cuál fue el
propósito? Qué
pesado el lento
mundo es con
todo colocado
en su lugar. Algún
hombre pasa caminando,
un
automóvil a su
lado sobre
el caído
camino, una hoja de
color amarillo va a
caer. Todo cae en
su sitio. Mi
rostro pesa
con esa vista. Puedo
sentir mi ojo romperse.
(versión EM-POR)
Robert Creeley (1926-2005) Poeta y ensayista.
Integró el grupo de poetas reunidos en el Black Mountain College, donde fundó
la revista homónima. Luego trabajó en la Universidad de Nueva York en Buffalo . En 1992 fue elegido poeta laureado del estado
de Nueva York. Paul Hoover caracteriza su escritura como una que explora las
sensaciones inmediatas en un lenguaje oblicuo y evocativo que rehúye lo
descriptivo.