lunes, 3 de abril de 2023

OSVALDO BALLINA: LA COMÚN BREVEDAD


Osvaldo Ballina


















 
                                                                                                                                                     
                                                    la perplejidad de la palabra primera
                                                         en el planeta de sordos y locos
                                                         


Se aisló la lengua
válida para objetos
entre sí   y el silencio
 entonces la oscuridad aclara
con un paso hacia adentro

*

Un viviente
no siempre es un hablante
el  demiurgo  arma la trama
brota lo olvidado 
un ojo cuelga del vacío
 su propio campo visual

*

El  buitre clava la mirada
en la nueva luz
no hay botín 
solo un punto 
de llegada o partida 

*

El universo es una metáfora
individual y múltiple
se preguntó
en un vínculo blanco
o es un delirio
defecto o virtud
de situaciones gélidas 
en sentidos abiertos

*

 Las palabras abusadas
huesos flacos
entre hojas podridas

*

Más  allá del deshielo
y  del pavor
arde la carne como  deber
sin llamas patéticas
como la mirada 
de los pasantes vitales

 *

No es un cuento negro
ni simbólica la unión
 sumergimos
la cabeza en el agua
sin respirar
algunos dejan 
lo sido
ojos ven el fondo
que salva
y eleva 

*

El Gran Payaso
ni  santo ni demonio
no reclama culpa
ni clemencia
ni manipulación
del obrar humano
 solo el aplauso unánime,
bailan y celebran
no deja de ser un destino

*

Retumba amarillo el verano
en los limones
cavidad  del agua marina 
fugaz contento del extraviado
apenas azar
en tierra desheredada

*

Promesa de silencio   después de lo infinito
donde toda lengua es muda y críptica
sin padre ni madre
solo el huérfano que no respira  oscuro 
alcanzará lo invisible   ardua certidumbre

 *

A tientas y seca 
un aire persistente cargado de banalidad
no sabe de contrición o gracia
el hambre vuelve visible lo invisible
tierra hollada 
sin afán de testamento


*

Puntos luminosos
girando 
en el sueño  desfallecido
criaturas encerradas
reacias  al olvido de sí
y de quien las sueña
en riqueza o miseria
aun así
ese no tiempo
es bellamente natural

*

El paisaje es falso
- materia sin entidad-
lo real son las afinidades
caídas y voces
que se proyectan
fieles
puertas adentro 
tributo de verdades
con su cuota de sospechas

*

Ya no más
deseos inconclusos
ningún susurro 
en el oído
sí, el tiempo que transita
deseante
olvidado  de cegueras
caducas
mientras una mano
destruye la cárcel 
de la común brevedad

*

Otoño de corazón impreciso
la angustia demasiado cerca
decisión prudente
recordar las violetas
sobre  tu cuerpo en la colina
por un servidor de la memoria
perdido en la áspera  trivialidad
pero no degradado
y sin sustituto alguno 
subiendo 
a tu jardín inalcanzable
keats
 
*

Revelaciones todas  en una
cada día comienza  la creación
 hierba olorosa 
 despega de la insinceridad
y   la piedad ocasional 
por los bárbaros
 alma concedida
al viajero matinal 
que vuela sobre viñedos dorados
y no conoce regreso

*

Jaulas verbales  y
conciencia impersonal 
de la tierra destructiva
escapó
hacia la unidad final
en la cavidad del día
¿ primer o último rostro?

*

No estaba escrito en  lápida
raído hábito de una vez
no tuvo la vanidad
de consumir sus días
como filosofía
una cobardía olvidada
se entregó a la felicidad
al escándalo de los sentidos
descubrió 
por esa veleidad
sin rendición de cuenta
el solo sentido de la vida
el fruto
es el irreductible privilegio
humano del infalible olvido
nuestra trivial intimidad

*

Las  vidas imaginarias tienen 
vicios  intransferibles
cambiar la percepción
recrear o ignorar muertes ficticias
obrar o aniquilar
floración de sueños o pesadillas
sólo consienten 
a la autoría del crimen real  
de vísceras pulcras 
y   el rencor oculto 
en  hondo  hueco
que revolotea y no sale
al límite de su voluntad

*

El artífice 
tan invisible
como la sed el hambre 
habita   en el otro
con visión
de  severa belleza
que resguarda
la disolución
el  no sentido
de la artesanía
de lo exterior

*

Y pasó que la pérfida lengua
deglutió el frío
se filtró en los órganos
marchitó el silencio del falso clamor
nadie ni nada pudo contra los zarpazos
del sucio conformismo
reiterativo  tedioso
entre nacimiento y muerte
y la sonámbula mariposa
que en vano espera ser cazada
cifra preciada que limpia los ojos
y algo  nos recuerda
lo intraducible

 *

De la garganta para afuera
no de  la garganta adentro
como es habitual
sino el grito que patrulla
que no quiere posesión
pero sí   la claridad
lejos de
lustres repulsivos
 el  peso de vivir
aunque todo sea 
una  hueca colmena de almas
 
*

No son ángeles ni sublimes
apenas si asoman la cabeza
desde el barro
sacerdotes de sí
un absurdo para indefinidos
pero en el inventario
de fuegos fatuos
y podredumbre
ellos por palabra
son los secretos gozadores
ignoran el tedio del solemne
 no tienen otras incertidumbres
que ellos mismos
días de mañana esas voces 
purgatorio que no existe
 y ríen y disfrutan 
en el absurdo de todo
paraíso de los nadies

*

 Mece el follaje
el  esplendor del silencio
agua vacía llena los ojos
no hay  rumor en el planeta
oro blanco la bestia
en su fuego de ira
y el bárbaro
renace en un instante
nueva estirpe
ignorada

*

Abrir o cerrar la puerta de jano?
no hay poder sin crueldad
 la destrucción es cíclica
de humana creación
las máscaras del cinismo
con infinita variación de escenarios
es culto público  inimputable

*

Se invitó perjuro
el invierno a los huesos
quien mira
su  propio fuego
magnificado 
cree en lo revelado
entrado en él
y no hay búsqueda
que gima

*

La mirada es el paisaje
ebriedad  y  savia
de lo bello 
no acatamiento
de alucinaciones
lo falso real
es carne de madre
seca

*

El surco en la tierra
libra de espejismos
de cosas  ya dichas
por  parásitos 
cultores del
talento servil 
que nada remedia
pero siempre rinde

*

La vigilia tiene rasgos y  llamadas
cazador y cazado
codicias incógnitas
y evasivos  vértigos
ansiedad riesgosa 
por exigua
Injuria y falsa plegaria 
a la espera del dador
en otro plano de lo inmediato
y todo es salud de repente
en hospedaje de curación
sin doble rostro


Osvaldo Ballina (La Plata, Buenos Aires, 1942)  Poeta y traductor. Autor de una vasta obra ha publicado: El día mayor, 1971; Esta única esperanza contra todo, 1973; Es temprano, 1973; Aún tengo la vida, 1975; En tierra de uno, 1977; Caminante en Italia, 1979; Diario veneciano, 1982; Ceremonia  diurna, 1984; La poesía no es necesaria, 1986; La vida, la más bella, 1988; Sol que ocupa el corazón, 1991;Sondas, 1992; Estamos vivos y vamos a vivir (Antología), 1993; Final del estante, 1994; Verano del incurable, 1996; Confines, 1998; El viaje, 2000; Apuntes del natural, 2001; El caos luminoso, 2002; Conjuros, 2003; Oráculo para dones fatuos, 2006;El pajar en la aguja, 2007; Prodigios residuales, 2009; Lejos de la costa, 2010; Profanaciones ínfimas, 2011; Memoria de la India, 2012; Refugio de altura, 2014; Oficio de extraño, 2015; La mirada/Identidades, 2016.

Su obra ha recibido diversas distinciones, entre ellas: Faja de Honor de la SADE (1976) a nivel nacional. Premio Consagración de la Legislatura de la Pcia. de Buenos Aires (1996). En 2017 la Secretaría de Cultura y Educación le otorgó el reconocimiento a su vasta trayectoria.

Se ha desempeñado como jurado en la Secretaria de Cultura Provincial y en diversas provincias.
Ha traducido autores contemporáneos europeos y sus propios poemas han sido difundidos en antologías nacionales, latinoamericanas y europeas. Actualmente trabaja en dos libros inéditos del presente año y participará invitado en lecturas y mesas redondas en Italia.