lunes, 25 de febrero de 2013

Bruce Weigl: Canto del Napalm.




Bruce Weigl

















Después de la tormenta, después de que la lluvia acallara su golpeteo,
nos paramos en la puerta observando a los caballos
cruzar a paso lento y desganadamente  la pastura en la colina.
Los miramos a través del mosquitero de la puerta,
nuestra visión alterada por la distancia
entonces pensé que había visto nubecitas de  niebla
surgiendo alrededor de sus cascos,
cuando palidecieron
como perfiles recortados en el horizonte
alejándose de nosotros.
Los pastos no fueron nunca tan azules, tan
escarlatas; más allá de la pastura
los árboles mezclaron sus voces raspadas dentro del viento, las ramas
se cruzaron unas a otras en el firmamento como alambre de púas
pero vos dijiste que eran solamente ramas.

Muy bien. La tormenta detuvo sus golpes.
Estoy intentando decir esto de  un modo directo: por una vez
yo estaba por completo en mis cabales para hacer una pausa y respirar
más allá de mis planes salvajes y después de la dura lluvia
le di mi espalda a los viejos maleficios. Finalmente
pude creer que se habían alejado de mi…

Sin embargo las ramas todavía son alambres
y los truenos el estruendo de la artillería,
ha pasado el tiempo y cuando cierro mis ojos
aún veo a la niña huyendo a la carrera de su aldea, el napalm
adherido a su vestido como jalea,
sus manos extendidas hacia nadie
que  frente a ella aguarda en olas de ardiente calor.

Entonces para seguir viviendo,
para poder permanecer aquí a tu lado,
trato de imaginar que ella corre por el camino
y que en su interior se agitan alas hasta que se eleva
sobre la selva maloliente y su dolor
se alivia, y también el tuyo, y el mío.

Pero, la mentira da media vuelta, regresa.
La mentira funciona solamente durante
                    /el tiempo en que se demora en hablar
y la niña corre tan lejos
como se lo permite el napalm
hasta que sus tendones en llamas
y los crepitantes músculos se tensan
en esa su posición final.

Quemar cuerpos a la perfección, imaginatelo. Nada
podrá cambiar eso; ella arde detrás de mis ojos
y ni tu buen amor, ni el aire barrido por la lluvia,
ni el selvático verde de la pastura
extendiéndose frente a nosotros, podrán negarlo.

(versión Esteban Moore)


Bruce Weigl (Lorain, Ohio, EEUU, 1949). Poeta, narrador, traductor. En poesía ha publicado, entre otros títulos: Like a Sack Full of Old Quarrels (1976); A Romance. Pittsburgh (1979); The Monkey Wars (1984); Song of Napalm (1988); What Saves Us (1992) y Declensions in the Village of Chung Luong (2006). Es veterano de guerra  y ha traducido a poetas vietnamitas al inglés. Ha sido nominado para el premio Pulitzer y ha obtenido importantes premios por su obra.