Víctor Toledo |
ESPEJO BURLÓN
Espejo burlón el universo
cambia
Siempre que cambia nuestra
mirada
Se mueve según nuestra
razón
(Luz en ruinas, pirámide
sin pira)
Es pez ismo
sin istmo
cinismo
espejismo
Que se aleja como el
arcoíris
Si estamos a punto de
alcanzar su punta
La olla del tesoro, el
hoyo negro
El hoy de la cascada de
oro
¿Dios no juega a los
dados?
Si juega
El Azar es el dios de Dios
El Universo que engloba
todos los universos
Es el punto más pequeño
Un detalle suele derrumbar
El curso poderoso de la
historia
La estrella muere para
nacer una mariposa
La brisa cuántica refleja
el reflejo
De la sonrisa en los ojos
del Creador
Su guiño ironiza la
relatividad
(Lisa Monalisa).
Los hoyos negros son el
polen
De astros que se abren
son la prole
De un universo y una
blanca constelación
que dio a luz
En la alcoba silenciosa
del Origen.
Pero los hoyos negros de
las palabras
(Y los lunares en las
mejillas blancas de las hojas)
Eligieron los versos a la
estrella.
Dicen que el universo
Es un puñado de arena que
arrojó Dios
A los ojos de los hombres
Cuando se bañaba en las
playas del infinito
Que no se sabe si se
expandirá eternamente
O si se contraerá
¿de vuelta?
arrepentido.
¿Puede esta afilada
pedrada de palabras
-Contra las frágiles
mallas cargadas de ilusiones-
Rebotarle
Como vaso que el ebrio
estrelló
Como un búmerang
Como un yoyo
O continuar el vuelo sin
fin del súper yo?
¿Y si de pronto cayera
como parábola agotada?
Como un puente entre lo
que no pudo ser
y el ser?
¿O si Dios escupió
Y la arena se volvió
astilladas semillas del sol?
Puede que esta arcilla los
brillos sólo Sea
Que reflejan la mirada de
Dios
Bañada por el mar.
LAS IDEAS DEL SER
Las ideas del ser
surgen y se van
Para volver saltando entre
las épocas
Blancuzcas cercas de pocas
epopeyas.
Finos delfines muertos de
risa
Entre sus destempladas
notas y sus fines.
Lo único eterno es la Duda
(Dios, Existencia, Buda) La Cifra
Que no cuadra en esta
cuenta
Siempre por un gramo no
coinciden
La arena luminosa y las
estrellas.
Algo falla
El No ser del que Platón
hablaba
El puente para volver a
comenzar
A pensar en el Ser
el movimiento
Que lo sostiene en
realidad:
Sabiéndolo nos necesita
-Nosotros a él-
De la fe pura para poder
seguir.
Esto sostiene la roca del
mundo
La Verdad está siempre detrás
Forma que informa todo lo
informe
Inmanente imán de imágenes
sinuosas
Ligera esfera oleaje de
cristal
Pompa de jabón tornasolada
Hundida y sumisa
Unida y sumida
En su misma perspectiva.
SI EL TIEMPO Y EL ESPACIO
Si el tiempo y el espacio
Surgieron de una vibración
de cuerdas
Tan pequeñas (protones del
protón)
Que el universo brotó de
paradoja
De lo que no se puede
concebir
Irracionalidad de la
razón:
Tan pequeño que fue
inmenso
Tan inconmensurable que se
diluyó
A sí mismo se tragó.
¿Era la lira de Orfeo?
De la nada quería ofrecer
la vida
El delta de los tensados
ríos
Las suaves colinas de la
casa
Y el primer sonido: Om
Con su eros que retorna
amándose a sí mismo.
Omeros: -sensualidad
cósmica-
Todo es como dijo el
Dragón:
Soma Somos amoS
La l es líquida la doble
l: llueve
La L es ala la doble L: ave.
El universo era tan
deforme, torpe y solitario
Que desde su motorizada
silla
Aristotélica(mente) se
imaginó
Ligero y hermoso,
acompañado
Autoensamblándose infinito
En vertiginosas imágenes:
Las rayas del tigre:
ráfagas
de viento
Que abandonaba el águila
en el nido de la luz
La cascada amamantó la
nube
Que la originaba:
Obvio que ala y ola, hola
y halo.
El mimetismo fue la
sinestesia:
La luz aleopardada
La sabana moviendo
astutamente
Su amielada melena de
león...
Antes de la letra A (u O)
está el Aleph (Dios)
Y antes del Aleph: ¿Yo(h)?
En la palabra Dios se
esconde el Paraíso:
La Delta de la fertilidad (Eva, la puerta, sus dos ríos)
La I la Yod, del Yo
La O del origen (la nada, el infinito) y
La S del soma (la manzana) y la serpiente.
Oíd: Soy
DioS: dí O
RUEDA DENTRO DE LA ROCA
Rueda dentro de la roca
Rododendro
Acorde grave aligerado
Ligera ave de alas de agua
La memoria del cosmos
Espeso mar del alma
Tumor del cerebro
espiritual
Mas al hombre dios otorga
Su cobija de piedras
La gruta es un ovario, es
un sudario,
Un cristal clásico y un
ágata barroca
Su rudeza, su dureza
A través de lo inerte de
la piedra
Escarba la inmortalidad de
lo que asalta
Y resulta con la inercia
Hacia arriba caen las
catedrales
Estalactitas
Que vitrales encienden
estelares
Es una piedra el Cosmos
Estrella la ventana
(Por seguir la forma del
espacio
Caen las piedras
Y por eso una mano detiene
siempre la caída
No hay caída
Todo está sostenido por
partícula divina)
Ya seas roca, rosa, cielo
o tierra
Tu presencia en el aire
(piedra bruta)
Es inmanente
La lengua de piedra
Brota frases de agua
Sintaxis de galaxias
borbotea
Palabras de piedra
Lanzan
lenguas de agua
Surgen astros en cascada
Miradas de palabras:
Abracadabras montados en
los estros
Siniestros antros de la
piedra
Prendiendo rostros de la
forma
Miríadas de alas de hadas
trasparentes
O coturno de astros del
nocturno
Talón que el telón de su
ostra prolifera
Aroma enredado por la tela
De un cuásar en los dedos
desdentados del azar:
Otelo que en hotel cela su
cielo
Pues
inmensa o pequeña cada piedra
-Ni quien pierda-
Regular o sin forma
Rodando o detenida
Cantando o de canto
Petra Pérez
O Pedro Portinari
Se respeta mutuamente
Y cada una
guarda una gota, un río
Un océano de llamas
Y es el Centro
En el centro de la Tierra hay una rosa
Y muy dentro de esa gruta
hay una luz:
En el ágata azul un
diamante está escondido
En el cetro sueña y suena
el destello de una piedra
Es el cielo su reflejo
Y sus brillos los océanos
-Una honda estrella onda-
Donde crece -rosazul-
Un secreto pensamiento.
PARA BEDZHE[1]
Observo felino
los movimientos de dios
cómo una nube besa otra
nube
y el azul me observa
cuando me da la espalda
desliza felino su feroz
feracidad:
Solríe la plenitud
y las cosas desbordadas
con la larga luz del ala
inflamadas con el salto
del ciervo que cruzó el
asombro
-la sombra errante del
edén-
quedan
calladas
ardiendo encalladas al
instante
-al ave Roc
la leve
roca sumergida de las nubes-
húmedas de la mirada que
se alarga
hasta mis manos
para incendiar la página
la hoja azul del día:
¿El Sueño? ¿El Despertar?
Desliza felino su feroz
feracidad.
PARAFRASIS SUFÍ
Descansa
dentro de una piedra
El sueño de Dios.
Se eleva en una nube
Hasta el follaje verde
Del árbol que despierta
En el brahma(r) del mar
El ladrido del sol
Y el grito azul de la
gaviota:
La Poesía:
Forma del Silencio
Silicio de la forma
En que labra conciencia
El Viento de Oro.
Víctor
Toledo (Córdoba, Veracruz, México,
1957) Poeta, ensayista y traductor. Ha publicado entre otros títulos: Poemas
del Didxazá (1985), La casa de la nube (1996), Del mínimo infinito (poemas
1977-1998), (1998), Ronda de hadas en la noche de San Juan, (Nueva York, 2007).
Ha traducido del ruso a Osip Mandelstam
y Boris Pasternak.
Colabora
en publicaciones especializadas de su país y del exterior y ha obtenido diversos premios por su labor
poética.