Wenceslao Maldonado. |
(1)
distancia
así palabra suelta
en el vaivén del mar
como la luz o como
el aire
y esa gaviota
traslúcida en su vuelo
el misterio siempre
el misterio
de lo insondable
(2)
el mar es mi riqueza
aunque yo le
pertenezco
la mirada lejana y
el por qué
las preguntas que
vienen con las olas
una queja de espumas
que se quedan
muriéndose en la
playa
es causa de esta
gloria que me invade
del reino sin
fronteras
y un poder del agua
que se escurre
mi corona de sol la
fantasía
en el instante
mínimo
de decirme que
existo en lo indecible
el regalo perfecto
de una inmensa vida
(3)
alucinaciones del
pasado
de lo que yo no fui
reflejos de un
futuro
de lo que quiero ser
montando las
ondulaciones del agua
como el pez
escurridizo
en los deseos
esquivos de la vida
con las escamas de
plata
reverberando
fulguraciones de
esperanza
(4)
el mar es la mirada
de mi deseo inquieto
dilatada llanura
sin palabras
de lo que no alcanzo
a saber
quién es el que
contempla
la extensión
desconocida
del corazón
quién mira a quién
(5)
incansable el mar
lamerá la hoguera
de mis pasiones
sepultará las
cenizas
de mi historia
llevará a otras
orillas
la melodía pálida
de mis poemas
(6)
abrazo de las
constelaciones en la altura
que abajo reciben
sobre la superficie
tranquila
millones de
noctilucas movedizas
y entre cielo y agua
la intensidad del
silencio
(7)
tal vez esté
sumergido
el territorio de mis
deseos
escondido oculto
inalcanzable
en la profundidad de
los años
en el enigma de la
vida
isla hundida
a la que no llego
nunca
más que con la
imaginación
de los lugares inhallables
(8)
no sé si indagar más
en lo profundo en lo
variable
si se nos da sólo el
posible
panorama extendido
de la luz
o la emoción gigante
de las tormentas
mar
y todo el reino
desconocido
mientras creemos
saber el más allá
en el puerto imposible
de nuestro destino
(9)
cuerpo bello
del dios hecho
hombre y bronce
hecho pez y tritón
dios sumergido
monstruo inmenso
revolviéndose en el
abismo
cuerpo feroz de
borrascas
cuerpo sutil de
silencios
de corales
madreperla y nácar
cuerpo dios de
caballos nadadores
dios de la furia y
de las olas
de la inundación y
las mareas
cuerpo de espuma
dios dureza y metal
plantado en la
muralla de sus rocas
dios desnudo en las
playas
firme al pie de
continentes
invasor de las islas
cuerpo de arena
desparramándose
balbuciente
líquido sonoro
misterio
incalculable de sus aguas
(10)
quién soy
pregunta el mar
luz desparramada
respondo
las aguas
incontables
el misterio
que no puede decirse
dice el mar
y yo digo el miedo
la tormenta la furia
la destrucción y la
muerte
y él responde
soy la vida
secreta
de todas las cosas
soy arrullo
y el suave recamo
de la espuma
y yo pregunto
quién soy
mientras alto el
albatros
pareciera sobrevolar
la indiferencia
quién soy
la paciencia
de soportar el
misterio
responde
esa voz lejanísima
del mar
Wenceslao Maldonado (Buenos Aires, 1940)
Poeta, cuentista, dramaturgo.
En
poesía publicó, entre otros títulos: La estación necesaria (1990), El hombre
herido
(1994), Tierra intranquila (1994), Dioses del deseo antiguo (1995; 2°
premio Concurso “Centenario”, Sociedad Italiana XX Setiembre, 1994), Si
cortarle la cabeza a la
Gorgona (1997; 1er. premio XIX Encuentro Patagónico de
Escritores, Pto. Madryn, 1996), Ceremonial de una familia oscura (1997;
finalista concurso “Ramón Plaza”, 1996), Requiem de
Guerra (2012), Diálogo de Pájaros (2012),
Hay un amor que espera y que no olvida (2012) y la versión bilingüe de Si
Cortarle la Cabeza
a la Gorgona
/ If cutting off the head of the Gorgon, traducción de Donny Smith (2012).