Blog sin fines de lucro (Non Profit)de la palabra poética, traducción, crítica literaria, Charles Bukowski, Raymond Carver, Sam Hamill, Allen Ginsberg, Lawrence Ferlinghetti, cultura,costumbres y el buen asado criollo. edmundokirk58@gmail.com.
miércoles, 26 de febrero de 2014
martes, 25 de febrero de 2014
Pedido de ayuda.
Mi intención primera, fue reordenar el
gadget de Enlaces del blog; pero por acción fortuita e inesperada borré
completamente su contenido. A pesar de
mis esfuerzos no he podido
recuperarlo.
Por lo tanto solicito a todos aquellos que
ingresan en www.alpialdelapalabra.blogspot.com
que estaban linkeados o deseen estarlo me
reenvíen su dirección de blog a edmundokirk58@gmail.com para
reconstruir mi lista de enlaces.
Muchas gracias.
domingo, 23 de febrero de 2014
Robert Lowell: Recuerdos de la calle Oeste y de Lepke
Robert Lowell |
Sólo
doy clases los martes y leo, soy un ratón de biblioteca
en
piyamas recién salidos cada mañana del secarropa,
y
ocupo toda una casa en la “casi nunca apasionada
calle
Marlborough de la ciudad de Boston”,
donde
incluso el hombre
que
revuelve la basura en los contenedores
del
callejón trasero, tiene dos hijos, posee
una
camioneta , un ayudante
y
vota por “los republicanos”.
Yo
tengo una hija de nueve meses de edad,
suficientemente
joven para ser mi nieta.
Al
igual que el sol ella amanece en su piyamita
rosa flamenco intenso.
Estos
son los tranquilizados cincuenta, y yo ya he cumplido
los
cuarenta. ¿Debería arrepentirme de mi tiempo de siembra?
Fui
un católico O.C. en llamas e hice mi maníaca proclama,
acusando al estado y al presidente, luego
esperé en un calabozo mi sentencia, sentado al lado
de
un muchacho negro con ensortijadas hebras de marihuana
/en su cabello.
Condenado
a un año,
caminé
sobre los techos de la cárcel de la calle Oeste, un
espacio
no más largo que la cancha de fútbol de mi escuela,
y
vi el río Hudson una vez al día a
través de la ropa agitada
por
los vientos, tendida en las azoteas y de los amarronados
edificios
de departamentos, blanqueándose a la
intemperie.
En
mis caminatas discutí afiebradamente temas metafísicos
con
Abramowitz, un tipo cetrino, amarillento (“en realidad bronceado”)
un
pacifista peso mosca,
muy
vegetariano,
usaba
sandalias de soga y suela de yute
y
prefería la fruta caída.
Él
intentó convencer a Bioff y Brown,
los
proxenetas de Hollywood para que adoptaran su dieta.
Ellos,
peludos, musculares, suburbanos,
vestidos
en trajes color chocolate con sacos cruzados
se
hartaron y le dieron una paliza que lo dejó azul -negro.
Yo
estaba tan alejado del mundo que nunca
había
escuchado hablar de los Testigos de Jehová.
“¿Sos un O.C.? Le pregunté a otro preso, un pájaro de cuenta.
“No,”
me contesto, “Soy T.J.”
Él
me enseño a tender la cama como lo hacen en los hospitales,
me
señaló al Zar Lepke, miembro del Sindicato
del crimen,
quien
de espaldas y en camiseta hacía tiempo
en
la lavandería, doblando y apilando
toallas
o
caminando lentamente hacia una celda aislada
llena
de objetos prohibidos al preso común:
una
radio portátil, una cómoda, dos banderitas americanas
entrelazadas
con una palma pascual.
Fláccido,
calvo, lobotomizado,
flotaba
tímidamente, tranquilo,
en
ese territorio donde ninguna reconsideración
por agonizante que fuera
lograba
estremecer sus pensamientos,
concentrados en la silla eléctrica,
que
pendía como un oasis en su atmósfera
de
conexiones perdidas…
(Versiones
Esteban Moore – Vanesa Malrossa)
Etiquetas:
EEUU,
Poesía,
Robert Lowell
César Fernández Moreno: Último viaje a Buenos Aires
César Fernández Moreno (Buenos Aires, Argentina, 1919 - París, Francia, 1985) |
a Raúl
Alfonsín
…en cuanto a vos patria…
che patria que volás
entre cielo y tierra como
pájaro entre sus dos alas
yo te voy a decir lo que necesitás
necesitás muchos hijos insolentes calaveras
generaciones de hijos desalmados
que te quieran
que te odien furiosamente
que te tomen como una curva
cerradísima
que te tomen como una copa de cicuta
que te tomen la mano la cintura
yo pongo sobre vos y nada más que sobre vos
todo
mi cuerpo
a esta luz me dieron a esta luz me doy
y bueno soy argentino
Argentino hasta la muerte, 1954.
me dan a
luz
me
dan a luz me inician en el uso de la luz en noviembre de 1919
la
revolución de octubre pero no de un mes antes sino de octubre de 1917
era mi hermanita mayor
ella
había cumplido dos años uno de guerra uno de paz
pero
yo ni siquiera alcancé a enterarme de sus hazañas y miserias
es
que cuando yo nacía mi tío y padrino César
ya
no podía vender más caballos para la gran guerra
yo
había nacido en el año de nuestra semana trágica
allí
empezaba la represión de los metalúrgicos por los militares (cfr)
pero
yo recién nacido no alcancé a darme cuenta
ni
entonces ni mucho tiempo después
tácitamente
yo me conformaba
con
la teoría económica que mi padre exponía en verso ese mismo año
“en
la República Argentina
un
hombre gana mil pesos
con
unas cuantas ovejas
entre
las calles de un pueblo” (cfr)
es
cierto todavía quedaban unos añitos de prosperidad
el
peso argentino iba del brazo de la libra
esterlina
la
Casa era todavía verdaderamente Rosada
Yrigoyen
Alvear y después Yrigoyen viejito ya
“en
este país” —él decía— “el que habla se jode”
pero
en 1930 su cueva ya no le sirvió más
desde
entonces durante medio siglo nuestro país devino el campo deportivo
de
las fuerzas armadas
“cuando
empezó mi desarrollo se acabó el país”
era
la década del 30 yo me iba iniciando como podía
en
el colegio nacional más multirracial de Buenos Aires
yo
fundía en la misma amistad a los gallegos con los judíos con los italianos
aprendía
los descubrimientos de los dos celebres tanos Galileo de Pisa y Tuñin
de la Boca
y
mientras tanto Mussolini fundía balas para fundir a Etiopía
Hitler
fundía en los hornos a los judíos
y
entre nosotros el fraude perpetuaba a los duelos de la pampa húmeda y de la
bolsa
empapada
los
panamericanos es decir los norteamericanos entraban en Nicaragua (cfr)
y
los franquistas ay entraban en Madrid
así
flotaba mi insensible adolescencia a lo largo de la década infame
hasta
que un día cumplí dieciocho años
y
yo era todavía un chico que rememoraba su propia infancia en acertados tercetos
y
mientras tanto Antonio Machado moría en el hotelito violeta de Collioure
junto
al cementerio para que nadie se molestara mucho cuando lo llevaran
a enterrar
casi una
revolución
cuando llegaron aquí los españoles
el campo era lo más importante
claro no había otra cosa
ahora sigue siendo lo único
importante o por lo menos lo único firme
claro el campo no puede moverse
física ni mentalmente
¿conoce usted algún estanciero
comunista?
y el que no tiene tierra pierde
pie manotea como ahogado
se tambalea como abogado
el derecho sigue los meandros de
la maldad del hombre
sea para evitarla sea para
castigarla
a veces ay para protegerla
y como aquí nunca nadie paga a
nadie
los abogados siempre pueden cobrar
en nombre del acreedor
así que yo me dije tierra ya no me
queda
y bueno soy abogado
gracias a tan noble profesión
hice fortuna pude comprarme el
Fiat Topolino
la segunda guerra mundial estaba
por terminar
tantos hombres cayeron en esos
años
yo sólo había caído en el
matrimonio
cuando me levanté me encontré
padre
yo seguía soñando que era un
personaje de Hemingway o de Fitzgerald
y en una de esas los argentinos
casi se agarraron a cachetazos Perón casi les
regaló una revolución
ejerció una presidencia y casi
otra
sus invocaciones a la patria eran
tan repetidas y hueras
que yo fui llevado a formularlas
al revés y me declare “argentino hasta la muerte”
un año antes que el dictador se
transformara en el dictador depuesto
yo no podía imaginarme que su casi
revolución
iba a ser largamente reprimida
como si hubiera sido realmente una revolución
y que pasados treinta años
el mismo Perón iba a reprimirla
más que nadie
el no quería que su revolución
dejara de ser casi
las prohibiciones
el comunismo está prohibido
de qué otra manera podría ser
el peronismo está prohibido
quizá podría ser de otra manera
agárrese ahora el radicalismo está
prohibido
es demasiado radical hay que
erradicarlo
tres golpes de estado tres
flor de percusionistas
al viejo Yrigoyen lo bajaron lo
bajaron por viejo
al intransigente Frondizi por
transigente
a Illia porque nadie sabía si era
Illia o Illía
sin embargo al principio no te
echaban a tiros
te iban quitando espacio de buenos
modos
vos empezabas algo y nadie te
decía nada
pero este es el país que parece y
no es
parece rico pero la sequía
parece seco pero las inundaciones
parece culto pero mejor no
vos ibas caminando por lo tuyo
todo parecía que sí
sí pero no
todo lo que se te ocurría estaba siempre cerca del
límite
no era necesario tener una
conciencia política
moverse con cierta soltura era ya
demasiado alarmante
tan inminente como la prohibición
pero de costado aparecía el
soborno
mirá nene lo que te damos si te
portás bien
tenías que ser como todos o no ser
como ninguno
de este principio saldrían después
los asesinatos
un muerto no es verdaderamente
como ningún vivo
así te iban pechando hacia afuera
hacia afuera o abajo
con pequeños ademanes apenas te
dabas cuenta
de pronto te encontrabas sin poder
hacer nada
estaqueado entre la prohibición y el soborno
en cuanto a mí para volver a mi
marginal historia
el mismo día que derribaron por
puro gusto a don Arturo
ese mismo día yo resolví probar
otra luz
que no era la luz a la que me
habrán dado a la que yo me daba
para qué lo hice
fue el primer ir de algo que luego se transformaría en ir y venir
y luego en irse
después fue apareciendo otro país
donde yo ya no estaba
una generación dispuesta a matar o
morir
acaso la de esos hijos calaveras
de que yo había hablado
y después sin más vueltas
aparecerían
las calaveras de los desaparecidos
el des-inmigrante
él estaba de novio con la patria
hacía proyectos para casarse
y ahora sólo le queda el pasado de
su abuelo inmigrante
y el de su hijo que crecerá en
otro país en otra lengua
para el que se fue se acabó el
presente
se fue de la patria salió de la
historia
a mí me engañaron siempre
decía el argentino fugitivo
me prometieron la Argentina de
Vértiz
me dieron la de Sobremonte
me prometieron la de Mariano
Moreno
me dieron la de Cornelio Saavedra
me prometieron la de San Martín
me dieron la de Pueyrredón (cfr)
me prometieron la de Güemes
me dieron la de Roca
me prometieron Dorrego
me dieron Lavalle (cfr)
me prometieron Rosas
me dieron Urquiza
me prometieron Yrigoyen me dieron
Uriburu
me prometieron Perón me dieron
Aramburu
me prometieron Frondizi me dieron
Onganía
otra vez Perón pero qué cosa
me dieron Videla
así que ya no creo en más promesas
para eso me vuelvo a España qué
carajo
mi abuelo se equivocó
no tenía para qué haber abandonado
su aldea en Santander
qué tanta ropería al por mayor
qué tanta patria desconocida
cuántas travesías del Atlántico se
hubiera ahorrado la familia
cuántas mudanzas derrumbándose
tantas vueltas para volver a lo mismo
y bueno soy español
querencias
fue así hermano Raúl cómo llegué a creer que la patria estaba
perdida para
siempre
justo
lo que vos no creíste nunca
y
yo andaba buscándola y buscándola
cambiando
querencia y querencia
primero
España desde luego
luego
América Latina donde de todos modos seguía metida la Argentina
Venezuela
México y más que nada Cuba
y
en Francia al principio y al final de esta
peregrinación
a
lo largo de una patria ausente para mí por diecisiete años
a
la final todos los hombres del mundo tienen algo de argentinos
en
un principio yo buscaba y a la vez rechazaba aquellas querencias de reemplazo
procuraba
disminuirlas para así aumentar la patria ausente
hoy
sigo amándolas soñándolas generosas maternales
cada
una de ellas me sedujo a su manera
ofreció
su techo tan protector como el de casa
dio
sus frutos con sus nombres nuevos que pronto se me hacían cotidianos
amistades
amores el sol la noche diferentes estrellas
y
debo decirte che viejo vizcacha
que
no siempre se me atrasó la parición
más
de una vez se me adelantó
algunas profesiones
para los estancieros no había
problema
todavía imitadores de los ingleses
cuando no de los conquistadores españoles
en el mejor de los casos
paternalistas pero a la vez castigadores
de sus peones
explotadores de la hidalguía la
elegancia el valor de los campesinos
indiferentes a todo lo que no sea
vacas en el número suficiente
para iluminar su árbol genealógico
para permitir el viaje a Europa
rústicos que aprendieron algunas
mafias francesas
la cultura para ellos es una flor
en el ojal
del saco azul a rayas para el
jockey club
tampoco había problema para los
jóvenes ejecutivos
jóvenes intelectuales o
estancieros fácilmente transmutados en ejecutivos
ya orientada hacia el norte su
admiración sumisa por los sajones
aventureros de sus boîtes y sus
entregadas secretarias
automovilistas de gran audacia
llega hasta frenar con gr4an ruido
de gomas frente a la Biela Fundida
para algunos intelectuales no había
problema
quiero decir el tipo medio del
intelectual argentino ese que mide su gloria
por el cuerpo en el que La Nación
le titula su soneto hebdomadario
el que recita para los ricos
gustadores de la belleza del Círculo de Armas
el que sigue escribiendo sobre las
ruinas de Pompeya
sin pensar para nada en las casa
baratas de Nueva Pompeya
pero también surgía una nueva
generación entre las explosiones y los
escombros
así es nuestra patria cuanto más
atrás le cortan el pasto de sus potreros
más crece el pasto y hasta
florcitas
en cuanto los comandantes que
vinieron a perfeccionar la insuficiente represión
desatada por los herederos de Perón
esos comandantes sabían muy bien
qué clase de Argentina querían
una Argentina agresiva entonces
primero ellos mismos
agropecuaria entonces primero los estancieros
importadora entonces primero los
ejecutivos
financiera entonces primero los
banqueros
abajo quedaban todos los demás
argentinos divididos sólo en dos grupos
los mansos
a quienes se les permitía vivir y
morir en la impotencia
y los que no eran mansos los
subversivos
incluyendo a los que no lo eran
pero así llamados para simplificar
para todos ellos el secuestro la
tortura la muerte
o por lo menos el exilio
envejecer de golpe
morir
pero el pueblo pensó
pero detrás y debajo de todos
detrás y debajo de los
intelectuales los abogados los estancieros los ejecutivos los
comandantes
detrás y debajo de todos estaba el
pueblo
el pueblo adelante y arriba de
todos
el pueblo acostado que no pensaba
más que vertical
ese pueblo pensó y salvó a todos
“aquí lo mejor que tenemos es el pueblo”
tuvo razón Perón esta vez en su
contra
el pueblo conversador valiente
irónico cordial
él te explica bien por qué te
perdiste te acompaña hasta la esquina
para mostrarte
el buen
camino
y el pueblo no votó por fantasmas
ni por aparecidos
prefirió consultar a un joven
abogado de Chascomús
que recitaba el preámbulo de un
librito olvidado
y entonces
llegó el doctorcito y mandó parar
sólo entonces volví a darme cuenta
que yo como todos los que nacimos
y nos criamos en esta patria
estoy sentenciado sin apelación a ser argentino
hasta la muerte como dijo Guido y
Spano
yo me copié de él pero él se había
copiado de la realidad
así que no te hagas más el loco
muchacho
zapatero a tus zapatos
esta es tu tierra este tu cielo
estos tus hermanos caiga quien caiga
se te cortó el sueño del pibe
no sios universal ni europeo ni
latinoamericano
ni siquiera rioplatense
acaso ni siquiera argentino
sólo porteño
nada de lo que vos digas o hagas tiene sentido sino
para otro porteño
y con suerte para otro argentino
volvé a tu punto de partida
allí podrás hacer todo lo que
pensabas hacer en la vejez
y si no volvés no habrá para vos
ningún punto de llegada
ni siquiera la muerte muchacho
pero en cambio si volvés
vas a morir como un señor
el último viaje
y entonces resolví volver a Buenos
Aires
otra vez destino Buenos Aires
“no se puede con este nombre
feliz” (cfr)
tenía razón la vieja etiqueta de
mi valija
y allí me encontré como todos
un país todavía cortado a la
medida de los comandantes
cuarteles muy bien terminados
autopistas sin terminar derrotadas
por el pastito
hoteles internacionales donde no
alcanza la plata ni para pagar la propina del
portero
las casas crecidas caóticamente
como los yuyos en un baldío
los frentes de la planta baja
decorados para seducirte
los nombres de los comercios
llevan apóstrofes y vocales que nadie sabe traducir
Gaucho’s O’Pizza Mc González
las muchachas llevan sobre los
senos frases en inglés que ellas tampoco saben
traducir
la publicidad insiste en que te
conviene ser joven y rico
y una generación de chicas
periodistas
ha surgido sedienta de verdad
dios te libre que caigan sobre vos
el servicio doméstico sirve a los
señores como para evitarles todo sufrimiento
el subempleo propone sus
lustradores perfeccionistas
sus deportivos y señoriales
porteros del barrio norte
su escuela filosófica de los
peluqueros rivalizando con los peripatéticos mozos de
café
sus empleados de vender cospeles
porque las monedas no se pueden usar como
fichas
qué esperanza ellas ruedan a la
velocidad rutilante de la inflación
y son suplidas por papelitos
marrones que se van despedazando de mano en mano
salvo las manos de los
colectiveros que los clasifican y archivan
como
bibliotecarios
“el corralón seguro ya opinaba”….
Alfonsín
y ahora Borges opina todos los
días sobre política
mientras los poetas grandes o
agrandados
acceden a dejar resbalar sobre las
páginas impermeables de ciertos suplementos
literarios
algunas confidencias sobre los
matices de su trascendental inspiración
los novelistas andan mejor ellos
son
o bien “tel quel” el “nouveau
roman”
o bien revienten en tu cara un
riñón medio crudo
otros en fin baten mejor el gancia
y el campari
por su parte el lenguaje popular
indiferente a casi todo eso
sigue inventando giros y girando
palabras
dejando atrás a algunos escritores
ausentes
que todavía insisten con el
apolillado lunfardo de los años 40
¿no es cierto pibe? quiero decir
flaco gordo loco negro tío papá…
los colectiveros y el dulce de leche
un hombre-percha bajo el calor
pasea su saco colgado en el pulgar detrás del
hombro
no vayan a pensar que él no es un
hombre-percha, sino un descamisado
otro canoso y alto con algo de
barriga otro un arquetipo nacional
hace equilibrio en el colectivo
con sus mocasines claros sin medias
por suerte el colectivo está
equipado de agarraderas y pasamanos como el cuarto de
un inválido
no otra cosa somos los pasajeros
de un colectivo
entre el humo y el ruido de los escapes
libres
la libertad de los escapes
la única que no nos faltó nunca
ya ven el colectivo una de las más
bellas creaciones de la cultura nacional
aparece inevitablemente de tanto
en tanto en esto que yo insisto en
llamar poema
digan lo que digan los que sólo
viajan en auto particular
mientras tanto escuchá en los
restaurantes
los alaridos de la tribu
devoradora de bifes de chorizo
a veces ay reducidos a minibifes
cuando no masticados en un
semipiso
lo más chic es usar sacarina en
vez de azúcar
la tribu ha aprendido a comer
mirando algo más que la papa frita
paisajes árboles aunque sea
cortinas de colores
por lo menos en los lujosos
restaurants con nombres extranjeros
que vienen a ser las tumbas del
lado de acá de la Recoleta
¿usted qué opina de la
antropofagia?
¿creía usted que torturando y
matando intelectuales
adquiriría
sus virtudes?
los hechos demuestran lo contrario
y gracias a dios el dulce de leche
se desparrama sobre todos nosotros
como una fatalidad
la luz a que nos dieron
y pensar che Raúl que me hubiera
bastado
tocar tu timbre atravesar tu
zaguán de Chascomús
para juntar naturalmente la realidad
con mis famosos papeles
así que cómo no ponerme ahora al
lado tuyo
al lado es decir donde estábamos
cuando éramos pibes
cuando vos estudiabas la
constitución al lado mío
“ahora que Chascomús duerme su
siesta”
ya sé tu trabajo no será fácil
que será difícil casi imposible
como yo pensaba antes de que vos
me demostraras lo contrario
pensar dejar que otros piensen
calmar el hambre de pan fresco y
sentencias justas
limpiar el enchastrado patio
internacional del país
demoler las medianeras que ahogan
nuestra América
pero vos como buen hijo de
Chascomús sos barrero viejo
sabés bien que la huella es la
huella
no te vas a quedar si una
costalada te manda a la cuneta
Chascomús “agua muy salada” en
araucano
agua buena para las heridas
otra vez los libres del sur
pero tan federales como las
estrellas federales
Chascomús rico pero no tanto
hay que calcular bien la lluvia la
parición de los pejerreyes
y el país es rico pero no tanto
y entonces al país le conviene
volverse un poco Chascomús
así que basta ya de siesta para
todos
que todos vengan a leer con vos
aquel librito de la juventud
que los tres poderes funcionen sin
pararse
como los tres corazones de un
mismo cuerpo
que las provincias otra vez unidas
aprendan otra vez a compartir el
mapa
porque la patria era sí ese
espacio
esa bailarina con un brazo en alto
(cfr)
y también era un abismo de tiempo
amenazado siempre por el vacío
lleno de sangre de tanto en tanto
y ahora empezamos duramente de
nuevo
para ver si podemos
llenar ese vacío de otra cosa
que no sea la sangre derramada
a esta luz nos dieron nuestras
madres
a esta luz nos dimos
a esta luz velada tantos años por
el último golpe de sangre
pero que hoy nos alumbra como el
primer día
y esa luz ¿qué nos pide?
sólo que sepamos abrir los ojos
para verla
de una vez y sin más tardar
(1983)
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