Fadhil Al-Azzawi |
Fraternidad
En una
torre
que
trepa el cielo
dentro
de una habitación cerrada
toda de cristal
un
esqueleto se sentó muy cerca de mí
y
colocó su mano sobre mi hombro,
murmurando:
“Tú
eres mi hermano,”
luego
me entregó una mariposa
que
volaba hacia la llama.
Descendiendo
en la oscuridad
trastabillando
en los escalones
el
mundo vino a mí y colocó su corazón
en la palma de mi
mano.
Me
quemó los dedos
como
una brasa
envuelta
en cenizas
y
salpicada con sangre humana.
Una
tregua permanente
entre
el hombre y todo lo anterior a él.
Una
tregua permanente
entre
el viento y el árbol.
Apaga
el fuego,
deja
que la mariposa regrese a su flor.
En cautiverio
Desde una vieja
canción folklórica
dos esclavos
cayeron sobre el tejado
de nuestra casa
en Bagdad.
Ellos estaban
atados espalda a espalda
con una
soga,
y vestían
desgarradas ropas blancas,
y lloraban.
Creo que estaban
aguardando un barco tripulado por piratas
Creo que estaban
observando un horizonte de árboles
Creo que estaban
imaginando una isla distante.
Cuando subí al
techo y los liberé de sus ataduras
estallaron en
llamas en mis manos
transformándose en cenizas.
En la corte de honor
En uno de mis poemas incompletos
un verso desafió a otro
arrojándole un guante al rostro-
invitándolo a un duelo
en la Corte del Honor.
Al final de la pelea,
como muchas veces sucede,
uno de mis versos estaba muerto
el otro sangraba sobre la página.
Como yo no deseaba
verme involucrado en un laberinto de
investigaciones criminales
entre preguntas y respuestas,
preferí entonces lavar su sangre de mis manos
y me deshice de todo el poema.
Fadhil Al Azzawi (Kirkut,
Iraq, 1940) Poeta, novelista, ensayista y traductor.
Versión Esteban Moore