Enrique Solinas |
Esta es mi lengua
¿Has visto cómo el sol cada mañana
levita siendo ánima o es virgen,
en ascenso constante,
para empezar el día?
De par en par, abro
las ventanas de mi cuerpo
y dejo
que la brisa suceda sobre la piel,
mientras cierro los ojos
y puedo sentir
la sombra de los pájaros,
el movimiento de una flor.
Puedo sentir el leve
susurro de la escarcha.
Qué maravilloso es despertar
y que la naturaleza te abrace
como a un hijo perdido y recobrado,
así cada palabra con su esencia
recupera el aroma del sentido.
Mi lengua se construye
en la visión que acabo de contarte.
De la gran ciudad al bosque,
un largo trecho
de metáforas
hay que recorrer.
¿No has visto cómo el sol
irrumpe y es la lluvia
de luz que nos sorprende
cada instante del día?
Te digo que no hay visión igual,
el pensamiento suele confundirnos.
Si no lo has visto aún,
no has visto el mundo.
Hoy estarás conmigo en el Paraíso
No tengo más
que esto que soy
y la certeza de vivir
en un mundo herido.
He mirado la muerte a los ojos.
Resplandece la poesía en mi país,
habita cada instante
de mi casa,
atraviesa este cuerpo sin razón,
se manifiesta inesperada.
Quien venga hoy a visitarme
nada le ofreceré,
salvo estas palabras que nacieron
bajo el viento de octubre,
campo de imágenes que habitan
el aire que respiro,
el fondo de esta voz amordazada.
Que venga nomás,
ya no sentirá hambre ni sed,
le prometo
que seremos felices para siempre,
jóvenes eternos, moradores
de un jardín deseado
desde el principio
de los tiempos.
Aquí en el poema,
sueño oscuro,
unidos
en el dolor de la esperanza.
Aquí en el poema
celebraremos,
el asombro, la dicha,
el frenesí.
Las nupcias de la noche y el día
en el corazón del éxtasis.
Oración de la mañana
Gracias, Señor,
por no escucharme,
por ignorar mis súplicas
debajo de la lluvia,
cuando creía
que el mundo se acababa
y todo estaba perdido.
Gracias, Señor,
por tu ausencia,
he aprendido la lección
de los muertos,
he comprendido bien.
Soy un sobreviviente
y siento
en el silencio la incesante fe,
el despertar violento de la nada.
Ahora,
miro tu vacío,
Señor,
el hueco gris
en el cielo.
Yo soy el que te escucha
cuando no hay palabras
para decir.
Yo soy el que te espera,
Señor,
en el lugar del abandono.
Mujer en el camino
a Esther Cross
Por el sendero que conduce
del campo a la ciudad,
una mujer lleva en sus brazos
un animal herido.
Camina como puede bajo el sol,
–ella, que nada tiene–,
le viene a pasar esta desgracia
con su única posesión.
El animal se deja llevar,
sabe que la mujer
lo ama como a un hijo.
No escuchará un lamento
ni un ladrido de su boca;
para no molestar,
el perro,
cerrará sus ojos y dejará
que el sueño gane esta vez.
Llega pronto, mujer,
los que te observamos
es lo único que queremos.
Atraviesa con tu luz el verano,
el bosque del silencio,
que el agobiante sol
no consuma tus fuerzas
ni te deje caer en la sombra.
Tu amor puede más
que toda la tristeza,
que toda la injusticia,
que el dolor.
Porque hay algo tuyo
en el corazón
de ese animal herido.
Porque hay algo de ese animal
en tu cuerpo,
que te ayuda a vivir.
Nido vacío
Sentado en la noche puedo ver
un nido que pronto desaparecerá.
Desde el poste de luz
ha caído un pájaro
hasta su cielo.
El padre acompaña resignado
al que no estaba listo
para volar.
Llama dos o tres veces, luego
permanece inmóvil.
Su cuerpo es esa nada que brilla;
esa oración
de olvido sin palabras;
esa canción
oscura
al aire libre.
Tengo frío en los pies,
mañana
alguien barrerá el cielo.
¿Cómo es posible olvidar
tanta belleza abandonada?,
pienso.
¿Qué ha de ser de nosotros
cuando nos suceda lo mismo?
La Palabra Inicial
a Hugo Mujica
Como si la palabra fuera un río
y ese río surgiera desde el final del cielo.
El río tiene fuerza de hombre
que arrastra con su impulso de caballo
la ruina y el esplendor
de los tiempos
que hemos vivido en un instante.
Como si la palabra fuera agua originada
en el centro de un río
y unas mujeres
lavaran ropa blanca en esas aguas,
al costado del mundo,
sin mirar la corriente
y la palabra,
convertida en sábana,
las protegiera.
Como si la palabra fuera agua que cae sobre un rio,
como un amanecer violento,
como un cielo al revés en donde alguien lanza
rayos de silencio.
Caerá la lluvia en mi jardín.
Tendré esta sed.
Caerá en los helechos y en las plantas,
y en cada elemento cotidiano.
Como si la palabra fuera un río y ese río surgiera
más allá del cielo.
Como si la palabra fuera una lágrima
o un fragmento de Dios
que cae desde el fondo
de nuestros ojos
y se eleva.
ENRIQUE SOLINAS (Buenos Aires, 1969). Poeta, docente, traductor, investigador y periodista cultural. Desde 1989 colabora con publicaciones de Argentina y del exterior.
Publicó en poesía: Signos Oscuros (Buenos Aires, 1995), El Gruñido (Buenos Aires, 1997), El Lugar del Principio (Buenos Aires, 1998), Jardín en Movimiento (Buenos Aires, 2003, y Perú, Lima, 2015), Noche de San Juan (2008), El gruñido y otros poemas (Antología poética, Buenos Aires, 2011), Corazón Sagrado (Buenos Aires 2014 y México 2015), Barcas sobre la zarza ardiente (2016), El Libro de las Plegarias (2019), The way time goes and others poems / La manera en que el tiempo se va (USA, Antología poética inglés-español, 2017), Escrito a fuego (Usa, Antología poética, 2017), 时光就这样流逝 (traducción al chino de la antología poética The way time goes – La manera en que el tiempo se va, Shanghai, 2017), Le grognement et autres poèmes (traducción al francés de la antología poética El gruñido y otros poemas, París, 2020) y The horses of fear (Antología poética bilingüe, New York, 2020). En colaboración, Dificultades de la poesía (ensayo, 2010), Invocaciones –cuatro poetas en la voz del mito- (poesía, 2012), Antologías Argentinas – Intervenciones sobre el canon y emergencias del imaginario, Capítulo La antología poética argentina: Procesos de subjetividad, género y canon (Editorial Teseo, Buenos Aires, 2017). En narrativa: La muerte y su conversación (cuentos, 2007).
Por su labor literaria obtuvo varios premios, entre ellos, el 1er. Premio Nacional Iniciación Bienio 1992/1993, de la Secretaría de Cultura de la Nación; el 1er. Premio Dirección General de Bibliotecas Municipales de Buenos Aires 1993; Mención en los Premios Municipales de la Ciudad de Buenos Aires a la Producción 1994/1995; Subsidio Nacional de Creación de la Fundación Antorchas, Concurso 1997 de Becas y Subsidios para las Artes y Subsidio de Investigación en Poesía Argentina Contemporánea, Concurso 1997 de Becas y Subsidios para las Artes; 1er. Premio Estímulo a la Creación, Año 2000, Secretaría de Cultura de la Nación; Finalista del Premio Internacional de Poesía “Pilar Fernández Labrador” 2017, en Salamanca, etc. Ha obtenido la Beca de Residencia Shanghai Writing Program 2014, otorgada por el Gobierno de China a través de Shanghai Writing Association.
Su obra forma de parte de antologías nacionales e internacionales, siendo traducido al inglés, al chino, al italiano, al francés, al griego, al rumano, al portugués y al talimi.