Claudio Portiglia |
Es tu vuelo gorrión / no te detengas a imitar al halcón que se desploma / sagaz sobre la presa y la desgarra / tampoco a la perdiz que es tan cobarde / ni a la altiva cigüeña / ni al canario que no sabe vivir si no es en jaula / con alpiste seguro /
vos naciste para darles vida al níspero o al fresno de la calle / para bajar el cielo hasta el charquito con sólo visitarlo / para armar una fiesta con las migas que dejó la abundancia / y colgarte de cualquier cornisa con vocación de acróbata /
exigente con vos porque de nadie depende tu destino / libertaria en tu canto y bullanguera / dispuesta a pelearle a cada viento la mañana siguiente / y hasta terca detrás del pico grande que ofrece una sonrisa / llegaste para darle otros motivos a esta vida gastada / y ese lema en francés y un sol castaño / que enmarca el brillo de tus ojos tintos
(en ‘La travesía’, 2O13 / a Virginia Zusbiela)
1
Hay días que son duros y el esqueleto cruje y también cruje el alma si es que acaso estuviera
trepada en algún sitio filtrada en la corriente que elabora el cerebro y que todo lo cuestiona
si es que acaso estuviera
tendida sobre el pasto donde juegan los niños o en las camas amantes de amores a destajo
yo no sé si hay un alma si no es todo materia si no somos finitos si el destino es el tránsito si no somos de polvo si vivimos de prepo si un volcán nos contiene y un agua nos redime si un viento nos devuelve si no es todo energía si son ondas o planos o meras percepciones si valemos por algo si por alguien latimos
yo que todo lo pienso sé que hay algo que pienso de modo diferente
yo que no creo en nada sé que creo que hay algo que me habita a escondidas
y en días como éstos cuando todo nos cruje
uno le mete manos a cosas que no entiende y a rezos que no sabe y atolondrado y todo
sabe que al menos sabe que cree que está vivo que crujir lo demuestra
2
Para el día crucial tengo otros planes
ni me iré de viaje ni saldré de gira
ni habré de encontrarme con alguien que me espere en ningún lado
aunque nunca muy lejos he viajado bastante y no tengo reclamos por hacer
demasiado con la carga que les deje a quienes algo pude haberles dado vivo
lo que quede se irá consustanciando con lo que quede de otros
con lo que otros dejaron para que yo disfrute
con la tierra y el agua y el aliento y el fuego
y ese gen que circula para todos llamado humanidad
más o menos rayamos a la misma altura
el único poder que he respetado será el mismo que me aseste el golpe
y sería incoherente de mi parte torcer esa opinión
bien muertos estamos los mortales el día que morimos
esperar otras cosas no permite que vivamos siquiera
y en lo que a mí compete
si supe del amor me doy por pago
y mis deudas en fin que la poesía se encargue de saldar
3
Un día vino
se sentó frente a mí
cruzó las manos sobre la mesa y apoyó el mentón
alzó los ojos y esquivó el flequillo
yo intenté sortear con una broma la intensidad de esa mirada
aunque supe que me había penetrado para siempre
tal vez fue la tarde que lloró o tal vez fue otra tarde no interesa
se sucedieron risas y proyectos
confesiones tan hondas que lastiman hasta la risa misma
ansiedad de chiquilla que se afianza en la vida y la pelea
serenidad en la zozobra
peso de un par de convicciones certeza y decisión
le dije que la amaba con vergüenza desde estos años casi envilecidos
noté cierta extrañeza
en adelante el tiempo ya no pudo medirse
elástico y neutro se derrama
por canales de historia sin asunto
y transcurre nomás en un continuo de presencia y ausencia inacabado
(a la Virgi, en ‘Bella y transitoria’, 2O16)
……….
Si llevarse la voz hasta los huesos
si achicar la palabra y llevarse la voz hasta los huesos
si quitar las linduras
si rasurar los brotes de tilinguería que sombrean la cara
y dar vuelta el adentro para mostrar las costuras del revés
si escaparse de todas las lisonjas
si confiar en que algo de nosotros hablará mañana
para ese interlocutor desconocido
y una pizca de verdad trascienda la provisoriedad con que escribiéramos
si pudiéramos de veras revelarnos
si pudiéramos de veras rebelarnos
este oficio tal vez nos salvaría de tantas horas hueras
de tantas horas yermas
de tanto andar a ciegas por caminos que nos llevan adónde
(en ‘La esquina de los vientos’, inédito)
……….
Es el bar o sos vos
o son las cosas que pasan con el sorbo de este café postrero
un domingo después del mediodía
con tu foto delante
con el último mensaje que me dejaras por whatsapp
con tu voz que me ronda la memoria
tu celo tu cuidado
o es el día tan gris algún cansancio
que vuelve monótonas las horas de paciencia y encierro
de ansiedad prolongada
de ritos postergados
o es quién sabe este vicio de escribir que me lleva a pensarte
luminosa y terrena
urbana y celestial
lo cierto es que te extraño mujercita
extraño esas caricias de algodón y manteles
las mañanas que crecen con tus pasos
la leve cercanía
la diaria ceremonia de admirarte y reír
me hiciste un lugar en tu país de ensueño y maravilla
celebro el privilegio
elevo la intención
qué este tajo no sea tan profundo
qué amanezca mañana un horizonte de gracia renovada
qué la vida que a vos te espera entera
me dé a mí la ocasión de algunos soles que queden por venir
(a Rocío Ludueña, la “Rochi” / inédito)
Claudio Félix Portiglia (Junín, Bs. As., 1957. Poeta, ensayista, periodista, docente.
Publicó, entre otros: Álamos y yunques; Los ojos, los miedos; La espiga se declara soberana; Libreta de almacenero; Cabría preguntarme; Cuotas partes; La travesía; Bella y transitoria y Café Homero en poesía; y los ensayos El Gran Errador, La cancelación de lo útil; Ricardo Molinari: el poeta sin mito; y Vicente Barbieri: el poeta del Salado.
Fundó y dirigió las publicaciones: Horizonte de Cultura (con Rubén Liggera); Junín es Plural (con Darío Lobato y Federico Lucanera) y Las Doce y Una (con Juan Ignacio Portiglia y Virginia Zusbiela). También la escuela de periodismo TEA-Tendencias XXI y el Movimiento Poesía, que realizó doce ediciones anuales del Encuentro de Poetas de Junín.
Fue incluido en el Tomo 1 Parte Vigésima de la antología que publica la Fundación Argentina de la Poesía y en la antología del Cincuentenario de la misma entidad, entre otras. También en la Historia de la Poesía Argentina. Obtuvo distinciones de la Fundación Antorchas, la Fundación Fortabat, la Fundación Odón Betanzos de Nueva York, la SADE y la SEP. Su página web: www.claudioportiglia.com