LOS DÍAS PASAN
¿Recordás aquella agua verde
donde los dos buceaban
y todos miraban?
Tu piel sudaba
en el agua
Tu mirar negro
ahogaba
La vida era tanta –
olvidaba
DOS CARABELAS
Mi amor, besame
con la ternura de este día azul
Allá fuera
hilos de nubes ruedan
y el arbusto del lote de al lado
está verde, creciendo
Casi no soplan
los vientos
RISA
Entre planos sonrientes
arcos convexos
anfractuosidades cóncavas
ríe en la claridad
mi sombra oblonga
SOMBRA
Llueve en los edificios
y en la yerma galería
de marcos de vidrio
sucio
Llueve en los edificios
y también en tu sombra
de bípedo que camina
esta y además otra vereda
Aquel edificio negro
en la sombra amarilla, inmensa
asombra a toda la ciudad
A ti, no
ARCHIVO
no puede ser de recuerdos
ABIERTO (para Cacaso)
A veces el mirar camina
en la trama de la luz
sin curiosidad alguna
cualquier devaneo
Va en busca del tiempo
y el tiempo, como siempre,
vacío de todo
no está lejos
está aquí, ahora
El mirar sin memoria –
sin destino
se detiene
en el aire del aire
en la luz de la luz –
¿lugar?
MENTE
Casi más allá de la sensación
de estar vivo
pura luminosidad dentro
de la retina inexistente –
la que todo ve
todo siente
(el todo que es la vida
y será muerte) –
la palabra (¿palabra?) amor
amor
ELEFANTE
El aire de tu carne, aire oscuro
anochece piedra y viento.
Corre lo enorme dentro de tu cuerpo
el aire externo
de cielos atropellados. El firmamento,
incendio de pilares
no está afuera – derruido por dentro.
Reverbera en el escudo el brillo bazo
de túrgido ariete
con el que la distancia y el tiempo enfureces.
Tu pisar macizo, danzarín,
ennoblece los vientres fríos,
femeninos.
A tu vuelta todo canta.
Todo se desconoce.
POEMA (a Carlos Drummond de Andrade)
Hay muchas sombras en el mundo
Ellas avientan en las nubes
y en el aire
brillan solitarias como topacios –
gotas de luz apagadas
Los astros soplan
La sombra es el viento de los astros
En el fondo de las aguas prisioneras
de lagos y vertederos
hay un viento de aguas –
sombras
En el mar
se refractan sumergidas
viajeras
en medio las florestas de algas –
sombra de las sombras emergidas
Son hechas – las sombras – de aire
oscuro
Recuerdan el todo y la nada
El vuelo de las sombras
gira en torno de una columna
sonora, el poema –
luz de adentro
Fuera
CANCIÓN
En las islas de Cabo Verde
Cuando miré para Heloisa
y vi el rostro de Heloisa
su boca sus ojos
sentí la noche de cerca
sentí la noche tan íntima
tan dentro de mi mirar
Un querer bien, una herida
un dolor tan doloroso
tan sin razón, tan perdida
tan de ella, de Heloisa
Heloisa es hecha de oscuro
Heloisa es hecha de aire
Heloisa es el abrazo de la isla
Yo – soy el mar
sólo el mar
Todas las piezas pertenecen a Elefante (2000), en Poemas [1968-2000], 7 Letras/CosacNaify, 2004.
Versiones: Demian Paredes, Buenos Aires, 2021.
Francisco Alvim (Araxá, Mina Gerais, 1938) es poeta. Diplomático de carrera, fue integrante de la llamada “generación mimeógrafo” y de la “poesía marginal”. Participó con el texto “Consciência marginal” en la Revista Malasartes (1975). Integró la antología 26 poetas hoje (1976), organizada por Heloisa Buarque de Hollanda.
Entre sus libros se encuentran Sol dos cegos (1968), Passatempo (1974), Festa y Lago, Montanha (1981), O corpo fora (1988) O metro nehum (2011) y la plaqueta Francisco Alvim – 80 Anos (2018).