Sebastián Jorgi |
Con motivo de la publicación de Cartas de otoño, donde se compilan cuatro libros de poesía, un conversatorio formulado por alumnas de la Universidad Brasileña Unioneste (Paranà) y algunas críticas y prólogos, opiniones de poetas y catedráticos, en Medios Gráficos del Interior hemos decidido entrevistarlo, pues el oficio de narrador, tal como lo conocemos a Sebastián, además periodista y Profesor en Letras, parecen haber eclipsado, o mejor, pausado, una obra poética silenciosamente escrita.
AB. He estado leyendo este tomo de cuatro libros de poesía, además, me he interiorizado en la conversación con la profesora Denise Scolari Vieira y sus alumnas, que hay como una obstinación en no publicar lo que llamas “crónicas poemáticas”, digamos, con cierto desdén. Explícanos lo que cuentas en tus respuestas con respecto al surgimiento de golpe y porrazo a la edición de Cartas de otoño.
SJ. Bueno, Andrea, siempre hay alguien que a uno lo empuja al abismo—sonreímos--, y sí, la poesía es un género de lo desconocido, un lenguaje que está al otro lado de las lógicas, la poesía es el misterio, lo insondable, contiene mundos re-creados. Tras un conversatorio con la Dra. Denise Scolari Vieira, profesora de la Universidad Unioneste de Brasil, en conjunto con sus alumnas, la memoria entró a remover convivencias de amistad y poesía con figuras relevantes, Joaquin Giannuzzi, Juan José Ceselli, Alberto Vanasco, entre muchos otros.La cuestión que este conversatorio se convirtió en un reportaje agigantado, me insinuaron que podía ir compendiando mis poemarios…
AB. Desde tus inicios en los años 60, con los poetas lunfardos, Julián Centella, casi al mismo tiempo con los poetas del tango, tu relación con Cátulo Castillo, hasta el 2001, no has publicado tus poemas, un empecinamiento de más de 30 años. Contame algo de aquellos comienzos, una zona oscura en tu trayecto, una bohemia que se da en Peñas Literarias, antecedentes de los Cafés Literarios de hoy.
SJ. Tomás deLara, el autor de El tema del tango en la literatura argentina, profesor en la Escuela de Periodismo, me conectó con César Tiempo y éste me llevó a asistir los primeros sábados de cada mes, al Círculo de la Prensa, Rodriguez Peña 80, en donde Enrique Ricardo Del Valle estaba formando la Academia Porteña del Lunfardo. Entonces ensayaba –con el seudónimo Antonio Albani—algunos garabatos lunfas. Surgió un poemario, Orsái, que Enrique Freeland iba a publicar en su sello prestigioso que acuñaba nombres como Cadícamo, Centella, Celedonio Flores, Bartolomé Aprile, pero hubo una chifladura propia de la juventud y no se publicó, ya estaba maquetado el libro. Con respecto a las Peñas, estaba el Cafè Boulevard, (los sàbados)El Manantial(lunes), El Nacional (Domingos), El Tortoni (jueves), El Savoy (miércoles con el Grupo Clamor), en esos lugares leía estas crónicas poemáticas y algunos cuentos cortos.
AB. Orsái aparece en el 2008, en Historietangos de morbochos y froicidas, con algunas letras de tangos, una con música de Julio De Caro, estoy viendo, Sebastián, en este libro hay nombres de poetas y opiniones muy halagadoras hacia tus “garabatos lunfas”, popes académicos y otros prestigiosos como Paco Urondo, Edgar Bayley, hay toda una mixturación de tertulias…
SB. Si, alternaba en La casa del tango con Cátulo, Atilio Stamponi, Edgar Spinazzi, Avena, Negro y con el grupo Meridiano 70, adonde me había llevado Juan Carlos Martini Real, que me presentó a Alberto Vanasco. Caìan Giannuzzi, Mangieri, Urondo, Bustos, entre otros narradores y pensadores como Manauta, Lubrano Zas, Aníbal Ford, Rozitchner, se discutían problemáticas socio-políticas en torno a América Latina, se leían poemas y algún ensayo.
AB. Bullía el Sesentismo, imagino, en los cafés de la Calle Corrientes…
SJ. Claro, El Foro, en la zona de Tribunales, (Corrientes y Uruguay), el café Paulista, La Paz, El Ramos, bueno, la nómina se puede averiguar por internet, Andrea
AB. No me contaste al final lo de Historietangos, treinta y tantos años después, veo en el sello Muestrario, allí se publica Orsái,Trasnochando, Trascartón, los “garabatos lunfas” ¿Cómo fue esta decisión?
SB. Muchos años después, en los 80 y 90, integrè la Fundación Argentina para la Poesía, a la que me llevó el poeta y hermano mayor Rubén Vela. Me atrevía a leer algunos poemas en privado durante los días miércoles, en el cenáculo de la comisión directiva, con invitados de fuste. Reuniones íntimas, donde leía mis cuentos y estos poemas anteriores, “lee Antonio, esos poemas anteriores tuyos”, me decía Orlando Mario Punzi, que integraba la comisión.
AB. Nada menos que uno de los mayores poetas lunfardos, tengo entendido, con un tal Daniel Giribaldi, estuve googleando---¿entonces?
SJ. Muchos años después, m e llama Punzi, “che Pibe, armame una carpeta de tus poemas, haceme el favor, no vaya a ser que me engrane”. Hice las fotocopias y se las llevé a su departamento en Santa Fe casi Agüero. Unos diez días después me llama y voy a buscar la carpeta, “che Pibe, dejate de embromar y publicalo”. Me había escrito un prólogo y tal honor merecía una respuesta. Liliana Varela, titular de Muestrario, me editó 60 ejemplares.
AB. Acá veo que hay otro sello playa sola…
SJ. Es un sello propio, en homenaje al primer libro de Alberto Girri, Playa sola, precisamente.
AB, Extrema gemens, Contra las cuerdas, Historietangos de morbochos y froicidas y Mappa Mundi conforman esta poesía reunida, como se dice ahora, entre 2001 y 2014.Hay un punto de partida, Extrema gemens…en latín, veo…¿cómo se dio este regreso?
SJ. En 1991, fui invItado por el Consulado Argentino a dar una serie de conferencias en Universidades de Puerto Rico, en el Departamento de Estado y en otros colegios y entidades, como el Museo de la Música, en Ponce. La Dra. Silvia Ovejero, poeta y abogada, me llevó. En una de las visitas al poeta Paco Matos Paoli, en su casa, en Río Piedras, se me ocurrió leerlo y entonces, don Paco, entusiasmado empezó a hacer llamados telefónicos a poetas de la Isla, entre ellas Arminda Arroyo Vicente. Me llevaron aquella noche al Pen Club de San Juan, leí entre otros poetas Exrema gemens y fue bien recibido. A partir de ese momento, Arminda empezó a hacer gestiones para editar en la Universidad el libro. Años de solicitudes, no pasò nada, hasta que en el 2000 Arminda le envió el libro al sello Myrtos de España y lo editaron.
AB. El lapsus de silencio en publicar poemas duró desde 1965 a 2001, 35 años, Sebastián, una auto-proscripción. Un empecinamiento desmedido.
SJ.En verdad, estaba estudiando Periodismo, terminé en 63, después morodeando la facultad, los cafés y tertulias políticas y literarias y al fin recalé en el 68 en el Mariano Acosta. Más que una obstinación,fue que estaba ocupado, también había estudiado Guion Cinematográfico, escribía notas de cine, en fin…
AB. Pero nunca dejaste, íntimamente, de “garabatear” poemas, y un millar de notas en El Tiempo de Azul—soy testigo de tus escritos durante más de 20 años—y en otros medios radiales y gráficos. Entonces, por los apuntes que estoy viendo, el material que me confiaste, hay una cantidad de poemas escritos respetable para más libros.
SJ. Puede ser, puede ser, en la medida de las posibilidades y de tener alguna ayuda, si no, tendré que abandonarme a esta inercia y a los empujones, generosos, como los de Arminda, Paco,Punzi, vos misma con esta entrevista,Andrea, el amigo Leandro, en fin, me siento acompañado por amigos
AB. No has nombrado a ninguna mujer poeta, veo acá una dedicatoria de Olga Orozco, entre otras opiniones, ¿ actitudes machistas, eso de los boliches y tertulias literarias?
SJ. No, para nada, a aquellas tertulias venía Juana Bignozzi, un par de veces, en viajes esporádicos, Alejandra Pizzarnik, también Elizabeth Azcona Cranwell. Con esta me reuní un par de veces a instancias de Carlos Alberto Débole, ya en los 80, ah, una de mis primeras amigas fue María de Villarino, a la que le leí algunos poemas, ¡Emma de Cartosio!, me olvidaba de ella, gran poeta, a veces me iba a su casa en Recoleta, allá en Pueyrredòn al 1800, no no Andrea, he sido compañero en amistad de grandes mujeres poetas…ah Ana Emiilia Lahitte, de La Plata, vino a varias presentaciones de mis libros en Buenos Aires…
AB. Muy bien, Sebastián,..
SJ. También te cuento que he estudiado obras de Marta de París, Susana Quiroga de Jujuy, Ester de Izaguirre, gran compañera de ruta, tengo que reunir los ensayos y compendiarlos en un libro, un trabajo incesante, estoy recopilando más de 1.OOO y pico de crítica literaria dispersa en las páginas literarias. Pero la Poesía es un campo minado de la literatura, es difícil salir a salvo.
Sebastián Jorgi (Lanús Este, provincia de Buenos Aires, 1942) Poeta, narrador, ensayista, docente y periodista.