POEMA PARA EL RECUERDO DE UNA IDEOLOGÍA
la gente de bien entierra a sus muertos
no tengo muertos para enterrar
aquello que suena a fantasma
discurso superado anacronismo
es una voz que habla vive la ciudad
y dice nunca enterraré mi vida
ésa es tareas de otros
¿debo negar en nombre de una ciencia mediática
tergiversadora
los datos de ciertas décadas?
¿entregarlos a análisis conciliadores
y biografías inventadas?
nada tengo que enterrar
no leo ante el auditorio despreciativo
de las aldeas europeas que ellos creen conquistar
yo viví en una aldea prestigiosa treinta años
y me duele su ingenuidad ante lo mediocre
para molestia de los que tratan de no verme
cuando nos cruzamos
no ven este inmenso cuerpo
y yo a sus pequeños cuerpos si los veo
tengo la bondad del silencio
pero sólo es eso
una bondad que no sé hasta cuándo durará
amigos que aún amanecen aún amanecen
guerreros agotados que no han perdido la ira
no hay que equivocarse sobre los triunfos
esa persona que escucha insolencias
tosquedades íntimas
que puso la mano durante años
para que el paseo iniciático
fuera menos culposo
que escucha frases que la hieren para siempre
sin posibilidad de olvido
no está humillada ni vencida
sólo conoce el precio
que las instituciones siempre reclaman
como reclaman los regresos
para pedirle que olvide lo que finge olvidar
yque le dirán
esa institución que preservaste
ya no es tuya
para eso te entregaste a preservarla
para que sea escaparate de virtudes
y telón de lujo que cubra
los trapos de una tramoya
que sólo deben ver
los ojos de la intimidad
siempre me pregunto
que dice la gente
cuando dice
sólo el amor justifica una vida
¿conocí a alguien viviendo de esa forma primitiva
en la que no entra el empecinamiento de la pasión
ni la luz fría del odio
o tal vez la sombra turbia de la convivencia?
si el amor es la respuesta a la vida
y a todas sus superestructuras
la respuesta a la muerte
que allá lejos quedó sin nombre
es lo que nos permite vivir
HOMENAJE Y DESPEDIDA DE ATTILIO BERTOLUCCI
elegí como maestro lo opuesto de mi vida
la costumbre la misma playa cuarenta años
el viaje imprescindible
esa negación de mis deseos
calmó mi ansiedad
y me dijo hay otra poesía no lo olvides
le escribo en una mañana con la cas luminosa serena
suena Schubert los membrillos del centro de mesa
ponen más color que las flores
un escenario mucho más suyo que mío
qué puedo repetir
no conozco los trabajos agrícolas
no conozco el ritmo de escuelas hijos vacaciones y clases
sólo conozco respuestas alas cartas al teléfono
cuentas para un viaje permanente
los pobres tenemos que nacer en lugares ásperos
así aprendemos a llegar a la felicidad
con estos cielos me han querido dar la idea
de mi permanencia
no pertenezco a una burguesía media ni baja
tampoco debo hacer gestos desesperados de supervivencia
salvando el aburrimiento
que es lo que se repite en mi vida maestro don Attilio
yo que no tengo siegas ni trillas ni aparceros
ni monjes a los que llevarles unos muebles o un guiso oloroso
ni tengo hasta ahora una ciudad que me refugie
ni la serenidad de la provincia
en realidad agradezco haberme salvado de la distinción
del bar del hotel
el sueño de ser Francia en Parma o la casa patricia en el campo
nosotros tenemos el sueño de ser Buenos Aires
y sostener ese sueño crear ese sueño
en tanta aldea miseria europea nos permite crear
el verdadero sueño de Buenos Aires
el de la derrota y la permanencia
beato usted maestro que pudo tener sus extrasístoles en paz
sus veranos en paz ciudades en paz
no vislumbro en mis caminatas la tumba que tengo destinada
lo que para nosotros es somnolencia
para usted fue la creación