Víctor Rodríguez Nuñez |
Abismos
Vivo entre dos abismos
La paciencia
del que ya anduvo tal vez demasiado
y se acoda en el puente
–única ceremonia de la tarde–
a ver pasar las aguas
Y la impaciencia enorme
del que quiere seguir a toda costa
pero sólo ve el raudal de insomnios
y del puente se lanza
a tu regazo
La paciencia
del que ya anduvo tal vez demasiado
y se acoda en el puente
–única ceremonia de la tarde–
a ver pasar las aguas
Y la impaciencia enorme
del que quiere seguir a toda costa
pero sólo ve el raudal de insomnios
y del puente se lanza
a tu regazo
Conjuros
Mi madre recoge flores silvestres
entre los árboles de Selva Negra
El pico del tucán
las plumas de la lapa
el canto del chorlito
que no la embrujen
Y no se quede atrás en el sendero
ni se vaya a perder
entre tantos colores
El danto
la guardatinaje
el armadillo
que se aparten de ella
Y acabe de subir esta colina
desde donde hoy la miro
por primera vez
Esa vela que alumbra
los ojos de mi madre
La vela desnudísima
con su candela áspera
y su alma de cera
La vela que no duerme
deshilando las sombras
La vela que no cesa
de volver luz su miedo
y quieta se consume
Esa vela que sólo
con tu aliento se aviva
La vela que no logran
a pesar del insomnio
apagar estos versos
entre los árboles de Selva Negra
El pico del tucán
las plumas de la lapa
el canto del chorlito
que no la embrujen
Y no se quede atrás en el sendero
ni se vaya a perder
entre tantos colores
El danto
la guardatinaje
el armadillo
que se aparten de ella
Y acabe de subir esta colina
desde donde hoy la miro
por primera vez
Esa vela que alumbra
los ojos de mi madre
La vela desnudísima
con su candela áspera
y su alma de cera
La vela que no duerme
deshilando las sombras
La vela que no cesa
de volver luz su miedo
y quieta se consume
Esa vela que sólo
con tu aliento se aviva
La vela que no logran
a pesar del insomnio
apagar estos versos
Confirmaciones
El menor de mis hijos
que aún no sabe su nombre
ni caminar derecho
a medianoche
en la más alta fiebre
canta
Es doble este camino
La razón y la fe
Tengo fe en la razón
–en la razón impura
Comprendo las razones de la fe
–la fe de los herejes
Entre el hecho y la duda cruzan ambos caminos
Y al partir regresamos
Danza mi rosa ebria
desprevenida
sin vergüenza del sol
La olvido en el sendero
que comienza en tus manos
y sin más vueltas me lleva hasta mí
Las preguntas son tigres
que acechan junto al río
Las respuestas
ciervos inalcanzables
Mi mucha sed te ahogue
Y náufrago en el polvo
espera cualquier cosa
menos resignación
Para José Pérez Olivares
que aún no sabe su nombre
ni caminar derecho
a medianoche
en la más alta fiebre
canta
Es doble este camino
La razón y la fe
Tengo fe en la razón
–en la razón impura
Comprendo las razones de la fe
–la fe de los herejes
Entre el hecho y la duda cruzan ambos caminos
Y al partir regresamos
Danza mi rosa ebria
desprevenida
sin vergüenza del sol
La olvido en el sendero
que comienza en tus manos
y sin más vueltas me lleva hasta mí
Las preguntas son tigres
que acechan junto al río
Las respuestas
ciervos inalcanzables
Mi mucha sed te ahogue
Y náufrago en el polvo
espera cualquier cosa
menos resignación
Para José Pérez Olivares
Elogio del neutrino
Te celebro
porque en el mundo nadie
es más pequeño que tú
y sin embargo
atraviesas galaxias nebulosas estrellas
sin reaccionar con nadie
Porque aún siendo luz
puedes moverte
muchísimo más lento que la luz
o descansar inmóvil
corrigiendo
la teoría de un universo caliente
Porque gracias a ti
el pasado fue sólo
plasma recalentado y no cenizas
La densidad del plasma
era de billones de toneladas
por centímetro cúbico
Porque nadie sabía
hasta ahora
que eras el noventisiete por ciento
de todo
quedando sólo un tres a repartir
entre hijos de puta y demases
Porque gracias a ti
nadie se aleja
ya de nadie y todo tiende a unirse
Y no importa que sea
en una llama dura
en un punto radiante
Te celebro
porque eres
la esencia del espasmo
materia de ternura
o ese poco de nada
con que mi tía dora sus natillas
Gracias a Dios
no es infinito el mundo
Como el verso
está hecho de sílabas
que es posible contar
El mundo cabe en un alejandrino
Para Jesús Sepúlveda
porque en el mundo nadie
es más pequeño que tú
y sin embargo
atraviesas galaxias nebulosas estrellas
sin reaccionar con nadie
Porque aún siendo luz
puedes moverte
muchísimo más lento que la luz
o descansar inmóvil
corrigiendo
la teoría de un universo caliente
Porque gracias a ti
el pasado fue sólo
plasma recalentado y no cenizas
La densidad del plasma
era de billones de toneladas
por centímetro cúbico
Porque nadie sabía
hasta ahora
que eras el noventisiete por ciento
de todo
quedando sólo un tres a repartir
entre hijos de puta y demases
Porque gracias a ti
nadie se aleja
ya de nadie y todo tiende a unirse
Y no importa que sea
en una llama dura
en un punto radiante
Te celebro
porque eres
la esencia del espasmo
materia de ternura
o ese poco de nada
con que mi tía dora sus natillas
Gracias a Dios
no es infinito el mundo
Como el verso
está hecho de sílabas
que es posible contar
El mundo cabe en un alejandrino
Para Jesús Sepúlveda
Víctor Rodríguez Núñez ( La Habana, Cuba, 1955)Poeta, periodista, crítico, traductor y profesor universitario. Ha publicado los poemarios: Cayama; Con raro olor a mundo, Premio David, 1981; Noticiario del solo, Premio Plural, 1987; Cuarto de desahogo, 1993; Los poemas de nadie y otros poemas, 1994; El último a la feria, 1995; Oración inconclusa, 2000; Con raro olor a mundo: Primera antología, 1978-1998, 2004; Actas de medianoche, 2006; y Actas de medianoche II, 2007. Fue redactor y jefe de redacción de la revista cultural El Caimán Barbudo, donde publicó numerosos trabajos sobre literatura y cine. Seleccionó las antologías de su generación: En su lugar la poesía, 1982; Usted es la culpable, 1985, y El pasado del cielo: La nueva y novísima poesía cubana, 1994. Es autor del ensayo Cien años de solidaridad: Introducción a la obra periodística de Gabriel García Márquez (Premio UNEAC, La Habana, 1986), y compiló y prologó la obra del mismo autor, La soledad de América Latina: Escritos sobre arte y literatura, 1948-1985 (La Habana, 1990). Entre sus últimos libros se destacan: Actas de medianoche II (Soria: Diputación Provincial de Soria, 2007), Todo buen corazón es un prismático: Antología poética, 1975-2005; prologado por Juan Gelman (México: La Cabra Ediciones-UANL, 2010),Intervenciones: Antología poética.(Santander [España]: La Mirada Creadora, 2010) y Tareas (Sevilla: Renacimiento, 2011).
Humberto Ak'Abal, Víctor Rodrígues Nuñez, E.M., Feria del libro Bogotá, 2011 |