Miguel Veyrat |
Partió el caos en dos
un rayo de tiniebla,
vidriosa
pasadera al sentido del inicio…
Zenón
de Montferrat
“Cartas
a Johannes de Silentio”, IV, 2 [i]
Al
vuelo
Un
muro blanco bordea el camino de la cañada
del
rosal, coronado por cascotes
de
vidrio roto. Hieren con luz de mil colores en
mi
paso hacia el cantil. Todos a la vez penetran
en
la piel, azafrán que desangra
hacia
poniente. Aún asciendo vivo en su reflejo.
La
hora
Tardo
en decidir y de momento hay flores
allá
donde fijar estos ojos
mas
no un lugar por donde entrar al vacío,
precipitar
mi ausencia en su boca levadiza.
La
llave del portón recela
la
hora asfixiándose en la funda del cuerpo.
Descendimiento
Pasa
un ala bajo la techumbre de los dólmenes,
que
las manos quisieran retener.
Al
aire ardiente tritura la mente un ojo a tiempo
fijo
en esta espera sobre la sima. No hay piedad.
La
febril afrenta me despeña. El
arrecife
desenvaina su cristal y taja hasta la cota.
Aquí
dentro
Desde
esta cueva que han previsto para mí
nada
veo sino aquella prieta
luz
desconocida que se burla con la noche
que
no acaba. Cansado será
estar
muerto. Fatal infamia
de
invertida sed. El sol reluce casual afuera.
Se
cierra el puente
Querría
interceptar este rayo que
se
alza desdeñoso ante la palabra perdida que aún
no
puede pronunciarse. Su espejo interpolado nos
confunde
y quema. Ya no brilla mientras ávida la
sombra
empaña un eco nuevo desde la respiración
de
otro por la caverna de enfrente.
Ánfora
cineraria
A
veces una gota olorosa de árbol
es
lo que queda. Rígida y brillante.
Los
muertos casi nunca disponen
sino
de fuego para volar y el alma
arde
resina del árbol de la muerte
por
el cerebro. Ardid de eternidad.
Desde
dentro
Estar
muerto te permite ser bosque o vapor
de
horizonte en tierra
estero,
canto rodado. Eras astro que jugaba
a
surcar incendios. Querías prolongarte así
entre
vanos albeados
sobre
chispas y encuentros de otras piedras.
Perdura
el canto
Máscaras
constantes
surcan
el dolor. Como derivan los cuerpos a
espumas
al romper por la costa y las mareas.
Será
mi aliento que canta. Inesperado y solo.
Del
otro lado salta maquinal un verso al aire.
Pero
ahora no soy yo.
Un
poema
Canto
todo cuanto perdí, follaje oscuro o sueño
que
desciende envuelto
en
llameante rocío. Corazones de cieno llueven
rusiente
furia humana floración rota de lenguas
radical
error de paralaje.
Lo
que perdí sigue el combate. O férvida pupila.
[1] Zenón de
Montferrat. “Cartas a Johannes de Silentio”, Cap. IV, 2 : “Comentario al Ps.
Areopagita (“Theologia mystica I.I, p.3999”). Versión de María Nefeli con
Facsímil del original latino hallado en Praga en 1898, Portinari Editores,
Buenos Aires 1936.
Miguel
Veyrat Nueve Poemas de Apertura del libro “Poniente”, Bartleby Editores, Madrid
2012.
Miguel
Veyrat (Valencia, 1938) ha sido periodista político
y diplomático de larga y reconocida carrera profesional a lo largo de más de
medio siglo. Su abundante obra literaria abarca prácticamente todos los
géneros, aunque ha consagrado por entero los últimos quince años a la escritura
poética. Ha publicado, entre otros, los poemarios Antítesis Primaria (Adonais 1975), Elogio del Incendiario (1993-.2ª ed. 2007), Conocimiento de la llama (1996-2ª ed. 2010), La Voz
de los Poetas (2002) , Desde la Sima (Antología, 2004), Babel bajo la Luna
(2005), Instrucciones para amanecer (2007), Razón del Mirlo (2009), y La puerta mágica (2011), antología
de sus últimos cuatro libros correspondientes a la primera década del s. XXI,
editada y comentada por el crítico Ángel Luis Prieto de Paula. Este último ha
escrito que en la poética de Miguel Veyrat “se reflejan el estupor y el
misterio, la fraternidad humana, el espanto y el éxtasis, que sobrevuelan por
sobre la superficie de lo explicable a la luz pobre de la lógica discursiva”.
Aunque el poeta frecuenta poco la “vida literaria” y no concurre a certámenes
ni juegos florales, su labor como traductor se ha visto reconocida con el
Premio Stendhal que otorga la
Asociación de Escritores y Traductores españoles. Su último
libro “Poniente” se publicó en 2012 en Bartleby Editores, que prepara ya otra
publicación suya para 2014.
[i] Zenón de
Montferrat. “Cartas a Johannes de Silentio”, Cap. IV, 2 : “Comentario al Ps.
Areopagita (“Theologia mystica I.I, p.3999”). Versión de María Nefeli con
Facsímil del original latino hallado en Praga en 1898, Portinari Editores,
Buenos Aires 1936.