Jerome Rothenberg |
NIÑO
PERDIDO
Me arrancaron del sol blanco y me
trajeron al sol negro, me
hicieron dormir entre hileras de
abrigos:
yo era un niño de ciudad perdido en el
campo, una
herida en la mano era todo lo que sabía
de los sauces
¿Puedes entender, oyes el ancho
bramar del viento contra el flanco
de la vaca, y los grillos que corren por
mis
mangas, los grillos llenos de noche,
como
pequeños soles negros? Inténtalo, yo
también lo haré.
Sólo este grito guarda mi corazón, sólo
este lamento:
Me arrancaron del sol blanco y me
trajeron al sol negro, y ahora no hay
puerta
ni camino por donde volver
LA NOCHE EN
QUE LA LUNA FUE UNA ARAÑA
La noche en que la luna fue una araña
todos corrimos.
Nadie se quedó.
El cielo se puso tan negro como tus
ojos.
Empezaba a llover.
Se desataron
las velas en el aire.
Velas rojas.
Te reíste.
La luna era una araña.
Una cinta de sangre bajó
del cielo
hasta el techo de la casa.
Roja y negra.
Tratábamos de cantar.
Hacía frío.
En la red del cielo
donde colgaban los huesos
vi
lo que me pareció tu cara.
Las ruedas arañaban las piedras
bajo la oscuridad de la luna.
Comienza:
La noche que pasaron los soldados
me levanté de la cama
y con las manos a la espalda
me puse a mirar.
Tú tratabas de soñar.
Un carámbano se desprendió del cielo
y caló en mi corazón.
La luna era una araña.
POEMA AL TIEMPO
En el ojo de la aguja
cobraron vida las cosas:
un perro, un pueblo,
un mar.
De las rosas nacieron tigres
y alguien me salpicó de lluvia
la bufanda.
Del otro lado de la luna se oía
la voz del presidente,
clara como una campana de iglesia,
simple como el éter:
bajo los naranjos se instaló
un verano sin polillas
Terror a las palabras
posiciones &
disposiciones
alrededor de un centro
en llamas
Palabras en el papel
en la luz herida
de los árboles
y las corrientes
palabras en el pan sin cortar
en las curvas del
pan sin cortar voy
hacia ti
en la curva de las palabras
del espacio sin cortar
el repentino
movimiento
de los labios
con
el aliento mismo
una lengua
Una lengua también
que se alza de la tierra
nuestras huellas
que hablan
como una danza
las palabras una danza
de aliento de
imágenes la sola
imagen de un sol
ardiendo dentro
de nosotros
cuando hablamos
Las palabras se abren paso
a través de nosotros
en la curva del tiempo
las corrientes
cuando despertamos juntos
al alba
un verdadero dolor
las palabras también son
dolor
Las palabras se llenan
de saliva & las formas
de los árboles las palabras
se forman alrededor de
una curva de luz Te traigo
las pocas palabras que conozco
Palabras en el papel en las
hogazas que cortamos
las palabras al sol
esperan
& caen contra nosotros
traición de las palabras
de cenizas
cayendo hacia el centro
silencio que nace del habla
del silencio
tomamos aliento
espacio sin cortar
el silencio
huellas que respiran
suavemente
donde aprendemos a morir
(de JEROME
ROTHENBERG, El trabajo del sueño.
Antología. Buenos Aires, Hilos Editora, 2013. Selección, traducción y
prólogo de MERCEDES ROFFÉ)
Jerome Rothenberg es uno de los poetas vivos más importantes de la actualidad. Nació en 1931 en Nueva York. Se ha dedicado a escribir poesía y ensayo, a la traducción del alemán, del español y poesía tribal amerindia, y a reclutar materiales dispersos que comprenden los orígenes de una tradición hasta su presente; es decir, los conjunta y logra que la tradición recrezca y se recree a través de la adhesión de lo nuevo.
Su primer gran antología engloba poesía primitiva mundial, luego congrega poesía indígena norteamericana, reúne después la poesía estadunidense vanguardista, moderna y posmoderna internacional y, sin dejar de lado su propia tradición, agrupa en un tomo poesía judía que va desde sus inicios hasta hoy.
Su obra es un proceso. Kenneth Rexroth dice de Rothenberg: "Nadie que esté escribiendo ahora ha cavado más hondo en las raíces de la poesía". Durante la contracultura de los sesenta fue protagonista en el grupo de Nueva York y el portador más notable de la poética de esa generación. Sintió lo indígena. En 1970 publica el núm. 1 de Alcheringa, que es la primera revista de poesía tribal del mundo. Convive dos años con indios séneca y escribe A Seneca Journal (1974). A raíz de esto, precisa la práctica de la Etnopoética. Revoluciona a ésta con su teoría y ejercicio de la Traducción Total: se debe obtener del poema ceremonial indio todo lo oral, no sólo lo inteligible sino también los vocablos y sonidos deformados, acompañados de instrumentos musicales y ritual/performance.
Rothenberg reconoce en la poética indígena una analogía con la experiencia Dada y la retoma en su poemario That Dada Strain (1983). A partir de entonces retorna hacia lo europeo y lo judío. Ya en 1974 había publicado Poland/1931 al que describe como "un intento experimental para explorar y recobrar fuentes ancestrales en el mundo de judíos místicos, ladrones y locos". En 1989 nace Khurbn & Other Poems como resultado de su recorrido por Polonia y los sitios del exterminio nazi. Luego en Gematria (1994) utiliza la numerología de la Torah para construir breves poemas aleatorios.
Su libro más reciente —como dice Eliot Weinberger— es siempre el mejor. En Jerome Rothenberg confluye una abundancia multicultural que enlaza a muchos mundos. Es un recluta que voluntariamente se ha enlistado para prolongar la vanguardia.
Mercedes Roffé (fot.Clarisa Pérez Spillman) |
En 2012 también Del Centro
Editores, de Madrid, publica La línea
azul, un libro de fotos y poemas en una edición artesanal de 100 ejemplares
numerados y firmados por la autora. En
noviembre de 2013 sale La interrogación
incesante: entrevistas 1996-2012. (Madrid, Amargord, Colección ONCE), una
colección de conversaciones con la autora editada por Edwin M. Lamboy.
Libros suyos se publicaron en traducción en Italia, Quebec, Rumania e
Inglaterra.
Desde 1998, dirige el sello Ediciones Pen Press, dedicado a publicar
plaquettes y pliegos de poesía contemporánea española y latinoamericana, y de
otras lenguas en traducción al español.
Entre
otras distinciones, recibió una Beca de la Fundación John Simon Guggenheim, en
poesía (2001) y una beca de la Civitella Ranieri Foundation (2012).