La poesía es un viaje hacia noche, hacia el tiempo acumulado por la luz en
la mente de una palabra, es el tiempo condensando todos sus ayeres en el oído
de una caracola, es la soledad inmensa de un lenguaje que se busca en el tacto del
mundo, en la cadencia de cada gesto del mundo.
Sonali Datta escribe poemas para encontrarse consigo misma en las cosas que
nombra, se busca hondamente en cada pregunta, en cada instante en que las
sílabas quieren alejarla de la soledad y el mito, se reencuentra en esa
historia que germina desde sus pies, desde el barro y la semilla ancestral,
celebra con lucidez su encuentro primordial con las cosas comunes, que para
ella son sorpresa. Sus maestros, sus músicas, sus dioses, la danza de sus
paisajes, su religión, su poesía contaminada de belleza antigua han moldeado su
carácter y su intrínseca sensibilidad, ebria a ratos de la lengua de Cervantes,
de su siseo imperioso, de sus ritmos calcados en las fronteras de Bengala.
Estos poemas tienen un rigor intrínseco muy particular, un sondeo verbal
cargado de intenciones, de cotidianidad, de inventarios, de reflexiones, y que
intentan dilucidar en el amor, la vida y la muerte una búsqueda estética, un consuelo o acaso una luz que
refresque sus instintos y sus marcadas realidades, una luz a través de la
celosía del conocimiento, a través de la mente de una palabra, la recalcitrante
y ávida y feliz palabra que la salvará en el preciso instante en que la
escritura se convierte en poesía y la mujer se convierte en cuerpo del
lenguaje.
Fernando Denis
AMOR
Pregunto a veces: ¿Por qué estoy aquí?
Él dice: eres el resultado de amor.
Le pregunto: ¿Qué hago aquí?
Dice: has venido a celebrar el amor.
Vuelvo a preguntar: ¿Amor me dices?
Dice: has venido a celebrar el amor.
Vuelvo a preguntar: ¿Amor me dices?
¿En este mundo oscuro y caótico?
¿En esta pena enorme? ¿En esta crisis?
Sonríe y dice: Son los sufrimientos de amor.
Me confundo:
Entonces, ¿por qué estoy sola?
Me dice:
Sola no estás. El amor está siempre contigo.
Le pregunté:
¿Por qué voy a morir?
Respondió:
Para reverdecer tu amor.
Sonríe y dice: Son los sufrimientos de amor.
Me confundo:
Entonces, ¿por qué estoy sola?
Me dice:
Sola no estás. El amor está siempre contigo.
Le pregunté:
¿Por qué voy a morir?
Respondió:
Para reverdecer tu amor.
MUERTE
Cuando nací supe que ella vendría.
He crecido con ella, y la he visto a cada paso.
He crecido con ella, y la he visto a cada paso.
Dijo:
Relájate, hija mí
Relájate, hija mí
Regocíjate. Vendré a tiempo.
Pero yo la olvidé.
Viajé
a través de las diferentes experiencias,
bebí el elixir de la vida,
y entonces ella vino. ¿Por qué vino?
Un montón de cosas aun me quedan por
hacer,
aprender, saborearlo todo.
Dijo:
Hija, ahora estás cansada;
ven conmigo y descansa.
Grité :
No. Todavía no.
Pero tomó mi mano y sentí perdida.
ven conmigo y descansa.
Grité :
No. Todavía no.
Pero tomó mi mano y sentí perdida.
VIDA
Mi madre nunca estuvo complacida conmigo;
mi padre tampoco.
El amante se cansó de mí y me abandonó.
Mis parientes me evitaron siempre
al igual que mis amigos.
A veces me enfadé en mis propias decisiones.
mi padre tampoco.
El amante se cansó de mí y me abandonó.
Mis parientes me evitaron siempre
al igual que mis amigos.
A veces me enfadé en mis propias decisiones.
Aún vivo mi vida:
gano, pierdo, sonrío, lloro.
¿Quién dice que no me preocupo?.
No es fácil, amigo mío, pero inténtalo.
Ésta es la vida
y sólo viene una vez.
No es fácil, amigo mío, pero inténtalo.
Ésta es la vida
y sólo viene una vez.
Sonali Datta (Bengala,
India, 1974) Poeta y docente en lengua inglesa y española. Ha traducido a diferentes
autores al bengalí y al inglés.