Álvaro Torres Calderón |
MATRIZ
H
De tu vientre, lunas y soles
nacen.
El Universo se recrea en ti.
La luz dibuja una línea de
salvación y
tus palabras y cantos alimentan
El ciclo se cierra con sudor y
dolor,
eres la unión entre noche y día.
El proyecto de la futura
generación
sale de tu arte e inspiración.
Tú eres la viva energía, la
esencia y la fuente.
LATITUD
“O”
Alucinado, prendido, alborotado,
mi corazón va por caminos extendidos,
cruzando mares y rechazando olvidos.
Un solo objetivo su viaje contiene,
el alma cálida de una tierra apasionada y
determinada.
Tu nombre, Tú única, de geografía intensa y
gran inteligencia: América.
ESTRELLA TROPICAL
A un minuto de mi corazón,
la mente inquieta aterriza en tu cálida superficie.
Mil colores abren sus alas y
sueltan un aroma embriagante
que me abraza y me acurruca
en la colina de tierras húmedas.
Mi alma me dice que no hay
espacios
sin que los pintes tú y puedo
alcanzar
aquella feliz estrella que me
saluda e
invita a sentarme en sus faldas
de luz.
Al cruzar la frontera del sol,
puedo respirar tranquilo.
Tú me iluminas con esas ondas de
rayos añejos, mas los quinientos dulces
besos tuyos no son suficientes
para adormilarme porque sigo
viéndote
plena y fresca.
Un sublime viento del interior
del Sur verde me eleva hacia
el cénit para poder
contemplarte.
Los colores abren otra vez sus
alas y
mi azul ya no es azul, el rojo descansó
de su color natural,
se prestó alegrías del
anaranjado y
humildemente le pidió paciencia
al celeste.
Mi alma me dice que no hay
espacios
sin que los vueles tú.
Y ya por fin llegó el día en que
finalmente la puedo ver
tocándola ...
ya no eres estrella de lejos,
ni planeta de día, ni llama
fugaz.
Las auroras se despiertan y
miles de satélites me saludan,
en línea fulgurante están
esperando
la gran explosión.
Tu energía café se desprende e
irradia
mi cuerpo vencido por el largo
viaje y
da posada a mis colores opacos.
Déjame estar en tu órbita gran
dama tostada.
Un sólo abrazo tuyo hará que
duerma eternamente cómodo en
la inmensidad
de tus ojos oscuros.
Un sólo beso tuyo y aquel
sistema
solar vivirá asentado en la almohada
que le prodigues a este universo
en olvidos.
Mi alma me dice que no hay
espacios
sin que los navegues tú
Pequeña estrella de mar,
rebelde entre vientos y cometas
sales al encuentro de los náufragos
como yo y los salvas de cruel
muerte.
Y en el gran baile, esplendorosa
diosa Myriam apareces, rodeada
de lunas plateadas y espejos de talle elegante.
En premio a su hazaña, gran
odalisca,
apaciguas al guerrero con tu voz
hechizante.
En noble oso convertido inverna
el alma viajera... hasta que otros quinientos besos tuyos lo despierten Y los
astros en totalidad vuelvan a brillar.
Álvaro Torres-Calderón (Lima-Perú, 1975) Poeta, ensayista,
traductor. Ha publicado en poesía: Claroscuro
(Lima, Perú, 2010). Colabora con
Stonepile Writer's Anthology (University
of North Georgia Press). Ha presentado trabajos, organizado y dirigido paneles
en diferentes congresos nacionales e internacionales de literatura auspiciados
por Latin American Studies Asociation (LASA), South Atlantic Modern Language
Asociation (SAMLA), University of Kentucky, Lock Haven University, Purdue
University y La
Pontificia Universidad Católica del Perú.