Federico Spoliansky |
Qué
sol, qué superficie puede albergar al corazón de un alcaucil. Atrapado en un
remolino de Aceite, como si disfrutara chupado, como si le hubieran dicho que
Aceite, Disney y el Chavo son del mismo palo, el alcaucil muere, no de un
síncope.
Presente:
el brillo de una burbuja.
A
todos los verbos los atraviesa una luz.
A
cada verbo lo atraviesa cierta luz.
Anoche
había tres marías
Santa
Niña Pinta
por
la mañana un estuario.
El
mar hace lo suyo, indiferente hace lo suyo; tiene todo presto, agendado, no se
toma vacaciones ni pega el faltazo; permanece. Abierto todo el año.
Bach
nunca abandonaba el bajo continuo.
Bach
no se abandona en el bajo continuo.
La
vizcacha va por el monte, deslizándose, deslizándose pegada a la tierra, va
soldada, la vizcacha montesa del Sur.
El
agua inquieta mueve aguas.
El
cuerpo cantante no olvida, rescata del italiano: Vibrare.
Federico
Spoliansky (Buenos
Aires en 1970. Posee un Master in Filmmaking (London Film School & London Metropolitan
University, Inglaterra). Es Licenciado en Psicología (Universidad de Buenos
Aires). Ha publicado Duda Patrón (Editorial Alción, 2010) y El
Agujero (Ediciones de la Florida Blanca 1995). Recibió el Primer Premio
Nacional Iniciación de Poesía, Secretaria de Cultura, Ministerio de Cultura y
Educación de la Nación (Bienio 1991-1992), el Primer Premio del XVII Concurso
de Cuento de la Municipalidad de Puerto Madryn (con el Subsidio del Fondo
Nacional de las Artes, 1994).