lunes, 12 de diciembre de 2016

Lawrence Ferlinghetti: Manifiesto populista Nº 1





Lawrence Ferlinghetti























Poetas, salgan de sus placares,
abran las  ventanas, abran las puertas,
ustedes han estado recluidos demasiado tiempo
en sus mundos cerrados.
Desciendan, desciendan
de sus alturas, de sus torres de marfil
desciendan de  las colinas desciendan de Russian Hills 
desciendan de Telegraph Hills,
desciendan de las colinas desciendan de Beacon Hills 
desciendan de Chapel Hills,
desciendan de las montañas,
desciendan de sus Montes Análogos y Montparnasses,
desciendan de sus propias alturas,
salgan de sus wigwams, bajen de sus cúpulas.
Los árboles aún están cayendo
y ya no tendremos forestas o bosques nunca más.
Ya no tenemos tiempo para sentarnos en ellos
pues el hombre quema su propio hogar
para asar su lechón.
Ya nadie entonará  el Hare Krishna
mientras Roma arde.
San Francisco está quemando
el Moscú de Mayakovsky está quemando
los combustibles fósiles de la vida.
Es de noche y el caballo se acerca
comiéndose la luz, la calefacción y la electricidad,
y las nubes tienen pantalones.
Ya es tarde para que el artista se oculte
en las alturas, más allá, detrás de la escena,
indiferente, arreglándose las uñas,
refinándose hasta quedar fuera de la existencia.
Ya no hay tiempo para nuestros pequeños jueguitos literarios.
Ya no nos queda tiempo para nuestras paranoias e hipocondrías,
ya no nos queda tiempo para el temor y el hastío,
sólo existe tiempo para la luz y el amor.
Hemos visto a la mejores mentes de nuestra generación
destruidas por el aburrimiento en las lecturas de poesía.
La poesía no es una sociedad secreta,
tampoco es un templo.
Las palabras secretas y los cantos ya no nos son de utilidad.
El tiempo de entonar  la silaba sagrada, el Om,
ha concluido,
ahora es el tiempo de la endecha fúnebre,
el tiempo del velatorio y el  regocijo
sobre el fin cercano
de la civilización industrial
que es maligna para la tierra y el hombre.
Es el tiempo de mirar hacia el futuro
en la posición del loto
con los ojos bien abiertos,
Es el tiempo de abrir las bocas
con un renovado discurso abierto,
es el tiempo de comunicarnos con todos los  seres sensibles,
Sí, todos ustedes ‘poetas de las ciudades’
colgados en museos, incluyéndome a mí,
todos ustedes poetas escribiendo poesía sobre la poesía,
todos ustedes poetas moribundos del lenguaje,
                  y los deconstruccionistas,
todos ustedes poetas de los talleres de poesía
en las olvidadas regiones rurales de América,
todos ustedes Ezra Pounds domesticados
perros obedientes que no hacen sus necesidades
                   dentro de la casa,
todos ustedes poetas dados vuelta del corte y pegado,
todos ustedes preestresados poetas concretos,
todos ustedes poetas cuninglinguales,
todos ustedes poetas de los baños públicos quejándose con graffitti,
todos ustedes poetas que se hamacan tomados del pasamanos
                    del subterráneo y nunca se hamacaron colgados
                    de la rama de un árbol,
todos ustedes maestros del haiku del aserradero
en las Siberias de América,
todos ustedes poetas ciegos no realistas,
todos ustedes poetas  surrealistas autoocultándose,
todos ustedes poetas visionarios dentro de sus dormitorios,
todos ustedes poetas  Groucho Marxistasy Camaradas
de clase acomodada quienes descansan todo el día
y nos  hablan sobre el proletariado trabajador,
todos ustedes anarquistas católicos de la poesía,
todos ustedes poetas de la escuela de Black Mountain,
todos pretensiosos intelectuales de Boston y bucólicos de Bolinas,
todas ustedes las madres e de la poesía en sus escondrijos,
todos ustedes hermanos Zen en la poesía,
todos ustedes suicidas amantes de la poesía,
todos ustedes barbados profesores de  poesía intrascendente,
todos ustedes gacetilleros de la poesía
todos ustedes beben la sangre del poeta,
todos ustedes son la Policía de la Poesía—
Dónde están los hijos salvajes de Whitman,
dónde  las grandes voces hablándonos
con dulzura y sublimidad,
dónde la nueva gran visión,
la gran mirada del mundo,
el intenso canto profético
de la inmensa tierra
y de todo lo que canta en ella
y nuestra relación con ella—
Poetas desciendan
a la calle del mundo nuevamente
y abran sus mentes y ojos
con el viejo deleite visual,
aclaren sus gargantas y Hablen,
la poesía ha muerto, larga vida a la poesía
con ojos terribles y la fuerza del búfalo.
No esperen a la revolución
pues esta puede ocurrir sin ustedes,
dejen de murmurar, deben alzar su voz
imaginar una nueva poesía ancha abierta
con una nueva superficie pública común sensual
con otros niveles subjetivos
u otros niveles subversivos,
un diapasón en el oído interior
para golpear bajo la superficie.
De tu propio dulce ser podés cantar todavía
pero expresa la palabra en masa—
La poesía el vehículo común
para transportar al público
a sitios de mayor altura
lo hará mejor que otros medios de transporte.
La poesía todavía cae de los cielos
en nuestras calles todavía abiertas.
Todavía
no han levantado las barricadas,
las calles todavía vivas con rostros,
mujeres y hombres bellos todavía caminan allí,
todavía hay hermosas criaturas en todos lados,
en los ojos de todos los secretos de todos aún enterrados allí,
los salvajes hijos de Whitman aún están durmiendo allí,
Despierten y canten al aire libre.

(1976)

(Versión Esteban Moore)