ENTONCES, EL CANTO…
Cruza tu voz los círculos del sueño,
como si un dios antiguo te cerrara la boca,
¿detrás de qué otros cantos
sin estela en qué aguas?
Es de día en tu sueño bajo un sol diferente,
sonámbula a la vez en la orilla y el centro.
Oh no despierten a la elegida
en las profundas gargantas de las cosas,
que nadie, cruzando la habitación,
salte dentro del sueño
por caer en sus huellas sobre cuáles caminos;
nadie, ni los sonidos ni mi mano,
que existen en donde existe el tiempo,
agreguen sus llaves al enigma;
no cantas, eres tú la cantada.
En la mañana ardiente de los ojos cerrados,
escucha los susurros, las vetas minerales,
acaricia las sombras, reclama otra estatura,
la trae hasta los hombres.
CON OTRO OJO
La verdadera poesía está desnuda:
por eso estas palabras van dejando sus ropas.
La poesía debe ser la lengua
de la boca que dice la verdad,
la verdad que se agita y desprende
de ese núcleo vivo, no-vivo,
esa primera cosa que dejó
la huella que llamamos cosa
al llegar aquí.
Vivir, escribir poesía como quien talla madera,
buscando el eje viviente, que está en todo
en todos y es el mismo.
DESPUÉS DE LAS PALABRAS
Y ahora te devuelvo, te exhalo:
entre mundos contrarios siempre estarás perdido.
Doblemente exiliada, criatura del sueño,
entre aquí y allí, donde estás parada.
Serás mi huérfano en un mundo de emblemas
y te perseguirán la espada, el gancho y la fría risotada:
solo tú sabrás dónde queda Ítaca.
Serás mi huérfano en un mundo de emblemas
pero sabrás qué mástiles sostienen esas lágrimas:
conversaciones, teléfonos y rostros serán tu escarnio,
dos días tus verdugos, pero a ti te hará llorar una palabra.
No volveremos a vernos nunca y nos veremos siempre:
esta sola ironía hará que todo exista y se contemple.
Pero serás sagrado. Ítaca no se olvida de lo que arroja al mar.
Sabrás que en cada cosa y hombre hay una porción de tu isla.
Te asomarás a ella para verte desnudo, solitario, repleto de tu alma, intacto.
Tu isla será cualquier cosa: un fragmento de pan peculiar,
la insólita confirmación de esta noticia grave.
Tu isla será cualquier hombre. Pero será casi siempre
una puerta cerrada. Ítaca no se olvida de lo que arroja al mar.
Y así sabrás que Ítaca no existe y que no existe el mar.
Las dos caras de una moneda caerán sobre tu mano.
Serás sagrado y algún día (solo yo tengo tu Palabra)
Algún día todo será plenitud.
Ítaca inundará el mar.
CÉSAR VALLEJO
Por los corredores de la imaginación ir caminando,
libre y solo para siempre, como cuando era
y no sabía que era un niño,
hasta olvidar que estoy imaginando.
Que esta carne pesada, que orina y suda,
en una o dos ideas se resuma
o vuelva bien atrás, a esa casi nada
que casi nada ve en su cielo nublado.
Devuélveme al chimpancé o hazme solo literatura,
mas no me dejes la condición de hombre
Esto que todo lo pesa en mí
afuera no pesa nada.
Luis Benítez (Buenos Aires, Argentina, 1956). Es miembro de la Academia Iberoamericana de Poesía, Capítulo de New York, (EE.UU.) con sede en la Columbia University; de la World Poetry Society (EE.UU.); de World Poets (Grecia) y del Advisory Board de Poetry Press (La India). Ha recibido el título de Compagnon de la Poèsie de la Association La Porte des Poètes, con sede en la Université de La Sorbonne, París, Francia. Miembro de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la República Argentina (SEA) y de la Asociación de Poetas Argentinos (APOA). Sus 36 libros de poesía, ensayo y novela fueron publicados en Argentina, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, México, Rumania, Suecia, Venezuela y Uruguay. Entre otros reconocimientos nacionales e internacionales, ha recibido el Primer Premio Internacional de Poesía La Porte des Poètes (París, 1991); el Segundo Premio Bienal de la Poesía Argentina (Buenos Aires, 1992); el Primer Premio Joven Literatura (Poesía) de la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat (Buenos Aires, 1996); el Primer Premio del Concurso Internacional de Ficción (Montevideo, 1996); el Primo Premio Tuscolorum Di Poesia (Sicilia, Italia, 1996); el Primer Premio de Novela Letras de Oro (Buenos Aires, 2003); el Accesit 10éme. Concours International de Poésie (París, 2003) y el Primer Premio Internacional para Obra Publicada “Macedonio Palomino” (México, 2008).
(Publicado en Altazor, Chile)