DE TODO HE DE PEDIR CUENTAS
De todo he de pedir cuentas
de los rumbos en el sextante
del miedo en el desván
del tedio en el horizonte.
De todo he de pedir cuentas
del orgullo, de las culpas
de la cal viva del deseo
de los óleos hirvientes del odio
del exilio en el vacío
del fuego, del agua
de los locos, de los difuntos.
De todo he de pedir cuentas
limé la esperanza
el sueño, los puños.
Sólo de mis palabras
no doy cuenta.
VIVIR PRIMERO
Sentir primero, pensar después.
Perdonar primero, juzgar después.
Amar primero, educar después.
Olvidar primero, aprender después.
Libertar primero, enseñar después.
Alimentar primero, cantar después.
Poseer primero, contemplar después.
Actuar primero, rezar después.
Navegar primero, anclar después.
Vivir primero, morir después.
ANDAR CON LAS PALABRAS
Andar con las palabras
es romper el vientre de las horas:
en gotas de sangre darse a la luz
ganando el camino, hacia afuera,
abrir el espacio, afrontar la soledad.
Andar con las palabras
es regresar a la patria de geografías futuras:
del árbol de la alegría comer los frutos,
abrir sus pieles de sueño, empaparse en los zumos,
caminar confiado rumbo a la aldea de los hombres.
Andar con las palabras
es cantar en si la más alta fiebre del deseo
y caer y levantar sobre serpientes y culpas,
siempre hacia adelante, sin tregua, con ufanía,
e incluso gatear hasta que las alas broten de ese dolor.
EN LA PARTICIÓN DE LOS PANES
En la partición de los panes
en el hábito breve de las palabras
en la memoria carnal de las ausencias
en el hálito apestado de los fantasmas
¿qué mal espera asiento en la mesa
qué dolor sordo espía de los portales
sino el hambre, hambre ominosa hambre?
¡En el mismo modo de andar y vestir
y rápido desconoces la acostumbrada vecina
de todas las horas, y ya no te conmueves!
TAMBORES DE LA MADRUGADA
Crear es golpear tambores en la madrugada
hasta levantar del sueño los espíritus hambrientos del alma.
Crear es medir fuerzas con el Destino, encarnizar
la voluntad en la crudeza. El tiempo tiene prisa. El tiempo
no tarda. El tiempo no anticipa. El tiempo no espera.
El tiempo atrae el tiempo que atrae la muerte por el fuego.
SALMO DEL TRABAJADOR
Hablo Señor, de las manos sudadas del trabajador
que alimentan aves de rapiña
criadas en los estiércoles patronales.
Hablo, Señor, de las manos engrasadas
sembrando en los vientos nuestro dolor.
Hablo, señor, de las manos callosas
que todavía cantan y sangran por sus uñas
plantadas en el hombro insumiso de la libertad.
Hablo, Señor, de este mi pueblo que gime y se irrita
por las bocas calladas del estómago
por las máquinas deseantes del lucro.
Hablo, Señor, del trabajador como charqui
despedazado al sol, presa de los buitres
en los tendederos de las fábricas, en los alambres de púas.
Hablo, Señor, del orgullo sublevado de los mansos
de las bayonetas enredadas del odio
que apuñalan la sombra precaria de los sueños
pero no osan reconciliar el azote con la mano.
Hablo, Señor, de la mano reconciliada con el brazo
fluyendo pájaros de los sótanos hacia la libertad.
Del brazo con la cabeza que gobierna el azote
y sacrifica el becerro inmolado por nuestras culpas
bajo un berreo de sangre tan muerto en el corazón.
Tal vez, Señor, una esperanza cualquiera
mal-augurada de presagios
y estremeciendo en la aurora
despierte el ángel de su pavor
la hora de su torpor
la vida de su tutor
y el trabajador, Señor, de sueños reunidos
cante por vez primera.
* Todas las piezas pertenecen a 50 poemas escolhidos pelo autor, vol. 21 (Rio de Janeiro, Edições Galo Branco, 2006).
** Versiones: Demian Paredes, Buenos Aires, 2024.
Paulo Roberto do Carmo (1941) nació en Porto Alegre. Es poeta, profesor y traductor. Entre sus libros se encuentran: Crisbal, o Guerreiro (1966), Estação de Força (1987), Breviário da Insolência (1990), Livro de Preceitos (1993), Trajetória Poética (1994) y Crisbal, o Guerreiro (versión 2002). Tradujo Princípios de Crítica Literária, de I. A. Richards. Su obra poética fue apreciada favorablemente por Dyonélio Machado y Carlos Néjar, entre otros.
Su página web, con más información y libros:
https://www.paulorobertodocarmo.com/