17. POR EJEMPLO
José Chelinini ponía cucardas a mis teorías maternales.
Era un perdido, pero compraba por kilos la apologética de los colegas. Hijo de cereales minoristas, tintineaban monedas en el barril de los bolsillos y menguados brotes de aristocracias le tenían seráficos silencios para cachetadas aporreantes.
Pita, primero de la clase, le sonaba las lecciones de latín y de inglés.
Y a la salida, se juntaban las narices piernasaltas con libros, de cara a la carrocita metálica esperándolo en el callejón de helados.
18. INFORMACIONES
Gustavo Dalvert en una noche de cabello y cigarrillos me dijo que el arte era todo pero la vida nada. Él era músico e iba a morar en París conmigo, el amigo y joven poeta João Miramar.
Había otro artista en el vecindario, Bandeirinha barítono y otros poetas en la ciudad.
19. BICICLETA DE ONÃ
De Aguas Secas, debajo de ramas exquisitas de tías lejanas, Pantico desterrado en vacaciones, me escribió:
“Ya mandé dos cartas para mamá pensando que ellas llegarían cuanto antes pero hasta hoy no llegaron.
Estoy aquí sin ningún divertimento. El río es muy peligroso y pequeño. Y tampoco tiene chicos. Paso los días que ni en la hacienda que no tenía nada para hacer sino vicios. Voy a hacer como allá si mamá no quisiera mandarme la bicicleta que ya estoy pidiendo”.
20. RUMBO SENSACIONAL
Fuimos devueltos a los mazos de dos y tres por el portón colegial donde veníamos de tener la última clase de tantos años.
Poeta y misántropo Señor Madureira nos hizo un adiós de discurso. Partíamos en la dirección de la vida –calle donde habríamos de encontrar muchas veces abismos recubiertos de flores.
Callados en un ángulo del Triángulo nos separamos con un abrazo de José Chelinini que iba para el comercio.
21. CLAQUE
El paño oscuro encuadraba la boca del cielo en donde allá abajo Gisella Doni cantaría la Princesa de los Dollars y los habitués del gallinero se sentaban a nuestro lado.
Iban llegando los músicos y primeras caras desocupadas se ponían en los agujeros de la platea. Yo deseaba secretamente a Gisella.
Escalones llenaban confusas escalas de flauta y violinadas de afinación. La platea formaba el público para mi amor.
Y cuando camerinos aplausos e insistencias tiraban del abrigo del maestro, en un silencio la partitura lanzaba la batuta bulliciosamente.
22. MASONERÍA
Contrarios a los favores de la ciudad íbamos piernas aquí piernas allí yo y Dalbert de suerte excepcional.
Calles cuartos cerrados bares desiertos vibraciones revueltas adulterios énfasis.
La parada fue en un caserón azul en vol-plané sobre el val-de-lirios incultivados del Anhangabaú.
La corona del Teatro Municipal ponía patetismos negros en el rojo de las auroras nocturnas.
João Jordão que no era artista ni nada aparecía flaco y un tarde arregló el subsidio gubernamental para estudiar pintura en París.
23. QUIROMANCIA
Bandeira barítono leía Belmiro Braga y baldaba esperanzas de entrar para la diplomacia como diplomático. Se hacía vaticinios ante el padre de calva gramática.
Y nos mostraba versos diciéndose partidario de la poesía vagabunda pero llena de alma. Había ido a pasar una semana gigolette en la pensión de Georgina en Santos.
Lo dejábamos por la noche a deshoras y partíamos a cenar en Nápoles con pizzas escupidas de tomate y queso y un vino recién venido por el nocturno de Caserta.
Abría guignol de sueños organillo rítmico reventador de valses al aire estrellado.
Después, desde arriba, pensión de artistas, caían gotas profundas de Chopin en la comida.
24. GUILLOTINA
Acompañado por los nervios críticos del Dr. Limão Bravo fui impelido en la carrerilla de escenarios delante al corazón de Gisella.
Las barbas alemanas de un médico besaban ceremoniosas manos de actrices. Mangas de camisas y bomberos con pedazos de floresta impresionista circulaban órdenes del cielo como de playas verticales.
Ella arrojó su dirección como un níquel hacia mi corbata declaración de amor.
* Oswald de Andrade, ‘Las memorias sentimentales de João Miramar’ (1924), Mono gramático editor, 2025, pp. 23-26. Traducción de Demian Paredes.
** Link a la ficha del libro, con más información y apreciaciones de Haroldo de Campos y Antonio Candido: https://monogramatico.com.ar/index.php/memorias-sentimentales-de-joao-de-miramar/